Ciudad de Cartagena, Colombia Perfil sociodemográfico básico

Transcripción

1 Ciudad de, de Indias, o solamente, es la capital del departamento de Bolívar, en. Está localizada en el Caribe, y fue uno de los puertos más importantes de América y el mayor punto de comercio de esclavos africanos en la época colonial. Actualmente, los sectores económicos más importantes de la ciudad son la industria, especialmente la petroquímica, el turismo y el comercio. es la cuarta ciudad del país según su producción industrial y la quinta de acuerdo al tamaño de su población. Este perfil sociodemográfico básico de la ciudad describe las principales características de su población y algunos indicadores relacionados con la salud y la educación, construidos sobre la base del censo demográfico de 25. El análisis considera los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), y compara la realidad de la ciudad con la nacional teniendo en cuenta las dimensiones territorial, étnica y de género, además de identificar las principales brechas en que se expresa la inequidad, y que implican un incumplimiento de los derechos básicos. Dada la escasez de población indígena que tiene la ciudad de y su residencia predominantemente urbana, no fue posible obtener una cantidad de casos representativa y confiable para el cálculo de todos los indicadores correspondientes a este grupo étnico, con sus respectivas desagregaciones territoriales. 1. Características de la población La población de era de habitantes según el censo demográfico de 25, lo que representaba aproximadamente el 2,2% de la población total del país. El 36,5% de esta población era afrodescendiente y, de hecho, en esta urbe se concentraba el 7,4% de todos los afrodescendientes del país (véanse los gráficos 1 y 2). 1

2 GRÁFICO 1 CARTAGENA: DISTRIBUCIÓN DE LA POBLACIÓN SEGÚN CONDICIÓN ÉTNICA, ,2% GRÁFICO 2 COLOMBIA: DISTRIBUCIÓN DE LA POBLACIÓN SEGÚN CONDICIÓN ÉTNICA, ,4% ,6% ,5% ,4% % Las pirámides representadas en los gráficos 3 al 6 muestran la distribución etaria y por sexo de la población de esta ciudad y el país. La forma anómala de la pirámide indígena tiene relación directa con la escasez de población de este grupo étnico en. Pero también es posible sostener la hipótesis que tal composición por edad puede estar indicando una población indígena mayormente joven y adulta, con muy pocos niños, que residen en la ciudad considerada por motivos laborales. Los afrodescendientes, por su parte, representan una población más joven que la del resto de la ciudad y que la población nacional. GRÁFICO 3 CARTAGENA: DISTRIBUCIÓN DE LA POBLACIÓN INDÍGENA SEGÚN EDAD Y SEXO, 25 GRÁFICO 4 CARTAGENA: DISTRIBUCIÓN DE LA POBLACIÓN AFRODESCENDIENTE SEGÚN EDAD Y SEXO, 25 Grupos de edades y más Hombres Mujeres Porcentaje de población Grupos de edades y más Hombres Mujeres Porcentaje de población 2

3 GRÁFICO 5 CARTAGENA: DISTRIBUCIÓN DEL RESTO DE LA POBLACIÓN SEGÚN EDAD Y SEXO, 25 Grupos de edades y más Hombres Mujeres Porcentaje de población GRÁFICO 6 COLOMBIA: DISTRIBUCIÓN DE LA POBLACIÓN SEGÚN EDAD Y SEXO, 25 Grupos de edades y más Hombres Mujeres Porcentaje de población El proceso de urbanización ha alcanzado también a los pueblos indígenas de América Latina, dado que en la actualidad alrededor de un 4% reside en ciudades (Del Popolo, Oyarce y Ribotta, 29). En este proceso es aún más marcado, pues la gran mayoría de ellos vive en las zonas urbanas (97,7%), mientras que a nivel nacional solamente el 21,4% de los indígenas habita en las urbes. Los afrodescendientes de tienen una residencia menos urbana (88,1%), aunque a nivel nacional triplican con creces el nivel de urbanización de los indígenas (véase el gráfico 7). GRÁFICO 7 CARTAGENA Y COLOMBIA: PORCENTAJE DE POBLACIÓN URBANA SEGÚN CONDICIÓN ÉTNICA, ,7 88,1 98,1 21,4 72,7 78,8 3

