Documento de Trabajo Nº 15. El sendero estratégico del ELN: del idealismo guevarista al clientelismo armado. Por: Andrés Peñate?

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1 PAZ PUBLICA Programa de Estudios sobre Seguridad, Justicia y Violencia Universidad de Los Andes Documento de Trabajo Nº 15 El sendero estratégico del ELN: del idealismo guevarista al clientelismo armado Por: Andrés Peñate? MARZO 1998? Economista, M. Phil. Investigador Paz Pública 1

2 Acerca de estrategias y planes Es probable que en el mundo de las palabras existan las plagas. Una de ellas hace que ciertas palabras se pongan exageradamente de moda, y su uso se extienda a las más disímiles áreas hasta casi carecer de significado. Hasta hace poco tiempo, por ejemplo, el ejecutivo era una de las ramas del poder público de nuestra democracia o acaso un puesto con responsabilidad gerencial en la empresa privada. Hoy puede ser cualquier cosa, desde un bus hasta un almuerzo. Algo similar parece estar ocurriendo con la palabras estrategia y estratégico. Antes reservadas al campo de lo militar, hoy parecen estarse tomando por asalto muchas áreas de la vida cotidiana, luego de haber colonizado el léxico de las empresas y los negocios. Aunque afortunadamente no hemos llegado todavía al límite de los desayunos estratégicos, el empleo exagerado de este término ha terminado por desdibujar su real significado y verdadero contenido. En el mejor de los casos, la palabra estrategia ha terminado siendo utilizada como un sinónimo, elegante y distinguido, del término plan. Algo así como lo ocurrido con las escuelas de nuestros pueblos que ahora se llaman concentraciones escolares, o con algunos profesores universitarios de menos de medio tiempo que, en sus hojas de vida, se han transformado en catedráticos. Cuando se trata de analizar la estrategia de organizaciones armadas, esta confusión es mucho más que simple semántica. Tal vez existen solo dos dificultades para poder percibir la estrategia del ELN; ambas están más escondidas en nuestra mente y en nuestro lenguaje que en algún lugar de clima templado en las montañas de Colombia. La primera dificultad es entender que cuando hablamos de organizaciones humanas, armadas o no, lega les o clandestinas, el término estrategia es mucho más que un plan. La segunda, es aceptar que la Unión Camilista del Ejército de Liberación Nacional, para llamarla al menos una vez por su nombre actual completo, es una organización de personas, es decir, un grupo de seres humanos articulados entre sí -como un organismo vivo- en torno a un objetivo y con una estructura ordenada. Estrategia: Cuestión de vida o muerte Más que un plan, una estrategia es un consenso interno sobre lo que una organización debe y no debe hacer para sobrevivir y prosperar. Sobrevivir es usualmente una sola cosa: perpetuarse en el tiempo. Prosperar, puede ser muchas cosas según el tipo de organización de la que estemos hablando; por lo general es una combinación de acumular rec ursos, influencia y prestigio, expandirse en el espacio, y aumentar el número de sus miembros o seguidores, de forma sostenible. 1 1 Ver Strategic Planning for Organizations John M Bryson (1995). En especial los capítulos 5,6,7 & 8. Para aclarar el concepto de estrategia es muy útil recurrir a los textos básicos de teoría de las organizaciones de las 2

3 Una estrategia no es una simple lista de deseos, esperanzas y ambiciones. Pero toda estrategia, ya sea explícita o no, contiene por lo general una lista de los asuntos que una organización percibe como vitales y que además se encuentran dentro de su control o influencia, en el presente cercano. Esto es así, por que generalmente un proceso exitoso de formulación de estrategia comienza con ponerse de acuerdo sobre cuáles son los asuntos críticos pero manejables de los que depende la vida o muerte de la organización 2. Sólo puede decirse, sin embargo, que una organización tiene una verdadera estrategia cuando ha surgido un amplio acuerdo interno sobre el manejo de estos asuntos (Bryson 1995). Permítanme ilustrar lo anterior con un ejemplo. Durante la época de la Guerra Fría, los EE.UU y la U.R.S.S percibían que su supervivencia como naciones dependía, entre otras cosas, del éxito o fracaso que tuvieran los planes del otro por ampliar su influencia en terceros países. Una revolución socialista en Grenada, el ascenso por vías democráticas de un gobierno de izquierda en Chile, o una primavera democrática en Praga, no eran desde su perspectiva, asuntos del pueblo de otro país, sino variaciones de un asunto vital propio que ameritaban la intervención de sus ejércitos o cuerpos encubiertos de seguridad. Para el manejo de este asunto vital cada bando tenía una directriz general que formaba parte de una estrategia global. Parte de esta estrategia consistía en tolerar y apoyar gobernantes locales en sus áreas de influencia, siempre y cuando fueran útiles y leales en su lucha contra el otro. Ciertamente el apoyo a ciertos mandatarios naciona les y la intervención en asuntos ajenos han debido resultar difíciles de justificar dentro de los principios declarados formalmente por cada bando. Pero toda discusión interna se zanjaba simplemente citando la estrategia, es decir recurriendo a un enfoque compartido que rotulaba estas situaciones como un asunto de vida o muerte: He may be a bastard, but he is our bastard. El anterior ejemplo, permite resaltar dos puntos interconexos. El primero es obvio: los asuntos críticos y vitales para una organización no tienen por que ser constantes y por lo tanto, su estrategia no debe ser una especie de tabla de piedra con diez mandamientos. El segundo es menos obvio. Una verdadera estrategia no es un plan ultrasecreto en el fondo de una oscura arca triclave, al estilo de las películas de Maxwel Smart, sino un enfoque, una verdad que todos los miembros de una organización, o al menos todos los que en ella cuentan, comparten y aceptan. Si por restricciones materiales, realidades históricas o incluso verdaderos principios éticos, una organización percibe que un asunto, pese a ser muy importante, escapa a su control o influencia, es muy probable que este, tarde o temprano, en la práctica, no sea tratado como un asunto crítico y vital y salga de la estrategia. Y esto es así porque una estrategia no es un documento matriz para echar discursos y hacer proclamas, sino un conjunto de facultades de Administración. El referido es un buen texto. 2 Bryson (1995) denomina a estos asuntos críticos pero manejables como asuntos estratégicos 3

