MUSEO NACIONAL DE COSTA RICA DEPTO. ANTROPOLOGÍA E HISTORIA

Transcripción

1 MUSEO NACIONAL DE COSTA RICA DEPTO. ANTROPOLOGÍA E HISTORIA ARQUEOLOGÍA Informe de inspección a Reserva Cabo Blanco, Puntarenas. Elaborado por Juan Vicente Guerrero M. Arqueólogo Investigador Octubre, 2012 San José, Costa Rica

2 INFORME DE LA INSPECCION A RESERVA CABO BLANCO, CABUYA, COBANO, PUNTARENAS. Juan Vicente Guerrero M. I. INTRODUCCIÓN El día 8 del mes de agosto del 2012 se recibió en el Departamento de Antropología e Historia del Museo Nacional, una información enviada por el señor Andrés Jiménez, administrador del Parque Nacional Reserva de Cabo Blanco; en donde menciona que debido a procesos de erosión han quedado expuestas algunas piezas y fragmentos de cerámicas prehispánicas. La licenciada Myrna Rojas, jefe del Depto. de Antropología e Historia del Museo Nacional, nos encomendó realizar la investigación respectiva. Por lo tanto, el objetivo de la inspección está dado por la recuperación del patrimonio arqueológico y la información que podamos recobrar del lugar. En otras palabras nuestra visita tenía dos propósitos: Uno revisar el espacio donde aparecieron los restos culturales que recogieron los personeros de la reserva y segundo, inventariar, embalar y trasladar al museo Nacional los mencionados restos. Esto con la finalidad de dilucidar cual es la situación en el mencionado monumento; así como tomar las medidas pertinentes como lo establece el sistema jurídico vigente. El presente informe brinda los datos pormenorizados de lo sucedido con la inspección realizada. II. INSPECCIÓN ARQUEOLOGICA La inspección arqueológica se logró realizar hasta el día 3 de octubre del año en curso, ya que 8 días antes no pudimos hacerla porque el señor Jiménez nos manifestó que tenía otras actividades y no podía atendernos si no hasta esta fecha. Por lo tanto, la misma se llevó a cabo entre las 12:30 y las 15:30 horas, contando el suscrito con la compañía de los señores Freddy Gutiérrez y Eduardo 2

3 Volio también del Museo Nacional y el señor Andrés Jiménez administrador del parque. III. ANTECEDENTES ARQUEOLÓGICOS DE LA ZONA La zona de la inspección geográficamente la conocemos como el sur de la Península de Nicoya y arqueológicamente como La Gran Nicoya. No obstante, algunos investigadores han considerado que esa parte sur, tiene más filiación cultural con los grupos de ascendencia Chibcha (Sur de Costa Rica), que los norteños Mangues y Nahuas (lenguas de grupos procedentes de Mesoamerica. Pero se han realizado tan pocos trabajos arqueológicos que todavía es prematuro decir cual presencia es más fuerte, porque hemos observado restos culturales adscribibles a ambas culturas. La información arqueológica con que se cuenta para el extremo sur de la península de Nicoya es muy escasa. La misma se remite a visitas o inspecciones rápidas, no existiendo ningún trabajo de excavación y mapeo, determinando extensión y temporalidad precisa de los monumentos. Según el registro que lleva el Departamento de Antropología e Historia del Museo Nacional de Costa Rica, da cuenta de un total de 5 monumentos. Dos de ellos se ubican en la Reserva de Cabo Blanco el primero y que corresponde al lugar visitado presenta la clave (P CB / UCR-483). El mismo lo consideramos tardío, es decir; asociado por sus restos culturales al lapso dC. El otro sitio es el denominado Playa Colorada (P-1171 PC / UCR-484), que está unos kms más al nor-este del anterior, que se menciona también como tardío. Para las cercanías del área visitada, se cuenta con el registro del monumento Cabuya (P-164 Cb), el cual presenta algunos rasgos culturales de piedra, como pequeños montículos o elevaciones, es de carácter arquitectónico. Podemos decir que hay tanto rasgos de carácter funerario como domésticos. Aquí no se han realizado excavaciones, solamente visitas en las que hemos observado materiales que lo asocian al tardío. Por su 3

