La Mujer y la Odontología en el Espejo del Tiempo

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1 La Mujer y la Odontología en el Espejo del Tiempo Dra. Mª. del Pilar Martín Santiago Médica-Odontóloga Albacete, 14 de Octubre 1ª parte: Mujeres sanadoras: Diosas de la Salud Las Mujeres eran las que traían la vida al mundo, la alimentaban y cuidaban hasta que esta pudiera valerse por sí misma, de modo que la supervivencia del grupo dependía de ellas y esto les confería un carácter casi divino que marcaba el lugar que las mujeres ocupaban en las comunidades prehistóricas. Hasta hoy nos han llegado historias de tribus actuales, como los aborígenes australianos, que evocan en sus pinturas a su vieja o madre de la tribu que llegó al norte de su continente con forma de serpiente y parió a sus antepasados, dejándonos entrever estas manifestaciones culturales el importante papel que era adjudicado a las mujeres. Existen diversos nombres que acogen este concepto de Madre Tierra: Gaia ("suelo" o "tierra", también deletreado Ge, Gea, Gaea o Gaya) personifica en la mitología griega la fertilidad de la Tierra. Se encuentra la Gran Madre del pre-indo-europeo, una diosa de la vida y la muerte generosa pero pavorosa, que fue venerada desde el Neolítico en Oriente Próximo, Anatolia y la zona de influencia de la cultura egea, pero también más allá de Malta y las tierras etruscas. En España, tenemos ejemplos de este concepto de madre fértil como observamos en la sociedad agrícola de la zona de Albacete, donde estas Damas son adoradas como necesidad para que el ciclo vital de la Tierra y de la Naturaleza proporcione un sustento suficiente y regular en las cosechas. El ejemplo más destacado es la Dama de Baza, en la que el motivo de la fertilidad, aparece representado en forma de paloma y de huevo en manos de la Diosa. Otros ejemplos lo forman la Dama de Galera y la Dama de Alcudia. Las Damas sedentes o entronizadas, son la más simbólica representación de la Diosa Madre, que las asocia con la fertilidad de la Tierra, que avala la creencia más valiosa del imaginario ibérico. Poe ejemplo, la diosa Deméter, está representada en los pebeteros o quemaperfumes de Quéjola (San Pedro, Albacete), este timiaterio consiste en una figura en bronce de una imagen femenina totalmente desnuda, desnudez que se interpreta, como una servidora de la divinidad y una protectora de la comunidad. La mayoría de los antropólogos están de acuerdo, pero también reconocen a la misma diosa de la tierra bajo nombres distintos: Deméter la "madre", Perséfone la "hija", o Hécate la 1

2 "vieja" eran tres aspectos de la misma diosa que podría identificarse como Rea. En Anatolia (la actual Turquía) era conocida como Cibeles. En Roma la diosa Cibeles fue venerada como Magna Mater, ó "Gran Madre. La idea de que la propia tierra fértil era femenina, nutriendo a la humanidad, no estuvo limitada al Mediterráneo. En la mitología nórdica la Gran Madre, la misma madre de Thor, era conocida como as Jord, Hlódyn o Fjörgyn. De modo que la historia de los pueblos está repleta de estas leyendas que en definitiva son manifestaciones culturales de las creencias de un pueblo. No es pon tanto extraño, que siendo las mujeres poseedoras de este valioso poder de vida, desempeñaran el cargo de primitivas sanadoras, si podían dar la vida, como no podían curarla Hay un nombre de Sacerdotisas que define a las Curanderas arcaicas: Las Saludadoras: las que daban la Salud a los enfermos Otras se denominaban: Hechiceras, Magas, Hadas, Acestórides "Médicas", Chamanas, Meigas, Remedieiras, Pharmaceuticas, Lavandeiras, Encantarias, Lamias, Náyades, Iatrois "Médicas", Curas, Kurades, Goniades, Anigridas, Esfragítidas, Ninfas Melias, Epimelíadas, Epimeletas, Melíadas, Perimélidas... De este grupo de nombres me gustaría destacar a las curas ó Kurades por la derivación que ha supuesto este nombre en nuestros días, ya que actualmente tiene connotaciónes masculinas, pero en su origen era femenino, estando como sabemos excluidas las mujeres de ser curas. Las Médicas, eran las sacerdotisas de la Diosa Atenea Médica y evidencian su existencia antes de la apropiación patriarcal de la profesión. Algunas Diosas de la Salud de hace al menos años, presentan una o dos serpientes, símbolo de todas las Divinidades Médicas, de las que deriva el símbolo de la Farmacia: una serpiente enroscada, símbolo de Curación. Ejemplos de estas diosas de la salud son la Diosa Minoica con serpientes ó Diosa Afrodita cretense. También podemos observar este concepto de sanadoras en los grabados de la Curandera de la Diosa Ishtar con sus auxiliares, grabadas en roca en fachada del Santuario de Yazilikaya cerca de la capital hitita Hattusas / Bogazköy, y en el Relieve de Puduhepa ante la Diosa de Arinna / Hebe, grabada sobre roca de Fraktin. La función de estas Curanderas, era la de Médica y Veterinaria, que curaban las enfermedades humanas y animales. Y realizaban ceremonias sagradas de curación, bajo la advocación de las Diosa de la Salud. Estas Sacerdotisas Curanderas, cometieron el terrible pecado de estar al servicio de las Diosas de la antigua religión matriarcal, en vez del Dios Padre que debía ser la única Divinidad masculina que recibiera adoración y esto las hizó caer en desgracia. Las Curanderas del Medioevo, eran mujeres sabias poseedoras de un saber ancestral, transmitido por vía matrilineal desde hacía más de años, que dominaban el arte de la curación y la inspiración por lo que le hacían la competencia a los Curas cristianos, en una época en que estos querían tener la exclusividad absoluta. Pero a pesar de todos estos contratiempos estas sanadoras eran las que conocían las hierbas medicinales y las que sabían transformarlas en bálsamos y preparados medicinales. 2

