LA BIBLIA HABLA CURSOS POR CORRESPONDENCIA. Lección 6 ORACIÓN: MÍSTICA O REALIDAD?

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1 LA BIBLIA HABLA CURSOS POR CORRESPONDENCIA Lección 6 ORACIÓN: MÍSTICA O REALIDAD?

2 LA BIBLIA HABLA Curso bíblico de La Voz de la Esperanza Texto: La Voz de la Esperanza Apartado Madrid info@vozesperanza.com Teléfono: Núm. Registro y 2749-SE/A Revisión de textos: Francisco Giménez, Raquel Carmona Diseño: Esther Amigó Edita:

3 Lección 6 Mercancías de todo tipo llenan los comercios. Son algo visible y real. Las podemos conseguir con dinero y nos serán más o menos útiles. Pero la oración Para qué sirve? Muchas personas piensan que es algo inútil; para ellas no es más que un monólogo, pura sugestión, una fuente de ilusiones y quimeras. Tienen razón? Por el contrario, no se privan con esta actitud de una respuesta eficaz a sus problemas más esenciales?

4 Un impulso natural «Dios mío, yo te imploro! Ayúdame a orar y concentrar mis pensamientos en ti. Yo solo no puedo. En mí hay cordialidad, pero la luz viene de ti. Estoy solo, pero tú no me abandonas. Soy débil, mas tú me fortaleces. Estoy inquieto, pero tú me das la paz. Tengo amarguras, mas en ti encuentro resignación. No comprendo tus designios, pero me muestras el camino por donde debo andar». Dietrich Bonhoeffer

5 Es lo más natural del mundo que los niños confíen en sus padres. Nosotros podemos manifestar la misma confianza en Dios, nuestro Padre. La Biblia revela claramente nuestro origen común, nuestra filiación divina (Hechos 17: 26). Jesús, por su ministerio en la tierra, ha acercado a Dios a muchos hombres que se encontraban lejos de Él, mostrándoles, simplemente, que su Creador es ante todo su Padre celestial.

6 Hablar con el padre La oración no es un simple monólogo. Cuando oramos nos dirigimos a nuestro Padre; acudimos a Él con nuestros problemas, alegrías, tristezas y deseos. Él nos escucha y nos comprende siempre. Participa de nuestra felicidad y de nuestra desgracia y tiene siempre la mejor respuesta. A veces no nos responderá enseguida; tal vez su respuesta será el silencio. Él conoce mejor que nosotros mismos qué es lo que nos conviene, por lo que podemos confiar en su amor y buena voluntad. Jesús propuso una oración modelo a sus discípulos: «Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra. El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. Perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores. No nos metas en tentación, sino líbranos del mal, porque tuyo es el reino, el poder y la gloria, por todos los siglos. Amén» (Mateo 6: 9-13).

7 Debemos aprender a orar? Por qué no? De niños tuvimos que aprender una lengua, escuchar y practicar, vez tras vez, si que ría mos entendernos con las personas que nos ro dea ban. Igualmente necesitamos aprender a hablar con Dios. Cómo? Cuándo? Dónde? Qué debemos pedir? Estas preguntas interesaron también a los discípulos de Jesús; un día pidieron a su Maestro: «Señor, enséñanos a orar» (Lucas 11: 1). Jesús les enseñó entonces la oración modelo, el Padrenuestro (Mateo 6: 9-13 y Lucas 11: 2-4). La oración es clara, simple, fácil de recordar y abarca nuestras principales necesidades. Pero no es la forma o la duración lo que da valor a la oración, sino su contenido y la disposición interior del individuo. Cómo orar? Carecen de importancia las formas? No, sin duda alguna. Pero nunca debe concederse a la forma más importancia que al contenido. Jesús rechazó la ostentación, la palabrería, las repeticiones sin sentido, la rutina de una fórmula establecida (Mateo 6: 5-7). Cristo mismo se retiraba muy a menudo a lugares solitarios y pasaba noches enteras en conversación con su Padre (Lucas 6: 12). Con este mismo espíritu y perseverancia deberíamos dirigirnos a Dios.