4 2. Indicadores relacionados con la salud El derecho a la salud está reconocido en numerosos instrumentos de derecho internacional, como la Declaración Universal de Derechos Humanos y el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales. También ha sido incorporado en tratados de derechos humanos de carácter sectorial, por ejemplo, la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas. Por lo tanto, las políticas que aseguren el ejercicio de este derecho deben considerar como base estos instrumentos, y afrontar el desafío de incorporar las prácticas ancestrales de los pueblos indígenas, lo que incluye el control de sus territorios y el mantenimiento de sus ecosistemas (CEPAL, 28). En, los pueblos indígenas gozan de un acceso preferencial y gratuito a la prestación de los servicios de salud, del respeto por sus prácticas tradicionales, una atención de acuerdo a sus costumbres y pueden participar en el manejo del sistema sanitario y de sus recursos, todo ello gracias a una legislación especial que sitúa al país entre los más avanzados de la región en el respeto del derecho a la salud de estos pueblos. El Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) protegería además a las plantas tradicionales, que no están consideradas en la normativa nacional (CEPAL, 28). Otra arista importante del derecho a la salud es el acceso a servicios básicos como el agua potable y el saneamiento, puesto que su carencia o inadecuación atentan contra su ejercicio, y por ende, amenazan la calidad de vida de las personas. Además, la disponibilidad de estos servicios está relacionada con la preservación del medio ambiente, aspecto considerado por el séptimo ODM, que alude a la necesidad de garantizar su sostenibilidad e incluye metas e indicadores sobre el acceso a mejores fuentes de abastecimiento de agua y al mejoramiento de los servicios de saneamiento. El panorama para este ámbito de la realidad en el caso puntual de los pueblos indígenas puede ser más grave que el del resto de la población, debido a la contaminación de sus fuentes tradicionales de agua potable por desechos industriales o por su desaparición, causada por la alteración de los ecosistemas (CEPAL/FI, 27). La proporción de viviendas con abastecimiento inadecuado de agua en la zona rural de no pudo calcularse para los indígenas, por las razones aludidas al inicio de este documento, relacionadas con el tamaño de la muestra. Sin embargo, en el área urbana las desigualdades étnicas no son muy significativas, y los indígenas se encuentran en una posición intermedia entre los afrodescendientes y el resto de la población (con el 2,8% de viviendas con ese problema, frente al 3,3% de los afrodescendientes y el 1,3% del resto). Los afrodescendientes rurales de presentan una proporción muy alta de viviendas abastecidas inadecuadamente con agua: casi una de cada cuatro de ellas enfrenta esa carencia, lo que representa aproximadamente el doble del resto de la población. De todas maneras, la situación de es un poco mejor que la del país en general con respecto a este indicador. A nivel nacional los indígenas registran la mayor proporción de viviendas con abastecimiento inadecuado en el sector rural (41,8%), es decir, aproximadamente 1 puntos más que el resto de la población y 6 más que los afrodescendientes (véanse los gráficos 8 y 9). 4

