Anatomía humana I. Introducción

Transcripción

1 Introducción El sistema esquelético u óseo es el conjunto de huesos del cuerpo. Si careciéramos de esqueleto nos sería imposible movernos y nos aplastaríamos bajo nuestro propio peso. Los huesos de nuestro cuerpo nos proporcionan una base estructural y actúan como palancas accionadas por los músculos. Así mismo, los huesos protegen los órganos delicados, como el cerebro, el corazón o los pulmones, y la médula ósea. Esqueleto El esqueleto de un bebé tiene 350 huesos. En su mayor parte están compuestos de cartílago, más blando y flexible que el hueso, de manera que es menos susceptible a las fracturas y los traumatismos habituales en la infancia. A medida que el niño crece, los huesos se endurecen y algunos de ellos se fusionan, de manera que a los 25 años tiene 206 huesos maduros. Sin embargo el adulto conserva el suave cartílago en la superficie de los extremos de los huesos, donde, lubricado por un líquido conocido como líquido sinovial, permite que el movimiento de las articulaciones se realice sin fricción. También encontramos cartílago en la oreja, la nariz y la tráquea. El hueso es increíblemente resistente, es más duro que la madera, el hormigón o el acero. Esta dureza se debe a su composición y estructura. Un hueso de la pierna como el fémur está formado por 2 tipos de hueso: hueso compacto en la diáfasis y hueso esponjoso en la epífisis. El hueso compacto se deposita en tubos concéntricos situados alrededor de los nervios y vasos sanguíneos. Esta estructura tubular, copiada de la naturaleza por ingenieros y arquitectos reduce el Material creado por Krismar Computación, S. de R.L. de C.V. 1

2 peso y hace que el hueso sea más resistente a la fractura, ya que en las grietas suelen interrumpirse los límites entre los tubos. El hueso esponjoso se deposita según un patrón entrecruzado, formando una estructura de panal que tiene excelentes propiedades amortiguadoras. El hueso es un material vivo y plástico, aunque esto no sea evidente para alguien familiarizado solo con la rigidez de los esqueletos que se exponen en los museos. Los huesos son constantemente remodelados, añadiéndose material nuevo y eliminándose material viejo. Esta remodelación no se produce adecuadamente en condiciones de ingravidez. Sin las fuerzas propias de la gravedad, los huesos empiezan a deshacerse y pierden masa y dureza. De los 206 huesos que componen nuestro esqueleto, 29 forman el cráneo, 26 constituyen la columna vertebral, 25 la caja torácica, 64 integran 2 extremidades superiores (incluidas las manos) y 62 las inferiores. El esqueleto, se divide en dos partes con funciones muy diversas: 1) El esqueleto axial: el esqueleto del tronco o esqueleto central, está formado por cráneo, la columna vertebral y la caja torácica. Tiene la función de sostén y protección de los órganos internos. Material creado por Krismar Computación, S. de R.L. de C.V. 2

3 2) El esqueleto apendicular: formado por las extremidades (superiores e inferiores) y las cinturas o cinturones. Su principal función es de movimiento y sostén. Material creado por Krismar Computación, S. de R.L. de C.V. 3

4 El cráneo Con el término cráneo se indica el conjunto de huesos que forman la cabeza. Son principalmente planos, están unidos entre sí por articulaciones inmóviles, exceptuando la articulación entre la mandíbula y el hueso cigomático, que permite los movimientos de la masticación, y la coyuntura entre los dos cóndilos del occipital y el atlas (la primera vértebra cervical), que permite todos los movimientos de la cabeza sobre el cuello. El cráneo De los 29 huesos de la cabeza (22 del cráneo, 3 en el interior de cada oído y el hueso hioides en la base de la lengua) 8 forman una caja resistente (neurocráneo o caja craneal) que contiene y protege todo el cerebro, el órgano más importante y delicado del cuerpo. Otros 14 forman el rostro, protegiendo las estructuras de los órganos sensoriales. Mientras los órganos de la vista y del oído están alojados en cavidades óseas del cráneo que dejan descubierta solo una pequeña parte de los mismos, el órgano del olfato está totalmente protegido por el hueso nasal, y el del gusto (la lengua) queda preservado entre los huesos de la base del cráneo y la mandíbula. Los huesos de la caja craneal tienen una estructura característica: una lámina interna del tejido óseo compacto, la diploe, una caja de tejido ósea esponjoso repleta de cavidades, y una lámina externa de tejido óseo compacto, normalmente más gruesa que la interna. Esta particular estructura hace que la caja craneal tenga características de notable resistencia a los golpes y a la vez de ligereza. Material creado por Krismar Computación, S. de R.L. de C.V. 4