4 conceptos, escritos o no, que al irradiarse dentro de la organización le proveen a sus miembros una guía para la acción 3, una especie de lente conceptual que les permite identificar los asuntos peligrosos para el grupo; un esquema sencillo que permite distinguir los amigos de los enemigos ( our bastards vs. their saints ), y las posiciones correctas de las herejías. Aun cuando no sea escrita (como es en la mayor parte de los casos) la estrategia de una organización actúa como una especie de partitura gruesa que clarifica a todos sus miembros cuales son los asuntos a los que les deben prestar atención y a cuales no. Su utilidad práctica es que permite canalizar y enfocar los esfuerzos a lo verdaderamente importante. No es de extrañar, por lo tanto, que los miembros de una organización que con sus palabras o acciones ponen en duda la validez de la estrategia vigente, sean vistos con desconfianza por los demás y hasta tratados como traidores. Quien pone en entredicho una estrategia, por fuera de los espacios tolerados para ello, pone en juego la cohesión misma de la organización y, desde el punto de vista de los demás, atenta contra su supervivencia. Veamos si un ejemplo permite ilustrar mejor este punto. Durante la confrontación Este- Oeste, el ELN, como casi todas las organizaciones guerrilleras del continente, consideraba que contar con el respaldo de algún país de la esfera socialista era un asunto crítico y vital. No sólo -como se cree normalmente- para tener una fuente externa de apoyo logístico y financiamiento, que en el caso de los elenos tal vez nunca fue considerable, sino para obtener dos cosas aún más importantes para toda guerrilla que comienza: a. Ganar legitimidad internacional, es decir status de freedom fighters, como llamaba Reagan a sus contras en Nicaragua, en lugar de la odiosa y temible etiqueta de terrorista. b. Conseguir una escuela que enseñe como organizarse. Crear un grupo organizado (es decir gobernado) de hombres con armas requiere mucho esfuerzo. Imagínense lo que significa montar y controlar una organización armada que además es clandestina. El santo patrón al cual el ELN se encomendó estratégicamente (si puedo abusar de la palabra) fue la Cuba revolucionaria del comandante Fidel Castro. De hecho, el vínculo del ELN con Cuba está en el origen mismo de la organización: la famosa conformación de la Brigada José Antonio Galán en la Habana en 1962, por parte de un pequeño grupo de estudiantes colombianos que viajó a la isla con becas del gobierno cubano, bajo el mando de Fabio Vásquez Castaño 4. 3 De hecho, estas son las palabras utilizadas por los elenos recientemente: El material es una guía para la acción y como tal la militancia está obligada a hacerlo suyo y regirse por él. una guía para nuestro trabajo. el punto de referencia en la tárea prioritaria hacia recomponer el acumulado y afianzar la cohesión política Documento síntesis del Tercer Congreso de la UC-ELN (Facsímil, Junio de 1996). Para los elenos de la UC - ELN esa U de unidad no significa convergencia de medios distintos para un único fin, sino homogenización de táctica y estrategia frente al enemigo. 4 Este vínculo ha sido ampliamente documentado, ver: Jaime Arenas (1971); María López Vigil (sin fecha) y Marta Harnecker (Quito 1988). Sin embargo, mucho más interesante es consultar Violencia y lucha armada: 4

5 Durante el tiempo que el ELN necesitó a Fidel y su gobierno, buena parte de su concepción estratégica fue un dibujo al carbón de los principios que permitieron a un puñado de jóvenes tomarse Cuba desde la Sierra Maestra. La base de esta concepción estratégica es un enfoque un tanto mesiánico de la guerra de guerrillas que se conoce como la teoría del foco o foquismo y que puede ser leído en Guerra de Guerrillas, un método del Ché Guevara 5. Para el primer ELN lo crítico y vital era mantener el vínculo con Cuba, esto traía consigo el premio de aceptar un enfoque estratégico que en la isla había resultado victorioso. 6 Como veremos más adelante, la derrota del ELN en la campaña de Anorí (1974), le enseñó a la organización que su apego al foquismo no era bueno para su supervivencia y prosperidad, y que la teoría cubana no era un premio sino un elevado precio. Después de una larga, difícil y violenta discusión interna, el ELN se deshizo tanto del foquismo guevarista como de su líder creador Fabio Vásquez Castaño. Sin embargo, mantuvo alguna forma de vínculo con la Isla esperando de ella al menos su reconocimiento y apoyo internacional cuando triunfara la revolución en Colombia, como consta en varias de sus publicaciones 7. el caso del ELN. Una historia de vida ( ) de Carlos Medina Gallego (Tesis. Departamento de Historia. Universidad Nacional de Colombia. Bogotá 1997). Aunque este trabajo peca en consultar sólo las fuentes del ELN y, por lo tanto, produce una visión parcial, a veces casi apologética, de esta organización, provee datos muy interesantes. Medina Gallego, a lo largo de su trabajo de tesis, registra por lo menos cuatro acontecimientos que demuestran que el vínculo del ELN con el gobierno cubano fue mucho más fuerte y profundo de lo que usualmente se cree. El gobierno cubano proveyó entrenamiento militar a miembros de la organización, con lo que ayudó a crear los primeros cuadros de mando, y actúo como santuario de sus líderes de una manera activa y sostenida desde su formación en 1962 hasta El foquismo se diferenció de otras doctrinas revolucionarias defendiendo la hipótesis de que la única manera válida de hacer una revolución socialista en América Latina era sólo mediante el uso de las armas en zonas rurales, organizadas en pequeños grupos errantes de guerrilleros (focos). Todos los esfuerzos de una organización revolucionaria debían orientarse exclusivamente a apoyar los focos armados con logística o reclutando combatientes. Cualquier forma de hacer la revolución diferente a esta era considerada por los creyentes del foquismo como revisionista. Para el ELN inicial el foquismo era la alternativa a las tendencias reformistas de la izquierda legal y a las formas de auto-defensa proclamadas por las FARC. (Harnecker 1988, 32) 6 No obstante, sería un grave error pensar que la culpa de la existencia del ELN radica tan sólo en un gobierno extranjero o en la puja por el poder mundial entre la URSS y los EE.UU que caracterizó esos años. Aunque es muy fácil endilgarle la culpa de nuestros males internos a la situación externa, las condiciones de nuestro país a mediados de la década de los 60s, en particular el sentido de injusticia y los agravios no resueltos que quedaron en muchas zonas rurales del país despúes de La Violencia, debieron también haber contribuido al surgimiento del ELN y otros grupos insurgentes. Es muy posible, como piensa el Dr. Rafael Pardo Rueda, que procesos de paz que pasan por encima de la justicia y que no contemplan siquiera la clarificación de los hechos más atroces, como lo fue en cierta medida el Frente Nacional, no sean sostenibles y aunque funcionen por un tiempo terminen generando más violencia. 7 Ver en particular Poder Popular y Nuevo Gobierno. Conclusiones del Segundo Congreso UC-ELN (Colombia, 1990). A mi manera de ver, una interesante y muy útil línea de investigación para quienes se interesan en estudiar las relaciones exteriores de Colombia, es la de averiguar los detalles del vínculo entre el ELN y Cuba, su evolución después de 1975 y sobre todo su verdadero estado actual. Es posible que allí todavía existan elementos que ayuden para la pacificación de los elenos, como es posible que no. De todos 5

