Donde Dios Habita. Introducción. A. Dios habita en la eternidad. La Morada de Dios en el Cielo y con el hombre

Transcripción

1 Donde Dios Habita La Morada de Dios en el Cielo y con el hombre Introducción Donde Dios habita, allí hay paz, tranquilidad, gozo y amor. Donde Dios habita, hay provisión y bendición. Donde Dios habita, no falta nada porque Dios lo llena todo. Donde Dios habita, hay orden, organización y diseño. Donde Dios habita, hay belleza, armonía y concordancia. Donde Dios habita, hay misericordia, bondad y perdón. Pero, ¾dónde habita Dios? ¾Cuál es Su morada? Hoy tomaremos un tiempo para reexionar en cuatro de las habitaciones de Dios, cuatro moradas de Su presencia, cuatro ambientes en donde se maniesta Su presencia de manera muy natural. La diferencia entre la omnipresencia de Dios y la presencia maniesta de Dios. A. Dios habita en la eternidad. Para entender cómo es que Dios habita en la eternidad, veamos algunos pasajes que hablan sobre la habitación eterna y gloriosa del Señor Dios Todopoderoso en los lugares celestiales.. Isaías tuvo una visión de Dios como el Supremo Ser Celestial. En el año que murió el rey Uzías vi yo al Señor sentado sobre un trono alto y sublime, y sus faldas llenaban el templo. 2 Por encima de él había seranes; cada uno tenía seis alas; con dos cubrían sus rostros, con dos cubrían sus pies, y con dos volaban. 3 Y el uno al otro daba voces, diciendo: Santo, santo, santo, Jehová de los ejércitos; toda la tierra está llena de su gloria. 4 Y los quiciales de las puertas se estremecieron con la voz del que clamaba, y la casa se llenó de humo. 5 Entonces dije: ½Ay de mí! que soy muerto; porque siendo hombre inmundo de

2 labios, y habitando en medio de pueblo que tiene labios inmundos, han visto mis ojos al Rey, Jehová de los ejércitos. 6 Y voló hacia mí uno de los seranes, teniendo en su mano un carbón encendido, tomado del altar con unas tenazas; 7 y tocando con él sobre mi boca, dijo: He aquí que esto tocó tus labios, y es quitada tu culpa, y limpio tu pecado. 8 Después oí la voz del Señor, que decía: ¾A quién enviaré, y quién irá por nosotros? Entonces respondí yo: Heme aquí, envíame a mí. (Isaías 6:-8) 2. Moisés vio a Dios en toda Su gloria y majestad. Y hablaba Jehová a Moisés cara a cara, como habla cualquiera a su compañero. Y él volvía al campamento; pero el joven Josué hijo de Nun, su servidor, nunca se apartaba de en medio del tabernáculo. 2 Y dijo Moisés a Jehová: Mira, tú me dices a mí: Saca este pueblo; y tú no me has declarado a quién enviarás conmigo. Sin embargo, tú dices: Yo te he conocido por tu nombre, y has hallado también gracia en mis ojos. 3 Ahora, pues, si he hallado gracia en tus ojos, te ruego que me muestres ahora tu camino, para que te conozca, y halle gracia en tus ojos; y mira que esta gente es pueblo tuyo. 4 Y él dijo: Mi presencia irá contigo, y te daré descanso. 5 Y Moisés respondió: Si tu presencia no ha de ir conmigo, no nos saques de aquí. 6 ¾Y en qué se conocerá aquí que he hallado gracia en tus ojos, yo y tu pueblo, sino en que tú andes con nosotros, y que yo y tu pueblo seamos apartados de todos los pueblos que están sobre la faz de la tierra? 7 Y Jehová dijo a Moisés: También haré esto que has dicho, por cuanto has hallado gracia en mis ojos, y te he conocido por tu nombre. 8 El entonces dijo: Te ruego que me muestres tu gloria. 9 Y le respondió: Yo haré pasar todo mi bien delante de tu rostro, y proclamaré el nombre de Jehová delante de ti; y tendré misericordia del que tendré misericordia, y seré clemente para con el que seré clemente. 20 Dijo más: No podrás ver mi rostro; porque no me verá hombre, y vivirá. 2 Y dijo aún Jehová: He aquí un lugar junto a mí, y tú estarás sobre la peña; 22 y cuando pase mi gloria, yo te pondré en una hendidura de la peña, y te cubriré con mi mano hasta que haya pasado. 23 Después apartaré mi mano, y verás mis espaldas; mas no se verá mi rostro. (Éxodo 33:-23) Y Jehová dijo a Moisés: Alísate dos tablas de piedra como las primeras, y escribiré sobre esas tablas las palabras que estaban en las tablas primeras que quebraste. 2 Prepárate, pues, para mañana, y sube 2

