Sanidad Sobrenatural

Transcripción

1 Sanidad Sobrenatural Dios quiere sanar tu cuerpo, alma y espíritu Introducción Ejemplo: Todo Incluido. Hay paquetes en algunos de los hoteles, especialmente en las playas que incluyen todo - hospedaje, desayuno, comida, cena, café, postres, helados... Así como un paquete de todo incluido, Dios nos ofrece la salvación. No es sólo la salvación de nuestras almas, sino de nuestro espíritu, alma y cuerpo. Y el mismo Dios de paz os santique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo. (1 Tesalonicenses 5:23) En realidad, la palabra griega por salvación, soteria, signica rescate, seguridad, liberación, salud, y salvación. La raíz de esta palabra es sozo que signica sanar, preservar, salvar, hacer bien o hacer completo. Ejemplos de sozo en el Nuevo Testamento nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo, (Tito 3:5) Y la oración de fe salvará al enfermo, y el Señor lo levantará; y si hubiere cometido pecados, le serán perdonados. (Santiago 5:15) Por lo tanto, podemos concluir que la sanidad física es parte de este paquete de todo incluido en el reino de Dios. Es una parte de la totalidad de la salvación. Cuando Dios nos salva, nos quiere hacer completos, tanto en el espíritu, como en el alma y el cuerpo. Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma. (3 Juan 1:2) 1

2 A. Dos ordenanzas para la sanidad física El Nuevo Testamento nos explica que hay dos distintas ordenanzas para ministrar la sanidad: 1. La imposición de manos. 17 Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas; 18 tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán. (Marcos 16:17-18) 2. La oración con la unción de aceite. 14 ¾Está alguno enfermo entre vosotros? Llame a los ancianos de la iglesia, y oren por él, ungiéndole con aceite en el nombre del Señor. 15 Y la oración de fe salvará al enfermo, y el Señor lo levantará; y si hubiere cometido pecados, le serán perdonados. (Santiago 5:14-15) En muchas ocasiones practicamos ambas partes al mismo tiempo. Es decir, podemos imponer las manos sobre alguno y orar; o podemos ungir a un enfermo, pero también imponerle las manos. B. Diferencias entre el uso y propósitos de estas dos ordenanzas Hay varias diferencias importantes entre estas dos formas de ministrar y el propósito de Dios al obrar en la vida de la persona que necesita sanidad. 1. La imposición de manos en Marcos 16. El pasaje de Marcos 16 viene en medio del contexto de la Gran Comisión. Por lo tanto, hay algunas conclusiones importantes que debemos tomar en cuenta. 15 Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. 16 El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado. 17 Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas; (Marcos 16:15-17) 2

3 a. Los que imponen las manos Según Marcos 16:17, los que imponen las manos para impartir la sanidad física son los creyentes. En otras palabras, cualquier discípulo del Señor Jesucristo está autorizado para predicar el evangelio y luego imponer las manos para sanar a los enfermos. b. Los beneciados por la sanidad física. Basándonos en el contexto, vemos que los que reciben la sanidad no son miembros de la iglesia local, sino gente inconversa que puede abrirse a la palabra del Evangelio cuando oran por él o por ella, imponiéndole las manos. En este caso, es una señal para los inconversos que el Reino de los Cielos se les ha acercado. Un milagro en un inconverso puede ser la clave para la salvación de su propia alma y la de muchos otros. c. Ejemplos bíblicos La comisión de los 70 8 En cualquier ciudad donde entréis, y os reciban, comed lo que os pongan delante; 9 y sanad a los enfermos que en ella haya, y decidles: Se ha acercado a vosotros el reino de Dios. (Lucas 10:8-9) Pablo, en la isla de Malta 7 En aquellos lugares había propiedades del hombre principal de la isla, llamado Publio, quien nos recibió y hospedó solícitamente tres días. 8 Y aconteció que el padre de Publio estaba en cama, enfermo de ebre y de disentería; y entró Pablo a verle, y después de haber orado, le impuso las manos, y le sanó. 9 Hecho esto, también los otros que en la isla tenían enfermedades, venían, y eran sanados; (Hechos 28:7-9) d. El propósito El propósito de la imposición de la manos para impartir sanidad entre la gente no cristiana es para demostrarles el poder de Dios, y así conrmar la predicación del evangelio con acción. El mundo necesita saber que el cristianismo no se trata de palabras, sino del poder de Dios. 3