6 Con el derrumbe del muro de Berlín en 1991, la desaparición del campo socialista y el debilitamiento insospechado de Cuba, el ELN acepta la nueva realidad que le impone las circunstancias; y afirma, sin mayor dificultad, que el apoyo de los países socialistas, incluyendo a Cuba, no es ya un asunto crítico y vital para la organización 8. En otras palabras, el ELN, al percibir que el asunto de un país tutor no es más una variable influenciable, simplemente hace lo que dice la teoría que toda organización hace ante iguales circunstancias: saca el tema de su lista de asuntos críticos y vitales, sin importar lo vital que haya sido en el pasado, y enfoca sus esfuerzos a otros temas. Pensemos al ELN por lo que es: una organización Espero que el anterior ejemplo sirva para demostrar que parecen existir nuevas posibilidades de aprender aspectos insospechados del fenómeno de las guerrillas sobrevivientes en Colombia, si se utiliza como lente conceptual la teoría de las organizaciones. La razón es tan simple que me temo parece de Perogrullo: gústenos o no, el ELN y las FARC son organizaciones armadas. Tengo la impresión de que, hasta el momento la mayor parte de los esfuerzos para comprender estos fenómenos, se han enfocado en la segunda palabra subrayada y no en la primera 9. La mayor parte de trabajos se han enfocado en lo que parece diferente, atractivo y especial de estas organizaciones: los fierros, las historias de rebeldía y de gesta armada, las entrevistas en el monte con coñac francés y cigarrillos norteamericanos gratis. Y no en lo que parece común e incluso aburrido, el hecho de que estos grupos armados son organizaciones, como bien lo demuestra tan sólo su capacidad de sobrevivir a lo largo del tiempo. La Compañía de Jesús, las FARC, Microsoft, el ELN, los Boy Scouts, todos tienen en común el hecho de que son organizaciones humanas; y por lo tanto, les guste o no, lo sepan modos, no me parece que sea muy acertado pensar que el Comandante Fidel tiene las llaves de un proceso de paz con las organizaciones guerrilleras colombianas. Por este camino, en el mejor de los casos, sus buenos oficios podrían facilitar tal vez sólo el inicio de una nueva ronda de diálogos con los elenos que, como están las cosas, no tendrían mucha posibilidad de éxito. Pensar que las guerrillas del país están a la orden de Castro, como han sugerido varios, es totalmente incorrecto. Pero Cuba puede aportar muchos elementos (v.g. perspectiva política y conocimiento especial) que podrían ayudar a que las organizaciones guerrilleras de nuestro país se convenzan de que no hay futuro por la vía armada; este es, a mi modo de ver, un pre-requisito indispensable para poder embarcarnos en un proceso de paz posible, digno, seguro y estable. Claramente el estado colombiano debe asegurarse de tener unas muy buenas relaciones con Cuba. 8 Muchos países socialistas han entrado en crisis y el llamado Campo Socialista se derrumbó, quedando seriamente limitada la posibilidad de que determinados países sean retaguardia de nuestra revolución (Documento síntesis del Tercer Congreso 1996). 9 Prueba de ello es el extraordinario y rico trabajo de Alfredo Molano. Así como buena parte de las llamadas columnas de análisis de los principales medios impresos del país. 6

7 o no, están sometidas a unos principios básicos que las regulan y que, en cierta medida, las hace predecibles o al menos comprensibles 10. En mi opinión, un obstáculo importante para aprehender la estrategia del ELN, proviene de nuestra dificultad para aceptar que se trata de una organización. Esto es así, por que solo mencionar su nombre despierta las más encendidas pasiones. Si se le ve como un grupo de bandoleros, es imposible observar estrategia alguna, a lo sumo se verán planes y estratagemas sin mayor articulación y ambición. El desenfoque es todavía mayor si se les ve como vanguardia de iluminados o perros rabiosos. Permítanme expresar aquí una reflexión personal. Creo que el nuestro sería un mejor país si no existieran el ELN, las FARC ni los paramilitares como organizaciones armadas al margen de la ley. Simplemente porque, como la mayoría de los colombianos, soy contrario a los totalitarismos y al que seres humanos vivan bajo el temor de las armas. Pero también pienso que no es negando su naturaleza de organizaciones, insultándolas ni alabándolas como vamos a poder entenderlas. Y no veo cómo vamos a poder pacificarlas e integrarlas al resto de la Nación si primero no las entendemos. Espero en los próximos párrafos aportar algunos elementos que ayuden a poner en evidencia esos pocos asuntos críticos pero manejables de los que depende la supervivencia y prosperidad del ELN actual, es decir los elementos que constituyen el embrión de su estrategia. Por que a mi manera de ver, el ELN, como toda organización humana que haya demostrado interés en permanecer y crecer, tiene una estrategia. Cuáles son los asuntos críticos para la estrategia del ELN? La estrategia actual del ELN es fruto de su trayectoria. El ELN no llegó a su estrategia de hoy mediante discusiones con consultores y expertos, sino a través de sus propios fracasos y aciertos. El ELN actual es el resultado de un arduo, violento y letal proceso de prueba y error que ha durado más de 35 años. Los elenos aprendieron cuales son los asuntos de los cuales depende su supervivencia y prosperidad en la escuela de la vida y de la muerte. Es necesario, por lo tanto, referirnos a su trayectoria. A su regreso de Cuba en 1962, algunos de los miembros de la Brigada José Antonio Galán deciden pasar de la palabra a la acción y, en la vereda la Fortuna en el municipio de San Vicente de Chucurí (Santander), crean el primer ente guerrillero del país fiel al foquismo guevarista, con miembros de dos o tres familias campesinas de esta zona, muchos de los cuales eran herederos directos de las prácticas de la guerrilla liberal de Rafael Rangel Tal vez no es una coincidencia que tanto Nicolás Rodríguez Bautista (Gabino) como el Cura Pérez, los dos supremos del ELN, en las extensas entrevistas concedidas a María López Vigil (sin fecha) y a Carlos Medina Gallego (1997) se refieren al ELN repetidamente como la organización. 11 (López Vigil sin fecha, 32) Nicolás Rodríguez Bautista (Gabino), el máximo líder del ELN hoy, nació precisamente en ese lugar hace 46 años. 7