3 Además eran las Agricultoras de la Comunidad, lo que les había aportado la oportunidad de familiarizarse y conocer las hierbas y plantas que eran utilizadas en la elaboración de remedios. De ahí que sus nombres se dieron a la mayor parte de las cosas relacionadas con la salud: fuentes, plantas y ungüentos, así como bautizan conceptos relacionados con la salud, testimonios que manifiestan el papel privilegiado que tuvo lo femenino, cuando eran las mujeres las que tenían el poder de ponerle nombres a aquellas cosas que ellas utilizaban. Algunas plantas medicinales, con nombres de sus descubridoras Deificadas, son: ascesis, ambrosía, altea, artemisa, calipso, caria, cidonia, dafne, dru, escila, helenium, heracleum, iris, matricaria, medeis, melia, melisa, menta, musa, ninfa, palladies arbor = olivo de Atenea Pallas, panatenaicón, panacea, pityusa, sabina, véneris, zea,... Su culto junto con el de otras Diosas, fue sustituido por el de Asclepio / Esculapio: "Según los Libros Sibilinos Esculapio habría reemplazado el culto de cuatro divinidades romanas de la salud: Estrenia, Salus, Carna (o Carda), Febris..." Las Diosas griegas Panacea e Higea, eran invocadas por los médicos en el juramento hipocrático (Hipócrates, 460 AC), señal de que eran anteriores. En el siguiente Juramento Hipocrático utilizado en Odontología se nombra a las diosas Hygiea y Panacea, lo que da idea de la importancia de estas divinidades : JURO POR APOLO, MEDICO, POR ESCULAPIO, HYGIEA, PANACEA Y POR TODOS LOS DIOSES, DIOSAS Y A SANTA APOLONIA PATRONA DE LOS ODONTÓLOGOS, QUIENES PONGO POR TESTIGOS DE LA OBSERVANCIA DEL SIGUIENTE JURAMENTO, QUE ME OBLIGO A CUMPLIR LO QUE OFREZCO CON TODA MI FUERZA Y VOLUNTAD. La Diosa Meditrina, de la cual se guarda una representación en el museo de Antigüedades Nacionales d Saint Germain, Francia., nos da idea con su nombre de la importancia de los femenino en estas primeras épocas. De su nombre Meditrina (de mederi = curar), deriva medicina que significa, remedio que cura. Todas estas aportaciones nos evidencian el importante papel desarrollado por las mujeres en el campo de la Salud en los primeros tiempos de la Humanidad, y a lo largo de los presentes datos y documentos, intentaremos profundizar en las aportaciones de la Mujer al Campo de la Odontología, las dificultades encontradas, las insignes mujeres del pasado y del presente, los cambios demográficos.. 2ª parte: Historia de la Odontología Femenina: Afortunadamente en los países occidentales, gracias a la revolución feminista, las mujeres médicas y odontólogas han recuperado la más antigua profesión que jugó la mujer al principio de los tiempos. Desde que se creó la profesión de "Odontólogo" en 1901, hasta el año de 1915, tan sólo 3 mujeres obtuvieron el título que las capacitaba para trabajar como Odontólogas. En el curso académico de , cuando se crea AMUDENES se matriculan en la Facultad de Odontología de la Universidad Complutense de Madrid en el primer año 87 mujeres y 18 varones. En el año 2000, en España de dentistas, 6492 eran mujeres y eran varones. En Castilla La Mancha, en el año 2000, de 449 dentistas, 274 eran varones y 175 mujeres, dándose el dato curioso de que desde 1991 al año 2000 el número de varones ha disminuido desde 479 a 274 y que el número de mujeres ha aumentado de una manera espectacular. Todo esto nos hace realizar una serie de preguntas: Por qué tan pocas mujeres a principios de siglo? 3

4 Qué reflexiones inducen este cambio? Existe una Feminización de la Profesión Odontológica, y esta se produce solo en nuestro país ó es una tónica general en la Odontología Mundial?. Todas estas cuestiones fueron realizadas por un grupo de mujeres dentistas que en 1996, se reúnen en Canarias para hablar de ello y deciden crear AMUDENES, Asociación de Mujeres Dentistas de España. Entre las muchas ideas que quieren poner en marcha está realizar un estudio sobre la Historia de la Mujer en la Odontología Mundial y española, para conocer cuales habían sido nuestros orígenes, nuestras dificultades, nuestros aciertos, nuestros errores, nuestra valiosas precursoras.y contamos con la ayuda de inestimables colaboradores como el Doctor Julio González Iglesias que nos escribe el primer libro sobre la materia en España. Basándonos en sus escritos, en los documentos de Mª Luisa de Orellana y de Javier Sanz, así como de los historiadores americanos, como Ring hemos desenmarañado una parte importante de nuestra Historia, que comienza así.. Los problemas orales, han sido muy comunes, por lo que las mujeres y los hombres han aprendido a tratarlos. El rol de la mujer desde los tiempos pre-históricos ha sido el cuidado de la familia, lo que ha permitido que esté más en contacto con las enfermedades y por tanto han podido desarrollar capacidades para detectar precozmente las mismas, e inclusive han aprendido a utilizar muchos remedios naturales y caseros para tratarlas. Como decía Huarte de San Juan La necesidad procura el remedio y sin flaqueza no hay medicina Para luchar contra estas dolencias aparecieron Hombres y Mujeres sanadores. Según cuentan en las Sagradas Escrituras, EVA la más evolucionada de los Homo sapiens, cayó en la tentación de saborear la DULCE manzana por lo que fue castigada con la enfermedad y como dice Julio González Iglesias se le picaron las muelas y fue arrojada del Paraíso.Y si por la boca muere el pez, y sí Eva prevaricó con semejante cavidad, justo es que ella sufriera penitencia. Existen distintas leyendas sobre la enfermedad de los dientes: Según los Sumerios: Ea, el Dios de las aguas, fue quien habría concedido permiso cierto gusano para que se asentara en los dientes y se alimentara de la sangre de las encías En Mesopotamía se creía que la caries era un gusano. De modo que estamos ante la teoría vermicular, hecho que siglos más tarde se demostraría que era errónea. Mientras esto acontecía los judíos en el Génesis responsabilizaban de la enfermedad a la curiosidad femenina y sin embargo en el Talmud, uno de los libros sagrados judíos, se menciona a la mujer tratando el dolor dental. Curiosamente también se 4

5 escribe la misma anécdota en el antiguo Egipto, donde se señalan a numerosas mujeres practicando la medicina desde diferentes ámbitos, tales como farmacéuticas, la medicina en sus variadas expresiones. Para colmo de males, Aristóteles, afamado filosofo, pero nada defensor de la mujer... En su Historia de los Animales dice refiriéndose al aparato masticatorio de los mismos; Tienen más dientes los machos que las hembras, no solo entre el Género humano, sino también entre las ovejas, las cabras y los cerdos Por su parte Plinio repite la herejía, sin molestarse en verificarla, hecho sencillo pues sólo precisaba abrir la boca y contar las pieza dentarias, sin embardo, esta aseveración fue mantenida por Aviano Vindiciano, asegurando Los hombres tienen 32 dientes, las mujeres 30, y los castrados 28 Teófilo, en el siglo VII DC, dice al respecto de las muelas del juicio Los que son eunucos antes de los 14 años no tienen dientes de la sabiduría, lo mismo que las mujeres, que solo tienen 28 piezas verificarla. San Isidoro de Sevilla, en sus Etimologías también acepta esta conclusión sin A través de Aristóteles se llega a equiparar a la mujer con los eunucos. Al menos desde la óptica de la estequiología odontológica la mujer ha sido castrada. Hipócrates que sabía más Medicina que Aristóteles no cayó en este error y se preocupó de la salud y de las necesidades de las mujeres. Se ocupo de preparar enjuagatorios para mujeres a base de pimienta y castóreo, para tratar el dolor dental y colutorios para el mal aliento que denomino preparación índia. Un hecho curioso se denominó La orina de los Iberos y es que este preciado elemento era utilizado por las damas romanas para blanquear sus diente, y era transportado en bellos frascos de ónice desde la península Ibérica a Roma. Dato que llama la atención, pues sabemos que la orina se transforma en urea y actualmente se usan productos blanqueadores derivados de este elemento, claro que sin la incomodidad de tener que utilizar fluidos internos humanos. Aunque la mujer había perdido mucho poder, existieron algunas mujeres dotadas de gran influencia en la época como ocurrió con la Sybila de Cumas que con la introducción de los Libros Sibilinos, emitía profecías sobre la historia del mundo que, según la leyenda, obtuvo Tarquino a finales del siglo VI a.c. En el Imperio Romano encontramos referencias de mujeres dedicadas a la medicina en diferentes especialidades. 5