5 La diploe está atravesada por los canales diploideos, por donde discurren los vasos sanguíneos que mantienen vivo el tejido óseo. Desde el cuello, venas y arterias llegan al cerebro y a los órganos del rostro a través de una serie de orificios en los huesos inferiores del cráneo. El recorrido de las arterias queda impreso en la cara interna de la bóveda craneal, la nomenclatura de orificios, canales y surcos hace referencia a menudo a los vasos que ahí se encuentran. La diploe A través de orificios, fisuras y canales de los huesos craneales pasan también los nervios de los músculos faciales y de los órganos sensoriales. Del mismo modo, sobre la superficie externa de los huesos faciales se encuentran con frecuencia rastros de los vasos sanguíneos y de los ligamentos, y la actividad de los músculos. También forman parte del cráneo los 32 dientes definitivos permanentemente fijados en los alvéolos dentarios, cavidades óseas a lo largo del borde de la mandíbula y del maxilar. Parte interna del cráneo Material creado por Krismar Computación, S. de R.L. de C.V. 5

6 Columna vertebral Es el soporte central del cuerpo. Está constituida por elementos óseos superpuestos, llamados vertebras, cuya forma varía según sus funciones que desempeñan, en la columna vertebral se distinguen 5 regiones en las que las vertebras tiene características similares: El cráneo 1) Región cervical: en todos los mamíferos está formada por 7 vertebras que permiten el giro de la cabeza 2) Región torácica: formada por 12 vertebras sobre las cuales se articulan las costillas que forman la caja torácica. Material creado por Krismar Computación, S. de R.L. de C.V. 6

7 3) Región lumbar: está formada por 5 vertebras de mayor tamaño que las demás, de hecho sostiene la mayor parte del peso del cuerpo y soporta los esfuerzos debido a la postura erguida 4) Región sacra: son 4 o 5 vertebras soldadas entre sí formando el hueso sacro, en el que se articulan los huesos de la pelvis. 5) Coxis: consisten en 4 ó 5 vertebras fundidas también entre sí y muy reducidas en la mayoría de los vertebrados que sostienen una cola, están separadas y su número varía. Material creado por Krismar Computación, S. de R.L. de C.V. 7

8 Las vértebras poseen un orificio central (foramen) al estar apiladas los forámenes constituyen un conducto cilíndrico donde se aloja la médula espinal. Cada vertebra, además, tiene algunas protuberancias arqueadas (apófisis espinosas) a las que se adhieren los músculos y los ligamentos del tronco. La primera vértebra cervical (atlas) forma con el hueso occipital del cráneo una articulación cóndila que permite a la cabeza moverse hacia adelante y hacia atrás, a su vez, el atlas se articula en perno con la segunda vértebra cervical (axis): una protuberancia cilíndrica de la cara superior del axis se inserta en una anillo de la cara inferior del atlas. Debido a un ligamento específico, esta articulación permite girar e inclinar la cabeza. Estas dos articulaciones garantizan la amplia movilidad de la cabeza, principal receptor de los estímulos de nuestro cuerpo. Los discos intervertebrales o espinales, constituidos por cartílago y que se alternan con las vertebras, aportan flexibilidad a la columna vertebral. Son más resistentes a la comprensión, más elásticos que los huesos y absorben mejor los golpes. Gracias a ellos la columna vertebral se puede encorvar y girar. Material creado por Krismar Computación, S. de R.L. de C.V. 8

