INSTALACIÓN DE PAVIMENTOS DE MADERA PARA EXTERIOR. NORMAS Y RECOMENDACIONES GENERALES.

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1 INSTALACIÓN DE PAVIMENTOS DE MADERA PARA EXTERIOR. NORMAS Y RECOMENDACIONES GENERALES. NOTA INFORMATIVA: (01/06/2010) Maderas Rías Baixas S.L. elabora este documento sobre la base de las normas y recomendaciones actuales. Este documento tiene un carácter informativo, por lo que Maderas Rías Baixas S.L. no se hace responsable de posibles errores que contenga, así como de los datos no actualizados o modificados a posterior de su citación. La madera que es un material higroscópico, es decir, interactúa con el ambiente que le rodea intercambiando humedad hasta alcanzar el equilibrio. De esta forma toma humedad si las condiciones ambientales son más húmedas, y cede o pierde humedad si las condiciones ambientales son secas. En este proceso de toma o cesión de humedad, la madera hinchará o mermará respectivamente. La madera colocada al exterior sufrirá fenómenos de hinchazón y de merma como consecuencia de la toma o cesión de humedad, además de otros posibles riesgos, como son la irradiación solar, el desgaste si es para un lugar de pública concurrencia y riesgo de ataque de hogos xilófagos, todos ellos debido a su exposición a la intemperie. El buen profesional de la madera rápidamente entiende que no todas las maderas sirven para este uso, y que es necesario tener en cuenta ciertas peculiaridades las cuales carecen de importancia en la madera y parqué al interior. Es por ello que además de seguir las indicaciones del fabricante, la norma UNE 56823:2008 Suelos entarimados de madera al exterior. Colocación. Especificaciones, establece una serie de requisitos a cumplir en las instalaciones de los pavimentos de madera al exterior. Esta norma es aplicable a suelos entarimados exteriores de uso público o residencial, excepto aquellos que cumplan funciones estructurales, sean de aplicaciones deportivas o su colocación sea pegada al suelo. Por tarima exterior debe entenderse el conjunto formado por el tablazón, el enrastrelado, soporte base y el sistema de fijación, formando todos ellos un sistema que permita soportar este uso exterior. También existen los denominadas losetas para exterior sobre mallado de pvc, de medidas estándar de 30 x 30 cm, de madera de ipe, o teka, etc. de muy fácil instalación. Índice de contenidos (hacer clic encima); 1. Condiciones del tablazón Condiciones del soporte Condiciones del enrastrelado Sistemas de anclaje Mantenimiento de la madera en tarimas al exterior.. 5 Página 1 de 5

2 Condiciones del tablazón Madera a elegir Aristas Debido a las condiciones exigentes en uso exterior, la madera debe tener suficiente durabilidad natural o adquirida y debe tener suficiente estabilidad dimensional. El contacto directo con el suelo (o muy próximo a el) hace necesarios unos requisitos suficientes de durabilidad natural, o en caso contrario, debe aplicársele un tratamiento protector para alcanzar la durabilidad de forma artificial. Maderas Rías Baixas ofrece un abanico muy grande de maderas aptas para esta finalidad; Cumarú, Doussie, Elondon, Ipé, Sucupira, Massaranduba, Jatoba, Wengue, Merbau, Teka, Iroko, etc. Maderas sin suficiente durabilidad natural, como es el pino país, pino rojo o el pino amarillo del sur, etc. se le aplica un producto protector en profundidad mediante presión (normalmente con una sal hidrosoluble). Para evitar el astillamiento de los cantos se recomienda un redondeo de las aristas o un biselado. En zonas donde las personas puedan caminar descalzas este mecanizado es obligatorio. Machihembrado de testa En el caso de que se utilicen longitudes de tabla variables, las uniones de testa entre tablas pueden coincidir en los vanos de enrastrelado. En este caso es imprescindible que las piezas se unan de testa mediante machihembrados, lambetas o uniones similares. Además, se recomienda estabilizar estas uniones mediante adhesivos especiales (resistentes a condiciones de intemperie), calzándolas sobre cuñas o tacos intermedios o afianzándolas con sistemas mecánicos especiales (por ejemplo, grapas de doble longitud u otros). Dimensiones mínimas En el momento del suministro y para la humedad indicada por el suministrador; una longitud mínima de 40 cm y un grosor mínimo de 17 mm. Para otros contenidos de humedad debe tenerse presente que la madera aumenta o disminuye sus dimensiones de sección. Tolerancias dimensionales En el momento del suministro y para la humedad indicada por el suministrador; Ancho; ± 1 mm, respecto al nominal. Grosor; ± 0,5 mm, respecto al nominal. Abarquillado máximo; 0,4 % de la anchura nominal de la pieza. Contenido de humedad de la madera Colocar la madera a un contenido de humedad de equilibrio higroscópico medio. A falta de otra especificación; - zona de interior entre el 11 % y el 13 %; - zona cornisa cantábrica, litoral mediterráneo e islas; 14 % y el 20 %. Variación dimensional A falta de otra especificación, se asume que el aumento o la disminución de las dimensiones de sección es de un 0,2 %, por cada 1 % de variación en el contenido de humedad Holgura longitudinal entre tablas Se debe dejar una holgura entre tablas para permitir, por un lado, los movimientos de hinchazón y merma de la madera, y por otro lado, permitir la evacuación del agua que se deposite en el tablazón. Depende de la anchura de la tablazón, pero se recomienda que esté entre 3 mm y 7 mm. Página 2 de 5

