CURSO BIBLICO. ANTIGUO TESTAMENTO LECCIÓN 3. Los Capítulos Básicos de la Historia Sagrada

Transcripción

1 LOS CAPÍTULOS BÁSICOS DE LA HISTORIA SAGRADA Historia Sagrada, Historia de Salvación. En cierto sentido, toda la historia humana es historia sagrada. De una manera misteriosa Dios está presente en toda la historia humana. El amor, el trabajo, la trasformación del mundo, la lucha por un mundo más justo. Forman parte del plan de Dios sobre la humanidad. Pero hay una historia que se ha dado en llamar especialmente "la historia sagrada". Es la historia del pueblo de Israel y a partir de Cristo la historia de la Iglesia. Se llama historia sagrada porque se considera a Dios como protagonista destacado de la misma. Es la historia de un pueblo pequeño e insignificante, escogido por Dios como intermediario para revelarse a todos los hombres. Dios y el pueblo de Israel hacen juntos el camino histórico. El pueblo tiene la convicción de que su Dios, Yahvé, dirige misteriosamente su destino y de que él es el "pueblo de Dios". Entre Dios y este pueblo media una alianza: "Vosotros seréis mi pueblo y yo seré vuestro Dios". Y a partir de esta alianza todos los acontecimientos históricos son interpretados en relación a Dios y a la alianza. Ningún acontecimiento histórico, ni siquiera las infidelidades y las prevaricaciones del pueblo elegido, queda al margen de esta relación entre Dios y su pueblo. Cuando leemos un texto de historia profana sólo vemos allí la mano del hombre rigiendo los destinos de la humanidad. Cuando leemos un texto de historia sagrada, allí vemos también la mano de Dios que camina y actúa junto al hombre por los senderos de la historia. Los hombres no están solos frente a su propio destino. Dios y el hombre tejen a la vez el destino de la humanidad. Por eso, para el creyente que lee la historia bajo los ojos de la fe, toda historia es historia sagrada, más, es la Biblia el prototipo de esta interpretación de la historia. En ella encontramos un modelo sin igual de historia sagrada. LA HISTORIA SAGRADA DEL PUEBLO DE ISRAEL El Antiguo Testamento se esfuerza por relatar hechos y leyendas en los que la obra de Dios se manifiesta más directamente en la historia, también humana, del pueblo de Israel. En estos hechos y en estas leyendas los autores bíblicos quieren dejar constancia de las experiencias históricas que han sustentado la fe de Israel. También hay hechos y leyendas en la Biblia que ponen de manifiesto los obstáculos que el hombre encuentra en este camino hacia la fe, hechos casi todos relacionados con la libertad y con el pecado. Porque la historia sagrada es también historia humana y en ella hace su aparición constante el pecado en forma de idolatría, de injusticia, de mentira. Estas son las etapas más salientes de la historia sagrada de Israel. 1

2 LA HISTORIA DE LOS ORÍGENES La Biblia comienza con un relato simbólico sobre los orígenes del mundo. No pretende ser un relato histórico y, menos aún, un relato científico. Es un relato simbólico en el que se confunden lo mítico, lo poético, lo místico, etc. De este relato sobre los orígenes lo más importante es el mensaje: Dios ha creado con su poder el mundo y el hombre y ambos son originalmente buenos. Los hombres han sido creados para la Comunión. El hombre se rebela contra Dios y este pecado original tiene múltiples consecuencias: el mal, la injusticia, la violencia, el sufrimiento, que se expanden por la faz de la tierra. Sin embargo, Dios renuncia a destruir la humanidad pecadora. Promete la salvación, para dar comienzo a una larga historia de esperanza y salvación. Lectura: Génesis, ce La época de los patriarcas hebreos ( a.c.) Dios establece una alianza, un pacto de amistad con Abraham, el "padre de los creyentes". La historia de esta alianza se prolonga a través de otros patriarcas hebreos: Isaac, Jacob, José. Entre prevaricación y reconciliación se mueve la historia de esta alianza. La adversidad presente en el pueblo es vista como el justo castigo por esas prevaricaciones e infidelidades a la alianza. La esclavitud de Egipto es uno de los grandes capítulos de esta historia. Dios suscita a Moisés, el caudillo libertador de Israel, el líder espiritual, que, junto con el pueblo, protagoniza la epopeya del Éxodo y la marcha por el desierto. La alianza ya tiene sus leyes: el Decálogo. Entre fidelidad, pecado y conversión, el pueblo sigue al lado de su Dios a lo largo de esta dura experiencia histórica. Lectura: Génesis, ce , Éxodo, Deuteronomio. La época del establecimiento ( a.c.) Moisés muere sin entrar en la tierra prometida. Es Josué quien introduce al pueblo en Canaán, donde se establecen tras luchas constantes y feroces contra los habitantes de esos territorios. A esta época pertenecen personajes famosos de la historia sagrada: Josué, los Jueces, Sansón, Gedeón, Jefté. Al sur se establece la tribu de Judá. Al norte, las demás tribus. Un mismo culto y una misma fe les hacen permanecer unidos y les defiende de la idolatría y de la tentación constante de aceptar los dioses locales de aquellas gentes que habitaban las tierras conquistadas. Lectura: Josué, Jueces, Samuel... 2