4 forma y tamaño se considera que es el asiento de una aldea importante en la zona. Este lugar está ubicado a escasos dos km de la Reserva. Otro monumento es el conocido como Kirino (P 571 Kr), un poco al noreste del pueblo de Cabuya, en el lugar se observaron concentraciones de tiestos (Guerrero 1986). En la década de los noventa, se excavo el monumento arqueológico Ballena en las cercanías de Tambor (P-301 Ba), consistió en una unidad funeraria o cementerio el cual fue asociado al lapso de ( dc), donde observamos cerámicas similares a las del Valle central, así como algunas figuras de jade y otras piedras ligadas al proceso de molienda como manos y metates (Guerrero y Solís 1992). Otro monumento arqueológico registrado, donde se hicieron unas excavaciones de rescate fue Bosque Mar (P-659 BM), el cual se ubica en Mal País a unos 7 km del en línea recta de la Reserva. En este lugar se observaron restos humanos en buen estado de conservación; con los cuales se pudo determinar la presencia de niños, jóvenes y adultos, tanto hombres como mujeres, asociados encontramos cerámica de origen norteño, que cronológicamente se adscriben al Período Sapoá ( dc). Este asentamiento también presenta evidencia del lapso anterior, es decir Bagaces ( dc), al observar restos culturales a nivel de superficie. Por lo que consideramos al mismo como multicomponente o sea que el asentamiento fue ocupado en diferentes momentos de tiempo (Guerrero y Sánchez 2008). Por todo lo expuesto en este apartado, queda bien clara la importancia de la inspección, ya que se logra ampliar el conocimiento sobre las actividades realizadas por los antiguos habitantes, al observar no solo fragmentos sino piezas completas y tener mejor control del posible tamaño del monumento. 4

5 IV. LOCALIZACIÓN Y CARCTERÍSTICAS DEL TERRENO El lugar visitado se ubica administrativamente en la provincia de Puntarenas, distrito de Cóbano, propiamente en Cabuya. El ingreso a la zona no fue difícil, aunque hay que tomar el Ferry de Paquera y luego seguir por carretera aproximadamente dos horas. El mismo se puede localizar en las Coordenadas 9º34 53,78 norte y 85º05 32,14 oeste. El área involucrada comprende a nuestro entender, parte o toda la planicie que se extiende del río Cabo Blanco, hasta donde inicia la elevación del terreno a lo largo de la costa (más de 300 metros) y distancia similar o mayor tierra adentro (Fig. 1). Los terrenos son fértiles, con agua en abundancia, donde existe gran cantidad de animales que complementaban la dieta. A la vez, se estaba a orillas de la costa donde se cuenta con el aprovechamiento de los recursos marino - costeros (pesca y recolección). V. RESULTADOS Y OBSERVACIONES DE LA INSPECCIÓN Como se expuso anteriormente, la inspección se realizó a eso de la 12:30 de la mañana. Ya en el lugar propiamente dicho, procedimos a hacer un recorrido asistemático del área donde el personal del parque había recogido los restos culturales. En realidad, se trata como mencionamos de un espacio de unos 300 o más metros lineales sobre la costa, ubicados al sur de las edificaciones que tiene el parque, como área administrativa, bodegas y otros. En dicho sector, el mar en determinadas ocasiones arremete con fuerza golpeando la pared o pequeño acantilado, que existe en ese sector, provocando que algunos árboles cayeran y bajo los mismos habían restos materiales de carácter prehispánico como cerámica en piezas completas y fragmentos. Lo que hizo pensar al personal del parque que en ese lugar existía desde luego algún cementerio precolombino. Razón por la cual, se contacto al Museo nacional, para realizar la inspección. 5