3 Separación entre tablas previsible En épocas húmedas (máx hinchazón): < 3 mm. En épocas secas (mín hinchazón): > 9 mm. Holgura del perímetro Se recomienda una separación de entre 5 y 10 mm, y no se debe sellar esta separación Apoyos Todas las piezas deberán quedar apoyadas como mínimo sobre dos rastreles, excepto los remates de los perímetros, que deberán ser menores de 30 cm, y que deberán afianzarse en todo caso con un machiembrado de testa. Resbaladicidad La resbaladicidad aumenta con suelos mojados, con lluvias, salpicaduras, etc. El proyectista debería tener en cuenta este aspecto y adoptar medidas para disminuir el carácter deslizante de los pavimentos de madera en estas circunstancias especiales. En piscinas, la legislación vigente (Código Técnico de la Edificación) establece que los suelos deben de ser de la clase de resbaladicidad 3. Algunos de los sistemas más comunes empleados para aminorar la resbaladicidad son: mecanización de ranuras en la cara. Estas ranuras pueden ser: - pocas (de 2 a 4) anchas y profundas (1/4 del grosor) - ranurado continuo y somero de toda la cara de la tablazón - una combinación de los dos anteriores. la productos antideslizantes (para que sean eficaces deben quedar insertados en ranuras previamente mecanizadas en la cara de la tabla), por ejemplo, tiras adhesivas abrasivas antideslizantes, productos abrasivos antideslizantes mezclados con resinas o pinturas especiales. cepillado intenso con lijas de grano agresivo (40 o menor). Estos sistemas no descartan la utilización de otros que puedan aportar una seguridad similar. Condiciones del soporte Tipos Los más habituales son el mortero de cemento nivelado con drenaje, el mortero con pendiente, el soporte con grava o el soporte de arena. Drenaje Es fundamental dotar al sistema de soporte y enrastrelado con un drenaje que evite el estancamiento del agua de la lluvia, riegos, salpicaduras, etc. Se recomienda que la pendiente del soporte esté entre el 2 % y el 5 %, para que evacue el agua hacia los puntos de drenaje. Condiciones Deberá estar limpio antes de iniciarse el proceso de colocación y debe tener una resistencia adecuada para soportar el sistema de rastreles. Página 3 de 5

4 Condiciones del enrastrelado Tipos o sistemas Madera a elegir Características de los rastreles - Flotante; es simple o doble, y apoya sobre el soporte pero sin fijarse a éste. Normalmente usado con lechos drenantes de gravilla o similares. Se recomienda este sistema únicamente cuando la proximidad de instalaciones haga desaconsejables otros sistemas. - Fijo; los rastreles se fijan pegados, atornillados a tacos (ojo con las capas impermeables), clavados al soporte o incluso una combinación entre fijos y flotantes. La madera a elegir, de coníferas o frondosas, no debe poseer nudos que afecten a la solidez del anclaje. Su durabilidad debe ser igual o mayor que la madera de la tablazón, dado su contacto directo con el soporte. Se utilizará madera con suficiente durabilidad natural o adquirida. No se utiliza el abeto dada su falta de durabilidad para este uso y la dificultad de aplicación de un tratamiento en profundidad. La geometría y separación debe ser aquella que soporte las solicitaciones de la tablazón, y será tanto mayor, cuanto mayor es el formato de las tablas a soportar. El enrastrelado permitirá siempre la libre circulación del agua para evitar su acumulación. Separación entre rastreles Formato de tabla Separación Sección mínima Anchura de tabla (mm) Grosor de tabla (mm) máxima entre rastreles (cm) recomendad de rastrel (grosor x ancho mm) x 40 > x 45 > x 45 > x x 55 Distribución, colocación y nivelación A medida que se progrese en el enrastrelado se debe controlar en todo momento: el paralelismo entre sí de los rastreles; la nivelación de cada rastrel (en sentido longitudinal); la nivelación entre rastreles (en sentido transversal). Sistemas de anclaje Colocación con tirafondos Fijación mediante tirafondos de cabeza plan, ranura, allen, etc. El diámetro y longitud serán proporcionales al tamaño de la tabla a afianzar. Quedarán enrasados con la superficie de la tabla o embutidos mediante avellanado. Se deben tapar con tacos de plástico o madera para evitar la acumulación de agua. Se recomienda utilizar los de acero frente a los latonados. En maderas densas (con densidades > 850 kg/m 3 ) se recomienda pretraladar con un diámetro de 1-2 mm mayor que el del tirafondo. Los tirafondos deben guardar una distancia con los cantos de a pieza proporcional a la anchura de la tabla y al diámetro del mismo. En cualquier caso deberá respetarse una distancia mínima de 15 mm. Cada tabla quedará fijada en los puntos de cruce con el enrastrelado como mínimo con dos tirafondos. Página 4 de 5

