St. Paul y la Sociedad. Homilía para el Sexto y Séptimo Domingo del Tiempo Ordinario, Ciclo B Rvdsmo. Joseph J. Tyson, Obispo de Yakima

Transcripción

1 St. Paul y la Sociedad Homilía para el Sexto y Séptimo Domingo del Tiempo Ordinario, Ciclo B Rvdsmo. Joseph J. Tyson, Obispo de Yakima Queridos Amigos: Que la paz sea con ustedes! Es un gran privilegio ser Obispo de Yakima. Ya sea durante la semana o en domingos he podido visitar casi todas las 41 parroquias aquí en Washington Central. Una de las características que más llama mi atención en mis visitas es la gran inversión que muchos de ustedes tienen en la vida de nuestros pueblos y ciudades locales. Muchos de ustedes dan tanto de sí mismos - no sólo por el bien de la parroquia local - sino por el bien común - el bien de la comunidad local en que viven. De hecho, yo también estoy sorprendido por el hecho de que nuestras parroquias a menudo proporcionan el espacio y la labor humana para una amplia variedad de eventos que afectan la vida de todos los miembros de la comunidad local. La lista es interminable: una recaudación de fondos para una familia con un niño que enfrenta un tratamiento médico muy caro, una colecta en una planta empacadora de frutas para un ser querido que murió y quiso ser enterrado en México, las recepciones fúnebres para muchos de los funcionarios civiles que han servido a nuestra comunidad, desayunos con panqueques para las necesidades de la comunidad local, fiestas con comida y entretenimiento que crean un sentido de hospitalidad para las personas que pueden pertenecer a otra iglesia, otra fe o que no tienen fe en absoluto. En tantas diferentes formas, sus vidas como feligreses y amigos son una respuesta directa al mensaje de San Pablo que hemos estado leyendo consecutivamente estos domingos desde el fin de la temporada navideña hasta el primer Domingo de Cuaresma. En la Primera Carta de San Pablo a los Corintios, San Pablo trata de ayudar a la comunidad cristiana naciente de 1

2 Corinto a profundizar su fe en Jesucristo. Al igual que Washington Central con sus frutos y el comercio internacional agrícola, Corinto era un centro de comercio internacional anclado en el Mediterráneo oriental del antiguo Imperio Romano. En su predicación y su enseñanza, San Pablo desea dar algo de apoyo y orientación a los primeros cristianos acerca de cómo iban a vivir su fe en Jesucristo en una sociedad animada, pluralista formada por una variedad de idiomas y una gran variedad de culturas. El lenguaje de San Pablo a los Corintios era a veces alentador. Pero otras veces, San Pablo podría ser muy desafiante. Entre las muchas características de la enseñanza y en la predicación de San Pablo eran sus demandas firmes y exorbitantes sobre el testimonio cristiano en la vida cotidiana, especialmente en los ámbitos de la sociedad, la familia y las relaciones humanas entre hombres y mujeres, padres e hijos. Nuestra época no es tan diferente de los tiempos de San Pablo. Nosotros, también, enfrentamos serios desafíos sobre cómo vivir nuestra fe en Jesucristo. Por lo tanto, al igual que San Pablo, yo tengo un mensaje claro y directo para ustedes hoy. Mi mensaje básico es el siguiente: SUS LIBERTADES RELIGIOSAS ESTAN EN RIESGO. Por esta razón en lo mejor que yo puedo estoy siguiendo el ejemplo de San Pablo escribiéndoles a todos ustedes. SUS LIBERTADES RELIGIOSAS ESTAN EN RIESGO. Cómo? En qué forma están sus libertades religiosas, garantizadas por la Constitución, en riesgo? Una matriz de tres ediciones recientes de política pública ha pasado a primer plano que exige su cuidadosa atención: En primer lugar, el gobierno federal anunció recientemente que casi todos los empleadores, incluyendo los empleadores católicos, se verán obligados a ofrecer a sus empleados cobertura de salud que incluye la esterilización, drogas para inducir el aborto, y anticonceptivos como servicios de salud. Todavía no estoy seguro de que la declaración hecha s por la administración el viernes pasado responda efectivamente a nuestras preocupaciones. 2