6 Tras la caída del imperio Romano, dos civilizaciones se disputan el legado Helenístico- Romano: (Aristoteles,Platón,Pitagoras,Hipocrátes) Islam Europa cristiana En ambas, la Mujer queda relegada al ámbito doméstico y procreativo. Sin embargo, como siempre, en la Medicina hubo excepciones: La Escuela de Medicina de Salerno (Schola Salerni) o Civitas Hipocrática creada alrededor del siglo VIII, tenía carácter cosmopolita por ser sitio de encuentro de corrientes culturales grecorromanas y judeoarabes. Es considerada la primera Escuela de Medicina laica del mundo occidental y el primer centro de Medicina de la Edad Media en la Europa occidental, atrayendo estudiantes de medicina, médicos y eruditos en general. En la escuela de Salermo durante el siglo XII apareció el Tractatus de Aegrietudinem Curatione donde se incluyeron las enseñanzas de Trótula, maestra de comadronas. Trotula Abella o Trotolla di Rugerio. Está considerada como la primera ginecólogo de la historia occidental. Era miembro de la Escuela de Salerno en la Campania italiana y ejerció la medicina en el siglo XI. Publica un trabajo sobre la salud de la mujer llamado De passionibus mulierum curandorum (Sobre los sufrimientos de la mujer), de 63 capítulos (1050), que por mas de 700 años fue el mas seguido de los textos sobre la mujer. Se sabe.que durante los siglos X, XI y XII abundaron las mujeres médicos e incluso cirujanas. Existen grabados y pinturas donde se pueden ver a Mujeres que atienden a pacientes de dolencia dental. Hildegarda de Bingen ( ) abadesa benedictina, constituye una notable excepción a la ausencia de médicos destacados en esta época. Hildegarda (. Autora de la Ciencia Natural -"Physica"- y de el Arte de Curar - "Causae et curae"- fue consejera de obispos y nobles, introdujo notables medidas de higiene en su convento y sus composiciones son todavía hoy interpretadas existiendo de ellas una amplia discografía Santa Hildegarda de Bingen, es la primer Mujer en el mundo que escribe sobre Odontología. En su libro Liber simplicis medicinae, y en el capítulo causas et curae, profundiza en Odontoestomatología. En su obra ella hace referencia a tratamientos dentales cuya base son hierbas, y menciona la necesidad de drenar los abscesos dentales y facilitar la expulsión de pus. Este manuscrito es uno de los más importantes tratados en este tema durante los siguientes siglos. En una de los capítulos del libro, se hace referencia a la famosa teoría vermicular: Si un gusano roe los dientes de un enfermo, que se les dé áloes y mirra en cantidad igual, en cuanto el calor del áloe y el de la mirra sea excitado por el fuego de los carbones incandescentes, la virulencia del humo destruirá los gusanos de los dientes Santa Hildegarda de Bingen, demuestra mucha sensatez, pues hoy día utilizamos el calor para facilitar el drenaje de abscesos, orzuelos..etc. 6

7 Pero a pesar de la aportación de Santa Hidelgarda, las Mujeres fueron expulsadas del ejercicio de la Medicina y la Cirugía. Pero si no se les admitía en las Universidades ni en los Gremios de Barberos y Cirujanos Donde iban a aprender? Por aquel entonces las pandemias asolaban Europa, los médicos curaban poco y la situación no era fácil ni para hombres ni para mujeres. No se daban circunstancias positivas que favorecieran la incorporación de la mujer al campo sanitario. Se sucedían las escenas de devastación que producía la Peste en Europa a mediados del siglo XIV. Pueblos enteros morían bajo las garras de la peste y no existían medicinas para detenerla, y como siempre que el hombre se ha visto indefenso, las gentes de la época alzaban sus suplicas a los Santos. A lo largo del siglo XII se publican muchos libros religiosos con contenidos milagrosos. Con ello, la Odontología Medieval Descubre a Santa Apolonia, la santa de los sufridos sujetos que padecían dolor de muelas. Esta Santa a la que le arrancaron piezas dentarias y que voluntariamente se tiro a la hoguera, por no querer renunciar a la fe de Cristo, fue adoptada por los Odontopatas. ORACION A SANTA APOLONIA Estaba Santa Apolonia en la puerta de su casa; la Virgen pasó y le dijo: Qué haces Apolonia de mi alma? Aquí estoy Señora mía, no duermo sino velo, que de un dolor de muelas dormir no puedo. La Virgen le dijo: Agárrate de este niño reluciente que tengo en mi vientre y jamás te dolerá ni muela, ni diente. En España por ejemplo Pedro IV el Ceremonioso padeció mucho de la dentadura y por eso fue devotísimo de Santa Apolonia, a quien le llegó a dedicar en 1377 una capilla en la ciudad de Zaragoza. Durante un período considerable en la edad media, hubieron muchas mujeres perseguidas y juzgadas por elegir la medicina como profesión. Estas féminas fueron sentenciadas a Muerte. La Santa Inquisición se cebo con ellas con instrumental de tortura más propio de los infiernos que de los Cielos que ellos reclamaban. 7