3 de mañana al monte de Sinaí, y preséntate ante mí sobre la cumbre del monte. 3 Y no suba hombre contigo, ni parezca alguno en todo el monte; ni ovejas ni bueyes pazcan delante del monte. 4 Y Moisés alisó dos tablas de piedra como las primeras; y se levantó de mañana y subió al monte Sinaí, como le mandó Jehová, y llevó en su mano las dos tablas de piedra. 5 Y Jehová descendió en la nube, y estuvo allí con él, proclamando el nombre de Jehová. 6 Y pasando Jehová por delante de él, proclamó: ½Jehová! ½Jehová! fuerte, misericordioso y piadoso; tardo para la ira, y grande en misericordia y verdad; 7 que guarda misericordia a millares, que perdona la iniquidad, la rebelión y el pecado, y que de ningún modo tendrá por inocente al malvado; que visita la iniquidad de los padres sobre los hijos y sobre los hijos de los hijos, hasta la tercera y cuarta generación. 8 Entonces Moisés, apresurándose, bajó la cabeza hacia el suelo y adoró. (Éxodo 34:-8) 3. El Apóstol Juan vio a Dios en Su trono eterno. Después de esto miré, y he aquí una puerta abierta en el cielo; y la primera voz que oí, como de trompeta, hablando conmigo, dijo: Sube acá, y yo te mostraré las cosas que sucederán después de estas. 2 Y al instante yo estaba en el Espíritu; y he aquí, un trono establecido en el cielo, y en el trono, uno sentado. 3 Y el aspecto del que estaba sentado era semejante a piedra de jaspe y de cornalina; y había alrededor del trono un arco iris, semejante en aspecto a la esmeralda. 4 Y alrededor del trono había veinticuatro tronos; y vi sentados en los tronos a veinticuatro ancianos, vestidos de ropas blancas, con coronas de oro en sus cabezas. 5 Y del trono salían relámpagos y truenos y voces; y delante del trono ardían siete lámparas de fuego, las cuales son los siete espíritus de Dios. (Apocalipsis 4:-5) B. La habitación de Dios es Sion.. El signicado de Sion en los Salmos Varios de los Salmos hacen referencia a Sion como la morada de Dios. Esto es porque el monte de Sion es donde David levantó el tabernáculo de adoración y oración conocido en las escrituras como el Tabernáculo de David. El pueblo adoraba en la presencia de Dios en Sion. Llegó a ser el centro de adoración de Israel y el centro del gobierno del Rey David y posteriormente Salomón. 3