8 Pasaron dos años y la moral de los miembros de este foco no iba por el mejor de los caminos. El levantamiento popular que ellos creían inminente en todos los países de América Latina y que esperaban capitalizar y dirigir en Colombia, parecía bastante distante. Lo que es peor, nadie se había percatado de su existencia ni de sus importantes fines. Es así como Fabio Vásquez toma la decisión de atacar el puesto de policía de la pequeña población de Simacota en enero de Luego de quedarse con las armas del puñado de policías asignados al casco urbano de esa población, y tras una serie de arengas a sus habitantes, los guerrilleros anunciaron al país y al mundo la existencia del ELN (Arenas 1971, 44). También anunciaron su objetivo estratégico: La obtención del poder por las clases populares y la derrota de la oligarquía nacional, de las Fuerzas Armadas que las sostienen y de los intereses económicos, políticos y militares del imperialismo norteamericano (Medina 1997, 97). Para diferenciarse de la combinación de formas de lucha de las FARC, y fiel a su origen guevarista, el ELN hace público en Simacota su compromiso de adelantar la causa revolucionaria sólo mediante el empleo de las armas y oponerse firmemente a la participación en el proceso electoral 12. Lo primero es ser visto como un personaje nacional Los muertos de la toma de Simacota, el discurso anti-gringo, el nuevo nombre sonoro y rimbombante, una buena sigla, y su compromiso con los fierros, le otorgaron al pequeño foco mucha publicidad. Su nombre comenzó a hacerse familiar entre estudiantes universitarios idealistas y para finales de ese año, el ELN había logrado duplicar sus miembros contabilizando un total de treinta guerrilleros. Entre ellos se encontraba un carismático, romántico y popular joven sacerdote llamado Camilo Torres. Camilo moriría en su primer combate a principios de 1966 probablemente sin que hubiera podido disparar una sola bala. Paradójicamente, su muerte fue lo mejor que le ocurrió al ELN en sus primeros diez años de existencia. Camilo muerto, como el Ché, se transformó en un poderoso símbolo y le proveyó al ELN mucha notoriedad y publicidad (Arenas 1971, 63) especialmente entre círculos progresistas del continente europeo, siempre tan dispuestos a soñar con paraísos revolucionarios en América mientras gozan los placeres de la vida burguesa y las seguridades propias del mundo industrializado. Este estallido de publicidad fue crucial para el ELN. De repente, el grupo descubrió que su nombre parecía estar en el centro de la discusión política del país; que su discurso era escuchado y discutido por algunos intelectuales y políticos, que atraía la atención de medios de comunicación y de algunos líderes sindicales del sector petrolero Aunque, como veremos más adelante, ese principio de abstencionismo beligerante que des carta cualquier salida política al problema de la violencia fue modificado y corregido en los años 80, todavía es motivo de discusión interna. 13 (Medina 1997) Contiene varias referencias y explicaciones sobre los vínculos iniciales entre el ELN y algunos miembros del sindicato petrolero. Ver en particular las pags. 69, 190, 191, 211, 351. Segun Medina Gallego, el viejo ELN encontró desde un principio en algunos miembros de la USO una organización que trascendía la reivindicación salarial; un sector influenciable por la propuesta armada y que comparte un 8

9 Con Simacota y la muerte de Camilo, el ELN aprende que su fortaleza está en la figuración pública (en la pantalla ) que es posible lograr en nuestro país combinando acciones armadas con un discurso nacionalista, radical y totalitario que atrae la atención de nichos progresistas de la sociedad. Es precisamente esta combinación la que, desde Simacota hasta el último Congreso Petrolero organizado por Ecopetrol bajo exigencia de sectores de la USO en 1996, le ha otorgado al ELN una desmedida preeminencia pública, insospechada cuando se sopesa su verdadero acervo de poder o se toma en cuenta su gran impopularidad entre el grueso de la población nacional. Y es por medio de esta notoriedad tan poco democrática que el ELN ha buscado siempre ganar, conservar o ampliar (según sea el caso) un lugar en la discusión de los asuntos importantes del país. El ELN siempre, desde Simacota, usa las armas para hacerse valer en el foro político nacional, a pesar de contar, en la realidad, con muy poco respaldo popular nacional. El ELN de 1966 no tenía plata, tampoco muchos hombres ni armas, pero ya se sentía y era tratado por algunos como un personaje nacional. Cada vez que surgen dudas o discusiones sobre la validez de la lucha armada, los elenos repiten esta percepción, como una especie de mantra que les demuestra lo mucho, a su manera de ver, que han logrado en estos años y les proporciona la creencia de no haber errado de camino. A veces, el gobierno de Colombia, en su ciego afán de llegar a una solución de compromiso con cuanto grupo armado le reta, ha facilitado, sin percatarse siquiera, que esta percepción se refuerce al interior del ELN. Después de todo los elenos se dieron el lujo de revisar en Caracas y en Tlaxcala asuntos como la apertura económica y la política petrolera nacional durante las conversaciones de 1991 y 1992, sin dar nada a cambio. Esto es como intentar apagar un fuego con gasolina. Para el ELN de hoy es vital contar con una imagen de personaje nacional y una versión de su historia que lo muestre como una organización en continuo avance. Esos dos elementos son claves para mantener la cohesión y la moral de la organización armada y por lo tanto son vitales y estratégicos. No quiero decir con lo anterior que el diálogo, es decir la vía política, no sea un camino para llegar a la paz con el ELN. Lo que quiero decir es que paradójicamente, entablar un diálogo que le otorgue al ELN protagonismo nacional en asuntos distintos a los de seguridad, imposibilita, llegar a una salida negociada porque refuerza los argumentos del ala más radical de la organización. discurso radical. También según Medina Gallego, el ELN influye desde muy temprano a algunos líderes de la USO y de Fedepetrol, quienes como simpatizantes o militantes del ELN introducen el discurso eleno en las discusiones del sindicato. El ELN encuentra muy tempranamente en un sector de la USO una confluencia de posiciones y una complementariedad de intereses. Esto no quiere decir, según Medina, que exista una subordinación política entre unos y otros. El ELN no ha tenido ni tiene una influencia hegemónica sobre la USO, sino que una minoría dentro del sindicato ha visto en las armas de los elenos una forma de adelantar su agenda dentro del sindicato por otros medios. A cambio, los elenos han obtenido un foro político importante (el foro petrolero y energético) y es de suponer que alguna forma de ayuda logística. 9