8 En Suecia por ejemplo; A estas sanadoras se les llamó Trollkonorna, eran mujeres que curaban con brujería, pero también se ocupaban de problemas bucodentarios, y a partir del siglo XIII se les consideró ilegales. En la cultura Oriental, en Japón, es digna de mención, la sacerdotisa budista, Nakaoka Tei, conocida como Hotokehime, o dama del Buda (1500), quien en el siglo 14 se construyó una dentadura. En este mismo museo encontramos un documento que describe la técnica empleada: Se hizo una prueba de modelo en cera para mostrar la anatomía del maxilar, y así poder tallar en madera las piezas faltantes. En Francia: en 1427el tribunal resolvió que una Mujer podía tener obrador de barbero y mandar hacer barba a sus sirvientes, pero que ella no podía asistir, ni ligar ni otros actos quirúrgicos, y sus sirvientes debían estar examinados por algún experto de La Corte. Tomando en cuenta que en aquellos tiempos los Barberos son también los Sacamuelas, se deduce que la señora también solicitaba tal cometido, aún cuando el Tribunal no se la concediera, al igual que el derecho a poner clisteses y hacer sangrías. Sin embargo estas Mujeres pioneras en el campo de la Odontología se limitaron al arrancamiento de las piezas destruidas Era frecuente que la mujer asumiera el papel de ayudante del sacamuelas y muchas esposas asumieron este cargo. Fue este hecho el que provocó que algunas de ellas al enviudar quisieran seguir desempeñando la labor que aprendieron con sus esposos. Tal es el caso de Jeanne, viuda de Alain Pocquelin, maestro cirujano de París, solicita a la Corte se le permita seguir con la clínica de su esposo: la contestación recibida fue: podría ejercer el Arte del Barbero, a través de expertos recibidos. A medida que avanza la Edad Medieval, el papel de la mujer en las artes de la Salud, retrocede; hasta que se le prohíbe taxativamente ejercer. Esto ocurre en Francia en 1484, mediante decreto firmado por el rey Carlos VIII. En España, Isabel la Católica se ocupa de la Odontología, y el 9 de Abril de 1500, en Sevilla, se promulgó La célebre Pragmática, en la que encomendaban el cuidado de la dentadura a los Barberos Flebotomianos y les obligaban a examinarse a fin de ejercer, delante de Alcaldes examinadores y sus Barberos Mayores. Para ello, los Reyes Católicos a fines del siglo XV, concedieron varias cartas de nombramiento de Alcaldes Examinadores y Barberos Mayores a ciertos profesionales de prestigio del momento. A Isabel la Católica le corresponde por tanto el 50% el mérito de haber propiciado la aparición de la primera ley positiva de la odontología en España. Esta normativa duró hasta el siglo XIX. 8

9 La primera representación Gráfica de una Mujer Sacamuelas, data del siglo XVI, 1550., es una xilografía sobre madera de Boj que se encuentra en el Museo de Estampas de París, de autor anónimo. Con el Renacimiento, la Odontología se beneficia con los conocimientos de Vesalio, Ambrosio Paré El anatomista Vesalio , acaba con el error de Aristóteles y basándose en sus estudios de anatomía, contabiliza correctamente las muelas de hombres y mujeres y de eunucos, comprobando que teníamos el mismo número los tres grupos formados por Aristóteles... Vesalio publica el libro: Humani corporis fabrica. La española Olivia Sabuco de Nantes, nacida en Albacete, publica Nueva Filosofía, dedicada a Felipe II. En sus escritos se enfrenta a las teorías de Aristóteles y de Plinio el Viejo; esta médica española afirma que la sangre menstrual no es una sustancia impura o venenosa. Sabuco Nantes fue la primera en enunciar la teoría sobre la transmisión de los impulsos neurológicos, aunque la historia médica se la atribuyó a médicos británicos posteriores Las ensalmadoras fueron Mujeres, que durante el siglo XVI en España se dedicaron a curar las dolencias Bucodentales Francisco Martínez las cita en su Coloquio Breve y compendioso sobre la materia de la dentadura y maravillosa obra de la boca, publicada en Valladolid en 1557, es una de las primeras publicaciones regladas sobre Odontología en el mundo; es el segundo libro más antiguo en el mundo dedicado a la especialidad. Francisco Martínez era coetáneo de Miguel de Cervantes y se le puede considerar padre de la literatura Odontológica Española. En la época en la que se publica el Quijote (26 de Septiembre de 1604), la Odontología en nuestro país no había abandonado aún los criterios terapéuticos de la Edad Media y los únicos adelantos científicos se producían por la iniciativa particular de los profesionales que ejercían en las grandes capitales. En El Quijote aparecen claras referencias a las armas terapéuticas, al señalar que el aceite, el vino, la sal y el romero eran los elementos básicos que se empleaban en la medicina popular, para la elaboración de bálsamos, y que en este caso Don Quijote reclama para sus maltrechas quijadas. Tras la inspección de su escudero, Don Quijote emplea los conocidos refranes: "boca sin muelas, molino sin piedras", "más vale un diente que un diamante" y "más vale un diente que un pariente", para designar la desgracia que supone la pérdida de la dentadura. La utilización de estos refranes populares por Miguel de Cervantes en su obra, indica el conocimiento que la población tenía ya de ellos y de su frecuente utilización en otras circunstancias similares. Las Ensalmadoras ocupaban el polo opuesto de las Brujas. Unas y otras fueron Mujeres que emprendieron una lucha contra el dolor y la enfermedad. En la zona de Albacete, en cuanto a las saludadoras y curanderos, encontramos poca información. En el siglo XVI se explicaba pensando que "así como hay virtudes en las plantas, así en diversas constituciones de hombres hay virtudes y propiedades naturales, algunas de ellas evidentes y otras ocultas". El curandero por tanto sería el precursor del médico ya que separa tratamiento/ enfermedad y su terapéutica de la demonología o pura defensa contra los espíritus. 9

10 En la región de Albacete y alrededores, a las saludadoras se las relaciona con cualquier proceso curativo. Sin embargo, en Nerpio, Ossa de Montiel y Bonete aparecen relacionadas con la rabia. En Ossa se creía que estaban libres de esta enfermedad los saludados. En Bonete se nos describe el proceso de curación que allí seguía la saludadora y que era, más o menos, chupar la mordedura y sacar una especie de gusano blanco que era el productor de la enfermedad y después terminar la cura mandando al mordido, o al que se creía mordido, una botella de agua tintada con un colorante En La Herrera se les reconocía como habilidad el quitar, siempre que fuese melliza, los asientos, es decir, los estancamientos en el estómago o en los intestinos de alguna sustancia indigesta o sin digerir. Solían proceder imponiendo sus manos y dando masajes, al tiempo que pronunciaban frases religiosas. la cita que PLINIO hace de Laminium, cuando afirma que esa ciudad era apreciada por la excelente piedra para afilar instrumentos de hierro que se encontraba en sus cercanías. Cualquiera que se acerque hasta Alhambra puede comprobar que el paquete de areniscas rojas sobre las cuales está edificada ha sido utilizado históricamente hasta hoy con este fin. Así lo atestiguan citas como la que exponemos a continuación, que al hablar de una de las tomas de posesión de la Encomienda de Alhambra, durante la Edad Moderna, revela el interés que las areniscas rojas o molices locales suscitaban: " El diezmo de las piedras de afilar, que sacan de las canteras que hay en el término de Alhambra para barberos y herreros " Durante el siglo XVII, el papel de la mujer en la Odontología sigue siendo escaso. Los Barberos cirujanos se ocupaban del oficio, pues los médicos y cirujanos no querían ejercerlo. Durante la Ilustración, en 1699, los cirujanos de París lograron que se aprobara los estatutos de colegio de cirugía en cuyo artículo 102 se prohíbe el ejercicio, a aquellos que no hubieran revalidado sus conocimientos ante el Primer Cirujano del Rey y Cuatro prebostes del lugar. En 1730, el ejemplo de París cundió y se extendió a toda Francia la obligatoriedad del examen a los expertos en Dientes. En Los Dentistas consiguieron del Rey Luis XV una declaración que les separó de los Barberos, y se equiparan con los Cirujanos. Para este tiempo, las Mujeres, ejercían ya el arte del Dentista, despertando celos de los varones, los cuales consiguieron en 1755 una ley discriminatoria que prohíbe el acceso a las mujeres a la carrera. Una vez más tal como en 1484, a las Mujeres se les negó a la posibilidad de ser Cirujanas en cualquier ámbito de la salud. Pierre Fauchard, escribió el libro más grande de Odontología del XVIII. Pero, 9 años, antes una Mujer; también de origen francés, Mlle. Rezé escribe en 1719 la: Disertación apologética sobre los dientes 10

