Recurso de alzada de Casa Santiveri, S.L. vs Resolución de la Sección Primera de 15 de diciembre de 2015 (Asunto: Florase Colesterolo Radio )

Transcripción

1 1 Resolución de 15 de diciembre de 2015 de la Sección Primera del Jurado por la que se estima la reclamación presentada por la Asociación de Usuarios de la Comunicación frente a una publicidad de la que es responsable la mercantil Casa Santiveri S.L. La Sección estimó la reclamación declarando que la publicidad infringe la norma 2 del Código de Conducta Publicitaria de AUTOCONTROL (principio de legalidad) en relación con el Reglamento (CE) Nº 1924/2006, relativo a las declaraciones nutricionales y de propiedades saludables en los alimentos, la Ley 17/2011, de 5 de julio, de Seguridad Alimentaria y Nutrición y el Real Decreto 1907/1996, de 2 de agosto de publicidad y promoción comercial de productos, actividades o servicios con pretendida finalidad sanitaria. Frente a dicha resolución, Casa Santiveri S.L. interpuso recurso de alzada que fue desestimado por el Pleno en su resolución de 21 de enero de Resumen de la Resolución: Recurso de alzada de Casa Santiveri, S.L. vs Resolución de la Sección Primera de 15 de diciembre de 2015 (Asunto: Florase Colesterolo Radio ) Resolución de 15 de diciembre de 2015 de la Sección Primera del Jurado por la que se estima la reclamación presentada por la Asociación de Usuarios de la Comunicación frente a una publicidad de la que es responsable la mercantil Casa Santiveri S.L. La reclamación se formuló frente a un anuncio difundido en radio del complemento alimenticio Florase Colesterolo comercializado por Casa Santiveri S.L. En dicha publicidad podíamos escuchar, entre otras, las siguientes alegaciones: ( ) qué te pasa? ( ) el maldito colesterol. Si existiese una opción más natural para controlarlo ( ). Florase Colesterolo de Santiveri. La revolución natural de la Monacolina K contra el colesterol. Y funciona? Por supuesto que funciona. ( ). En centro de dietética y farmacias, Florase Colesterolo ( ). La Sección consideró que las alegaciones incluidas en la publicidad transmitían un mensaje según el cual Florase Colesterolo ayudaba a reducir los niveles altos de colesterol, mensaje que constituía una declaración de reducción de riesgo de enfermedad que precisa de autorización específica de conformidad con el Reglamento (CE) nº 1924/2006 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 20 de diciembre de 2006, relativo a las declaraciones nutricionales y de propiedades saludables en los alimentos. Pues bien, en la medida en que la reclamada únicamente probó la autorización del mensaje según el cual la monacolina K contribuye a mantener niveles normales de colesterol en sangre, pero no acreditó la autorización del mensaje empleado en su publicidad, relativo al control o reducción del exceso de colesterol, el Jurado concluyó que existía una vulneración del principio de legalidad estipulado en la norma 2 del Código de Conducta de AUTOCONTROL, en relación con el Reglamento 1924/2006. Además, el Jurado consideró que la publicidad infringía la norma 2 del Código de Conducta de AUTOCONTROL en relación con lo dispuesto en los apartados 1, 3, 4, 13 y 16 del artículo 4 del Real Decreto 1907/1996, de 2 de agosto, sobre publicidad y promoción comercial de productos, actividades o servicios con pretendida finalidad sanitaria, en la medida en se trasladaba un mensaje terapéutico según el cual el producto promocionado permitía reducir la hipercolesterolemia, presentando el producto como natural y proporcionando seguridad de alivio. Adicionalmente, la Sección consideró que la publicidad reclamada infringía la norma 2 del Código de Conducta de AUTOCONTROL en relación con lo dispuesto en el apartado 6 del artículo 4 del

2 2 mencionado Decreto 1907/1996 y en el artículo 44.3 c) de la Ley 17/2011, de Seguridad Alimentaria y Nutrición, en la medida en que se hacía una alusión relativa a la distribución a través de oficinas de farmacia del complemento alimenticio promocionado. Recurso de alzada Frente a dicha resolución, Casa Santiveri S.L. interpuso recurso de alzada que fue desestimado por el Pleno en su resolución de 21 de enero de 2016.

