Universidad Americana. Historia de Costa Rica 1. Elena Gómez. Tarea: Análisis #1. Juan José Villalobos Martínez

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Germán Bustos Ruiz
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1 Universidad Americana Historia de Costa Rica 1 Elena Gómez Tarea: Análisis #1 Juan José Villalobos Martínez sábado, 27 de setiembre del 2015

2 Evidencias de las primeras ocupaciones humanas se encuentran en algunas zonas del país, plasmando su cosmovisión y mecanismos de vida: todo ello retratado en utensilios utilitarios. Los distintos materiales o piedras lasqueadas encontradas en el país evidencian las labores que realizaron los primeros habitantes. Grandes yacimientos en el monte de Aguacate Y Tilarán evidencian la presencia de yacimientos líticos y por ende, de presencia humana en esas zonas. Alrededor de 3000 utensilios hallados retratan y plasman lo que pudo ser los primeros vestigios de ocupación humana en el país, definiendo el rol de cazador-recolector de estos primeros habitantes que tiempo después daría paso a los primeros asentamientos sedentarios tribales. En nuestro país uno de los mayores centros de evidencias y enigmas arqueológicos reside en Turrialba, donde cientos de historias y misterios acerca del peregrinaje y asentamiento aborígenes siguen perturbando la curiosidad de distintos arqueólogos a lo largo de nuestra historia. Dado su bagaje tanto cultural como natural fue un aposento de asentamientos indígenas dotados de ríos y cauces importantes que se destacan por la presencia de muchas y variadas formas de vida animal, lo que sirvió de fuente alimentación y desarrollo biológico. Destacan la presencia de materiales lasqueados como puntas, raspadores y fragmentos de distintos artefactos utilitarios que retratan a los primeros pobladores de esta zona en especifico. La zona de Guaridia, ubicada en Turrialba es el yacimiento que más aporta a los yacimientos de utensilios tales como proyectiles, cuchillos bifaciales, rapadores y herramientas lasqueadas y no lasqueadas. En esta zona en especifica, debido a loas evidencias, se logra determinar la presencia de individuos cazadores- recolectores y semi-agricultores. Un material que destaca son los perforadores utilizados para perforar cuero y pieles con el fin de manipularlos como abrigos y objetos de vestimenta. Debido a ignorante urbanización, estos

3 yacimientos han sido menospreciados y perdidos, debilitando los datos arqueológicos proveniente de la zona y del país en general. El avance tanto en aspectos de cultura como en sociedad permitió el avance en utensilios y objetos confeccionados con fines utilitarios y domésticos, debido a que la agricultura, caza y recolección permitió asentamientos sedentarios. Sitios centrales como Pavas han sido estudiados y descubiertos debido a procesos urbanísticos que dejaron al descubierto el pasado prehispánico que se desarrolló en esa área. Tumbas con yacimientos vegetales como maíz, semilla de palma y cristales naturales evidencian la presencia de la agricultura en estos asentamientos. Del mismo modo yacimientos de artefactos de cerámica como vasijas y ollas de tipo bicroma y policroma han sido halladas. Zonas como El Molino en Cartago, presenta importantes hallazgos arqueológicos. Personeros del Museo Nacional pusieron en marcha el rescate de yacimientos ubicados en Bahía Culebra, zona amenazada por el huaquerismo. En este lugar se hicieron los hallazgos de hornos para la confección de cerámica datados al 300 D.C y A.C. La cerámica hallada suele ser bicroma y policroma, retratando la pluralidad temporal y humana que se ha desarrollado en la zona del pacifico sur de nuestro país. En la misma zona de Guanacaste el lugar llamado las Huacas ha sido un sitio de tremenda importancia arqueológica debido a sus peculiares hallazgos. En este sitio el hallazgo de tumbas con vasijas, metates y ornamentos funerarios colocados sobre los difuntos, en algunos no hay hallazgos de utensilios ofrendarios. La mezcla cultural y social llevada a cabo en la zona pacifico norte de nuestro país ha permitido la presencia de importantes yacimientos, lamentablemente muchos de ellos perturbados y saqueados por individuos sin ninguna experiencia arqueológica. Lugares ubicados en

4 Heredia, San Pedro y la zona céntrica de San José esconden y resguardan grandes yacimientos pertenecientes al cacicazgo del Guarco, se podría deducir entonces que son muchos los tesoros que aun ni siquiera se conocen. Una de las manifestaciones artísticas más encontradas en el país pertenecen a la cerámica, la cual en mayoría de casos era de índole utilitario, ya que se utilizaba para guardar alimentos y cosechas, lo que puede comprender el lapso desde la recolección hasta la aparición de la agricultura (1000 a.c 700 D.C). La zona con mayor desarrollo de esta técnica es la zona pacifico norte, ya que las influencias olmecas y toltecas de los foráneos que ocuparon territorio nuestro proveniente de Cholula, México, portaban gran conocimiento acerca de esta disciplina. A partir del 400 a.c y 300 d.c la aparición de vasijas zoomorfas y antropomorfas retratan el significado de estas piezas a nivel ritual y religiosos. En costa rica la cerámica más antigua encontrada data de 1500 a.c y es de carácter monocroma, osea solo presenta un color y parece ser de carácter meramente utilitario. Además del color y la técnica por la cual las distintas sociedades se diferencian unas de otras, la característica más significativa de la cerámica costarricense es la peculiar característica de poseer patas o soportes altos en relación con la vasija misma, la cual se le conoce como patones. Esto refleja tanto los motivos funerarios, religiosos y cotidianos que poseían dichas piezas en un momento determinado. El avance tanto en técnica como en manifestación social se evidencia en las diferencias y características de los patones, ya que existen patones huecos, con remates, con ganchos, con característica de sonaja, soporte ancho, soporte delgado, etc. Conversando con mi mamá, que tuvo la oportunidad de ver excavaciones en la zona sur de nuestro país donde cerámicas patonas fueron desenterradas, cuenta que algunas poseían esas patas largas

5 pues los aborígenes solían cocinar con ellas metiendo madera bajo la vasija y de este modo funcionaban como ollas. Cuenta que en algunas logró ver la parte inferior carbonizada o quemada producto del método de cocción o utilidad ya mencionada. Sin duda alguna la zona pacifica norte fue la más destacada en el apartado de elaboración de cerámica, pues la policromía, técnica y detalle en los elementos impresionan y destacan como una técnica compleja y milenaria que se desarrolló de manera exitosa y ancestral en esta zona del país. Una de las manifestaciones prehispánicas icónicas de nuestro brillante pasado pre barbarie son las piezas de Jade, ya que la técnica y procedencia asombra y crea inquietudes en muchos historiadores, del mismo modo retrata y evidencia la gran comunicación y comercio existente en nuestro continente. Al principio fue utilizado para confeccionar materiales utilitario, aunque cuando empezó a escasear este material el significado, la utilización y los métodos de confección se volvieron más importantes y trascendentales en las civilizaciones costarricenses. Fue tan alto su significado que se consideraba más preciado e importante que el oro. En Mesoamérica los indígenas trabajaron el jade y piedras pertenecientes a la familia de los cuarzos, debido a su belleza y significado. Piedras más comunes y blandas fueron utilizadas también, aunque en nuestro país no se suele diferenciar y cualquier piedra de composición verdusca-cristalina se le llama Jade. En nuestro país no se han encontrado yacimientos de jade propiamente, pues el jade llegó de manos de comerciantes mayas por vías marítimas y terrestres. El mayor yacimiento considerado como el principal se encuentra en el rio Motagua en Guatemala (el Museo de Jade

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