10 El ELN aprendió desde su más tierna infancia sacar provecho del foro democrático y conoce las ventajas de buscar estar en el centro de debates políticos democráticos (v.g. la política energética, las relaciones internacionales, etc.) pero desde afuera de la democracia y utilizando medios que atentan contra ella. Para lograr esto, el ELN requiere estar en los medios de comunicación como un actor de peso, figurar en temas de la agenda pública del gobierno distintos a los de seguridad, y participar en cualquier foro político donde demócratas bien intencionados - o no tanto - les comen cuento y los llaman para escuchar sus puntos de vista. Así como un actor necesita de un público, el ELN necesita para sobrevivir ser percibido (y tratado) como un personaje por una audiencia relevante; entre más importante la audiencia mucho mejor. Trágicamente para tantos hogares de Colombia, los elenos encontraron en la toma y destrucción de puestos policiales rurales y asesinato o humillación pública de policías y soldados, la primera y más fácil forma de conseguir esa audiencia. Aunque hoy ha encontrado otras como la voladura sistemática de oleoductos 14 o el secuestro de notables regionales, el ELN piensa que la toma de puestos de policía y la eliminación física de agentes le continúa reportando réditos propagandísticos, además de poder conseguir unos cuantos fierros adicionales. Aunque nunca ha llegado a ejecutar algo tan burdo como la toma del Palacio de Justicia, el ELN, como el M-19 se desvive por la propaganda. En ocasiones, sin embargo, se ha chamuscado con ella 15. Aun hoy, el ELN busca cada tanto organizar entrevistas exclusivas con dóciles periodistas extranjeros. La primaria en Santander El ELN desde Simacota creció de un modo lento pero estable hasta 1973, cuando llegó a contabilizar unos 270 hombres en armas (López, sin fecha, 139). Los combatientes se encontraban organizados en cuatro o cinco grupos llamados frentes, cada uno de los cuales era el resultado de fuertes lealtades personales a un líder 16 pero al final todos 14 El primer atentado contra infraestructura de transporte petrolera fue el 15 de agosto de 1965, segun cita de Medina (1997, 136); pero no fue parte de una acción sistemática, coordinada y sostenida como la que padece hoy el oleoducto Caño Limón. 15 El 9 de marzo de 1967, Fabio Vásquez organiza un asalto a un tren pagador del ferrocarril del Magdalena en Cimitarra. Luego de volar la carrilera y matar a un oficial de policía, cinco agentes y tres empleados públicos, los guerrilleros escaparon con el dinero de la nómina hacia la selva. Lo interesante del hecho es que fue cubierto por un periodista mexicano de nombre Mario Menéndez de la revista Sucesos, quien había sido contactado por Fabio Vásquez en la ciudad de México para que viniera a Colombia a escribir algunas crónicas sobre el ELN. Menéndez hizo su tárea con tanta diligencia, que ocasionó serios problemas de seguridad para algunos integrantes de la organización y sus reportajes fueron utilizados como pruebas legales en procesos judiciales conducidos contra miembros del ELN posteriormente (Arenas 1971, ). Aun hoy es posible detectar muchos datos interesantes en entrevistas con dirigentes del ELN que, con una administración de justicia un poco menos paquidérmica, pudieran judicializarse. 16 Los grupos se denominaron en ese tiempo según se llamara el responsable, en el concepto caudillista que 10

11 férreamente controlados por Fabio Vásquez Castaño (Medina 1997, 270). Estos focos no se encontraban asentados en alguna zona específica sino se mantenían errantes, buscando emboscadas fáciles contra el ejército o tomas de cuartelillos de policía principalmente en pueblitos de Santander y del vecino Sur de Bolívar (López sin fecha, 136). El ELN de ese entonces era, según sus propias palabras, exageradamente militarista. Su prioridad era la de atacar objetivos militares blandos y continuar creciendo el número de hombres en armas. A pesar de que en la Colombia desajustada de hoy, conformar un grupo armado de 270 homb res puede parecernos irrisorio, lo cierto es que lograr este crecimiento no resultó fácil de alcanzar ni de manejar para el primer ELN. Esta ampliación inicial del número de hombres en armas desencadenó una serie de acontecimientos que, al combinarse con el militarismo que le imponía su apego al foquismo guevarista, condujo a la organización al borde de su total aniquilamiento luego de la Campaña Anorí que condujo el gobierno en Al comenzar a crecer el número de hombres, el ELN descubrió, como lo sabe cualquier ministro de hacienda de todo país, que mantener un grupo de hombres armados, por pequeño que sea, cuesta mucho dinero. Dentro de la concepción purista y romántica, que imponía el enfoque guevarista del primer ELN, los elenos creían que el principal soporte financiero de su lucha debía provenir del apoyo campesino, es decir de la población circunvecina a los focos guerrilleros. También era permitido obtener recursos mediante asaltos a sucursales de la Caja Agraria y robos de nóminas de entidades públicas, pero estas, por su misma naturaleza, eran fuentes extraordinarias de financiamiento y no era posible contar con ellas de un modo ordenado y planificado (Gallego 1997, 233). Al principio, a cambio de comida, los elenos viejos entregaban a los campesinos unos papelitos de cuaderno con el título de Bonos de Esperanza Revolucionaria donde el ELN se comprometía a pagar 20 o 30 pesos de yuca o plátano el día que triunfara la revolución (López sin fecha, 236). No es difícil imaginarse que, los sentimientos entre los campesinos pobres que veían como parte de la comida de sus familias, era tomada por hombres en armas a cambio de unos papelitos, fuesen de todo menos de esperanza. El ELN había descargado sobre el campesinado circunvecino a sus focos el peso de financiar la lucha armada, entre más crecía el número de hombres, mayor era el peso y por lo tanto más difícil era contar al menos con el apoyo pasivo de la población local. El apoyo de la población local es un asunto vital, por lo tanto estratégico, para toda organización armada, ya sea ilegal o del Estado, que pretenda conducir con éxito operaciones de guerrillas en una zona. Y cuando digo población local me refiero al nivel local mínimo, es decir lo que en Colombia llamamos la vereda, el corregimiento o el caserío; pero, en algunos casos, el término población local en la guerra de guerrillas había. Se hablaba del grupo de Fabio, del grupo de los hermanos Vásquez, que era el grupo más numeroso; del grupo de José Solano Sepúlveda, de Isidro, de Ricardo Lara (Harnecker 1988,46) 11