3 La época de la monarquía ( a.c.) Hacia el año 1000 David es ungido Rey e Israel se convierte en monarquía. Los dos nombres más destacados son David y Salomón. El primero conquista Jerusalén, el segundo construye el templo. Yahvé es el Dios del rey y del pueblo. La vida religiosa y la vida civil caminan a la par. Pero Yahvé no es un Dios al servicio del Estado. Los profetas se encargan de denunciar esta tentación. El proyecto de Dios no es un reino terreno. Los profetas claman por una liberación radical de todas las esclavitudes. Pero la esclavitud más radical es la del pecado que desemboca en la injusticia, la dominación, la violencia, la mentira. Conocer a Dios, afirman constantemente los profetas, es hacer justicia. Lectura: Reyes, Crónicas, Salmos, Isaías, 1-39, Amos, Oseas, Miqueas, Sofonías, Nahum, Habacuc, Jeremías. El exilio o la cautividad en Babilonia ( a.c.) A la muerte de Salomón, el reino se divide en dos: al norte queda el reino de Israel con Samaria como capital; al sur, el reino de Judá con Jerusalén como capital. En el año 721 el reino del norte es llevado cautivo a Siria. En el año 587 el reino del sur es llevado cautivo a Babilonia. Con la cautividad desaparece el Estado de Israel, como habían predicho los profetas. El pueblo reconoce en este hecho de la cautividad un castigo por haber olvidado a Dios y no haber cumplido con los compromisos de la alianza. Pero, en medio de otros pueblos y otros dioses extraños, el pueblo elegido reacciona religiosamente y vuelve su mirada a Yahvé. De nuevo los profetas son los encargados de levantar el ánimo y la esperanza del pueblo postrado, a la vez que anuncian el retorno del pueblo a Jerusalén, la patria de sus nostalgias, su capital religiosa. Un "resto" sigue fiel a su Dios. En el año 539 los que han permanecido fieles a Yahvé vuelven a su patria. Lectura: Reyes II, ce , Crónicas II, c. 36, Esdras, Ezequiel, Isaías, La época del judaísmo (Desde el 539 a.c) Fueron sobre todo los habitantes del antiguo reino de Judá los que regresaron del exilio. Se reedificó el templo se restauró el culto, se da forma definitiva a varios libros de la Biblia. En el año 63 llega la ocupación romana. Jerusalén sigue siendo el centro político y religioso de un pueblo disperso. Con el nombre de "diáspora" se denomina a los judíos que viven fuera de Palestina. Al "resto fiel" pertenecen hombres y mujeres sencillos, de fe profunda que reconocen su propia insuficiencia, ponen toda su esperanza en la venida del Mesías. Son los llamados "pobres de Yahvé", de entre los cuales 3