6 Figura 1. Ubicación del monumento arqueológico Cabo Blanco (P-572 CB) y otros mencionados en el texto. Primeramente iniciamos un recorrido por la playa observando el área, con ello notamos rápidamente que habían otros fragmentos, de los cuales recogimos algunos; entre ellos uno de lítica (piedra de moler o metate). Esta presencia de materiales fue evidente por gran trecho más de 200m. Posteriormente nos pasamos a revisar los terrenos inmediatos en la pared de arriba de la costa, zona plana cercana que se extiende desde una pequeña quebrada que no tiene nombre, hasta el Río Cabo Blanco que esta como a unos m. Nuestra hipótesis es que probablemente, los antiguos habitantes ocuparon todo ese 6

7 espacio y llevaron a cabo actividades rituales y ceremoniales y desde luego vivieron allí, aprovechando las ventajas de ese medio ambiente. Aquí lo importante es determinar el lugar donde están las posibles áreas de habitación y los otros componentes del asentamiento. Claro está que para visualizar dichas evidencias, se requiere no de inspecciones sino de trabajos arqueológicos mayores (evaluación, otros), donde se involucren excavaciones, mapeos y otros). Algunos de estos aspectos los planteo en los apartados de conclusiones y recomendaciones. VI. CARACTERÍSTICAS DE LOS MATERIALES. Como mencionamos antes, los materiales provenientes de la inspección presentan dos connotaciones. Unos corresponden a piezas enteras entregadas por el señor Jiménez (cuatro vasijas de cerámica monocroma y dos hachas de piedra pulida), así como fragmentos de cerámica recolectada por nosotros y otros fragmentos que tenía el personal del parque. Como preámbulo debemos manifestar que la aparición de la cerámica en la vida de los pueblos se dice que responde a varias necesidades entre las que están la preparación, la conservación, transporte y servicio de alimentos y bebidas. Por lo que la mayoría de investigadores consideran que la aparición de la agricultura y el sedentarismo propiciaron el auge de la misma. Ya que ello generó una producción de alimentos que requerían de una gran variedad de utensilios de cerámica y piedra; para las diferentes etapas de cultivo, procesamiento y utilización. Por lo tanto, la evidencia existente en la Reserva de Cabo Blanco, nos señala que allí vivió un grupo social de carácter agricultor, cazador y que además aprovechaba los recursos marino-costeros. 7

8 Toda la muestra cerámica proveniente del lugar tiene la característica de ser monocroma; algunos de los fragmentos presentan decoración incisa o de pastillaje. De las piezas enteras hay dos de ellas que presentan un ahumado o coloración oscura en ciertas partes, también se aprecia que tienen o tenían asas para ayudarse a vaciar su contenido, indicando posiblemente el uso de las mismas en el fuego para la cocción de alimentos (Fig. 2a). La pieza tres corresponde a una conocida como zapatero, color rojizo y de boca restringida, quizá corresponde al tipo Piches Rojo; la cual no se utilizó en el fuego y debió servir para transportar y contener líquidos (Fig.2b). Por último, la pieza cuatro también es un artefacto utilizado en el almacenamiento de productos y aun cuando no tiene huellas de uso para calentar o cocinar, pudo haber tenido dicha función, pero se encuentra muy descolorida (Fig. 2c). Por otro lado, en la cerámica fragmentada se observan tiestos con asas que representan al tipo Yayal Café, Toro Aplicado y a otros monocromos que corresponden a ollas para cocinar y almacenar diferentes materiales (Fig. 3). Así mismo, encontramos algunos con decoración incisa, que corresponden al tipo Belén Inciso, Variedad Belén y Variedad Palmares; el tipo Tempisque Inciso (Fig. 4). En términos de formas, aparte de las piezas enteras, observamos varios tiestos de bordes, que dan cuenta de ollas de boca restringida, tazas y posiblemente vasos; todos corresponden a artefactos ligados a labores de proceso y servido de alimentos (Fig. 5). Por último, a nivel de restos cerámicos se vieron dos soportes huecos y con aplicación de pastillaje, los cuales corresponden a los tipos antes mencionados de Palmares Inciso y Yayal Café (Fig. 6). Todos estos materiales han sido controlados para el lapso de años después de Cristo. 8

