DOSSIER DE PRENSA. Presentación de la investigación: El papel de la mujer en la Estrategia Navarra 2030 (Plan Moderna).

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1 DOSSIER DE PRENSA Presentación de la investigación: El papel de la mujer en la Estrategia Navarra 2030 (Plan Moderna). Observatorio Navarro de Empleo. Servicio Navarro de Empleo. Gabinete de Estudios de CC.OO. de Navarra. El Gabinete de Estudios de CC.OO. de Navarra en el marco del Observatorio Navarro de Empleo del Servicio Navarro de Empleo ha elaborado un estudio sobre la situación de la mujer en el empleo a través del análisis de datos estadísticos y de registro sobre diferentes temáticas: acceso al empleo, condiciones de trabajo, conciliación, acceso a puestos de responsabilidad y violencia de género Pero su finalidad no ha sido meramente descriptiva; por eso, al análisis del mercado laboral femenino, se han añadido propuestas de actuación concretas encaminadas a mejorar la situación de las mujeres en el actual contexto de crisis y con ello potenciar su papel en el desarrollo del Plan Moderna. Así, se ha conseguido desarrollar una investigación completa sobre empleo y género que puede servir como instrumento de trabajo para la definición de políticas de igualdad en nuestra Comunidad. Cuatro grandes áreas de análisis, siguiendo con los objetivos y estrategias que sobre género se establecen desde la Unión Europea La investigación ha partido de un importante trabajo de búsqueda de información sobre Igualdad de Género a nivel europeo. Las directrices y recomendaciones que sobre esta materia se han ido desarrollando en los últimos años han servido para estructurar la investigación en torno a 4 grandes ejes de análisis, relacionados a su vez con 4 situaciones de desigualdad que todavía hoy sufren las mujeres en el ámbito del empleo: Desigualdad en el acceso al empleo y en las condiciones de trabajo Dificultades de conciliación de la vida laboral, familiar y personal Escasa presencia en puestos de responsabilidad y en los procesos de toma de decisiones Violencia de género Estos 4 grandes temas han conformado el primer bloque del estudio; lo que hemos denominado, Diagnóstico de la Desigualdad. En el segundo bloque, titulado Objetivos y actuaciones igualitarias, se han recopilado medidas y propuestas de actuación relacionadas con cada una de esas situaciones de desigualdad descritas en la primera parte de la investigación. 1

2 A continuación presentamos algunas de las conclusiones más importantes de la investigación, que se refieren al primer bloque de diagnóstico de la situación de las mujeres en el empleo. Los datos proceden de fuentes oficiales como la EPA, la Encuesta de Estructura Salarial, estadísticas de la Seguridad Social, la Encuesta de Empleo del Tiempo, etc. I. DESIGUALDAD EN EL ACCESO AL EMPLEO Y EN LAS CONDICIONES DE TRABAJO Más mujeres en edad de trabajar pero menos mujeres laboralmente activas En nuestra Comunidad existe un enorme potencial de incorporación de las mujeres a la actividad laboral: de hecho, hay más mujeres en edad de trabajar que hombres (las mujeres entre 16 y 64 años representan el 50,5% del total). Sin embargo, hay menos mujeres que se declaran laboralmente activas; un 44%. De hecho las mujeres representan casi el 60% del total de la población inactiva de Navarra. Estos datos nos indican que el mercado laboral no está aprovechando ese potencial de empleo que suponen las mujeres. La evolución positiva de las tasas de actividad femenina durante la crisis y la caída del empleo masculino provocan una situación de igualdad a la baja En los últimos 6 años la Tasa de Actividad Femenina ha aumentado 6 puntos porcentuales mientras que la masculina ha descendido 2,5 puntos, por lo que la diferencia entre ambas tasas se ha reducido. Sin embargo, no hay que olvidar que la Tasa de Actividad Femenina sigue siendo muy inferior a la masculina: un 52,6% frente al 67,1% (EPA, IV Trim 2010). Este incremento de la población activa femenina se debe a la salida de las mujeres al mercado laboral como mecanismo compensatorio ante la pérdida de empleo de los hombres provocada a su vez por la crisis. A pesar de su mayor presencia entre la población activa, las mujeres no han logrado igualar sus niveles de empleo con respecto a los hombres; de hecho representan el 44,2% del total de personas ocupadas en Navarra. Así, la Tasa de Empleo Femenina (46,21%) se encuentra 13 puntos porcentuales por debajo de la masculina (59,54%). La fuerte destrucción de empleo masculino (en el periodo se destruyeron un total de empleos masculinos en Navarra) producida sobre todo en la primera fase de la 2