3 En segundo lugar, este año la Legislatura del Estado de Washington está considerando proyectos de ley que obligarían la cobertura para abortos en los planes de seguro médico regulados por el estado que brindan cobertura para cuidados de maternidad. En tercer lugar, los líderes del estado de Washington están a punto de redefinir el matrimonio. Cuando el proyecto actual de este "matrimonio" del mismo sexo se convierte en ley, yo estaré gravemente preocupando si o no sus provisiones relacionadas a la consciencia provean protección efectiva a las iglesias y organizaciones religiosas. En cuanto al Estado de Washington, ustedes también deben saber que estas amenazas a la libertad religiosa tienen un impacto directo en la Diócesis de Yakima. A nivel estatal, basado en la opinión del Procurador General en 2002, el comisionado de seguros afirmó su mandato de que todos los planes de salud regulados por el estado debían cubrir los anticonceptivos, incluso si un empleador tiene una objeción religiosa o de conciencia. Del mismo modo, ante la Legislatura del Estado de Washington, está un propuesto decreto que dice que todos los seguros médicos tienen que cubrir el aborto. Esto podría obligar a la Iglesia, servicios de cuidados católicos de salud, y todas las organizaciones católicas y empleadores a violar nuestras conciencias, o dejar de ofrecer cobertura de salud a nuestros empleados. Aún más, en el nivel federal, en virtud del mandato emitido por el Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos, y anunciado hace varias semanas, casi a todas las aseguradoras de salud se les pedirá que incluyan los anticonceptivos y la esterilización como servicios en las políticas de salud que escriben, y casi todos los individuos y los empleadores se verán obligados a comprar esta cobertura como parte de sus políticas. Otra vez, todavía no estoy seguro de que la declaración hecha 3

4 por la administración el viernes pasado responda efectivamente a nuestras preocupaciones. Como obispo de Yakima, yo tomo muy en serio mi obligación de informales la gravedad de la situación. Les pido sus oraciones y su acción comunitaria para dar marcha atrás a esos esfuerzos de negar nuestros derechos garantizados por la Constitución. También les pido que no se queden de brazos cruzados mientras se están perpetrando estos ataques a nuestra libertad religiosa. Por favor, únanse a nosotros para expresar nuestra grave preocupación y fuerte oposición tanto a los funcionarios federales como a los estatales. A continuación les expongo lo que les pido que hagan. Primero, como una comunidad de fe debemos comprometernos a leer las sagradas escrituras, a una vida sólida de oración y al ayuno para que la sabiduría y la justicia puedan prevalecer, y que la libertad religiosa pueda ser respetada. Sin Dios, no podemos hacer nada; con Dios, nada es imposible. Este es el mensaje fundamental de San Pablo no sólo a los Corintios sino en muchas de sus cartas y escritos. Segundo, los exhorto a que se informen sobre cómo pueden contactar a sus representantes electorales y legislativos para oponerse a estos ataques a nuestra libertad religiosa visitando nuestro sitio web: and Tercero, sigan lo que sus amigos, vecinos y demás feligreses están haciendo para construir una cultura de vida y respeto por la libertad religiosa aquí en la Diócesis de Yakima visitando nuestro propio sitio recién renovado: Me gustaría concluir con una nota personal. Como muchos de ustedes saben, yo fui bautizado cuando era un bebé en la Catedral de St. Paul en Yakima. A través de los años ha habido muchos cambios demográficos. Pero uno que debemos tener en cuenta es que la gran mayoría de los cristianos 4

5 en Washington Central son católicos. Algunos dirán que esto se debe a la inmigración procedente de México. Sin embargo, yo también señalaría que tenemos un proceso muy activo, los Ritos de Iniciación Cristiana, que ha dado la bienvenida a miles de personas que, con su ayuda, han llegado a ser Católicos. Pero tal vez la mejor percepción con respecto a nuestro crecimiento como comunidad de la Iglesia Diocesana viene de mi amable y sabio predecesor, el Obispo Carlos Sevilla, que en muchas ocasiones hizo notar que juntos formamos "Una Fe - Un Pueblo". Esa es la belleza de nuestra unión como hispanos y nativos americanos, americanos de patrimonio francés y alemán, estadounidenses de todas las razas y antecedentes culturales que abrazan la expresión más completa de Jesús y de su enseñanza mediante la práctica de la fe de la Iglesia Católica. Como católicos aquí en Washington Central somos muchos! Ahora somos la mayoría! Necesitamos actuar de igual manera! Con los recientes ataques a la libertad religiosa necesitamos actuar ahora. Quiero que sepan lo agradecido que estoy con mis hermanos obispos de Seattle y Spokane por su sabiduría y solidaridad permaneciendo unidos y trabajando en estos asuntos tan difíciles de política pública. Sepan, también, de mi gratitud por todos ustedes considerando mi desafiante mensaje a todos ustedes. Pidamos la intercesión de San Pablo para que ore por nosotros ahora así como lo hizo para los corintios! Con mis mejores deseos y bendiciones, Devotamente suyo en Cristo, Rvdsmo. Joseph J. Tyson Obispo de Yakima 5