SEGUNDA PARTE TIPOLOGÍAS

Transcripción

1 SEGUNDA PARTE TIPOLOGÍAS

2 SEGUNDA PARTE. Capítulo I La Casa de Curar Tabaco CAPÍTULO I LA CASA DE CURAR TABACO (EL SECADERO CUBANO) 28

3 Los Secaderos de Tabaco en la Provincia de Granada: Evolución y Reconversión E l Habano es el hijo predilecto de la agricultura cubana. Gracias a la conjunción de factores geográficos extraordinarios, a las manos expertas y cuidadosas de los trabajadores agrícolas y al proceso igualmente cuidadoso y artesanal de los fabriles que manufacturan el producto, se obtiene el tabaco más famoso del mundo. I. EL TABACO CUBANO El que dicen es el mejor tabaco del mundo es tratado con mimo desde que se deposita la semilla en la tierra hasta que el fumador adquiere el habano. En Cuba existen dos formas de tratar la planta de tabaco, dependiendo del uso que la hoja vaya a tener. Para el tabaco del interior del habano se emplea la planta de sol, tratada de forma y manera similar a la que se cultiva en España, aunque con las ventajas del clima y la tierra caribeña. Para lo que se denomina el tabaco de capa (para la envuelta) se cubren las plantaciones enteras con tela de gasa, protegiéndolo así de los rayos solares y obteniendo el producto más fino y exclusivo de la producción agrícola tabacalera, sobre todo si se trata de la zona de Vuelta Abajo, la más famosa de toda la isla. Mientras que la mayor parte del tabaco cultivado en España (en Granada es la totalidad) es cortado por plantas, en Cuba se cosecha por hojas, escogiendo en cada momento la parte de la planta que esté en su perfecto punto de maduración. Estas hojas son posteriormente ensartadas y trasladadas a la casa de curar tabaco para su curación y posterior clasificación. Fig. 13 El tabaco tapado de Cuba es de los más valorados del mundo 29

4 SEGUNDA PARTE. Capítulo I La Casa de Curar Tabaco II. LA CASA DE CURAR TABACO Las hojas de tabaco, cortadas y agrupadas según la zona de la planta de la que provienen, se colocan en cestos ovalados que cubren con tela de mosquitero, para viajar así a la casa de curar tabaco. La casa de tabaco ha de estar orientada según los rumbos cardinales de Este a Oeste, para que el Sol no caliente el frente y la parte posterior más que al amanecer y al atardecer y permanecerá cerrada mientras dure la curación de las hojas. Fig. 14 Las vegas cubanas también están salpicadas de locales de curado, allí denominadas "casas de curar tabaco", todas orientadas Este - Oeste y dotadas de huecos de ventilación Los trabajadores que cuidan el tabaco en estas grandes casas, en función de la climatología, abrirán o cerrarán sus puertas. En la casa de curar tabaco se produce el ensarte de las hojas en cujes que se suben a las barrederas, maderos horizontales donde descansan sus extremos. Un cuje es una vara recta con poco más de 4 m de largo y determinado grueso en cada una de sus puntas. Un buen cuje, según los expertos, es el de patabán. Muchas casas de tabaco se han tecnificado y construido con modernos materiales; así mismo se han incorporado calefactores para reducir el tiempo de 30

5 Los Secaderos de Tabaco en la Provincia de Granada: Evolución y Reconversión secado (normalmente de 45 a 60 días lo mismo que en España-), pero aún son frecuentes las de estilo primitivo, techadas con guano de palma real. III. SECADERO VS CASA DE CURAR TABACO Las características del secadero de tabaco, definidas en capítulos anteriores, pueden llegar a ser bastante diferentes de las de la casa del tabaco ; hay que tener en cuenta que la diferencia de curar por hojas a curar por plantas exige mayor volumen de local para una misma cosecha. Las especificaciones y referencias que al secadero de tabaco se efectúen en este capítulo están dirigidas y basadas en el secadero de palos que es el más próximo en forma y materiales empleados a la casa de curar tabaco cubana. Empecemos por la nomenclatura; la designación como casa de curar tabaco no es un eufemismo, sino que realmente tiene toda la apariencia exterior de una vivienda rural con sus puertas de acceso y ventanas de dimensiones habituales en toda residencia, tanto en el piso bajo como en los superiores; todas ellas dotadas de postigos para su cierre. El cerramiento o forrado exterior es completamente de madera, en tablones de dimensiones similares colocados horizontalmente. Fig. 15 La casa de curar está realizada en madera y sus huecos poseen postigos de cierre y el tabaco se protege además con una gasa que lo aisla del exterior El volumen construido es mayor que el de nuestros secaderos. El ancho puede llegar a los 9 m, mientras que la longitud, siempre variable, ronda los m; y sin embargo, en muchos casos la sensación de achatado y rechoncho es lo que quizás más sorprenda. Esto es debido a la inclinación de la cubierta que, aunque elevada en 31

6 SEGUNDA PARTE. Capítulo I La Casa de Curar Tabaco algunas casas (hay edificios que recuerdan a nuestras barracas valencianas) es compensada con creces por la anchura de la construcción. Se obtienen así espacios interiores muy amplios que ayudan al curado por hojas del tabaco. La cubrición se suele realizar con madera, siendo el exterior protegido con chapa metálica; aunque como ya se ha mencionado en algunos casos se emplea aún el guano. La cubierta, a diferencia del secadero, no presenta chimeneas ni huecos en los faldones, por lo que la ventilación y/o expulsión de gases provocados por fuentes de calor se realiza a través de los huecos practicados en el cerramiento de la casa de tabaco. La estructura está formada por rollizos (de diámetros mayores a los empleados en nuestra zona) dispuestos en pórticos paralelos al lado menor de la edificación y arriostrados entre sí por todo el perímetro del edificio mediante vientos o rollizos dispuestos a modo de cruz de san Andrés. Los pórticos se sitúan con separaciones de 4-5 m, para servir de sostén al cuje que se apoya en las barrederas (como ya se ha dicho son varas horizontales colocadas cada 30,40 cm) que establecen los distintos pisos de cuelgue de las hojas. De esta forma se obtiene una pareja de pórticos unidos entre sí por los cujes. La siguiente pareja se separará 1 m de la anterior, con el fin de que se pueda trabajar entre ellas, sin necesidad de sortear la hoja de tabaco, con el consiguiente peligro de dañarla. Hay que decir que el secadero de tabaco supone un continuo obstáculo para el trabajador como consecuencia de las riostras, colocadas a unos 20 cm del suelo, que establecen cada uno de los claros del mismo. Sin embargo, la casa de curado ofrece mayores ventajas puesto que el arriostramiento está situado en el perímetro del local y en la cubierta, siendo fácil el caminar y trasladar la carga. Se emplea como cimentación o base de los rollizos, al igual que en España, bloques de piedra que estabilizan la estructura y la aíslan de la humedad terrenal. 32