Cuando hablamos de espiritualidad cristiana hablamos de la vida según el Espíritu de Dios que se manifiesta en el Espíritu de Jesús.

Transcripción

1 Espiritualidad

2 Cuando hablamos de espiritualidad cristiana hablamos de la vida según el Espíritu de Dios que se manifiesta en el Espíritu de Jesús.

3 Definición de espiritualidad: Toda la vida (interior y corporal, personal y comunitaria, religiosa y política) animada por el Espíritu y, en concreto, por el Espíritu de Jesús. (Lucía María Valencia). Realidad presente en todos los ámbitos de nuestro ser y de nuestro obrar personal y comunitario, y que realiza la unificación de nuestra existencia: es una Atmósfera en la que se impregna nuestra vida entera (René Sanctorum). Una forma concreta, movida por el Espíritu, de vivir el Evangelio. (Gustavo Gutiérrez).

4 Persona espiritual: Persona de comunión, persona de buenas relaciones : con Dios, consigo mismo, con los demás, con la naturaleza.

5 Hablando en cristiano, persona espiritual es la que lleva una vida según el Espíritu. Y, como se dice, por sus frutos los conoceréis. Los frutos del Espíritu son caridad, alegría, paz, generosidad, servicialidad, bondad, confianza en los otros, dulzura, dominio de sí mismo (Gal 5, 22.23)

6 De modo que la espiritualidad nos hace ser como somos, diferentes; también modela la forma de relacionarnos con Dios, con nosotros mismos, con los otros, con la naturaleza y la manera de actuar como Amigos de la Eucaristía.

7 El amigo de la Eucaristía cultiva su espiritualidad: * en la oración diaria (hacen falta momentos dedicados exclusivamente a orar ); * en la escucha de la Palabra de Dios, libro abierto del Amor de Dios ; * en el encuentro con Dios en los sacramentos, sobre todo los de la Reconciliación y Eucaristía; * en la visita a Jesús Sacramentado; * en los actos de reparación; * en su vida diaria de acción, al servicio de los demás, en la que corresponde a los dones recibidos de Dios, de quien se siente supremamente amado.

8 A diferencia de un círculo, una elipse tiene dos focos. En la elipse que hay en la Plaza de San Pedro, Bernini señaló claramente los dos focos con unos adoquines especiales. Como Amigos de la Eucaristía estamos llamados a vivir nuestra vida como una elipse unificada con dos focos (vertical y horizontal) y no a dividir nuestro tiempo en dos círculos separados, o a identificarnos exageradamente con uno y despreciar al otro. Las dos dimensiones no son colgandijos, son dinamismos esenciales de nuestra vida.

9 El Amigo de la Eucaristía es el que descubre en el ruido de la cotidianidad una extraña sensación: sabe que Dios está creciendo en su existencia.

10 Para un Amigo de la Eucaristía, su entorno más cercano (familia, trabajo, ) es el sitio donde mirar y contemplar como lo hacía Jesús, fijándose en el que está al borde del camino sin llamar la atención, o en ese Zaqueo que quiere ver o decir algo pero no se atreve a dar el paso, o en tantos que se han separado del redil y esperan asustados al pastor, a aquel pastor que no recrimina sino que lo toma en sus hombros. En mi propia casa y trabajo hay ciegos, leprosos que otros excluyen y esperan no sólo entrar en el círculo de un grupo de amigos, sino también recibir una caricia salida del Corazón de Dios y una píldora inmensa de su MISERICORDIA.

11 Se podrían enumerar muchos problemas que existen en la actualidad y que es preciso resolver, pero todos ellos sólo se pueden resolver si se pone a Dios en el centro, si Dios resulta de nuevo visible en el mundo (Benedicto XVI, Luz del Mundo, pg. 13).

12 Lo nuestro es sembrar y confiar en que Dios será quien dé crecimiento.

13 Cada ser humano: esposo, esposa, hijo, hija, compañero de trabajo, amigo, familiar, cada uno con su corazón, van dejando de ser otros para ser parte de mi, porque todos estamos cobijados con la MISERICORDIA de DIOS.

14 El que vive de solo pan, muere de solo pan (Solle). Lo esencial es invisible a los ojos; sólo se ve bien con el corazón (Antoine de Saint Exupery).