CARTAS A ELLA. A la Virgen que toda mujer lleva dentro.

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José Ramón Montoya Córdoba
hace 7 años
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1 Versos sin destino Estimado lector, lectora, esta colección de versos que he titulado Versos sin destino no se los puedo dedicar a ninguna persona en particular, en realidad están dirigidos a aquellos corazones que alguna vez han sufrido por amor. Es mi deseo que sean de su agrado. Empezaré con unos versos, que igual que todos mis versos he vivido en propia experiencia, dicen así: Esta madrugada quiero escribir sobre un hombre que siente delirio de pasión, no solo por el amor de una mujer, sino también por el amor en general, en su máxima expresión y escribe estos versos

3 CARTAS A ELLA A la Virgen que toda mujer lleva dentro.

5 Querida amiga: En esas tus soledades quisiera ser el hilo de luz que llene tus vacíos, el aroma que inhales penetrando tus sentidos, la música que calme tu desesperación, el sueño reparador de tu descanso, ser tu paz, tu dicha, tu calma. Lo que tú eres para mí, esperanza de ser digno de ti, mi única fuente humana de divina inspiración. Ser la alegría en tus penas, en esta larga y fría noche de tu soledad. Quiero afinar mi pluma como cuchillo de doble filo, con uno quiero cortar el odio con otro el dolor. En este mundo oscuro queda la luz de tu presencia. Presencia que anhelo, poder volverte a ver, recuerdo la última vez que te vi, con un vestido blanco que resplandecía, reflejo de tu luz. Aún queda en mi memoria aquella visión de hace tanto tiempo. No he perdido la esperanza de volverte a ver, aunque el tiempo ha pasado, mi corazón no te ha olvidado. En mi jardín siempre florecen rosas para ti, rosas que son mensajeras de mi amor por ti. Escribo versos en mi delirio, versos de esperanza de que algún día seas mía. La pasión de juventud ya pasó, ahora siento una más profunda devoción. Tú eres la rosa de mi anhelo, yo el caminante que camina por tu largo tallo hasta florecer en ti. Ya ves que estoy loco por ti, loco de verdad, loco de manicomio, pero no me importa si mil veces volviese a tener cordura, mil veces más volvería a enloquecer por ti. Ya sé que me dirás que para amar hay que sufrir, yo lo sufrido lo doy por nada, me conformo con saber que algún día te podré tener. Mi amor solo es amor de hombre, hombre que lo dio todo por ti a cambio de nada. Versos, cartas y relatos sin destino [11]

6 Perdona mi demora, mi lento caminar, pero es que necesito tiempo para digerir despacio el camino de espinos que conduce hasta ti. No me importa el tiempo que tarde, para mí el tiempo es una quimera, ante ti me planteo la eternidad y saber que poco a poco puedo llegar. En la enfermedad tú eres mi salud, en la locura tú eres mi cordura, en la desesperación tú eres mi esperanza, en la nada tú eres mi todo, en el todo sin ti soy nada. De todos los amores del mundo, el tuyo es el más fecundo. Tu belleza es pura promesa, tu dulzura una locura, tu candidez una embriaguez; tú eres la fuente que sacia mi sed, mi amor se alimenta del calor de tu mirada, del duelo de tu corazón, de tu palabra callada. No tengo más alimento que el sello de tu beso, de tu alma herida quiero ser elixir sanador, para eso lo dejo todo, de tu dolor quiero ser tu amor. Hubo una vez un hombre que quiso ser flor y con su belleza conquistar tu amor, también quiso ser luz y con su fulgor enamorarte; no se daba cuenta que para conquistarte bastaba solo con ser hombre. Ese hombre soy yo, que lo quise ser todo, cuando solo tenía que ser yo mismo. Quise ser golondrina que anunciaba la llegada de tu primavera, quise ser el gorrión que revoloteaba por tu jardín de rosas, quise ser la estrella más luminosa en tu oscura noche. Y solo fui un loco de amor que escribía cartas a una amiga que nunca había conocido pero que sabía que existía en un lugar, porque él la sentía viva en el interior de su corazón; a esa mujer desconocida le escribía versos como estos: Ser la estela etérea de tu estrella fugaz. Ser el azul del cielo, el azul del mar. Tantas cosas quiso ser, cuando solo le bastaba ser un hombre cabal. [12] PEDRO ROMERO VEGA

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