4 nacerá Jesús para redención de toda la humanidad. Es esta una época de intensa y fervorosa espera del Mesías. Lectura: Esdras, Nehemías, Ageo, Zacarías, Malaquías, Joel, Job, Daniel, Sabiduría, Eclesiástico, Eclesiastés. EL TIEMPO DE JESÚS Y EL TIEMPO DE LA IGLESIA. LA SALVACIÓN PRESENTE La venida del Mesías. El tiempo de Jesús Tras una espera de siglos aparece Juan el Bautista anunciando que el Reino de Dios está cerca, e invitando a la conversión. A la vista de Jesús de Nazaret, Juan exclama: "Este es el Cordero de Dios". En tiempos de Jesús la espera de un Mesías político está muy arraigada en el pueblo judío. Pero Jesús no hace ninguna alusión a la restauración del reino de David, lo cual es un motivo de decepción para el pueblo e incluso para sus discípulos. Jesús es el Mesías, pero no es un Mesías político. Con El llega a los hombres el Reino de Dios, no el reino de Israel. Adulto ya, Jesús recorre Palestina predicando abiertamente: "El Reino de Dios ha llegado ya". Con la persona y la obra de Jesús tiene lugar un acontecimiento que viene a cumplir las profecías del Antiguo Testamento. El acontecimiento es Jesús mismo, el hombre realmente fiel a Dios. Él invita a todos los hombres a seguirle en esa fidelidad a Dios. Reasume la ley de Moisés y la perfecciona con la doctrina de las bienaventuranzas, del amor universal, del perdón a los enemigos, del culto en espíritu y en verdad. Realiza "señales" - milagros - como testimonio de que Él es el Mesías y como testimonio de la presencia del Reino de Dios. Estas señales son una invitación a la fe. La fidelidad a Dios y la denuncia de los pecados públicos y privados atraen sobre Él el odio de las autoridades civiles y religiosas. Lo condenan a muerte y lo crucifican como a un malhechor. Tres días más tarde, como Él había anunciado, resucita y aparece como vencedor de la muerte. Es nuestra redención. Es el acontecimiento supremo de la salvación de la humanidad. Es el gran cumplimiento de las promesas de Dios y el comienzo de una nueva etapa en las relaciones de los hombres con Dios: la era cristiana, el tiempo de la Iglesia. Lectura: Los Cuatro Evangelios. 4

5 El tiempo de la Iglesia. CURSO BIBLICO. ANTIGUO TESTAMENTO Con Jesús ha comenzado una nueva era: la era cristiana. Los hombres han comenzado a contar los años y los siglos a partir de Cristo. Los apóstoles habían seguido a Jesús sin comprenderlo del todo. Interpretan su muerte como un fracaso y quedan decepcionados. Ellos esperan un Reino de Dios temporal, en el que ocuparían puestos destacados. Sólo cuando reciben el Espíritu Santo en el día de Pentecostés, recobran la fe, el ánimo, la confianza. Entonces se les abrieron los ojos y comenzaron a comprenderlo todo. Aquí comienza su misión: dar testimonio de lo que han visto y oído en relación a la persona de Jesús, invitar a los oyentes a la fe, a la conversión y al bautismo para la remisión de los pecados. En el día de Pentecostés comienza la última etapa de la historia sagrada: la etapa de la Iglesia, la etapa de la comunidad que se ha de construir sobre la fe en Jesucristo y la comunión fraterna. Las promesas de Dios están destinadas a todos los hombres. La Iglesia ha de anunciar el Reino de Dios a todos los hombres. Es la misión de la Iglesia, de la comunidad de los que creen en Jesús. La historia de esta comunidad, llena de gracia y de pecado, es también historia sagrada. Dios y el hombre caminan juntos en ella. Esta etapa histórica se extiende desde la primera venida de Jesús en carne mortal hasta la segunda venida de Cristo glorioso. Al Apocalipsis nos deja entrever en forma simbólica lo que será ese fin, objeto de nuestra esperanza cristiana. "He aquí la morada de Dios entre los hombres. El morará con ellos; ellos serán su pueblo y Él será su Dios. El enjugará toda lágrima de sus ojos y no habrá más muerte, ni llanto, ni dolor, ni tristeza, porque la primera creación habrá desaparecido. He aquí que yo hago nuevas todas las cosas". LECTURAS Lectura: Hechos de los Apóstoles, Cartas de los Apóstoles, Apocalipsis. 1. Constitución del Vaticano II sobre la divina revelación, n Constitución del Vaticano II sobre la divina revelación, n Efesios, 1, Romanos, 5, EJERCICIO DE AUTOCOMPROBACIÓN 1. Hay una sola historia o dos historias: la sagrada y la profana? 2. Etapas fundamentales de la historia sagrada. 3. Etapas fundamentales de la historia de Israel. 4. Enuncie características del tiempo Sagrado: de Jesús y de la Iglesia. 5