MANTENIMIENTO MAYOR DE LA ZONA ARQUEOLÓGICA DE MALINALCO

Transcripción

1 MANTENIMIENTO MAYOR DE LA ZONA ARQUEOLÓGICA DE MALINALCO José Hernández Rivero Centro INAH Estado de México La zona arqueológica de Malinalco después de Teotihuacán cuenta con la mayor afluencia turística en el Estado de México. Por esta simple razón, aunada a que los monumentos visitados se concentran en una pequeña área en donde se localiza la construcción de mayor interés y a la vez más delicado que es el templo monolítico conocido como El Cuauhcalli; las necesidades de mantenimiento del lugar son muy grandes y constantes, por lo que desde el año de 1988 se programó su atención aunque en forma esporádica. Por ello fue hasta el año 2002 cuando el Centro INAH logró contar con un presupuesto permanente anual, aunque todavía reducido. Entre las actividades de conservación que se desarrollan en el sitio tenemos las siguientes: El Cuauhcalli o templo monolítico: En diversas ocasiones se ha realizado el cambio de la estructura de madera y palma de la palapa protectora de los principales elementos escultóricos de este templo, dado el carácter perecedero de sus materiales constructivos. De igual manera, en forma constante se fumiga para que la polilla no dañe demasiado a dichos materiales. Por otra parte, en la temporada del año 2005 se llevó a cabo la inyección de los agrietamientos naturales de la roca en la que fue labrado dicho basamento con la finalidad de erradicar lo mejor posible la humedad e incluso escurrimientos de agua que durante la época de lluvias se absorbían o introducían al templo provocando severos daños a las esculturas de águilas así como a la del ocelote que se localizan en el interior de este santuario. Como parte de la solución a dicho problema, también se llevó a cabo la restauración

2 del aplanado de cal de los canales de desviación de aguas pluviales que rodean al templo en su parte superior y que fueron labrados en la roca por los mismos mexicas quienes se enfrentaron a este mismo problema. Debido al poco presupuesto asignado en últimas fechas, se encuentra pendiente detallar el acabado superficial de las grietas de la fachada del templo que se inyectaron desde el año de 1988, las cuales se han deslavado por causa de las lluvias y del tiempo transcurrido. Cabe agregar que desde que fueron aplicadas estas inyecciones, hasta la fecha no se han fracturado ni han demostrado que penetre humedad a través de ellas; solamente se ha dañado el revestimiento superficial que les cubre el cual se ha sacrificado ante los factores ambientales externos. Otra de las actividades de conservación que se contemplan desarrollar en futuras temporadas es la de combatir la exfoliación de la roca que sufre particularmente en la fachada del templo monolítico provocada por la abrasión mecánica del constante paso de la gente que le visita y por la caída directa y con presión del agua que procede del alerón frontal de la palapa deteriorando sensiblemente a la roca. Para solucionar ambos problemas desde hace tiempo propusimos al Consejo de Arqueología la construcción de un andador de protección que contemplara la doble función de captar el agua de los escurrimientos desalojándola hacia algún lugar que no dañara a la roca, y sirviera a su vez de protección para el paso de la gente. Finalmente la conservación del templo también se pretende desarrollar mediante un programa de control ecológico que erradique la flora nociva que crece en la superficie de la roca, particularmente en época de lluvias, la cual en periodos de estiaje cae erosionándola minúscula pero constantemente. Para ello se han efectuado los estudios de roca, flora y proceso de deterioro, presentándose los tratamientos correspondientes los cuales a la fecha no se han podido implementar por falta de presupuesto.

3 Conservación de otros monumentos de la zona arqueológica: Debido a la falta de mantenimiento constante que durante muchos años fue objeto la zona arqueológica, además de los de aglomeración de gente y absorción de humedad ya mencionados, la totalidad de sus estructuras presentan algún deterioro que es necesario solucionar siendo el más recurrente la pérdida de consolidante entre las juntas de la mampostería de los edificios. Sin embargo la prioridad que se ha establecido para solucionar lo anterior se ha centrado en lugares en donde se presentan agrietamientos severos de las estructuras o deslaves de suelo, por lo que ha sido necesario construir muros de contención que han sido desplantados sobre la roca misma. También ha sido necesario construir canales de desviación de agua, llevar a cabo la erradicación de vegetación que ha crecido sobre las estructuras, consolidar los rellenos, recuperar volúmenes, etc. Aunado a lo anterior, la dificultad de acarrear a mano cualquier tipo de materiales de construcción, así como del agua necesaria para realizar los trabajos de conservación que requiere el sitio, dada la altura y lejanía que presenta, en fechas recientes se optó por instalar una red de agua en diferentes partes del sitio abierto al público que desde el año de 1988 contaba con un equipo de bombeo nuevo y de los materiales para su suministro que no se habían utilizado. Con esta medida también se pretendió abatir los costos de inversión que requiere el constante mantenimiento del sitio pero sobre todo, contar con este recurso en forma segura para llevar a cabo cualquier intervención necesaria como puede ser el tratamiento de lavado del templo para erradicar la flora nociva de que es objeto; limpiar sus grietas para su posterior inyección, regar sus áreas verdes para mejor presentación, etc. Por esta razón la temporada del año de 2005 se concentró en el desarrollo de tan importante actividad. Apertura de la sala introductoria de la zona arqueológica de Malinalco: Desde el año de 1988 el Proyecto Malinalco planteó la necesidad de abrir un espacio de difusión al público que considerara la