11 Obra aprobada por el entonces reconocido Dr. Audry, Censor Real en la materia, quien calificó el trabajo de Muy sensato y Razonable. La señorita Rezé trabajaba en su consultorio en la calle de la Comedie francaise. Elaboró un bálsamo dental que llegó a utilizar el rey Luis XIV. Eric Curtís, habla de la primera mujer que se hizo cargo de un consultorio dental, anunciándose en la prensa, en 1719, de esta manera: La viuda del difunto Dr. Povey, que curaba el dolor de dientes, se ha hecho cargo ahora del mismo negocio y limpia dientes y los reemplaza por dientes artificiales tan fácilmente y correctamente que no necesitan ser removidos durante años (...) y vende medicamentos que ella misma preparó muchas veces en vida de su marido. Las primeras Mujeres Dentistas legalmente reconocidas: Si no hubiera habido Mujeres atrevidas no hubiera sido necesario promulgar una ley que les cortara el paso.. Desde siempre hubo Mujeres que emplearon los fórceps dentales; madres que quitaban los dientes de leche de sus hijos atándolos con un hilo, monjas que hurgaban en las bocas de los pobres. Nunca faltó la mano de la mujer como nos cuenta Julio González Iglesias, medico estomatólogo e insigne historiador de la Odontología. A lo largo de la Historia las Mujeres han demostrado sus facultades en el campo de la Odontología. Entre estas Mujeres destacan; Mlle. Calais y Mlle. Hervián, Estas dos Mujeres Francesas fueron las culpables de la prohibición de 1755., ya que desataron recelos y envidias entre los compañeros de profesión. Pero también es justo decir que existieron dentistas varones que las apoyaron para luchar contra esta discriminación. María Magdalena Caláis, Pidió ser examinada en 1740, pero el Cirujano Real la rechazó, por el principio de Buenas Costumbres.La Doctora, no acepto la derrota; y decidió llevar su caso al Parlamento. La Peyrone, quien actuaba como Cirujano del Rey, respondió que aunque había inconvenientes por la novedad no se debía rechazar la entrada de mujeres en la profesión, pues de esa forma; se podrían ganar el pan. Por tanto, el 12 Noviembre de 1740 los señores del Parlamento concedieron a Mlle. Caláis el derecho a presentarse a examen en el Colegio de Sant Cúme, y así fue la Primer Mujer declarada apta para ejercer legalmente la profesión. Mlle Hellen de Saint Hilaire, en 1824 se presentaba como Dentista para Damas, y ejercía en París en la calle Rívoli. Madame Ana de París, trabajaba hacia 1814, y se presentaba como Dentista de S.A.R. La Duquesa de Angulena. Se leía en sus anuncios: extrae los dientes, las raíces, cura caries, ulceras, limpia dientes, emploma, cauteriza, coloca dientes artificiales, y les devuelve la blancura y el resplandor 11

12 Entre otros trabajos, practicaba la prótesis insertando dentaduras parciales, y completas, y se dice, dominaba la técnica de los dientes de espigas. Empastaba y limpiaba piezas averiadas, y poseía elixires contra dolores de dientes. Mme. Delpeuch de Limoges, adquirió sus conocimientos a través de su patrón el Dentista Audomar de Limoges, pero al morir el Odontólogo, esta Mujer se hizo cargo del consultorio. En 1826, fue denunciada por sus competidores masculinos, pero resultó absuelta por el Tribunal Correccional de Limoges, basándose en que: Los Dentistas no tenían obligación de Obtener diploma alguno como los Médicos Cirujanos, según la ley del 19 ventoso del año XI, 1803 Se cuenta como anécdota que para inspirar confianza, la señora se vestía de hombre para trabajar En Baltimore aparece el Primer Colegio Dental, fundado por Chapin A Harris. Quien también escribe un libro de texto; Principios y prácticas de la Cirugía Dentaría En Comienza la Revista The american Journal of Dental Science y la formación de The American Society of Dental Surgeons. Malvin E. Ring, menciona la primera dentista americana: Emeline Roberts que, en 1854, con 17 años, casó con el Dr. D. Albion Jones, de Connecticut. Un año después ayudaba a éste en su gabinete, en 1859 era su colega y cuando falleciera, en 1864, asumiría el peso de la consulta pero no sería reconocida miembro de la "Connecticut State Dental Society" hasta 1893 Durante el siglo de las Luces en España, a la entrada de la Dinastía Borbónica, aparecen Los Reales Colegios de Cirugía, un ejemplo es el de Barcelona, que data de 1760, donde se reglamenta la formación de los Dentistas. En la España de finales de Siglo XVIII la Mujer comenzó a integrarse en las sociedades económicas y culturales ilustradas. Llego el Siglo XIX, y aunque ninguna ley prohibía a la mujer dedicarse al cuidado de los enfermos, sin embargo las mujeres no entraban a la Universidad, por lo que era imposible obtener el título de dentista para poder ejercer la Profesión. Se daba por supuesto que a ninguna se le pasaría por la cabeza Por estos tiempos, estaba tan mal regulado todo lo concerniente a la profesión que aparecieron TITULACIONES DIVERSAS en todo lo largo del siglo XIX, que pretendían poner orden en este caos y así contabilizamos los siguientes títulos: Cirujanos sangradores, a principios del XIX Ministrantes, hacia 1846 Practicantes, en 1861: donde muchos ejercían arte del dentista y simultaneaban las tareas de callista. Cirujanos dentistas, aparecieron en Pero posteriormente en el siglo XX seguirían cambiando estas denominaciones hasta la actual de odontólogos.- 12