12 puede incluso comprender el nivel de la familia extensa, forma de asociación humana muy común en zonas rurales. El crecimiento hizo que pronto la práctica de escribir papelitos resultara irrelevante. Como tantas otras veces en la historia, un grupo de hombres armados que se auto definen como salvadores o protectores de otros, se sintió justificado para quedarse con lo bueno que tienen o producen esos otros y descubrió que no se requiere de muchos modales para ello. La relación del primer ELN con la base campesina se basó exclusivamente en la fuerza 17, lo que se exacerbó aun más al crecer su número de hombres. No es de extrañar que la población local de las zonas recorridas por el primer ELN, se mostrara cada vez más inclinada a colaborar con el Estado. El crecimiento también obligó al viejo ELN a expandir el área geográfica de sus operaciones. Una guerrilla que hace mercado en las casas de los camp esinos y a cambio les deja un papelito o un discurso, no puede darse el lujo de mantenerse en un área muy reducida, está obligada a moverse constantemente buscando repartir el peso de su existencia entre una base campesina más amplia. Al crecer su tamaño, y por lo tanto su peso, no tiene opción sino la de moverse en un área mayor. Fue así como el ELN comenzó a desplazar sus operativos de cacería de policías y soldados hacia el departamento de Antioquia en 1974, un área cuya geografía era desconocida para sus integrantes, quienes carecían además de las más mínimas relaciones personales con la población local. El bachillerato en Anorí El plan de los elenos era el de anunciar su entrada a Antioquia con un ataque al puesto de policía de Anorí, seguido por el usual asalto a la Caja Agraria y serie de discursos. Esta tarea le fue asignada al frente dirigido por los hermanos Vásquez que contaba con cerca de la mitad de los hombres de la organización. Esta vez, sin embargo, las cosas resultaron distintas. El Ejército había previsto con anticipación los movimientos de la guerrilla, cada pequeño puesto de policía había sido reforzado y existía un plan para proveer apoyo rápido a los puestos bajo ataque. Como resultado de lo anterior, la toma de Anorí resultó un total fracaso para los elenos quienes aprendieron que ir a matar policías y soldados no era tan fácil ni divertido como ir a cazar patos en diciembre. Las probabilidades de dejar la vida en el intento o tener que salir corriendo no eran ya despreciables. Pero sus problemas no terminaron allí. Anorí no era un evento aislado donde el dios de la guerra había sonreído al Ejército por virtud del azar 18. Después de Anorí, siguieron varios golpes militares que se extendieron por todo el territorio donde el ELN transitaba con 17 La forma vertical en que se trazaban las orientaciones o se hacían los llamados al campesinado para que colaborara con la guerrilla, muchas veces infundía más temor que respeto se generaron conflictos (entre) las estructuras guerrilleras y las familias campesinas, que vivían con el temor de que los guerrilleros abusaran de sus esposas e hijas (Medina 1997, 238) 18 Varias acciones importantes contra el ELN se habían conducido con éxito antes de Anorí. De hecho, varios de sus miembros habían sido capturados y procesados legalmente en un éxitoso juicio verbal de guerra en

13 confianza. Anorí fue el principio de una campaña militar del Estado contra el ELN, debidamente planificada, con objetivos claros, sostenida en el tiempo, acompañada de procesos y condenas legales y respalda por el Gobierno. La conducción de las tropas, además, estuvo en manos de una oficialidad que años atrás había peleado en Corea bajo el mandato de las Naciones Unidas. Una oficialidad distinta, realmente elite para usar los términos actuales, que había aprendido técnicas militares diferentes a las tradicionales y especialmente aptas para la guerra de guerrillas de ese tiempo en Colombia. Oficiales como Álvaro Valencia Tóvar que habían estudiado a su oponente, sabían la importancia de la integración con la población local y conocían como lograrla. La campaña de Anorí fue un duro revés para el ELN, varios de sus integrantes, incluyendo dirigentes, perdieron la vida en combate y muchos fueron capturados y debidamente procesados ante tribunales de guerra. Pero su relevancia - como la de toda operación seria de guerra de guerrillas - no puede medirse simplemente en términos de bajas, capturas y sentencias. Lo más importante de Anorí no fueron los resultados inmediatos de los combates y los consejos verbales de guerra, sino el mensaje que estos transmitieron a los miembros de la organización: el ELN no es una organización exitosa y pertenecer a ella nos puede llevar al cementerio o a la cárcel. A pesar de que el grito de guerra del ELN desde ese entonces era Ni un paso atrás, liberación o muerte (NUPALOM), el mensaje que transmitió Anorí desencadenó muchas deserciones. En 1974, en un sólo año, el ELN pasó de 270 guerrilleros a menos de 70 (Medina 1997, 314). Esta cruda realidad trajo consigo un profundo desencanto entre muchos miembros de la guerrilla quienes comenzaron a criticar el foquismo, el purismo guevarista, la concepción de que lo armado debía prevalecer sobre lo político y a desafíar el liderazgo caudillista de Fabio Vásquez. Otros en cambio, como náufragos en medio de la tormenta, se aferraban más a los viejos principios y no creían que los contratiempos de ese momento provinieran del enfoque guevarista sino de no saber ponerlo en práctica. El consenso interno sobre lo que la organización debía hacer para prosperar se rompió y el ELN se quedó, en la práctica, sin una estrategia, sin guía para la acción. Por lo general, es muy difícil para cualquier organización dejar un espacio controlado para la crítica interna o externa; sobre todo si se encuentra en medio de un conflicto de vida o muerte. A primera vista un proceso de crítica contiene gérmenes que pueden romper el consenso que guía su acción y unidad; sin estos una organización se paraliza y puede desaparecer. La verdad, sin embargo, es que la mejor forma de llevar prontamente a la sepultura a una organización es cerrar todo espacio a la crítica. Eso fue lo que casi le ocurrió al ELN después de Anorí. Fabio Vásquez, el líder del ELN, sucumbió fácilmente a la teoría de la conspiración y comenzó a ver detrás de todo disidente, un traid or, un infiltrado, un enemigo encubierto, un culpable de la derrota. Viendo enemigos detrás de cada uno de sus hombres, Vásquez Castaño se marcha a Cuba a finales de 1974 con el pretexto de gestionar algún apoyo adicional que ayúdese a remontar la crisis. Desde la isla, Vásquez pretende, como los 13