4 Porque el reino de Dios no consiste en palabras, sino en poder. (1 Corintios 4:20) 2. La unción con aceite en Santiago 5. El pasaje de Santiago 5 inicia de la siguiente manera: ¾Está alguno enfermo entre vosotros? Llame a los ancianos de la iglesia, y oren por él, ungiéndole con aceite en el nombre del Señor. (Santiago 5:14) a. Los que reciben la sanidad por este medio El pasaje dice entre vosotros, entre los del pueblo de Dios. Santiago escribe a los cristianos practicantes de la verdad de Dios. Esta epístola no está escrita al mundo incrédulo, sino a los judíos quienes se habían convertido ya a Cristo Jesús. Podemos concluir que esta instrucción es para los cristianos. b. Los que ministran la sanidad Santiago dice que deben ser los ancianos quienes ministran la sanidad física mediante la oración y la unción con aceite. La palabra anciano se reere especícamente a los líderes de la iglesia local, quienes han sido constituidos como ancianos. Sin embargo, no creo que esto impida que otros creyentes maduros en el Señor oren por los enfermos, ungiéndoles con aceite. La palabra anciano utilizado en Santiago 5 signica mayor, o maduro. Por lo tanto, los cristianos maduros pueden ministrar en esta capacidad. c. Tres lecciones importantes en Santiago 5 1. Cada cristiano debe estar asociado con una iglesia local, dentro de la cual es conocido por el liderazgo, y quien conoce a ese liderazgo. Esto nos habla de relación y conexión dentro de la iglesia local. 2. Debe buscar a Dios primero. Debe buscar activamente la oración cuando está enfermo. No se le instruye ir primero al médico, y si sigue mal, luego pedir oración. Debe buscar a Dios primero por el toque divino. 4

5 3. El enfermo debe pedir la oración de los ancianos de la iglesia local, no quedarse en casa con una esperanza de que de alguna manera los ancianos se enteren de la situación y vayan a hacer oración. Deben buscar activamente esta ayuda espiritual y física. ¾Qué enfermo espera a que el médico se entere de que está enfermo? De la misma forma, hay que buscar activamente la oración. d. El uso del aceite El aceite en sí no tiene poderes curativos, sino es simbólico de la unción del Espíritu Santo para ministrar vida y sanidad divinas al cuerpo del enfermo. Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivicará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros. (Romanos 8:11) También sería bueno aclarar que la unción del creyente enfermo con aceite en el Nuevo Testamento nunca tiene la intención de prepararlo para la muerte, como la práctica católica de la extrema unción. Por lo contrario, es para impartir lo opuesto a la muerte, para impartir vida, sanidad y fortaleza divina. C. La soberanía de Dios en la sanidad divina Las Escrituras no detallan cómo va a venir la sanidad cuando oramos por los enfermos. Simplemente nos dicen que sanarán, lo cual podemos traducir como se pondrán bien o estarán bien. Hay dos aspectos a la sanidad divina que dependen totalmente de la soberanía de Dios: 1) La forma precisa en cómo vendrá la sanidad, y 2) El tiempo que este proceso durará. El proceso de la sanidad no siempre opera de la misma forma cada vez. Al imponer las manos, la persona que está ministrando transmite al cuerpo del enfermo el poder sobrenatural de Dios y la sanidad. Es un acto de fe, y algunas veces la persona puede recibir una sanidad completa al instante, en el momento en que uno le ministra. En otros casos, llega como un proceso gradual. Cuando viene de manera gradual, el enfermo debe seguir ejerciendo su fe hasta recibir la sanidad completa. Debe mantener una confesión realista pero a la vez llena de fe. Puede decir: Reconozco que todavía tengo síntomas de enfermedad, pero creo que la sanidad de 5

6 Dios ha sido liberada dentro de mi cuerpo mediante mi obediencia a Su Palabra, y confío en que él completará lo que comenzó. Dios, en Su soberanía y a Su manera, ministrará lo que el enfermo necesita. Una parte de esta enseñanza está basada en en libro El Manual del Cristiano Lleno del Espíritu por Derek Prince 6