3 crisis (la que afectó a los sectores de la Construcción y la Industria), reduce las diferencias en los niveles de desempleo de hombres y mujeres. Así, la Tasa de Paro de las mujeres se sitúa apenas 1 punto porcentual por encima de la de los hombres (12,10% mujeres / 11,28% hombres). En el año 2004 la tasa de desempleo femenina era casi el doble que la masculina. Pero estas cifras no pueden llevarnos a engaño, el acercamiento de las tasas de desempleo de hombres y mujeres no se ha debido en absoluto a una mejora en la situación de estas últimas sino más bien a un efecto más devastador de la crisis sobre el empleo masculino, unido al incremento de la población activa femenina. Por eso hablamos de una igualdad a la baja. Contratos temporales, jornadas parciales, salarios más bajos, precariedad... son cuestiones que siguen caracterizando al empleo femenino Las mujeres siguen siendo las protagonistas de la contratación temporal Del total de personas con contrato temporal en Navarra, el 51,32% son mujeres. Así, la tasa de temporalidad femenina se sitúa en el 27,40%, mientras que la masculina es del 22,98%. Pero las mujeres no solo tienen más dificultades para acceder a la contratación indefinida sino que además este tipo de contratación es de peor calidad. Así, la modalidad de contrato indefinido más habitual entre las mujeres es el contrato fijo discontinuo que supone un nivel de indemnización menor en caso de despido. En este tipo de contrato la proporción de mujeres es del 68,3%. La jornada parcial sigue siendo refugio del empleo femenino 8 de cada 10 personas que trabajan con este tipo de jornada en Navarra son mujeres. La mitad de quienes trabajan a tiempo parcial lo hacen por no haber encontrado un trabajo a tiempo completo, lo cual nos indica que en la mayoría de los casos la jornada parcial no es voluntaria. En el caso de las mujeres, el segundo motivo que se aduce para trabajar a tiempo parcial es el cuidado de niños/as o personas dependientes. De hecho el 97% de las personas que trabajan a tiempo parcial por este motivo, son mujeres. El trabajo oculto de la mujer: trabajo no remunerado y trabajo no declarado... Las mujeres representan el 80% del trabajo no remunerado (principalmente trabajo doméstico) y entre el 60% y 80% del trabajo no declarado (irregular). La irregularidad laboral se concentra principalmente en actividades de Servicio Doméstico y Atención a personas dependientes, aunque también es importante en otros ámbitos como los negocios familiares 3