8 Distintas formas de orar Las Sagradas Escrituras presentan distintas maneras de orar. Hay largas oraciones como la del profeta Daniel (Daniel 9: 4-19), otras muy cortas (Mateo 14: 30). La posición y la actitud varían también. En los tiempos bíblicos se oraba tendido con el rostro contra el suelo, de rodillas o de pie (Josué 7: 10; Daniel 6: 10; Lucas 18: 11). Los primeros cristianos elevaban casi siempre las manos (1 Timoteo 2: 8). El publicano de la parábola se golpeaba el pecho y oraba con la cabeza inclinada (Lucas 18: 13). El hábito de juntar las manos es una costumbre centroeuropea usada como signo de fidelidad y obediencia. Es necesario variar nuestra manera de orar, según las circunstancias de la vida; pero debemos estar siempre dispuestos a elevar nuestros pensamientos hacia Dios, ya sea en la tristeza o en la alegría, no importa el lugar o la ocasión en que nos encontremos.

9 Cuándo orar? Es natural pensar que el momento y la forma de orar son asunto personal del creyente. Es cierto. Sin embargo, la experiencia de la vida espiritual demuestra que es conveniente orar con regularidad. Los buenos hábitos son positivos igualmente para este aspecto de la vida cristiana. La Biblia nos relata que Daniel oraba, al menos, tres veces al día (Daniel 6: 10). Es una buena costumbre, mas no debemos olvidar la exhortación del apóstol Pablo a mantener la comunicación con Dios en todo momento (1 Tesalonicenses 5: 17). Hay una forma cristiana de orar? Personas de todas las razas y religiones han orado en todas las épocas. Tenían necesidad de invocar a sus dioses. Fuera del cristianismo encontramos oraciones conmovedoras. Entonces, en qué se diferencia la oración cristiana de la que no lo es? La oración del cristiano establece una relación filial entre el creyente y su Padre celestial; la del no cristiano expresa, sobre todo, el temor ante un dios terrible. Añadamos que el Espíritu Santo, que permanece por medio de Cristo en cada cristiano (Gálatas 2: 20), le guía en sus oraciones y establece así ese lazo de unión con Dios, como el de un hijo con su padre (Romanos 8: 26).

10 Qué decirle a Dios? En la oración le expresamos nuestro agradecimiento, le alabamos (Salmo 103) y le reconocemos como nuestro Creador y Señor (Hechos 4: 24). Le amamos y nos dirigimos a Él como a nuestro Padre (Gálatas 4: 6). Amamos a nuestro prójimo e intercedemos en su favor (Colosenses 1: 9). En la oración reflejamos nuestra experiencia personal con Dios. Los Salmos y las oraciones del pueblo israelita son una buena demostración de este hecho.

11 Dios te oye! «Jehová está lejos de los malvados, pero escucha la oración de los justos» (Proverbios 15: 29). Esto afirmaba Salomón. Jesús, por su parte, nos promete: «Todo lo que pidáis al Padre en mi nombre, lo haré» (Juan 14: 13). Dios oye, pues, cada oración, pero no siempre contesta como nosotros esperamos. Él sabe lo que necesitamos y qué es lo que nos conviene, aunque no lo comprendamos. Ve mucho más lejos que nosotros (Isaías 55: 8-9). Por eso, el cristiano, debe desear que se cumpla, ante todo la voluntad de Dios (Mateo 6: 10).

12 Hace 80 años que se establecieron estos cursos de Biblia. Actualmente más de dos millones de alumnos los siguen cada año en más de ciento cuarenta países en el mundo, siendo publicados en 85 idiomas. Son gratuitos. El presente curso consta de 25 lecciones. El tema siguiente: UN MUNDO SIN FRONTERAS? Le rogamos envíe sus respuestas a la siguiente dirección: Apartado SAGUNTO

13 " Cortar para entregar Cuestionario de la Lección 6 ORACIÓN: MÍSTICA O REALIDAD? 1 Qué es la oración según la Biblia? (Subraye la respuesta correcta). Un monólogo Una ilusión Un estado de comunión con Dios Un remedio tranquilizante 2 Qué le pidieron los discípulos a Jesús? Lucas 11: Mencione las siete peticiones del Padrenuestro. Mateo 6: Qué buen hábito nos recomiendan los autores bíblicos para permanecer en comunión con Dios? Daniel 6: Tesalonicenses 5: 17...

14 5 Contra qué nos advierte Jesús al orar? Mateo 6: Qué podemos decirle a Dios? Qué seguridad podemos tener si oramos con fe? Juan 9: Juan 14: Preguntas, sugerencias y reflexiones personales sobre esta lección Nombre... Código del alumno...