5 GRÁFICO 8 CARTAGENA: PROPORCIÓN DE VIVIENDAS CON ABASTECIMIENTO INADECUADO DE AGUA, SEGÚN ÁREA DE RESIDENCIA Y CONDICIÓN ÉTNICA, 25 GRÁFICO 9 COLOMBIA: PROPORCIÓN DE VIVIENDAS CON ABASTECIMIENTO INADECUADO DE AGUA, SEGÚN ÁREA DE RESIDENCIA Y CONDICIÓN ÉTNICA, Urbana 2,8 3,3 1,3 Rural 23,6 12, Urbana 4,1 9,3 1,4 Rural 41,8 35,2 31,4 3. Indicadores relacionados con la educación El acceso a la educación debe ser universal, para contribuir a lograr la igualdad de oportunidades entre los ciudadanos (Del Popolo, Oyarce y Ribotta, 29). Sin embargo, la desigualdad que caracteriza a este acceso, tanto dentro de los países como entre ellos, es uno de los principales factores que incide en la inequidad y la pobreza que afectan a los pueblos indígenas y las poblaciones afrodescendientes. Otro factor crucial es la calidad de la educación, puesto que en el caso puntual de los indígenas es de suma importancia considerar el derecho a la integridad cultural para que la igualdad sea real. No basta con asegurar el acceso para cerrar las brechas en este ámbito. Es preciso además que la educación que se entregue sea de carácter intercultural, y de calidad. Las desventajas socioeconómicas que experimentan los niños indígenas desde su nacimiento, y también los afrodescendientes aunque en menor medida, determinan su mayor probabilidad de no acceder a la escuela, repetir los grados en el nivel primario y desertar del sistema escolar. Esto se materializa, por ejemplo, en los bajos porcentajes de personas con educación primaria completa que presentan estos grupos étnicos, especialmente en las edades más avanzadas. También es un hecho que los niños indígenas tienen una relación distinta con la educación formal, no solo a causa de ciertos rasgos culturales, sino también por factores prácticos como las distancias entre sus comunidades y las escuelas más próximas, o su integración más temprana a las actividades que desempeñarán como adultos. Además, la escasa preocupación de los gobiernos por ofrecer un número suficiente de establecimientos educacionales bilingües, que brinden una educación intercultural de calidad, aleja a los niños indígenas de las escuelas. Para conocer la situación de en el sector educacional se analizan tres indicadores: el porcentaje de jóvenes con primaria completa, la tasa de analfabetismo de los jóvenes y el porcentaje de asistencia de niños y jóvenes a un establecimiento educacional, siempre desde una visión comparativa respecto de los datos nacionales, considerando las dimensiones territorial, étnica y de género. El primero de estos indicadores (porcentaje de jóvenes con primaria completa) se vincula estrechamente con el segundo ODM: lograr que los niños y las niñas de todo el mundo terminen el ciclo de enseñanza primaria. En este caso concreto, se examina la situación de una cohorte cercana a la edad oficial de conclusión del nivel educativo primario (15 a 19 años). El análisis de los datos obtenidos revela que los jóvenes de con enseñanza primaria completa experimentan, en promedio, una pequeña brecha étnica entre los afrodescendientes (92,6%) y el resto de la población 5

6 (96%) debe recordarse que no hay información sobre los indígenas, y que los patrones de desigualdades locales se repiten a nivel nacional (véanse el cuadro 1 y el gráfico 1). Las brechas territoriales, o sea, las diferencias entre los porcentajes urbanos y los rurales, no son tan grandes en la ciudad como a nivel nacional (con un máximo de 12 puntos, frente a los 3 puntos que se registran en el país). En cuanto a la brecha de género, las mujeres casi siempre están en mejor situación que los hombres, excepto en el caso del resto de la población rural de, donde ellos las superan en 6 puntos. Asimismo, la ciudad se encuentra en mejor situación que el país respecto de este indicador. CUADRO 1 CARTAGENA Y COLOMBIA: PORCENTAJE DE JÓVENES DE 15 A 19 AÑOS CON PRIMARIA COMPLETA SEGÚN CONDICIÓN ÉTNICA, ÁREA DE RESIDENCIA Y SEXO, 25 País / Condición étnica/ Área de residencia Total Hombres Mujeres Indígenas Urbana Rural Afrodescendientes 92,6 9,7 94,5 Urbana 93,4 91,6 95,2 Rural 87,1 84,4 89,7 96, 94,8 97,1 Urbana 96,1 94,9 97,3 Rural 88,8 91,7 85,5 Indígenas 64,3 64,1 64,4 Urbana 88,8 88,6 89, Rural 57,1 57,5 56,7 Afrodescendientes 85, 82,5 87,6 Urbana 89,6 87,6 91,7 Rural 72,2 69,4 75,5 9,8 88,8 92,8 Urbana 94,4 93,2 95,6 Rural 77,8 74,4 81,8 GRÁFICO 1 CARTAGENA Y COLOMBIA: PORCENTAJE DE JÓVENES DE 15 A 19 AÑOS CON PRIMARIA COMPLETA SEGÚN CONDICIÓN ÉTNICA, ,6 96, 64,3 85, 9,8 6