3 3 Texto completo de la Resolución del Jurado: Recurso de alzada de Casa Santiveri, S.L. vs Resolución de la Sección Primera de 15 de diciembre de 2015 (Asunto: Florase Colesterolo Radio ) En Madrid, a 21 de enero de 2016, reunido el Pleno del Jurado de Autocontrol, Asociación para la Autorregulación de la Comunicación Comercial, presidido por D. José Antonio Gómez Segade, para el análisis del recurso de alzada presentado por Casa Santiveri S.L. contra la resolución de la Sección Primera del Jurado de Autocontrol de 15 de diciembre de 2015, emite la siguiente RESOLUCIÓN I.- Antecedentes de hecho. 1.- El pasado 3 de diciembre de 2015, la Asociación de Usuarios de la Comunicación (en adelante, AUC ) presentó una reclamación frente a una publicidad de la que es responsable la mercantil Casa Santiveri S.L. (en lo sucesivo, Santiveri ). 2.- Se da por reproducida la publicidad reclamada, así como los argumentos esgrimidos por ambas partes, tal y como se recogen en la Resolución de la Sección Primera del Jurado de la Publicidad, de 15 de diciembre de 2015 (en adelante, la Resolución ). 3.- Mediante la citada Resolución, la Sección Primera del Jurado acordó estimar la reclamación presentada, declarando que la publicidad contravenía la norma 2 del Código de Conducta Publicitaria de Autocontrol (en adelante, el Código de Autocontrol ). 4.- Frente a la citada Resolución, Santiveri ha interpuesto recurso de alzada manifestando su disconformidad con su contenido. Así, Santiveri entiende que el Jurado hace una interpretación subjetiva de la publicidad y que la misma no será interpretada por los consumidores en el sentido de que el producto promocionado reduce y controla el exceso de colesterol. En efecto, la recurrente considera que mediante las alegaciones Qué te pasa? El maldito colesterol. Si existiese una opción más natural para controlarlo, y Revolución natural de la monacolina K contra el colesterol, se pretende reflejar una situación de enfado de los consumidores por el hecho de privarse de determinados alimentos y por la necesidad de tener que vigilar su alimentación para controlar los niveles de colesterol, sin identificarse necesariamente con unos niveles de colesterol elevado. La recurrente sostiene en particular que ni la alusión a maldito colesterol ni controlar el colesterol utilizadas en el anuncio pueden entenderse como sinónimos de reducir el colesterol, y en consecuencia, no pueden considerarse declaraciones de disminución de riesgo de enfermedad. Al contrario, alega Santiveri que los efectos del producto promocionado declarados en su publicidad se entenderán referidos al mantenimiento del colesterol, declaración aprobada por el Reglamento UE 432/2012 de la Comisión, de 16 de mayo de 2012, por el que se establece una lista de declaraciones autorizadas de propiedades saludables de los alimentos distintas de las relativas a la reducción del riesgo de enfermedad y al desarrollo y salud de los niños (en lo sucesivo, Reglamento 432/2012 ).

4 4 Por último, alega la recurrente que la referencia que se hace en su publicidad a la venta del producto en oficinas de farmacia obedece a la intención de aportar al consumidor una información adicional de dónde podría encontrar el producto promocionado. No obstante, la recurrente se compromete a no utilizar esta referencia en futuras campañas. Por todo ello, Santiveri solicita al Pleno que estime el recurso de alzada interpuesto y revoque la resolución recurrida. 5.- Habiéndose dado traslado del recurso de alzada a AUC, esta Asociación ha presentado escrito de impugnación en el que se opone al mismo y ratifica los argumentos reflejados en la Resolución recurrida. Por todo ello, AUC solicita al Pleno del Jurado que dicte resolución desestimando el recurso de alzada interpuesto por Santiveri y confirmando la resolución dictada por su Sección Primera en fecha 15 de diciembre de II.- Fundamentos deontológicos. 1.- Vistos los términos en los que se ha planteado el recurso de alzada que ahora nos ocupa, corresponde a este Pleno determinar, como ya hiciera la Sección Primera, si la publicidad reclamada resulta contraria a la norma 2 del Código de Conducta Publicitaria de Autocontrol, que recoge el principio de legalidad en los siguientes términos: La publicidad debe respetar la legalidad vigente y de manera especial los valores, derechos y principios reconocidos en la Constitución. Este principio deontológico ha de ser puesto en relación con el Reglamento 1924/2006 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 20 de diciembre de 2006, relativo a las declaraciones nutricionales y de propiedades saludables en los alimentos (en adelante, el Reglamento 1924/2006 ), que tiene por objeto establecer el régimen jurídico aplicable a las declaraciones nutricionales y de propiedades saludables en la publicidad de alimentos, con el fin de garantizar un funcionamiento eficaz del mercado a la vez que proporciona un elevado nivel de protección de los consumidores. 2.- Este Pleno, tras analizar detalladamente la pieza publicitaria que fue objeto de resolución de la Sección, entiende, como anteriormente hiciera ésta, que aquélla transmite claramente un mensaje de conjunto en virtud del cual el producto promocionado contribuye a la reducción del colesterol. En efecto, éste es el mensaje que un consumidor medio normalmente informado y razonablemente atento y perspicaz deducirá del conjunto de alegaciones que se incluyen en la publicidad; entre otras, las siguientes: - Qué te pasa? El maldito colesterol. Si existiese una opción más natural para controlarlo ; Revolución natural de la monacolina K contra el colesterol. Pues bien, este mensaje de conjunto en virtud del cual el producto promocionado contribuye a la reducción del colesterol se encuentra sometido al régimen jurídico previsto en Reglamento 1924/2006 para las declaraciones de propiedades saludables. En efecto, el artículo 2.2 del citado Reglamento 1924/2006, define como declaración de propiedades saludables: cualquier declaración que afirme, sugiera o dé a entender que existe una relación entre una categoría de alimentos, un alimento o uno de sus constituyentes y la salud ; y como declaración