13 El papel de La Mujer en la España del siglo XIX correspondía al concepto que sobre ella se tenía en una sociedad católica conservadora y patriarcal. Se le enseñaban los conocimientos propios de su sexo, cómo llevar una casa: como criar los hijos, la limpieza del hogar, la preparación de los alimentos, la conservación de la ropa Fray Luis de León decía en la perfecta casada: Pues Dios no las dotó del ingenio que piden los negocios mayores, ni de fuerzas,..las que son menester para la guerra y el campo, mídanse como lo que son y conténtense con lo que es de suerte y entiendan en su casa y anden en ella, pues las hizo Dios para ella sola Baltasar Gracián señala que Ejecutan primero y piensan después El refranero Ibérico también empleaba mucha misoginia: Del mar mucha sal, de las mujeres mucho mal. La mujer honrada, la pata quebrada y en casa. Asno y mujer, el garrote los hace buenos. La mujer y el vino sacan al hombre de tino. Mujer que habla latín rara vez tiene buen fin. La mujer y la gallina, hasta la casa de la vecina. La mujer, rogada; y la olla, reposada (rogada por recatada). La mujer como la mula, la boca ensangrentada (se refiere al bocado tirante que se pone al animal para domarlo). La mujer como el viento cambia a cada momento. El melón y la mujer son malos de conocer. Según se creía, el periodo de aprendizaje de las mujeres era necesariamente corto, ya que a los 20 años, debían empezar a parir y atender a la prole, lo cual duraba hasta los 40 años. Como entonces, podía la mujer pensar en estudiar y sacar adelante una carrera. Era tan extraordinario que una niña estudiara, que el cirujano Francisco Barrera, solicito que su hija que era una niña despierta y con gran memoria, fuera examinada públicamente en Gramática castellana, cosa que se realizó con orquesta incluida., dando idea de lo extraordinario que era este hecho. Por tanto, hasta ahora, la mujer seguía ocupando el lugar de Mujeres Compañeras de Sacamuelas. Se sabe que los Dentistas frecuentemente se hacían ayudar por sus esposas, a quienes se les enseñaba el oficio, sobre todo el de limpiar la dentadura y la prescripción de enjuagatorios y dentríficos. Era frecuente en aquel entonces la presencia de Dentistas ambulantes. De aquellos años es el anunció que aparecía en los diarios de la época donde un tal Mr Teodoro pone 13

14 en conocimiento que va acompañado de su esposa, la cual hace las mismas operaciones a que está dedicado él. Es decir, su mujer había aprendido el oficio con él. En 1815 se sabe acerca de la viuda de Don Ventura de Bustos, dentista ambulante con licencia para ejercer en la calle.esta mujer, al morir su marido continuo con el oficio. Ella en la prensa de entonces aseguraba: construía las piezas artificiales con todo esmero, y limpiaba la dentadura sin drogas.trabajaba en la Calle Carretas Nº 10,4º, 2º esquina a Majaderitos. El 22 de abril de 1816, presenta instancia a rey Fernando VII para ser Dentista de Cámara de las Augustas esposas de la Corte de Madrid.. Presentó varias certificaciones que la avalaban como dentista. Sin embargo, la primer Mujer conocida en la Odontología Española con entidad propia, fue Doña María Rajoó. Mujeres Dentistas Reconocidas Siglo XIX María Rajoo (1800) Norberta Murga (1837) Teresa Martínez (1843) Polonia Sanz (1849) Manuela Aniorte y Paredes de Sales (1850) Antonia Infante (1850) Carolina San José (1851) María Janini de Pastor (1879) Polonia Sanz y Ferrer, nacida en Zaragoza, una de las pioneras de la odontología mundial con ejercicio legal que obtenía certificación oficial en el año de 1849 Polonia ejercía la profesión dental autorizada por la Academia de Medicina y Cirugía de Valencia, No obstante, ante las reiteradas instancias presentadas a S.M. con el deseo de ser admitida a examen en la Universidad de Valencia, se resolvió, a 4 de diciembre de 1849 que.. en atención a la especialidad del caso se admita a la recurrente en esa Escuela al examen de la parte concerniente al arte del Dentista que se exige a los sangradores y que previo el deposito y derechos de los examinadores y aprobación de los ejercicios le expida V. S. una certificación que le autorice para el ejercicio de dicho arte en todos los dominios de S. M. pero con la restricción de que haya de llamar a un facultativo de cirugía cuando crea necesario que se practique en boca alguna operación quirúrgica. Doña Polonia Sanz, se anunciaba como; Primera Dentista de Cámara y del Príncipe Muley- El Abbas. Es la única española que ejerce todas las áreas de la profesión dental. Se dice que.doña Polonia 14

15 Afirmó ser La primera Mujer que en España a tenido la fortuna de poder ejercer una profesión a que se cree no estar llamada su secso Manifestaba saber limpiar la dentadura, extraer dientes y muelas y practicar las demás operaciones También destacó, en el campo de la prótesis, la higiene dental, la odontología infantil e incluso fue la primera profesora de la especialidad. Debido a sus muchos anuncios en la prensa, los varones dentistas de la Corte se aunaron contra ella, diciendo: una señora no puede atreverse con semejante ejercicio para el que carece de músculos y resuello. Afirmaba Solo trabajar con dientes Minerales, es decir no dientes procedentes de animales ni de personas. Se sabe por la prensa de la época que hubieron más Mujeres que se dedicaron a la odontología en España y aunque también se anunciaban en la prensa, nunca revelaron su nombre. En 1857 Madrid se anuncia la unión profesional de dos mujeres Odontólogas en España Doña Norberta Murga y, Doña Carolina San José Manuela Aniorte y Paredes de Sales, natural de Valencia, era viuda del dentista Francisco de Sales; al morir este, ejerció la profesión de su marido siendo autorizada con el título de dentista expedido por la Universidad de Valencia, según refiere en la portada. En 1854, operaba sarcomas, fungosidades y necrosis alveolares lo que indica algunos años dedicada a la profesión. En 1873 publicó: Arte del Dentista que se convierte en el primer Libro Escrito por una Mujer Aunque era un Plagio, del escrito por F.Maury, no deja de tener el valor testimonial de haberlo recopilado en aquella época. Por tanto es la Primera Mujer de Española, que edita un Libro de Odontología, y operar cánceres, fracturas de boca y maxilares. Se le reconoce haber sido la primer persona, y Mujer en España que pide al Gobierno la instauración de la Enseñanza Oficial de la Odontología.(1871) En 1867, ejercían en España 82 dentistas: 20 en Madrid. Tras muy diversas titulaciones que facultan para el desempeño de la odontología, tales como "Sangrador", "Ministrante", "Practicante", etc., en que la categoría científica y académica era bajísima, la profesión dental experimenta a finales del siglo XIX un importante avance gracias a los desvelos del insigne Cayetano Triviño, quien consigue del Gobierno la creación del título de "Cirujano-Dentista" en 4 de junio de Pero, aunque el texto del Real Decreto no hacía distinción por sexo, al parecer existía de hecho, ya que fue precisa la Real Orden emitida por Alfonso XII a instancias de Doña Dolores González, que pide al Gobierno una ley positiva que equipare a Hombres y Mujeres. Vista la instancia de Doña Dolores González en solicitud de que se le autorice a presentarse a los exámenes para obtener el titulo de Cirujano Dentista, a cuya profesión desea dedicarse. 15