4 característicos de algunos sectores como la agricultura y ganadería, el comercio al por menor y la venta ambulante, es decir, actividades con una importante presencia de mujeres. Menor nivel salarial para empleos de igual valor Todavía hoy existe una desigualdad salarial entre hombres y mujeres para empleos de igual valor. En Navarra, la brecha salarial entre hombres y mujeres es la más alta del Estado y se encuentra entre el 21% (si nos referimos al salario/hora) y el 27% (si tenemos en cuenta el salario anual). Aunque al hablar de brecha salarial es más correcto tomar como referencia el salario/hora de mujeres y hombres ya que en el salario anual influyen otros factores como la antigüedad, las jornadas más cortas que caracterizan al empleo femenino, o los empleos de carácter discontinuo que también son más frecuentes entre las mujeres. Menores niveles de protección social; feminización de la pobreza El menor nivel salarial de las mujeres, unido a carreras profesionales más cortas o interrumpidas en algunos momentos (por ejemplo en la maternidad), implican una menor cotización lo que da lugar a prestaciones sociales más bajas en caso de desempleo o jubilación. Las mujeres solo son mayoría entre las personas perceptoras de subsidios por desempleo para mayores de 52 años o fijos discontinuos; en el resto de prestaciones por desempleo la mayoría son varones. En cuanto a pensiones, las mujeres son beneficiarias sobre todo de pensiones de viudedad, que implican una menor cuantía que las pensiones de jubilación mayoritarias entre los hombres. Es precisamente este menor nivel de protección social lo que convierte a las mujeres en uno de los colectivos con más posibilidades de padecer situaciones de exclusión social y por tanto con mayor riesgo de pobreza. De hecho, según datos estatales, la tasa de riesgo de pobreza entre las mujeres es del 20,6% mientras que en el caso de los hombres es del 18,3%. Esto es así porque el riesgo de pobreza es más habitual en situaciones como el desempleo, la inactividad, los hogares monoparentales con hijos/as, es decir, situaciones en las que es más habitual la presencia de mujeres. La segregación laboral es una de las principales razones de la desigualdad laboral entre mujeres y hombres. Gran parte de las situaciones de desigualdad que acabamos de describir tienen su origen en la existencia de un mercado laboral segregado según sexo. Es decir, las peores condiciones de trabajo de las mujeres se deben a su mayor presencia en determinados sectores (segregación horizontal) y categorías ocupacionales (segregación vertical). Hombres y 4

5 mujeres se ocupan en un tipo u otro de actividad en función de su rol de género; en el caso de las mujeres su rol reproductivo y de cuidadoras. Las mujeres ocupadas se concentran en actividades ligadas a su rol de género El empleo femenino se concentra principalmente dentro del sector Servicios: este sector concentra el 84% del total del empleo femenino de Navarra. Es decir, casi 6 de cada 10 personas ocupadas en el sector Servicios son mujeres. Estos datos nos indican que las mujeres se encuentran sobre-representadas en este sector. La concentración de mujeres en determinadas actividades conlleva precariedad y descualificación puesto que atender a su rol reproductivo y de cuidadoras las conduce hacia empleos con una mayor inestabilidad, a tiempo parcial y de carácter temporal como ya hemos visto. Las mujeres siguen ocupando los niveles jerárquicos más bajos Existen 4 grandes grupos de ocupaciones en los que el empleo femenino es mayoritario (superior al 50%) y que por tanto podríamos considerar ocupaciones feminizadas : Trabajadoras de los servicios de restauración, personales, protección y vendedoras: 70% de mujeres. Ocupaciones elementales: 70% Empleadas contables, administrativas y de oficina: 63% Técnicas y profesionales científicas e intelectuales: 58% Este tipo de segregación provoca en las mujeres unas menores posibilidades de promoción. Además, sus dificultades para conciliar trabajo y responsabilidades familiares les impiden desarrollar una verdadera carrera profesional ascendente. II. DIFICULTADES DE CONCILIACIÓN DE LA VIDA LABORAL, FAMILIAR Y PERSONAL Reparto desequilibrado de los usos del tiempo; las mujeres relegadas al ámbito doméstico Cómo inciden los diferentes usos del tiempo en la conciliación?... En el caso de los hombres, el tiempo dedicado al trabajo remunerado (empleo) es el que determina el tiempo que pueden dedicar al hogar y las responsabilidades familiares, mientras que en el caso de las mujeres se da la situación inversa; es su dedicación a la familia la que determina el tiempo disponible para dedicarlo al trabajo remunerado. 5