5 Colocación con sistema tradicional y sistema oculto Existen en el mercado diversos sistemas para fijar tabla-rastrel sin tirafondos, (comúnmente conocido como sistema convencional) e incluso sin que el sistema resulte visto (comúnmente conocido como sistema oculto). Los más frecuentes son los siguientes: grapas de acero o plásticos en forma de U o de T de distintos formatos. herrajes de tipo disco (acero, teflón, etc.) pletinas metálicas para colocación por contracara Los sistemas ocultos (que normalmente se ocultan detrás de un mecanizado de la tabla) deben permitir los movimientos de hinchazón y merma, sin provocar tensiones. El sistema debe permitir movimientos de hasta un 2% de la anchura de la tabla colocada tanto en hinchazón como en merma. MANTENIMIENTO DE LA MADERA EN TARIMAS AL EXTERIOR La madera colocada a la intemperie termina su proceso de acondicionamiento una vez puesta en obra y fluctuará dependiendo de las condiciones ambientales. El calentamiento provocado por la insolación directa o la absorción de humedad después de un periodo prolongado de lluvias, provocan que una cierta proporción de tablas (aproximadamente el 5% de las piezas) de un entarimado exterior sufra alteraciones más o menos graves en función del grado de exposición, la intensidad de utilización, la orientación, la climatología, etc. Esto se debe considerar como un fenómeno normal y propio de este tipo de instalaciones. 1. Formación de fendas; como consecuencia de la exposición a intemperie, frecuentemente se pueden formar fendas en la superficie de las tablas. Este fenómeno se considera aceptable si se mantiene dentro de ciertos límites. Se admiten las fendas de las siguientes características: hasta 300 mm de longitud individual o hasta una longitud total acumulada equivalente a la longitud de la pieza. hasta un milímetro de anchura. hasta 1/3 de la profundidad de la pieza. No se admiten las fendas pasantes, los astillamientos ni las acebolladuras. 2. Mantenimiento; una vez que ha transcurrido un periodo de utilización de un año como máximo después de la finalización de los trabajos de instalación, es recomendable realizar un repaso generalizado de fijaciones (afianzamiento de tirafondos, grapas u otros sistemas de fijación). Debe aprovecharse este repaso para sustituir las piezas que presenten deformaciones irrecuperables (levantamientos de testa, curvaturas de cara y de canto), roturas, astillamientos, etc. Se recomienda repetir este proceso cada 3 años como máximo. 3. Alteración del color de la madera; la madera en exterior sufre alteración de su color natural por el efecto combinado de la acción del sol (radiación IF y UV) y los agentes atmosféricos (principalmente el agua de lluvia). En poco tiempo (meses) cualquier madera a la intemperie adquiere un tono grisáceo. Este fenómeno se debe considerar normal y afecta a todas las maderas. Es un fenómeno superficial que afecta sólo a una delgada capa de décimas de mm e. Basta un lijado superficial para recuperar el color. Este fenómeno no influye en la resistencia mecánica, durabilidad ni en las prestaciones de las tarimas de exterior a largo plazo. 4. Aplicación de productos de acabado; el fenómeno de decoloración se puede evitar o minimizar aplicando un tratamiento de protección superficial. Los productos de tratamiento superficial más eficaces para los pavimentos de madera al exterior son los que actúan a poro abierto (fundamentalmente aceites y lasures). Estos productos; retardan la pérdida de color, pueden incluir en su formulación materias activas contra la acción de los agentes xilófagos (hongos e insectos), para la mejorar de la estabilidad dimensional e incluso compuestos que ofrecen resistencia al desgaste.se deben seguir las instrucciones de fabricante en cuanto a los sistema de aplicación, dosificación, periodicidad, repintado, etc. Página 5 de 5