16 Considerando que las aptitudes femeninas se conforman con el ejercicio de dicha profesión, de acuerdo con el dictamen del Consejo de Instrucción Pública, S:M: el Rey ha tenido a bien disponer que se autorice a las señoras para ejercer la profesión de cirujano dentista en las mismas condiciones de los hombres. Tras la petición de Doña Dolores Gonzáles, que solicitó una autorización al Consejo de Instrucción Pública para examinarse y obtener el título de Cirujano Dentista. Esta Mujer Dentista solo atendía clientela femenina a diferencia de sus colegas contemporáneas, y además de Dentista era Callista. En 1875 se crea el titulo de cirujano dentista. En acude Doña Francisca García al Colegio Español de Dentistas de Madrid, donde Triviño preparaba a los futuros cirujanos dentistas. En 1878 obtuvo el titulo, siendo la primera MUJER LEGALMENTE CAPACITADA PARA EJERCER. El 14 Julio de 1883 es una fecha muy importante para la Historia de la Mujer Odontóloga en España El Rey autorizó a Las Mujeres a ejercer la profesión de cirujano dentista en las mismas condiciones de los hombres Esta Real Orden, fue publicada en la Gaceta de Madrid del 15 de Julio de Y el 2 Septiembre de 1910 se habilitó a la mujer para concurrir en igualdad de condiciones con los hombres a cuantas oposiciones o concursos anunciara el Ministerio de Instrucción Pública. Madame Antoine. De esta dama francesa, así como de sus hijos, tenemos noticia gracias a un anuncio que inserta a finales del siglo pasado, en 1894, en un periódico de provincias El Eco Seguntino, pues recorría temporalmente algunas ciudades ofreciendo sus servicios profesionales. En el interior del citado semanario se incluyen algunos datos biográficos: Era natural de Lyón e hizo su carrera en Nueva York, tomando el título en la Escuela Odontológica de París. Le acompañaba su hijo, el Dr. Burillot, y tenían su gabinete en Madrid, Puerta del Sol, 13. Triviño había creado en la capital el "Colegio Español de Dentistas" que fue inaugurado el 11 de enero de En este centro se impartía la enseñanza de la odontología durante tres cursos de nueve meses conforme a un amplio programa, al término de los cuales quedaba capacitado el alumno. Esta capacitación no era sino académica ya que debería presentarse, a partir del 8 de marzo de 1876, ante un tribunal. El/la aspirante tenía que superar tres pruebas sucesivas consistentes en "Construcción de piezas artificiales", "Ejercicio práctico sobre un cadáver", habiendo un tercer ejercicio "Teórico". Aprobadas las tres partes, el Ministerio de Fomento expedía el flamante título de "Cirujano-Dentista 16

17 En los últimos años, y en este ambiente, lo habían conseguido algunas féminas. En 1896 lo hizo María Ferrer Calvet y dos después Matilde Cardoso y Perea, Mª. de la Concepción Congedo y Suero y Adela Fernández Letellier. En 1924, cumplidas de sobra sus bodas de plata con la profesión, ejercían la primera en Barcelona y la última en Madrid. Las últimas en obtener el título serían Natalia Costa, en 1899, Aurelia Cavazzuti un año después y Sergia Rufina Chamón en A partir de entonces las nuevas dentistas deberían estar en posesión del título de "Odontóloga." Por su parte, Malvin E. Ring 1 menciona la primera dentista americana: Emeline Roberts que, en 1854, a edad de 17 años, casó con el Dr. D. Albion Jones, de Connecticut. Un año después ayudaba a éste en su gabinete, en 1859 era su colega y cuando falleciera, en 1864, asumiría el peso de la consulta pero no sería reconocida miembro de la "Connecticut State Dental Society" hasta SIGLO XX A comienzos del siglo XX un 71% de la población femenina de España era analfabeta por un 55,57 % de hombres que no sabían leer ni escribir. La situación mejoró hacia 1930 (47,5% de analfabetismo femenino y 36,9 % de masculino) pero seguía reflejando la desventaja femenina. Los obstáculos que ya encontraba la mujer en la educación primaria y secundaria se hacían mucho más grandes cuando se trataba de la educación superior. Muy pocas mujeres llegaban a la universidad y aunque a finales de los años 20 encontramos más mujeres en la universidad prácticamente ninguna ejercía su carrera después de licenciarse. El acceso a niveles superiores de instrucción será una difícil conquista con pautas coincidentes en los diferentes países: dificultad para entrar en las aulas universitarias, trabas para la concesión de títulos y posibilidades de acceso, en un primer momento, a campos profesionales de "servicio y cuidado". Las profesiones de maestra, matrona y enfermera serán las primeras que se feminizarán. Las mujeres fueron la reserva que hizo posible la expansión de los sistemas nacionales de educación pero supieron servirse de este espacio que significó el primer eslabón para otras profesiones (KÄPPELI, 1993; MANNINEN, SETÄLÄ, 1990; FLECHA, 1996; BALLARIN, 1995). Ese mismo día, en 1910, se firmaba en España la Real Orden que permitía el acceso de las mujeres a la universidad. Hacía casi 40 años (en 1872) que María Elena Maseras Ribera se había acercado a la Universidad de Barcelona a explicar su deseo de estudiar Medicina poniendo en crisis al sistema. No le pudieron impedir matricularse porque no estaba expresamente prohibido, simplemente al legislador ni se le había ocurrido que se pudiera presentar semejante extravagancia. Fue la única mujer entre hombres, hasta que en 1874 Dolores Aleu se matriculó. El sistema patriarcal, que se sintió amenazado ante esta intrusión de las mujeres, tardó en reaccionar, lo que dio tiempo a que ellas y otras finalizaran sus estudios, pero finalmente encontraron la manera de dificultar sus posibilidades de desarrollo, de realizar el doctorado o de ejercer la profesión. Y se establecieron "medidas preventivas" para evitar que otras siguieran sus pasos (por ejemplo se prohibió en 1882 el acceso de las mujeres a la Enseñaza Superior e incluso, algo más tarde, a la Segunda Enseñanza). 17