4 Cantad a Jehová, que habita en Sion; Publicad entre los pueblos sus obras. (Salmos 9:) Hermosa provincia, el gozo de toda la tierra, Es el monte de Sion, a los lados del norte, La ciudad del gran Rey. (Salmos 48:2) 3 Porque Jehová ha elegido a Sion; La quiso por habitación para sí. 4 Este es para siempre el lugar de mi reposo; Aquí habitaré, porque la he querido. (Salmos 32:3-4) Dios es conocido en Judá; En Israel es grande su nombre. 2 En Salem está su tabernáculo, Y su habitación en Sion. (Salmos 76:-2) Ama Jehová las puertas de Sion Más que todas las moradas de Jacob. (Salmos 87:2) 5 Y de Sion se dirá: Este y aquél han nacido en ella, Y el Altísimo mismo la establecerá. 6 Jehová contará al inscribir a los pueblos: Este nació allí. Selah (Salmos 87:5-6) 2. El signicado de Sion en el Nuevo Testamento Sion en el Nuevo Testamento tiene el signicado de un lugar celestial en donde Dios habita con sus santos. El autor de Hebreos hace una comparación entre el monte Sinaí natural y monte Sion celestial: 8 Porque no os habéis acercado al monte que se podía palpar, y que ardía en fuego, a la oscuridad, a las tinieblas y a la tempestad, 9 al sonido de la trompeta, y a la voz que hablaba, la cual los que la oyeron rogaron que no se les hablase más, 20 porque no podían soportar lo que se ordenaba: Si aun una bestia tocare el monte, será apedreada, o pasada con dardo; 2 y tan terrible era lo que se veía, que Moisés dijo: Estoy espantado y temblando; 22 sino que os habéis acercado al monte de Sion, a la ciudad del Dios vivo, Jerusalén la celestial, a la compañía de muchos millares de ángeles, 23 a la congregación de los primogénitos que están inscritos en los cielos, a Dios el Juez de todos, a los espíritus de los justos hechos perfectos, 24 a Jesús el Mediador del nuevo pacto, y a la sangre rociada que habla mejor que la de Abel. (Hebreos 2:8-24) 4

5 3. Sion representa la Iglesia de Jesucristo. 5 Y de Sion se dirá: Este y aquél han nacido en ella, Y el Altísimo mismo la establecerá. 6 Jehová contará al inscribir a los pueblos: Este nació allí. Selah (Salmos 87:5-6) C. Dios habita en las alabanzas de Su pueblo Pero tú eres santo, Tú que habitas entre las alabanzas de Israel. (Salmos 22:3) 2 y los levitas cantores, todos los de Asaf, los de Hemán y los de Jedutún, juntamente con sus hijos y sus hermanos, vestidos de lino no, estaban con címbalos y salterios y arpas al oriente del altar; y con ellos ciento veinte sacerdotes que tocaban trompetas), 3 cuando sonaban, pues, las trompetas, y cantaban todos a una, para alabar y dar gracias a Jehová, y a medida que alzaban la voz con trompetas y címbalos y otros instrumentos de música, y alababan a Jehová, diciendo: Porque él es bueno, porque su misericordia es para siempre; entonces la casa se llenó de una nube, la casa de Jehová. 4 Y no podían los sacerdotes estar allí para ministrar, por causa de la nube; porque la gloria de Jehová había llenado la casa de Dios. (2 Crónicas 5:2-4) En verdad la gloria del Señor desciende cuando nosotros, su pueblo, le alabamos. Deben alabar y adorar con todo nuestro corazón, porque nuestro Dios es digno. Debemos buscarle con todo nuestro corazón porque el que busca, hallará. Debemos entrar en su presencia con acción de gracias y alabarle, y bendecir su nombre. Nuestro Dios responde a nuestras alabanzas y viene para hacer su habitación en medio de nosotros, así como lo hizo en el pueblo de Israel cuando ellos dedicaron el Templo a Dios.. Formas de alabar y adorar: a. Con la boca Cantando Hablando Gritando 5

6 b. Con las manos Levantádolas Tocando instrumentos Aplaudiendo c. Con la postura De pie De rodillas Danzando D. Dios habita en nuestros corazones. De todas las moradas de Dios, posiblemente la que más nos debe importar es la más personal: la morada de nuestros corazones.. Dios habita en los quebrantados y humildes. Porque así dijo el Alto y Sublime, el que habita la eternidad, y cuyo nombre es el Santo: Yo habito en la altura y la santidad, y con el quebrantado y humilde de espíritu, para hacer vivir el espíritu de los humildes, y para vivicar el corazón de los quebrantados. (Isaías 57:5) 2. Jesucristo tendrá comunión con los santos que le abren la puerta He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo. (Apocalipsis 3:20) 3. Dios un día hará Su morada eterna con nosotros Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios. (Apocalipsis 2:3) 6

7 No habrá allí más noche; y no tienen necesidad de luz de lámpara, ni de luz del sol, porque Dios el Señor los iluminará; y reinarán por los siglos de los siglos. (Apocalipsis 22:5) 7