5 5 de reducción del riesgo de enfermedad: cualquier declaración de propiedades saludables que afirme, sugiera o dé a entender que el consumo de una categoría de alimentos, un alimento o uno de sus constituyentes reduce significativamente un factor de riesgo de aparición de una enfermedad humana. Una vez llegados a este punto, es preciso recordar lo dispuesto en el artículo 10 del mencionado Reglamento 1924/2006, según el cual Se prohibirán las declaraciones de propiedades saludables a no ser que se ajusten a los requisitos generales del capítulo II y a los requisitos específicos del presente capítulo y estén autorizadas de conformidad con el presente Reglamento e incluidas en las listas de declaraciones autorizadas previstas en los artículos 13 y 14. Del tenor literal del citado precepto se desprende que, para el empleo o utilización de este tipo de declaraciones, las mismas deben ser autorizadas y tienen que estar incluidas en las listas de declaraciones de propiedades saludables autorizadas. Pues bien, tal y como se constató en la Resolución recurrida, el mensaje según el cual el producto promocionado contribuye a la reducción del colesterol no se encuentra autorizado, por lo que resulta contrario al principio de legalidad antes citado, en relación con los artículos 10 y 14.1 del Reglamento 1924/ Frente a esta conclusión no pueden prosperar los argumentos de la recurrente, según los cuales la publicidad que nos ocupa no traslada un mensaje relativo a la reducción del colesterol, sino un mensaje relativo al mantenimiento de los niveles normales de colesterol sanguíneo, mensaje este último que podría realizarse en la medida en que la Monacolina K a la que se refiere la publicidad tiene reconocida la siguiente declaración de propiedades saludables, aprobada mediante el Reglamento 432/2012: La monacolina K del arroz de levadura roja contribuye a mantener niveles normales de colesterol sanguíneo. Pues bien, tras un análisis minucioso de la publicidad reclamada, el Pleno no puede compartir el planteamiento de la recurrente, sino que coincide plenamente y hace suyos los pronunciamientos de la Sección, mediante los que se concluía que la pieza reclamada estaba configurada de tal modo que no parece probable que un consumidor medio normalmente informado y razonablemente atento y perspicaz perciba la misma en el sentido de que el producto promocionado se destina al mantenimiento de los niveles normales de colesterol sanguíneo. Al contrario, el Pleno entiende que el conjunto de la publicidad va más allá de un mensaje de mantenimiento de los niveles normales de colesterol sanguíneo, sugiriendo que el producto tiene efectos beneficiosos en el control del colesterol elevado y en la reducción del mismo. En efecto, a juicio de este Pleno y tal y como interpretó la Sección, el anuncio no presenta en ningún momento un escenario en el que el colesterol se encuentra en unos niveles normales y el producto promocionado ayude a mantenerlos. Al contrario, el anuncio comienza con el diálogo siguiente: Qué te pasa? El maldito colesterol. Si existiese una opción más natural para controlarlo.