4 exhibición de gráficos reconstructivos, planos y fotografías explicativas del lugar porque en esas fechas por motivos de conservación, fue cerrado el templo monolítico el cual era objeto de una fuerte erosión provocada por los visitantes. Debido a que no se contaba (y aún a la fecha) con suficiente personal ni instalaciones adecuadas para poder exhibir cualquier tipo de piezas arqueológicas así como para asegurar su protección o conservación, y porque el templo monolítico fue cerrado, se optó por exhibir materiales gráficos solamente con la finalidad de cumplir con la exigencia del público de brindar una adecuada explicación del lugar. En caso de contar con el espacio necesario, hemos planteado que es imprescindible crear el museo de sitio. Aunque para la temporada del año de 1988 habíamos avanzado en la producción de dicho acervo gráfico, desafortunadamente fue desmantelada la exhibición con la que ya se contaba y fue disperso este material. Por tal motivo, a partir de la temporada 2005 nos hemos enfocado en rehabilitar la sala introductoria (cuya construcción se localiza en el módulo de servicios al público en el acceso de la zona arqueológica), ya que su espacio se había degradado a la calidad de una bodega de materiales de mantenimiento. La recopilación del acervo de exhibición por consiguiente, ha sido una de las tareas emprendidas. Construcción de rampas de mampostería para acceder a la sección de vestigios que se localiza en la cúspide del Cerro de Los Ídolos: Esta acción aprobada ya por el Consejo de Arqueología desde el año de 1988, se consideró conveniente llevarla a cabo para dar a conocer los importantes monumentos que ahí existen logrando incentivar la protección de este sector el cual, a pesar de que cuenta con vigilancia de los custodios de la zona mediante rondines eventuales, algunos basamentos han sido saqueados en recientes fechas porque en el cerro existen innumerables veredas clandestinas que parten desde el poblado y que facilitan la intromisión de saqueadores. Desafortunadamente la fuerte carga de visitantes del área abierta al público conocida como El Cuauhtinchan, frecuentemente concentra al personal por lo

5 que no es posible mantenerlo en la cúspide. Este fenómeno se ha combatido cerrando las veredas en forma continua pero esto no ha sido suficiente. Por lo anterior, consideramos que con la apertura de esta nueva sección una vez liberadas y restauradas las estructuras, será posible asegurar su conservación. Aunado a ello la visita al lugar requerirá de mayor tiempo y dosificará al público visitante evitando las aglomeraciones actuales que destruyen al templo monolítico principalmente. No está por demás agregar que con un área mayor de atención será necesario contar con mayores recursos humanos y materiales. Con la finalidad de proseguir esta actividad que iniciamos en el año de 1988 por lo que se encuentra muy avanzada, en la temporada 2004 efectuamos trabajos de limpieza para recuperar una brecha así como para liberar distintas áreas del cerro que se encontraban totalmente enmontadas con la finalidad de observar el terreno y poder colectar la piedra necesaria sin dañar posibles estructuras arqueológicas por lo que en temporadas posteriores esperamos terminar la recolección de roca dispersa o de deslave para concluir las rampas. Rehabilitación de señales de acceso al sitio arqueológico: Aunque se trata de una actividad menor, ésta no ha sido descuidada debido a que el sitio ha adolecido de este servicio desde hace tiempo. Por esta razón, en coordinación con la Dirección de Operación de Sitios en la temporada 2004, se implementó un programa de mejora tanto de las cédulas explicativas como de la señalización de acceso el cual todavía debe concluirse porque muchos aspectos quedaron pendientes solucionarse.

6 El Cuauhcalli de la zona arqueológica de Malinalco. Es el templo que con mayor interés visita el público degradando irreversiblemente su delicada talla monolítica. Por esta razón el Centro INAH Estado de México con la mayor atención posible, lo interviene anualmente.

7 Interior de El Cuauhcalli. Este impresionante santuario militar de la cultura mexica presenta fuertes deterioros por la absorción de humedad y escurrimientos que se filtran a través de las capas arenosas de la roca así como por grietas naturales. Las temporadas 2004 y 2005 atendieron con interés este problema por lo que se concentraron en inyectar la roca y restaurar el aplanado de los conductos prehispánicos entre otras actividades.

8 Vista panorámica oriente del conjunto de vestigios arqueológicos que visita el público conocido como El Cuauhtinchan.

9 Escultura del dios Ehécatl o del viento. Uno de las dos con proporciones naturales que se han recuperado en el Estado de México. El otro procede de la zona arqueológica de Ixtlahuaca y presenta rasgos distintos a éste.

10 Plano de la zona arqueológica denominada El Cuauhtinchan o lugar de águilas nombre que se refiere a los aposentos en donde ejercían sus actividades, la elite guerra mexica.