7 se encuentra en una mejor situación que el país en relación al grado de analfabetismo de los jóvenes de 15 a 24 años: la mayor tasa de la ciudad corresponde a los hombres rurales del resto de la población (5,8%), mientras que a nivel nacional esta posición la detentan las mujeres indígenas rurales (22,4%). Las brechas territoriales no son muy significativas en la ciudad, con un máximo de 4 puntos, pero sí entre los indígenas nacionales, entre los que llegan a los 18 puntos. Es importante notar que las brechas de género no son muy altas y que las mujeres tienden a estar en mejor situación que los hombres, excepto en el caso de los indígenas del país en general (véanse el cuadro 2 y el gráfico 11). CUADRO 2 CARTAGENA Y COLOMBIA: TASA DE ANALFABETISMO DE LOS JÓVENES DE 15 A 24 AÑOS SEGÚN CONDICIÓN ÉTNICA, ÁREA DE RESIDENCIA Y SEXO, 25 País / Condición étnica/ Área de residencia Total Hombres Mujeres Indígenas Urbana Rural Afrodescendientes 2,4 3,1 1,6 Urbana 2,1 2,8 1,4 Rural 4,2 5,1 3,3 1,6 2, 1,3 Urbana 1,6 1,9 1,3 Rural 4,6 5,8 3,5 Indígenas 17,3 16,5 18, Urbana 4, 3,8 4,1 Rural 21,1 19,8 22,4 Afrodescendientes 4,5 5,5 3,5 Urbana 2,9 3,6 2,3 Rural 8,9 1,4 7,2 2,4 3, 1,8 Urbana 1,6 2, 1,2 Rural 5,5 6,6 4,3 GRÁFICO 11 CARTAGENA Y COLOMBIA: TASA DE ANALFABETISMO DE LOS JÓVENES DE 15 A 24 AÑOS SEGÚN CONDICIÓN ÉTNICA, ÁREA DE RESIDENCIA Y SEXO, ,4 1,6 17,3 4,5 2,4 7

8 En todos los segmentos etarios analizados (6 a 11 años, 12 a 17 años y 18 a 22 años) la asistencia escolar disminuye a medida que aumenta la edad, y la caída es más brusca entre el segundo y el tercer tramo. Además, la asistencia es siempre mayor en el sector urbano, la brecha urbano-rural es más significativa a nivel nacional que local y las niñas casi siempre presentan las tasas más altas (véanse el cuadro 3 y los gráficos 12, 13 y 14). El análisis de estos datos sugiere la necesidad de aumentar los esfuerzos para incrementar las tasas de asistencia de los niños y jóvenes indígenas rurales colombianos, especialmente de aquellos que tienen entre 12 y 17 años, cuyos valores son muy inferiores a los de la ciudad. También deben focalizarse en el tramo de 18 a 22 años del sector rural, cuya asistencia es baja tanto en la ciudad como en el país en general y en todos los grupos étnicos. CUADRO 3 CARTAGENA Y COLOMBIA: PORCENTAJE DE ASISTENCIA A UN ESTABLECIMIENTO EDUCACIONAL SEGÚN ÁREA DE RESIDENCIA, CONDICIÓN ÉTNICA, EDAD Y SEXO, 25 Área de residencia/ Condición étnica / Edad Hombres Mujeres Hombres Mujeres 6 a 11 años ,6 91,1 Indígenas 12 a 17 años -- --,5 77,1 18 a 22 años ,4 31,8 6 a 11 años 91,5 93,4 91,4 92,8 Urbana Afrodescendientes 12 a 17 años 83,6 84,5,3 82,2 18 a 22 años 35,5 38, 3,8 33,1 6 a 11 años 92,7 93,5 92,8 93,9 12 a 17 años 86,8 87,1 82,2 83,7 18 a 22 años 45, 45,2 35, 37,1 6 a 11 años ,1 69,5 Indígenas 12 a 17 años ,8 52,7 18 a 22 años ,1 13,6 6 a 11 años 91,6 93,9 83,5 85,9 Rural Afrodescendientes 12 a 17 años 82,1 82,9 67,6 7,3 18 a 22 años 29,3 25,6 17,7 17,8 6 a 11 años 9,7 9,9 86,2 88,3 12 a 17 años 82,7 81,,4 66,6 18 a 22 años 32,3 26,3 13,8 15,1 GRÁFICO 12 CARTAGENA Y COLOMBIA: PORCENTAJE DE ASISTENCIA A UN ESTABLECIMIENTO EDUCACIONAL DE LOS NIÑOS DE 6 A 11 AÑOS SEGÚN CONDICIÓN ÉTNICA Y ÁREA DE RESIDENCIA, 25 GRÁFICO 13 CARTAGENA Y COLOMBIA: PORCENTAJE DE ASISTENCIA A UN ESTABLECIMIENTO EDUCACIONAL DE LOS NIÑOS DE 12 A 17 AÑOS SEGÚN CONDICIÓN ÉTNICA Y ÁREA DE RESIDENCIA, Indígena Afro Indígena Afro Indígena Afro Indígena Afro Urbana Rural Urbana Rural 8