9 Figura 2. Vasijas halladas en Monumento Cabo Blanco (P-572 CB): A) Vasijas ahumadas por cocción u uso para cocinar o calentar alimentos; B) Vasija monocroma tipo Piches Rojo; C) Vasija monocroma posible Tipo Nautilius Café. Figura 3. Formas de asas o agarraderas de ollas de los Tipos Yayal Café y Toro Aplicado, así como de otros monocromos ligados en almacenamiento y preparación de alimentos. 9

10 Figura 4. Modos decorados por medio del inciso. Tipos Belén Variedad Palmares (A, B y C), Variedad Belén (F), Tipo Tempisque Inciso (D y E). Figura 5. Formas de ollas, tazas y vasos, todos ligados al proceso de cocción y servido de alimentos. 10

11 Figura 6. Formas de soportes, huecos con aplicación de pastillaje, los cuales corresponden a los tipos antes mencionados Yayal Café y Palmares Inciso. En cuanto a la lítica o materiales de piedra, debo manifestar que los mismos se reducen a dos hachas pulidas, ligadas a trabajos en madera y labores del campo, así como un fragmento de un matate o piedra de moler y preparar alimentos como el maíz y otros; también hay en la colección una piedra identificada como un martillo, utilizada en varias actividades entre ellas la preparación de otros instrumentos líticos (Fig.7). Este tipo de evidencia está presente desde varios años antes de Cristo a la Conquista. VII. CONCLUSIONES Por todo lo antes expuesto, se hace evidente que se cumplió el objetivo, ya que verificamos que un sector del monumento Cabo Blanco, está siendo impactado por los oleajes fuertes que se dan en esa zona. Según datos del señor Jiménez, se calcula que el mar le ha quitado a la tierra entre 10 y más metros en 11

12 los últimos años. No sabemos si otros restos culturales fueron sacados por el mar y no observados por los encargados del parque. Al parecer, de acuerdo a nuestro criterio el espacio que ocupa el monumento es bastante grande, quizá unos o más metros cuadrados. Por tales razones, consideramos importante realizar trabajos arqueológicos particulares en dicho monumento. Lo más conveniente sería hacer una etapa de evaluación; con ello se medirían varios aspectos que se deben controlar lo más pronto posible. Se considera, que con una temporada de un mes de trabajo de campo, se podría obtener la información primaria que se requiere para medir o controlar los diferentes restos presentes o ausentes en el lugar. Figura 7. Instrumentos líticos: A) Fragmento de metate, B) Martillo y C) Hachas pulidas. 12

13 Por otro lado, debo manifestar que nos fueron entregados por parte del señor Jiménez, cuatro artefactos cerámicos o vasijas, dos hachas pulidas, unos cuantos fragmentos de cerámica. Los cuales según sus atributos formales y decorativos, nos manifiestan que dicha ocupación se asocia al periodo Sapoá- Ometepe ( dc). VII. RECOMENDACIONES 1) Al Museo Nacional en nombre del Departamento de Antropología e Historia, estar en contacto con el señor Andrés Jiménez, Administrador de la Reserva Natural Absoluta de Cabo Blanco, para que nos informe de cualquier otro hallazgo o incidente con el patrimonio arqueológico existente en el lugar. 2) Se recomienda al Departamento de Antropología e Historia del Museo Nacional, plantear una etapa de evaluación de la zona que visitamos, con el objetivo de determinar el potencial, el tamaño y precisar las ocupaciones del monumento. Considero que esto sería sumamente importante, para prevenir si rasgos específicos podrían verse afectados si prosigue el proceso de erosión que se está generando. Además, si el parque requiere ampliar sus instalaciones, debe de tenerse bien claro cuales espacios no perturbarían o destruirían el patrimonio existente. Nota: Quizá este trabajo de evaluación podría eventualmente ser un proyecto de tesis de licenciatura, para algunos estudiantes de arqueología de la UCR. 3) Por su parte, a la administración del parque, se le recomienda no hacer ningún trabajo de ampliación, si no se ha realizado primero un estudio de impacto arqueológico de la zona a construir. Porque muy 13

14 posiblemente en cualquier lugar cercano a las instalaciones actuales, va a existir evidencia cultural prehispánica. Se expide el presente informe a las 10 horas del día 19 de octubre de Lic. Juan V. Guerrero M. Arqueólogo Investigador 14