14 hacendados espantados hoy por la guerrilla, continuar orientando a la organización mediante el uso del radio y reuniones periódicas con Gabino quien, a los 24 años, queda a cargo de la administración de la finca (Medina 1997, 336). Vásquez intenta suprimir la crítica en su contra mediante el empleo de la fuerza y ordena una serie de ajusticiamientos internos; pero ya había perdido la confianza de la mayoría de sus hombres y la organización se divide. Se desata entonces una verdadera guerra interna en el seno del ELN por quedarse con el mando; no hay un consenso sobre lo que hay que hacer ni nadie con la autoridad necesaria para imponerlo. En lo único en que los elenos logran ponerse de acuerdo es en la necesidad de relevar a Fabio Vásquez de toda responsabilidad en Los golpes del Estado no cesaron con Anorí 19. Después de cada golpe, la organización o sus facciones se reunían para encontrar culpables que luego eran ejecutados. Entre 1974 y 1978 la organización vive un período de auto aniquilamiento donde pierde la mayor parte de sus miembros con ideas y capacidad para conducir a otros; precisamente, el recurso más valioso que puede tener cualquier organización. Muchos mueren ante pelotones de fusilamiento propios, a otros se les obliga a ejecutar misiones suicidas como muestra de lealtad. Los más afortunados logran abandonar la organización e incorporarse al M-19 o a la vida civil 20. En Anorí el ELN aprende a sobrevivir Este período entre 1974 y 1978 es crucial para entender al ELN de hoy y a su actual estrategia. Debajo del brutal proceso de autodestrucción movido por el ansía de poder personal y el afán de encontrar culpables para descabezar, se comienza a gestar en sectores del ELN una reflexión enfocada a revisar la experiencia de Anorí pero no para encontrar culpables sino una salida a la crisis. Un debate para redescubrir los asuntos críticos pero manejables de los que dependía la vida o muerte del ELN. Literalmente, una discusión estratégica. En este período, algunos elenos por su propia cuenta comienzan a analizar las 19 El más importante es conocido al interior del ELN como el Febrerazo, ocurrido en febrero de 1977 cuando el Ejército desmanteló toda la estructura urbana del ELN en Bogotá con un importante decomiso de infraestructura logística, documentos y varias detenciones. Gabino escapó de ser capturado por poco (Medina 1997, 365). 20 Un error bastante parecido es el que está ocurriendo hoy como reacción a la escalada armada actual de los grupos guerrilleros que ocurre mientras escribo estas páginas. A raíz del ataque contra un pequeño puesto militar encargado de proteger una torre de comunicaciones en el cerro de Patascoy, el gobierno anunció de forma casi inmediata la baja de una serie de oficiales en la línea de mando relacionada con ese puesto. Este tipo de acciones ciegas puede satisfacer el deseo de mostrar que pese a todo se gobierna, pero no ayuda a atacar las causas raíces que hacen posible que este tipo de ataques de la guerrilla contra pequeños puestos militares fijos sean éxitosos. Después de todo, Patascoy no es el primer descalabro de este tipo que ocurre. Si realmente se deseaba transmitir un mensaje de accountability, el Gobierno o quienes dicen ejercer la oposición en el Congreso han debido pedir la renuncia del Ministro de Defensa, quien es el verdadero responsable de la conducción de la defensa nacional. 14

15 experiencias que tienen a la mano de otros grupos guerrilleros, especialmente las FARC, y comienzan a pensar que hay que copiar lo que a los otros les funciona. En 1975, se incorpora a la guerrilla armada un grupo urbano, entre quienes se contaban algunos jóvenes miembros de Fecode. Apenas llegan a la vida guerrillera, estos jóvenes maestros comienzan a formular una serie de preguntas simples pero difíciles e incómodas de responder: Porqué no crecemos? Porqué no nos articulamos a las causas revindicacionistas de sectores de la población? Por qué no articulamos la lucha armada a la lucha política? Existen formas de financiar la guerrilla sin estar recostados sobre la población local? (Medina 1997, 353). Las preguntas de estos maestros, como es natural, no fueron bien recibidas, muchos de ellos fueron tildados de traidores y tuvieron que salir de la organización, pero al final la simpleza y contundencia de las preguntas calaron entre los que sobrevivieron a las purgas y facilitaron un debate sobre las causas raíces de los males del ELN, sin que se desencadenaran mutuas recriminaciones y tuvieran que matarse tanto entre sí. Los restos del ELN se organizaron entonces en torno a dos posiciones en 1977: a) La Línea Oficial, compuesta en su mayoría por guerreros del campo y dirigida por Gabino, defendía el enfoque foquista pero aceptaba la posibilidad de introducir cambios y ajustes. b) El Replanteamiento, conformada principalmente por teóricos de la ciudad y dirigido por un paisa, defendía la necesidad de integrar, a nivel nacional, la organización armada con movimientos sociales como algunos sindicatos; y a nivel local, proponía que los frentes armados deberían hacer trabajo de masas como apoyo a paros cívicos o procesos de recuperación de tierras. La discusión entre estos dos grupos no fue fácil 21 ; los teóricos urbanos cuestionaron incluso la validez total de la lucha armada, algunos propusieron unirse a Firmes y dedicarse a hacer política legal solamente, y descalificaron la preparación ideológica y la capacidad armada de sus compañeros rurales. Al principio, el debate fracasó porque se pasó de los argumentos a los calificativos, la Línea Oficial llamó revisionistas a los del Replanteamiento, pero al final nadie salió muerto por criticar a nadie y varias de las propuestas de los teóricos urbanos fueron paulatinamente acogidas (Medina 1997). El ELN comenzaba a descubrir que para sobrevivir se necesita aprender de los errores y que no es posible aprender mucho si la discusión gira en torno de encontrar culpables, cuando la causa de los errores no está en las personas sino en la concepción de la lucha, en la estrategia. Esta es tal vez, la principal y más importante característica del ELN actual: una organización que discute el resultado de sus acciones, aprende de ellas y cambia, adapta o precisa su estrategia según convenga. Hoy todavía lo hace de un modo muy lento, pero no se puede menospreciar esta capacidad. 21 Para detalles sobre esta discusión ver Medina (1997, 357). 15