18 Pero la brecha estaba abierta y muchas mujeres reclamaron sus derechos de manera persistente, hasta que en 1910, Álvaro de Figueroa y Torres, conde de Romanones y ministro, eliminó las barreras administrativas que impedían a las mujeres acceder a la Universidad. En esos años, 77 mujeres pioneras habían seguido los pasos de María Elena Maseras, tres de cada cuatro culminaron sus estudios, pero sólo ocho lograron doctorarse. Texto extraído del libro "Agrupémonos todas: La lucha de las españolas Las Odontólogas. A las portadoras del título reglamentario de "Cirujano-Dentista" se les vinieron a unir las "Odontólogas" pues por Real Orden de 21 de marzo de 1901 se creaba este título. Ello fue posible gracias a los esfuerzos de D. Florestán Aguilar que desde hacía algunos años venía trabajando para conseguir elevar la profesión a la categoría universitaria. Su relación con María Cristina, Reina Regente, a la que atendía como dentista de cámara, hizo que ésta prestara el interés suficiente para conseguir este avance importante. A partir de ahora la odontología ganaba en dignidad desde el punto de vista académico y se equiparaba a la ejercida en los restantes países de Europa. Los primeros años no fueron muy prolíficos pues entre 1901 y 1906 tan sólo veintidós, todos varones, alcanzan el título. Hasta 1908 no encontramos graduación femenina alguna, año en que obtiene su título Clara V. Rosas que se convierte, en sentido estricto, en la primera odontóloga titulada española, haciendo lo propio un año después Federica Fernández Cortés y Casellas. A partir de ahí, aumenta el número de alumnas que obtienen su título en la única Facultad española, la de Madrid, todavía en el San Carlos. Salvo Josefina Landete, no encontramos otra estudiante hasta 1915, Ita Lea Kupper, otra extranjera en 1918, Erica Holtmans, dos en 1920, en el 21 ninguna, dos en el 22, 23 y 24, y una en el 25 Hasta la guerra civil, el incremento es progresivamente superior. Cuatro en 1926 y tres en el 27 -este año gana el título Mª. Ángeles Alonso Jiménez junto con su hermano Vicente, actual dentista de S. M. la Reina Doña Sofía- subiendo a diez al año siguiente (de un total de 68 alumnos). En 1930 aparte de tres en los exámenes extraordinarios, otras nueve superan los exámenes entre las que se encuentran las "premios extraordinarios" Carmen Arnedo Martín y Mª. Luisa Gironza Solanas. La última crecida se produce en 1931: terminan 23 féminas, claro que en franca minoría respecto de los otros ciento sesenta y un varones. En lo sucesivo no tenemos más noticias que la graduación de otra más en el turno extraordinario de Mientras esto ocurría, en España quedaban algunos personajes que ejercían la dentistería ambulante. En este capitulo destacan: 1.-Evarista Araci Pintoresca sacamuelas según Mª. Luisa Ramírez de Arellano, gaditana, de ños que trabajaba de forma itinerante por toda Andalucía.Hacía su trabajo subida en un tablado, donde vendía drogas y hacía juegos malabares. Con una gramola reproducía discos de "La Niña de los Peines" a todo volumen. 2.-Como un ejemplo en España de mujer dentista itinerante y repitiéndose la historia de la viuda de dentista, tenemos a Doña Francisca Martínez Ortiz, casada con el dentista Don Jaime García Nogués Doña Francisca Martínez Ortiz, se traslado con su marido a Albacete en Al quedar viuda sigue trabajando como dentista, y obtiene una autorización del Gobierno Civil de la Provincia de Albacete autorizándola a circular libremente en calidad de dentista ambulante. Doña Francisca Martínez Ortiz, Tras morir García Nogués, decidió emprender la dentistería 18

19 teniendo como bagaje lo aprendido de su cónyuge y "un título sanitario, quizá de practicante" viajando durante más de veinte años por pueblos de la provincia. Esta actividad pudo llevarla a cabo gracias a un salvoconducto expedido el 17 de octubre de 1936 por el Gobierno Civil de la Provincia que así decía: AUTORIZO al Camarada Francisca Martínez Viuda de Nogués, avalada por Carmelo García Delgado, Trabajadores de Comercio U.G.T. de Albacete para circular libremente en Calidad de Dentista Ambulante, de Albacete y su Provincia. Ordeno a las MILICIAS POPULARES y FUERZA PÚBLICA le preste la debida asistencia, en caso necesario, sin impedimento alguno... Cuando Doña Francisca Martínez Ortiz, se desplazaba a Albacete, los pregoneros manchegos decían los Sábados y Domingos: Ha llegado la dentista, la señora Doña Paca, que se hospeda en la fonda y trae a su nieta, la pequeña sabia. 26 años duro el titulo de cirujano dentista. Florestan Aguilar consiguió que se implantara el titulo de odontólogo que constaba de bachillerato y 2 años de medicina. El 21 de marzo de 1901, se consigue dicha titulación firmando Romanones y auspiciado por la reina María Cristina. La primera mujer odontóloga fue Clara V. Rosas, en En 1909, Federica Fernández-Cortés. Josefina Landete Arago, 1913 Doña Carmen Arnedo y Doña Luisa Gironza, en 1930 En 1910, se firmaba en España la Real Orden que permitía el acceso de las mujeres a la universidad. Hacía casi 40 años (en 1872) que María Elena Maseras Ribera se había acercado a la Universidad de Barcelona a explicar su deseo de estudiar Medicina poniendo en crisis al sistema No le pudieron impedir matricularse porque no estaba expresamente prohibido, simplemente al legislador ni se le había ocurrido que se pudiera presentar semejante extravagancia. Fue la única mujer entre hombres, hasta que en 1874 Dolores Aleu se matriculó. Pero la brecha estaba abierta y muchas mujeres reclamaron sus derechos de manera persistente, hasta que en 1910, Álvaro de Figueroa y Torres, conde de Romanones y ministro, eliminó las barreras administrativas que impedían a las mujeres acceder a la Universidad. En esos años, 77 mujeres pioneras habían seguido los pasos de María Elena Maseras, tres de cada cuatro culminaron sus estudios, pero sólo ocho lograron doctorarse. En 1915, ejercían 700 dentistas en España, de los que 7 eran mujeres: 1%:Entre estas estaban: Clara Rosas, en Barcelona Edelmira Agulló, en Alcoy María Ferrer, en Barcelona Purificación Patricio en Algeciras. Aurelia Cavarruti, en Valencia 19

20 Natalia Costa, en Valencia. Entre 1901 y 1906 tan sólo veintidós, todos varones, alcanzan el título. Hasta 1908 no encontramos graduación femenina alguna, año en que obtiene su título Clara V. Rosas que se convierte en la primera odontóloga titulada española; un año después lo consigue Federica Fernández Cortés y Casellas A partir de ahí, aumenta el número de alumnas que obtienen su título en la única Facultad española, la de Madrid, todavía en el San Carlos. Salvo Josefina Landete,1913, no encontramos otra estudiante hasta 1915, Ita Lea Kupper. otra extranjera en 1918, Erica Holtmans, 2 en 1920, En 1921 ninguna, 2 en 1922, 1923 y 1924, y una en En 1922, según el Anuario dental, había en España 712 dentistas y sólo nueve mujeres, es decir, el 1.26 eran mujeres. Estas eran: - Edelmira Agulló (1896) - Juana Blanco del Limo (1903) - Aurelia Covazzuti (1900) - Adela Fernández Fetelier (1898) - María Ferrer Colbet (1896) - Josefina Landete Aragó (1913) - Josefina Reizábol (1909) - Clara V. Rosas (1908) - Julia Trigo Seco (1919 ) Llama la atención que cinco son antiguas cirujanas-dentistas y que en más de veinte años de odontología sólo se han graduado cuatro mujeres!. En 1930, las mujeres dentistas españolas seguían sumando sólo treinta y cinco de un total de 1390 profesionales, es decir, el 2.51% eran mujeres. Desde que se creara la profesión de "Odontólogo" en 1901, hasta el año de 1915, tan sólo 7 mujeres obtienen el título que las faculta para ejercerla. En el presente curso académico de , se matriculan en la Facultad de Odontología de la Universidad Complutense de Madrid en su primer año 87 alumnas y 18 alumnos. En el año de 1922, el 1.5% de los dentistas españoles eran mujeres; en enero de 1996 el número de colegiados/as en España es de , de los cuales el 31.4% (4.243), casi un tercio, eran mujeres.. Las Primeras Profesoras de Odontología Españolas fueron: Josefina Landeta Ma Carmen Arnedo Mª Jesús Benítez 20