21. Reniego de Amor, zagales

Transcripción

1 21. Reniego de Amor, zagales Compositor: Anónimo Poeta: Anónimo Fuente: Cancionero Poético-Musical Hispánico de Lisboa [CPMHL] Edición: Mariano LAMBEA y Lola JOSA (Introducción y edición crítica) La música y la poesía en cancioneros polifónicos del siglo XVII. Volumen III Cancionero Poético-Musical Hispánico de Lisboa. Volumen I Madrid: Sociedad Española de Musicología, 2004 ISBN: (Obra completa) ISBN: (Volumen I) En este documento se halla la edición anotada del poema, la partitura con la transcripción musical a notación moderna, incluida la composición de la voz perdida, y el facsímil parcial de la obra.

2 82 MARIANO LAMBEA Y LOLA JOSA 21 1 Reniego de Amor, zagales. Noramala para Amor! Váyase con el demonio un dios tan tirano, Dios! Que el que tiene amor 5 ni se duerme ni descansa ni admite razón, pero aquel que no, y se duerme y descansa sin pena y dolor. 10 Pues luego, zagales, huid al amor! 2 Gracias al cielo que libre de sus engaños estoy. Nunca más, perro, al molino 15 donde hay tan buen moledor! 3 Las Cloris, las Amariles de su altar vano son, 21. «Reniego de Amor, zagales» 2. Noramala: lo mismo que enhoramala (Aut.). 4. Véase la nota a los vv. 7-8 del romance nº 8 «Encontrei ontem de tarde». La defensa de la libertad frente al sufrimiento que comporta la tiranía de Amor, y que va a articular todo el romance, está siempre en boca de los graciosos de comedia como contrapunto a los desvelos que, por amores, sufren sus señores. Lo comentamos porque no deja de ser significativo el tono popular y humorístico de este romance lírico. 6. se duerme: en el MS 12, se omite la forma reflexiva pronominal. 13. Gracias: en los MS 12 y 13, Gracas. 15. Ya Pármeno en La Celestina, es decir, desde finales del siglo XV, dice este refrán (La Celestina, 1998: segundo auto, 137) después de jurarse a sí mismo no volver a advertir a Calisto, su señor, sobre las malas artes de Celestina, ya que aquél no quiere escuchar y cree que son manías de su criado. El maestro Correas, en el siglo XVII, recoge también el refrán en su Vocabulario (CORREAS, 1924: 367a), al que le añade la siguiente explicación: Dicen esto las gentes escarmentadas de lo que mal les sucedió; semejanza de un perro que fue a lamer al molino y le apalearon. 16. moledor: apréciese el juego a que invita la doble acepción de esta palabra, muy a propósito del sentido del refrán anterior. 17. Cloris / Amariles: ambos nombres remiten, directa y respectivamente, a Góngora y a Lope de Vega, ya que bajo la máscara poética de Cloris, nombre frecuente en su lírica, el poeta cordobés, supuestamente, ocultaba la identidad de doña Catalina de la Cerda de quien estaba enamorado; en otros poemas, en cambio, es máscara poética de doña Brianda de la Cerda (GÓNGORA, 2000: n). En el caso de Amariles (Amarilis), como es de todos sabido, se trata de la máscara poética de Marta de Nevares, el último amor de Lope de Vega. Por lo tanto, Cloris y Amariles son los nombres poéticos por antonomasia en la lírica barroca española, y mencionarlos supone referir a los dos grandes creadores del romancero lírico Nos vienen a la mente las siguientes palabras que don Quijote le dice a Sancho: Piensas tú que las Amariles, las Filis, las Silvias, las Dianas, las Galateas, las Alidas y otras tales de que los libros, los romances, las tiendas de los barberos, los teatros de las comedias, están llenos, fueron verdaderamente damas de carne y hueso, y de aquellos que las celebran y celebraron? No, por cierto, sino que las más se las fingen, por dar subjeto a sus versos, y porque los tengan por enamorados y por hombres que tienen valor para serlo (Quijote I, 25).

3 CANCIONERO POÉTICO-MUSICAL HISPÁNICO DE LISBOA 83 si ayer, que mi reliquia, humo, cuando menos hoy A los años las remito cuya carrera veloz sin dispendios las alcanza mucho en tronco, poco en flor. 5 Libertad, zagales!, clama 25 en estos bosques mi voz; quien quiere morirse quiera, mas quien no quisiere, no. Que el que tiene amor 22 1 Balaba quejosa y tierna una hermosa corderilla, que aún es en lo dulce y mansa menos cordera que linda. Corderilla, corderilla, 5 de beldad y engaños rica, oh, qué mal del peligro te ríes! Guarda, no te fíes!, que, si hay flores ponzoñosas, más ponzoña tienen las rosas 10 de diamantes y rubíes. 18. Del altar de Amor; vano porque ya no va a adorar a ninguno de los ídolos de Amor (a ello remite reliquia del v. 19), a ninguna Cloris ni a ninguna Amarilis más Si ayer eran mi reliquia porque estaba enamorado, hoy que ya no lo está, son humo para él; es decir, nada. 20. humo: se lee huma en los tres manuscritos, pero no tiene sentido. Enmendamos por considerarlo error del copista Porque todas las Cloris y Amariles envejecerán, perdiendo su condición de hermosas. 27. De amor, claro está. 22. «Balaba quejosa y tierna» 5. Corderilla: Corderica en OP En OP el estribillo está después de las cuatro primeras cuartetas, a modo de intermedio del romance, puesto que, a continuación, prosiguen las otras cuatro que conforman la segunda parte del romance. 6. de engaños rica: precisamente por su beldad, porque le gusta jugar con su belleza; beldad: en plural en OP Las bocas de las damas. Con estos versos el yo poético da muestra de por qué advierte del peligro de enamorarse a la inocente corderilla.

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