16 Anorí comenzó a ser vista por miembros sobrevivientes de la organización como una escuela de lucha contrainsurgente donde era posible aprender lecciones y enseñanzas. Muchas de estas lecciones no fueron aprendidas fácilmente, otras tardaron en difundirse entre los sobrevivientes, algunas todavía hoy son objeto de esporádicas discusiones internas; pero al comenzar la década de los 80s el ELN, aunque en vías de extinción y con el rabo entre las piernas, había aprendido, o estaba a punto de aprender, al menos las siguientes ocho lecciones fundamentales acerca de los asuntos de los que depende la supervivencia de un grupo guerrillero en la Colombia contemporánea. Estos asuntos son hoy tema de análisis recurrente en sus escritos internos y constituyen parte del corazón de su estrategia: 1. Para una organización armada que pretende adelantar acciones de guerrillas, tener buenas relaciones con la población local es un asunto de vida o muerte. Sin el apoyo (al menos pasivo) de la población local, ninguna estructura guerrillera está en capacidad de sobrevivir mucho tiempo El apoyo de la población local basado en la fuerza es frágil. Ganarse la colaboración de la comunidad por vía del miedo no dura y es contraproducente. En la primera oportunidad segura que tenga, la población entregará a la guerrilla. 3. No es posible tener buenas relaciones con la población local si está debe cargar con el costo financiero de su existencia. Lograr formas de financiamiento que eliminen la necesidad de recostarse en la población campesina es vital. 4. La lucha guerrillera no se da sólo en lo militar sino también en la política local. El apoyo de la población es muy difícil de conseguir si la estructura armada no toma partido en favor de movimientos políticos locales que defienden causas progresistas y no se pone a su orden. Una guerrilla para sobrevivir necesita un vínculo real y concreto con la población que tiene alrededor. 5. Una guerrilla que crece su base armada, se encamina hacia su propia destrucción si no cuida y promueve la formación de cuadros, miembros capaces de dirigir a otros y de aportar ideas al grupo. Depender mucho de un sólo jefe puede llevar a la destrucción del grupo inesperadamente. 6. Una organización armada requiere tolerar la crítica y saber encauzarla para poder corregir errores y aprovechar aciertos de quienes la dirigen. 7. No se debe subestimar nunca la capacidad del rival armado. Siempre hay que estar atentos a lo que aprende y a los cambios que introduce en su manera de combatir. Anorí es para el ELN su escuela de conflicto integral. Anorí también es el inicio de una etapa en la que el ELN, buscará, por ejemplo, la forma, aunque sean corruptas, de hacer coincidir su lucha armada con intereses de sectores de la población. Para esto, el ELN 22 Mucho se hubiera ahorrado el ELN, si hubiese leído con atención revolucionaria a Mao ZeDong: la guerrilla debe ser a la población, lo que el pez es al agua. 16

17 copiará y se apropiará de la combinación de formas de lucha de las FARC 23, como veremos más adelante. Esta es la razón, por ejemplo, por la que un movimiento que se inició llamando al abstencionismo, hoy no dude en perseguir el poder local mediante alianzas clientelistas con candidatos a alcaldías y gobernaciones, y busque ofrecer su poder local de aniquilamiento para arbitrar la construcción de pequeñas obras públicas y favorecer a familias, juntas de acción comunal o veredas leales 24. El ELN puede justificar internamente la contradicción entre un discurso que aboga por una nueva forma de hacer política y unas acciones que reproducen las viejas prácticas clientelistas diciendo que conseguir el apoyo de la población circunvecina a sus frentes armados es estratégico, y cita el recuerdo de Anorí para facilitar el consenso. Más adelante veremos con detalle como y donde llegó el ELN a descubrir y apropiar para sí, las técnicas de relación con la comunidad que los caciques electorales han usado por décadas en Colombia. Entender las lecciones que la organización aprendió a raíz de Anorí es pues esencial para entender su comportamiento actual. Veamos por ejemplo la particular adicción que los elenos tienen respecto a la práctica del secuestro. En efecto, el ELN hoy, a pesar de ser sólo la mitad de hombres en armas que las FARC, es responsable aproximadamente del mismo de número de secuestros por año que las FARC (20% del total de secuestros anuales) 25. Por qué esto es así? Parte de la explicación debe estar relacionada con el hecho de que el ELN fue la primera organización guerrillera en Colombia que se vio en la necesidad de recurrir al secuestro extorsivo para obtener recursos. Antes que las demás, aprendió las aparentes ventajas y los secretos de este tipo de actividad criminal 26. En rigor, el ELN realizó su primer secuestro antes de Anorí, el 5 de febrero de , impulsado por la difícil situación financiera que vivía debido al crecimiento inicial en el número de sus hombres. Sin embargo, introducir y pop ularizar la práctica del secuestro en el ELN no fue tarea fácil; muchos de los elenos se opusieron a ella, con razón, por considerarla indigna de la ética revolucionaria y defendieron que la organización mantuviera una posición radical en su contra. Pero el hambre y el miedo no son amigos de 23 Con la posible excepción del vínculo con el narcotráfico donde los elenos se han mantenido posiblemente más al margen. 24 Para una descripción detallada de la manera como el ELN descubre las aparentes bondades del clientelismo armado ver Arauca: Politics and Oil in a Colombian Province de Andrés Peñate (1991). Sea esta la ocasión para reconocer que el término clientelismo armado que tan bien describe la manera como el ELN actual busca comprar el apoyo de la población circunvecina se lo debo a mi tutor de tésis Malcolm Deas. 25 Ver las estadísticas compiladas y analizadas por Camilo Echandía para el periodo en el anexo1. 26 En los primeros años no las hicimos ( retenciones ) porque eso sólo lo hacían los delincuentes comunes y no queríamos que nos confundieran, pero ya para esas fechas otras organizaciones latinoamericanas empiezan a hacer retenciones para conseguir fondos y nosotros también. En Colombia fuimos los iniciadores de esto Según Gabino en López (sin fecha, 139). 27 La víctima fue Roberto Morales, un finquero de Taracué (Bolívar). Según cita de (1997,