6 6 Obsérvese por lo tanto que el anuncio comienza con una pregunta ( qué te pasa?) que sugiere que la persona a la que se dirige tiene algún tipo de problema. La respuesta que da esta persona, por lo demás, afirma que lo que le pasa (esto es, su problema) es el maldito colesterol. Finalmente, se presenta el producto promocionado como la revolución contra el colesterol. Obviamente, no existe ningún elemento en el anuncio que pueda llevar a un consumidor medio normalmente informado y razonablemente atento y perspicaz a concluir que el producto se dirige a aquellas personas que tengan niveles normales de colesterol y que deseen mantenerlos. A estas personas, si se nos permite la expresión, no les pasa nada. Para estas personas, los niveles normales de colesterol no son algo maldito. Y, por consiguiente, tampoco tienen ninguna necesidad de actuar contra el colesterol. En el caso que nos ocupa, la publicidad, tal y como se ha configurado, llevará a un consumidor medio normalmente informado y razonablemente atento y perspicaz a concluir que el protagonista tiene un problema con el exceso de colesterol. Precisamente por ello para esa persona el colesterol es algo maldito y precisamente por ello también tiene necesidad de actuar contra el colesterol. En definitiva, en el supuesto de hecho objeto del presente procedimiento la publicidad ha sido configurada para llevar a un consumidor medio normalmente informado, atento y perspicaz a entender que el protagonista se encuentra en una situación en la que es necesario controlar y reducir el colesterol porque sus niveles han aumentado. En consecuencia, el Pleno debe confirmar la Resolución de la Sección declarando que la publicidad objeto de reclamación es contraria al principio de legalidad recogido en la norma 2 del Código de Conducta Publicitaria, en relación con los artículos 10 y 14.1 del Reglamento 1924/ A mayor abundamiento, el principio de legalidad anteriormente mencionado debe ponerse, a su vez, en relación con el Real Decreto 1907/1996, de 2 de agosto, sobre publicidad y promoción comercial de productos, actividades o servicios con pretendida finalidad sanitaria (en adelante, Real Decreto 1907/1996 ), cuyo artículo 4 enumera una serie de prohibiciones y limitaciones que deben ser analizadas. En efecto, el Real Decreto 1907/1996 establece una serie de límites y prohibiciones a la publicidad de aquellos productos, materiales, sustancias, energías o métodos que [sin ser medicamentos o productos sanitarios] se anuncian o presentan como útiles para el diagnóstico, prevención o tratamiento de enfermedades o desarrollos fisiológicos, adelgazamiento, modificación del estado físico o psicológico, restauración, corrección o modificación de funciones orgánicas u otras pretendidas finalidades sanitarias. Pues bien, tras el examen de la publicidad objeto del presente recurso, este Pleno concluye, al igual que hiciera la Sección, que la misma resulta incompatible con algunos de los límites y prohibiciones recogidos en el citado Real Decreto 1907/1996, en concreto, con lo dispuesto en los apartados 1, 3, 4, 13 y 16 del artículo 4 del Real Decreto 1907/1996, que prohíbe la publicidad de productos con pretendida finalidad sanitaria 1. Que se destinen a la prevención, tratamiento o curación de enfermedades transmisibles, cáncer y otras

7 7 enfermedades tumorales, insomnio, diabetes y otras enfermedades del metabolismo. ( ) 3. Que pretendan una utilidad terapéutica para una o más enfermedades, sin ajustarse a los requisitos y exigencias previstos en la Ley del Medicamento y disposiciones que la desarrollan. 4. Que proporcionen seguridades de alivio o curación cierta. ( ) 13. Que utilicen el término «natural» como característica vinculada a pretendidos efectos preventivos o terapéuticos. 16. Y, en general, que atribuyan efectos preventivos o terapéuticos específicos que no estén respaldados por suficientes pruebas técnicas o científicas acreditadas y expresamente reconocidas por la Administración sanitaria del Estado. En efecto, como hemos visto, la publicidad transmite un mensaje terapéutico en virtud del cual el producto permite reducir la hipercolesterolemia, y lo hace presentando dicho producto como natural (cualidad ésta que se vincula a sus características terapéuticas) y proporcionando seguridad de alivio al asegurar que el producto funciona. Por consiguiente, este Pleno considera también que la publicidad de Santiveri infringe la norma 2 del Código de Autocontrol en relación con el citado precepto. 5.- Adicionalmente, en el caso que nos ocupa el principio de legalidad recogido en la norma 2 del Código de Conducta Publicitaria también debe ser puesto en relación con el apartado 6 del anteriormente mencionado artículo 4 del Real Decreto 1907/1996 (que prohíbe la publicidad de productos con pretendida finalidad sanitaria): ( ) 6. Que hagan referencia a su uso en centros sanitarios o a su distribución a través de oficinas de farmacia; y con el apartado c) del art de la Ley 17/2011, de Seguridad Alimentaria y Nutrición, que prohíbe, en el mismo sentido y en el marco de la publicidad de alimentos o complementos alimenticios: ( ) c) La referencia a su uso en centros sanitarios o a su distribución a través de oficinas de farmacia. Pues bien, con respecto a este extremo, este Jurado ha de confirmar nuevamente el pronunciamiento de la Sección, según el cual la publicidad reclamada infringiría el principio de legalidad recogido en la norma 2 del Código de Conducta Publicitaria en relación con los citados preceptos, en la medida en que la misma contiene una alusión relativa a la distribución del complemento alimenticio a través de oficinas de farmacia ( En centros de dietética y farmacias, Florase Colesterolo ), habiendo sido reconocida además dicha circunstancia por parte de la empresa reclamada. ACUERDA En atención a todo lo hasta aquí expuesto, el Pleno del Jurado de Autocontrol Desestimar el recurso de alzada interpuesto por Casa Santiveri S.L., frente a la Resolución de la Sección Primera del Jurado de la Publicidad de 15 de diciembre de 2015.