6 Dedicación al trabajo remunerado El porcentaje de mujeres que realiza diariamente actividades relacionadas con el trabajo remunerado es menor, un 32,4% que el de hombres, un 38,9%. Así, las mujeres dedican, de media casi dos horas menos al trabajo remunerado (6 horas y 23 minutos al día) que los hombres (7 horas y 53 minutos). Dedicación al hogar y la familia El 91,3% de las mujeres realiza diariamente actividades relacionadas con el hogar y la familia mientras que en el caso de los hombres el porcentaje es del 75,9%. El tiempo medio que dedican diariamente las mujeres a estas tareas (4 horas y 11 minutos) es el doble que el de los hombres (2 horas y 37 minutos). El fuerte desequilibrio en el disfrute de permisos y excedencias por motivos familiares es un reflejo de la falta de corresponsabilidad masculina en el ámbito privado. Las actuales políticas de conciliación además de insuficientes, están provocando que las responsabilidades sigan recayendo en las mujeres. Los datos nos confirman que son mayoritariamente las mujeres las que hacen uso de este tipo de ayudas. Ayudas económicas por excedencia el 96,24% de las ayudas concedidas en el año 2009 correspondieron a mujeres. Excedencias por cuidado de hijos/as las mujeres siguen copando la mayor parte de estas excedencias con un 95,82% aunque está aumentando el número de hombres que solicitan este tipo de permiso. Excedencias por cuidado de familiares aunque son menos frecuentes también son solicitadas mayoritariamente por mujeres; el 80%. Este tipo de permisos han experimentado un repunte a partir del año 2006 sobre todo en el caso de las solicitadas por varones lo que indica que este tipo de excedencias son más habituales entre los hombres que las que se solicitan por cuidado de hijos/as. Permisos por maternidad el 96% de los permisos por maternidad son disfrutados por mujeres. Permiso de paternidad la Ley 3/2007 para la Igualdad efectiva entre mujeres y hombres incluía un permiso específico de paternidad que fue ampliado en 2009 a 4 semanas totales. En Navarra la proporción de permisos de paternidad con respecto al total de permisos (maternidad + paternidad) es del 47,5%. Aunque cada vez hay más 6

7 hombres que solicitan este tipo de permiso, su corta duración (15 días) no resulta suficiente para fomentar la corresponsabilidad y el compromiso de los hombres en las responsabilidades familiares. Reducciones de jornada en Navarra el 18,8% de las personas entre 16 y 64 años tuvieron que recurrir a la reducción de su jornada para poder atender sus responsabilidades familiares. De éstas aproximadamente el 85% son mujeres. En conclusión, tal y como indican los datos que acabamos de presentar, la crisis económica está afectando con gran contundencia a las mujeres, frenando sus posibilidades de alcanzar una verdadera situación de igualdad con respecto a los hombres. Las mujeres siguen ocupando los puestos de trabajo más precarios y con peores condiciones de trabajo, incluso son mayoría entre los empleos irregulares. Además, siguen siendo ellas las máximas responsables del cuidado del hogar y la familia por lo que apenas se está avanzando en la corresponsabilidad masculina en este ámbito. Desde luego que los recortes sociales no hacen sino agravar esta ya de por si precaria situación de las mujeres. Por una parte la reducción del gasto público está provocando una reducción de puestos de trabajo en actividades mayoritariamente ocupadas por mujeres (educación, sanidad, servicios sociales ) y por otro lado los recortes en prestaciones sociales están haciendo volver al ámbito familiar la atención y el cuidado de las personas, aumentando así las cargas familiares entre la población femenina. La crisis no puede servir de excusa para relegar la igualdad de género a un segundo plano. Hoy más que nunca se hace necesario trabajar por la igualdad efectiva entre mujeres y hombres; una igualdad en el acceso al empleo, en las condiciones de trabajo y por supuesto también en el ámbito del hogar. Más información: Página Web de CC.OO. (dentro de Publicaciones/Gabinete de Investigación y Estudios). Gabinete de Estudios. Telf Próximamente en el Portal de Empleo de Navarra (Dentro de Observatorio Navarro de empleo o en el Observatorio Navarro de Empleo) rio/ Observatorio Navarro de Empleo. Telf: