LÍPIDOS Recomendaciones

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1 LÍPIDOS Recomendaciones LUIS A. BRUMOVSKY INGENIERO QUÍMICO MAGÍSTER EN TECNOLOGÍA DE LOS ALIMENTOS DOCTOR EN CIENCIAS TÉCNICAS LUCILA SÁNCHEZ BOADO BIOQUIMICO MAGÍSTER EN TECNOLOGÍA DE LOS ALIMENTOS 2012 RECOMENDACIONES DE CONSUMOS DE GRASAS Y ACEITES ADULTOS Es esencial para la salud ingerir cantidades adecuadas de grasas alimentarias. Además de contribuir a satisfacer las necesidades energéticas, el consumo de Lípidos debe ser suficiente como para satisfacer las necesidades de AG esenciales y de vitaminas liposolubles. Un consumo adecuado de grasas es particularmente importante antes y durante el embarazo y la lactancia. Ingesta mínima recomendada para los adultos Las grasas ingeridas en la alimentación deberían aportar al menos el 15 % de su consumo energético. Las mujeres en edad fértil deberían obtener al menos el 20 % de su necesidad energética en forma de grasas. 1

2 LACTANTES Y NIÑOS PEQUEÑOS Tanto la cantidad como la calidad de las grasas ingeridas pueden afectar al crecimiento y desarrollo de los niños. La leche materna aporta entre el 50 y el 60 % de la energía en forma de grasas, y durante la etapa del destete hay que tener cuidado para evitar que el consumo de grasas disminuya demasiado rápidamente, o por debajo de los niveles requeridos. El consumo de las cantidades adecuadas de ácidos esenciales también es importante para un crecimiento y desarrollo normal. El ácido araquidónico y el ácido docosahexanoico (ADH) son particularmente importantes para el desarrollo del cerebro, y la leche materna constituye una buena fuente de estos AG. RECOMENDACIONES CON RESPECTO A LA ALIMENTACIÓN DE LACTANTES Y DE NIÑOS PEQUEÑ0S Los lactantes deberían alimentarse con la leche materna. La composición de los AG de los preparados para lactantes debería corresponder a la cantidad y proporción de los AG contenidos en la leche materna. Durante el destete, y al menos hasta la edad de 2 años, la alimentación infantil debería contener del 30 al 40 % de la energía en forma de grasas, y aportar niveles de AG esenciales similares a los que se encuentran en la leche materna. 2

3 Limites superiores de ingesta de grasas/aceites El consumo excesivo de grasas en la alimentación se ha relacionado con el aumento: Del riesgo de obesidad De enfermedades coronarias De ciertos tipos de cáncer Los niveles elevados de colesterol sérico y de lipoproteínas de baja densidad (LDL) constituyen factores de alto riesgo de aterosclerosis y de enfermedades coronarias. El grado de riesgo es función de: El tipo y nivel de consumo de AG El % de energía que aporta el total de las grasas El colesterol presente en los alimentos Los niveles de lipoproteínas El consumo de antioxidantes y de fibra Los niveles de actividad y el estado de salud En los adultos, el consumo de alimentos ricos en grasas no presenta ninguna ventaja nutritiva una vez que se han satisfecho las necesidades energéticas y nutricionales esenciales. Recomendaciones sobre límites superiores de ingestión de grasas alimentarias Las personas adultas activas y en equilibrio energético la dita debe aportar entre un 15 a un 35 % de la ingesta energética total. Los individuos que llevan a cabo una vida sedentaria no deberían consumir más del 30 % de su energía en forma de grasas, especialmente si éstas son ricas en AG saturados. 3

4 AG SATURADOS E INSATURADOS Y COLESTEROL Los AG saturados como el láurico(12:0), mirístico(14:0) y palmítico(16:0), elevan los niveles de colesterol total y de las lipoproteínas de baja densidad (LDL) en el suero. El ácido esteárico (18:0) no eleva los niveles séricos de colesterol total o de LDL. El ácido linoleico (18:2), reduce moderadamente los niveles de colesterol total y de LDL en el suero. El ácido oleico (18:1), presenta un comportamiento neutro respecto a las LDL, pero incrementa moderadamente el nivel de las lipoproteínas de alta densidad (HDL). El consumo de colesterol en la alimentación aumenta los niveles séricos del mismo y de LDL, siendo la magnitud de este aumento muy variable entre individuos. Recomendaciones sobre el consumo de ácidos grasos saturados e insaturados La ingestión de AG saturados no debería aportar más del 10 % de la ingesta energética total. La ingesta recomendada de ácido linoleico debería representar entre el 5 y el 8 % de la energía. Se aconseja una ingesta de colesterol menor de 300 mg/día. 4

5 ÁCIDOS GRASOS ISOMÉRICOS Muchos aceites vegetales insaturados se hidrogenan parcialmente para producir grasas más sólidas, más plásticas o más estables. En este proceso se generan distintos isómeros en cis y en trans. Los isómeros en trans procedentes de aceites vegetales hidrogenados tienden a elevar los niveles séricos de LDL y a reducir los de HDL, se comportan como saturados. Es conveniente un consumo de AG trans, inferior a 1% de ingesta energética total. RECOMENDACIONES RELATIVAS A LOS AG ISOMÉRICOS Los consumidores deberían sustituir con aceites y grasas blandas a las grasas duras para reducir tanto los AG saturados como los isómeros trans de los AG insaturados. Los elaboradores de alimentos deberían reducir los niveles de los isómeros en trans de los AG que se generan durante la hidrogenación. Los gobiernos deberían vigilar los niveles de los distintos isómeros de los AG durante la fabricación de los alimentos. 5

6 RECOMENDACIONES RELATIVAS AL CONSUMO DE AG ESENCIALES La relación entre ácido linoleico y ácido α-linolénico debería estar comprendida entre 5:1 y 10:1 Las personas que superen la relación de 10:1 deberían consumir alimentos ricos en n-3, como hortalizas de hojas verdes, legumbres, pescado, y mariscos. Se debería prestar especial atención a promover en las madres un consumo suficiente de AG esenciales durante la gestación y la lactancia para el óptimo desarrollo fetal y buen crecimiento del lactante. ÁCIDOS GRASOS ESENCIALES Los AG ω6 y ω3 juegan papeles fundamentales en la estructura de la membrana y como precursores de los eicosanoides. Puesto que los AG ω6 y ω3 compiten por las mismas enzimas pero tienen roles biológicos diferentes el equilibrio entre ellos en la alimentación es muy importante. Algunos estudios han mostrado que el consumo de alimentos que contienen AG de cadena larga ω3, ácido eicosapentanoico (AEP) y (ADH), se asocia con una disminución del riesgo de enfermedades coronarias, por mecanismos que no se relacionan con el nivel de lipoproteínas del suero. Los AG esenciales son importantes para el crecimiento y desarrollo normales del feto y de los lactantes, en particular, para el desarrollo del cerebro y de la agudeza visual. 6

7 Bibliografía: 1- Mataix Verdú, J. Nutrición para educadores Editorial Fundación Universitaria Iberoamericana. Segunda edición. 2- Thompson,J. L.; Marone, M.M.;Vaugghan, L Nutrición. Editorial Pearson Educación S.A. 3- Pita Martín de Portela, María Luz Energía y macronutrientes en la nutrición del Siglo XXI. Editorial. La Prensa Médica Argentina. 7