9 GRÁFICO 14 CARTAGENA Y COLOMBIA: PORCENTAJE DE ASISTENCIA A UN ESTABLECIMIENTO EDUCACIONAL DE LOS JÓVENES DE 18 A 22 AÑOS SEGÚN CONDICIÓN ÉTNICA Y ÁREA DE RESIDENCIA, Indígena Afro Indígena Afro Urbana Rural 4. Síntesis y conclusiones Los afrodescendientes representan proporcionalmente más de un tercio de la población de, ciudad que concentra casi el 8% de todas las personas de este grupo étnico en. Se trata de una población más joven que la nacional y que, por esto, requiere mayor inversión en servicios de salud y educación. Los pueblos indígenas no tienen una presencia numérica significativa en la ciudad, y los pocos existentes viven predominantemente en la zona urbana. posee una mejor situación de abastecimiento adecuado de agua potable que el país, y los indígenas se encuentran en una posición intermedia entre los afrodescendientes y el resto de la población en este sentido. Una de cada cuatro viviendas de afrodescendientes en el medio rural no tiene acceso al agua potable, lo que representa el doble del resto de la población. Las personas de este grupo étnico también están en desventaja respecto al resto en relación con los indicadores educativos analizados, y los habitantes de la ciudad de están en mejor situación que sus pares nacionales. En síntesis, la residencia urbana tiene una incidencia en la mejora de los indicadores de todos los grupos étnicos, tanto a nivel local como nacional. Los indígenas están en mejor situación que los afrodescendientes en cuanto al acceso al agua potable, mientras que estos últimos los superan en los indicadores de educación. Bibliografía CEPAL (Comisión Económica para América Latina y el Caribe) (28), Panorama social de América Latina 27 (LC/G.2351-P/E), Santiago de Chile. Publicación de las Naciones Unidas, Nº de venta: S.6.II.G.133. (26), Panorama social de América Latina 25 (LC/G.2288-P), Santiago de Chile. Publicación de las Naciones Unidas, Nº de venta: S.5.II.G

10 CEPAL/FI (Comisión Económica para América Latina y el Caribe/Fondo Indígena) (27), Sistema Sociodemográfico de Poblaciones y Pueblos Indígenas de América Latina (SISPPI), versión 1, Santiago de Chile. Del Popolo, F., A. M. Oyarce y B. Ribotta (29), Indígenas urbanos en América Latina: algunos resultados censales y su relación con los Objetivos de Desarrollo del Milenio, Notas de Población Nº 86 (LC/G.2349-P), Santiago de Chile, CELADE/CEPAL. Santillán, María Marta (29), Grado de avance de las metas de la Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo relacionadas a la salud en América Latina y el Caribe, Seminario regional Avances y acciones clave para la implementación del Programa de Acción de El Cairo, a 15 años de su aprobación, Santiago, 7 y 8 de octubre, CEPAL y UNFPA. 1