9 La caja torácica Es una armazón óseo formado por 12 pares de huesos llamados costillas que se articulan posteriormente con las vertebras torácicas. Esta estructura protege al corazón, los pulmones, los vasos sanguíneos principales. Proporciona soporte a los músculos que sostienen los otros órganos abdominales puede dilatarse y contraerse bajo la acción de los músculos costales. Las costillas propiamente dichas son huesos planos arqueados: no se consideran huesos largos aun siéndolo, porque carecen de canal medular en su interior. Todas las costillas, exceptuando las que forman el primer par presentan un surco costal por el que discurren vasos sanguíneos y un haz de nervios intercostales. Su longitud aumenta desde la primera hasta la octava costilla, para disminuir gradualmente después; además de la primera a la última costilla aumenta la oblicuidad con que estos huesos se articulan con las vertebras; un tramo cartilaginoso (cartílago costal) completa distalmente todas las costillas. Material creado por Krismar Computación, S. de R.L. de C.V. 9

10 Los primeros siete pares de costillas se articulan también anteriormente con el esternón, un hueso plano, impar y mediano que cierra la caja torácica. Formado por tres segmentos (manubrio, cuerpo y apófisis xiloides) a menudo fundidos entre sí, el esternón tiene una cara anterior convexa y rugosa, de la que parten numerosos músculos del cuello del tórax y del abdomen. La cara posterior, cóncava en sentido longitudinal, es bastante lisa y de ella parten músculos hacia arriba (músculos de las extremidades superiores) y hacia abajo (músculos de las abdominales). Cada costilla de los pares octavo, noveno y décimo está unida por medio del cartílago costal a la punta de la costilla que le precede. Por último, las costillas de los pares 11 y 12 son flotantes, estos huesos solo se articulan con la columna vertebral. Material creado por Krismar Computación, S. de R.L. de C.V. 10

11 Cintura y extremidades superiores Las extremidades superiores están formadas por los brazos y las manos. Tienen varios huesos de formas y tamaños diferentes, como la clavícula, el omóplato, el húmero, el cúbito y el radio. Los dos últimos forman el antebrazo y se unen con la muñeca para darle movilidad a la mano. La clavícula, el omóplato y la parte superior del húmero forman el hombro dándole esa movilidad que nos permite subir y bajar los brazos, cargar objetos pesados y realizar muchas maniobras. El cúbito y el radio forman el antebrazo, que termina en una articulación en la muñeca de la mano. El omóplato es un hueso ancho y plano que está unido al esqueleto por medio de la clavícula. Por medio de una articulación se une al húmero, que es un hueso largo que llega hasta el codo. El húmero representa la armadura del brazo y se articula distalmente con los dos huesos largos del antebrazo, el radio y el cúbito. El hombro, el codo y la muñeca son articulaciones muy móviles, mucho más que las correspondientes articulaciones del miembro inferior, de hecho, deben garantizar las mayores posibilidades de movimiento de prensa fuerte y de manipulación fina, y no una considerable resistencia a los esfuerzos, en el hombro, por ejemplo el húmero se aloja en una cavidad mucho menos profunda Material creado por Krismar Computación, S. de R.L. de C.V. 11

12 que la de la cadera. Esto permite al brazo realizar gran cantidad de movimientos pero hace que la articulación esté más expuesta a luxaciones. El codo, gracias a la mayor movilidad de los 2 huesos del antebrazo respecto con los huesos correspondientes de la pierna, permite realizar a demás de movimientos en bisagra, otros más amplios de torsión. Las manos son una de las grandes maravillas de nuestro cuerpo, sus funciones son ilimitadas, ya que con ellas podemos acariciar, sostener y manejar herramientas, escribir, tocar instrumentos musicales, coser, preparar alimentos y en fin muy pocas son en realidad las actividades que realizamos y que no requieren de la participación de las manos. La mano humana tiene 27 huesos: 8 de ellos forman la muñeca, y se conocen como carpianos, luego siguen 5 huesos que forman la palma de la mano y se llaman metacarpianos. Los siguientes 5 huesos están en el inicio de cada dedo y forman la parte pegada a la palma de la mano; esas son las falanges proximales. Tenemos 4 falanges medias (en todos los dedos menos en el pulgar) y por último tenemos las 5 falanges distales, que están al final de cada dedo. Material creado por Krismar Computación, S. de R.L. de C.V. 12

