Hugh Hefner, hedonista de interior El sexo en la América de los cincuenta Adolescentes: el mercado del billón de dólares...

Transcripción

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2 INTRODUCCIÓN SEXUALIDAD, CULTURA ERÓTICA Y CONTRACULTURA EN LA AMÉRICA DE LOS AÑOS CINCUENTA Hugh Hefner, hedonista de interior El sexo en la América de los cincuenta Adolescentes: el mercado del billón de dólares LA MASCULINIDAD PLAYBOY Qué tipo de hombre lee Playboy? Televisión, áticos, clubs y mansiones Los presupuestos ideológicos de Playboy Los años ochenta y noventa Ser un playboy en el siglo XXI REPRESENTACIÓN HEREDADA Y CONCEPTUALIZACIÓN DE LA PLAYMATE Fotografía norteamericana y pin-ups La Playmate como producto erótico EVOLUCIÓN DE LA PLAYMATE De los inicios a De 1980 a De 2000 a CONCLUSIONES BIBLIOGRAFÍA

3 Introducción Qué tienen en común un iphone 6 y una mujer de calendario?, Qué pasaría si analizamos el póster central de la revista Playboy como un diseño industrial destinado al consumo erótico masivo?, Nos puede ayudar esta disciplina a explicar el éxito de un producto cultural?... Utilizando el marco teórico del Diseño de Producto se logra clarificar el proceso de creación de la playmate: la chica del mes y protagonista del magazine de Hugh Hefner desde hace más de sesenta años. Las condiciones para hacer este análisis se dan: tiene identidad propia, está serializado, se reproduce industrialmente a través de la imprenta y disfruta de un impecable canal de distribución que le permite llegar puntualmente a los hogares desde el año Deconstruyendo la conceptualización y producción de este arquetipo podemos apuntar algunas de las claves y vinculaciones sociológicas del producto. Esta es también una aproximación a la playmate como caso de éxito dentro de las culturas del erotismo. La revista Playboy, ese gran contenedor de influencia transnacional, está muy necesitado de estudios críticos. El erotismo producido por Playboy se beneficia de la falsa apariencia de realidad proporcionada por el medio fotográfico para poder representar a la playmate como una mujer de carne y hueso. El voyerismo no se activa ante lo artificial, por lo que una desviación en la verosimilitud de la escena va a hacer que el público se distancie poniendo en peligro el éxito del producto. Al igual que un teléfono móvil o un coche, la playmate ha de despertar el deseo de compra en el consumidor y, con su presencia, hablarnos de una posición social muy concreta: aquella a la que sus consumidores aspiran a pertenecer. Esta imaginería machista se rediseña continuamente para adaptarse a los gustos del consumidor y se difunde sin encontrar apenas resistencias, por lo que su consumo está totalmente normalizado. Como fantasía sexual se basa en suministrar al mercado lo que no se tiene en casa propia acceso a la visión del cuerpo desnudo y sumiso de las mujeres de clase alta y en ella todo es 2

4 mentira. Oponiéndose a las relaciones reales entre los géneros que el lector puede obtener gratuitamente por su cuenta la erótica de Playboy está diseñada al detalle para ser lo más efectiva y lucrativa posible. Nos encontramos entonces con una imaginería que, en su defensa de la libertad de expresión de la sexualidad del playboy, obvia por completo las consideraciones éticas que reclama el feminismo sobre la representación cosificada de los cuerpos de las mujeres. Estamos ante un producto de consumo erótico, pura pornografía pop industrializada y neoliberal que no repara en consideraciones políticas ni sociales más allá de los intereses propios. En la fantasiosa tierra prometida a los lectores de la revista de Hefner el trabajo duro masculino está doblemente premiado: la primera recompensa es el ascenso social que abre las puertas a la buena vida basada en el consumo, que se defiende desde la revista como motor del crecimiento nacional. El segundo beneficio proviene del compartir una heterosexualidad compulsiva y depredadora que permite el disfrute sin remordimientos de una vida promiscua, no problemática y eternamente adolescente en la que el sexo se practica por su poder como estímulo instantáneo y en la que la mujer es totalmente prescindible una vez que el playboy se ha beneficiado del efecto energizante de la práctica sexual. Pero el trabajo no es sencillo. Para la correcta comprensión de la playmate como producto cultural necesitamos de estudios históricos previos y sobre todo, de un análisis exhaustivo, que nos explique sus conexiones reales con el resto del tejido que conforma la cultura erótica occidental. Elizabeth Fraterrigo, en su libro Playboy and the Making of The Good Life in Modern America 2009 nos proporciona este análisis fundamental y nos da las claves de la importancia del fenómeno: la del playboy es una masculinidad capitalista que ve a la mujer como un producto de consumo más. La virilidad se mide en base al poder de compra y la compañía femenina se combina con el color de la chaqueta. Habría sido imposible entender la complejidad de la playmate sin el trabajo previo de Fraterrigo, a la que debemos la brillante explicación de la masculinidad Playboy sobre la que se apoya esta investigación. Paul B. Preciado es otro de los autores claves para construir el contexto del producto: en Pornotopía 2010 trata el tema de los espacios pornográficos, desde los clubs de streaptease de Chicago a la cama redonda de Hefner, abundando en 3

5 las personalidades del hombre-conejo y de su compañera, la inofensiva playmate que se transforma en conejita para servir bebidas en los conocidos clubs de la marca. El tercero de los trabajos que da perspectiva al contexto de esta investigación viene de Alan Petigny, quien en The Permissive Society. America, , expone el giro permisivo previo que se produce en las costumbres sexuales de los americanos y que contribuye a la masiva aceptación social de la que disfrutó la revista desde su nacimiento en Con respecto a las fuentes utilizadas hay que destacar que sin la oportunidad de consultar la colección completa de la revista editada por Hefner este análisis no hubiera podido llevarse a cabo: el acceso a la hemeroteca digital de la marca se realiza mediante suscripción y su indexación parcial facilita la consulta de sus más de setecientas revistas publicadas. La publicación en 2013 de parte de la historia de Playboy en seis volúmenes editados por el propio Hugh Hefner proporciona igualmente información interesantísima de primera mano sobre el personaje y su vida. Amplía la historia conocida de la misma y reúne los contenidos más significativos del magazine desde el punto de vista de la propia casa, lo que la convierte en otra de las fuentes de investigación indispensables para todo aquel que quiera explorar el mundo del hombre-conejo, su mentalidad y su sexualidad características. 4