13 Pelvis y extremidades inferiores La pelvis es la región anatómica más inferior del tronco. Siendo una cavidad, la pelvis es un embudo óseo muscular que se estrecha hacia abajo, limitado por el hueso sacro, el cóccix, los iliacos y los coxales (que forman la cintura pélvica) y los músculos de la pared abdominal inferior y del perineo. Gracias a esta estructura, la pelvis se transforma en un conjunto ósea relativamente rígido, macizo, bien anclado a la columna vertebral, con una forma cóncava que hace que pueda sostener los órganos abdominales inferiores y ofrecer una sólida articulación a las extremidades inferiores. Cada hueso de la cadera es un hueso plano constituido por tres huesos (ilion, isquion y pubis) que, durante el desarrollo corporal se funden entre sí. La cadera se articula con el fémur y el hueso del muslo. De hecho, gracias a las fuertes articulaciones de la cadera, ésta une la parte superior de las piernas con el cuerpo, permitiendo la postura erguida sobre las extremidades inferiores. Topográficamente, la pelvis se divide en dos regiones: la pelvis mayor o (también se le puede llamar pelvis Falsa) y la pelvis menor o (pelvis Verdadera). La pelvis mayor, con sus paredes ensanchadas es solidaria hacia adelante con la región abdominal inferior, las fosas ilíacas e hipogastrio. Contiene parte de las vísceras abdominales. La pelvis menor, la parte más estrecha del embudo, contiene la vejiga urinaria, los órganos genitales, y parte terminal del tubo digestivo (recto y ano). Pelvis y extremidades inferiores Material creado por Krismar Computación, S. de R.L. de C.V. 13

14 Las extremidades inferiores están unidas a la columna vertebral por la cintura pélvica o pelvis. En cada una de ellas se encuentra el fémur, que es el hueso más largo de nuestro cuerpo y se articula con dos huesos que constituyen el esqueleto de la pierna, llamados tibia y peroné. En el otro extremo de estos huesos se encuentra la rótula, que forma la articulación de la rodilla. Esta es una de las articulaciones más complejas de nuestro cuerpo, aunque las superficies articulares de nuestros huesos podrían permitir gran libertad de movimientos, los notables vínculos impuestos por los ligamentos los reducen a flexión y extensión. Las extremidades inferiores son tan fuertes que soportan un peso de casi 6 veces lo que pesa tu cuerpo. La tibia y el peroné son también dos huesos largos que se encuentran paralelos en la parte baja de la pierna y se unen y articulan con el pie. La rótula se encuentra entre el fémur, en la parte alta, y la tibia y el peroné en la parte baja de la pierna. Por eso decimos que la rótula forma la rodilla. Para que pueda moverse bien, cuenta con una perfecta articulación. Entre los huesos de la rodilla están los meniscos, que son unos cojines cartilaginosos que separan los huesos. Estos meniscos se pueden desgarrar con un golpe en la rodilla y además Material creado por Krismar Computación, S. de R.L. de C.V. 14

15 de ser muy doloroso, impide que la persona pueda mover la pierna. Esto sucede a menudo con los deportistas. Los pies son una de las partes más fuertes de nuestro cuerpo, cargan todo nuestro peso además, del que añadimos cuando cargamos algún objeto y son capaces de tolerar el equivalente a 10 kilos de peso por cada kilo que pesamos, cuando brincamos o corremos. Los huesos de los pies están organizados en tres grupos: El tarso que se integra con el hueso calcáneo que forma el talón y el astrágalo, que está sobre él. El metatarso que tiene 5 huesos que forman la planta del pie. Las falanges que forman los dedos y tienen 3 huesos cada uno de ellos. Los huesos del pie son muy frágiles pero muy fuertes, se pueden desviar de su lugar por utilizar zapatos con punta, tacones muy altos, por bailar ballet o por recibir golpes constantemente. Por eso es recomendable usar siempre zapatos cómodos aunque no vayan muy de acuerdo con la moda. Material creado por Krismar Computación, S. de R.L. de C.V. 15