Crecimiento económico y empleo en México durante 2T 2016, y evolución del Indicador de Confianza Empresarial.

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1 22 de agosto de 2016 Crecimiento económico y empleo en México durante 2T 2016, y evolución del Indicador de Confianza Empresarial. Marcelo Delajara Centro de Estudios Espinosa Yglesias Actividad Económica De acuerdo con datos del INEGI, la tasa de crecimiento del PIB en 2T 2016 fue 1.5% (variación anual, ajustada por estacionalidad), después de haber sido 2.5% en el primer trimestre del año. Esta desaceleración es significativa ya que el desempeño de la economía en el primer trimestre había sido mejor que el promedio de los últimos dos años (2.4%), mientras que el del segundo trimestre se encuentra muy por debajo de esa cifra. La tasa anual referida es la menor registrada en un segundo trimestre en los últimos dos años, pero aún mayor a la que se observó en 2T 2013 (0.71%) cuando la economía mexicana se contrajo ligeramente respecto al primer trimestre de ese año. Sin embargo, la tasa de 1.5% en 2T 2016 se acerca a la que tuvo la economía en el año 2013, cuando el PIB creció a un ritmo promedio de 1.6%. Aún con este desempeño menos favorable, la tasa de crecimiento anual promedio del PIB en lo que va del sexenio de la actual administración federal alcanza 2.1%, muy cercana a la registrada en el sexenio anterior. La desaceleración del PIB en 2T 2016 se asocia a un mayor debilitamiento de la demanda agregada, principalmente debido al menor ritmo de expansión del consumo privado. Por un lado, la economía mundial siguió perdiendo dinamismo, por lo que las exportaciones no petroleras se contrajeron a una tasa anual promedio de 2.8% en la primera parte de 2016 (las exportaciones petroleras lo hicieron a una cifra cercana a 30%). Por otro lado, la mayor austeridad fiscal, adoptada en respuesta al entorno financiero internacional volátil e incierto, significó un gasto neto del sector público programable menor en casi 3% durante el primer semestre de 2016 en comparación con el mismo periodo del año previo. Finalmente, el consumo privado, que había sostenido el crecimiento del PIB en los primeros meses de 2016 (en 1T 2016 el indicador de consumo privado en el mercado interno se expandió a una tasa anual promedio de 4.1%) se desaceleró a 1.8% en abril y mayo. Mercado Laboral En lo que respecta a los indicadores del mercado laboral, es conveniente distinguir entre el nivel y el cambio en el margen que estos presentan. Los niveles de los indicadores indican una situación relativamente buena en el mercado laboral. La tasa de crecimiento anual del empleo formal (del número de trabajadores afiliados en el IMSS) se ubicó en 3.7% en 2T 2016, solo ligeramente por 1

2 debajo del promedio de 4% de los últimos 5 años. La tasa de desocupación en el trimestre de referencia fue 3.9%, un nivel que no se observaba desde el tercer trimestre de 2008, al inicio de la crisis financiera global. Asimismo, la tasa de informalidad fue 57.2 % en el trimestre, la más baja de los últimos años y comparable a la que se observó antes de la crisis referida. La dinámica de los indicadores revela, sin embargo, cierta desaceleración. De manera congruente con el comportamiento del PIB en los últimos trimestres, dichos indicadores continuaron mejorando, pero a un menor ritmo. Así, la tasa de crecimiento del empleo formal del IMSS, la tasa de desocupación y la de informalidad presentaron valores solo ligeramente mejores que los registrados en el trimestre previo. Los datos de los últimos años muestran que los cambios en el empleo formal responden a los cambios en el PIB con un ligero rezago. Dada la desaceleración del PIB en 2T 2016 respecto a 1T 2016, cabe esperar que en la segunda parte del año la tasa de crecimiento del empleo formal se mantenga sin cambio o presente una ligera tendencia a la baja; asimismo, las reducciones en los indicadores de desocupación e informalidad también serían modestas. Confianza del Consumidor Hasta 1T 2016, el Índice de Confianza del Consumidor se había mantenido estable en un nivel relativamente bajo y aparentemente desacoplado de las mejorías en el PIB y en la inflación que se observaban. Dicho estancamiento en la confianza la habíamos atribuido al comportamiento dispar de los subíndices componentes: por un lado, los componentes del índice que capturan la percepción de los consumidores sobre la situación futura de sus hogares y del país presentaban una tendencia negativa; por el otro, la percepción sobre la situación actual del país y del hogar y sobre el poder de compra de bienes durables de sus miembros mostraba un nivel elevado o incluso una tendencia al alza. En 2T 2016, en cambio, se observó una clara reducción en la confianza de los consumidores en tándem con un aumento en el Índice de Miseria Económica (IME). El IME, atribuido al economista estadounidense A. Okun, es la diferencia entre la tasa anual de inflación y la tasa anual de crecimiento económico. El aumento del IME en 2T 2016 se asocia principalmente con la desaceleración del PIB y en menor medida con el ligero repunte de la inflación. Así, el Índice de Confianza de los Consumidores parece volver a comportarse congruentemente con la tendencia de estas variables. La reducción en la confianza de los consumidores en 2T 2016 parece estar asociado a un cambio de tendencia en el subíndice que mide la percepción de los consumidores sobre la situación económica actual del país, la que pasó de ligeramente positiva a negativa. El resto de los subíndices continúan presentando las mismas tendencias que en el trimestre anterior (mencionadas en el primer párrafo de esta sección). Podemos concluir que durante 2T 2016, si bien los consumidores continuaron percibiendo una situación económica buena en su hogar y un mayor poder de compra de bienes durables en relación al mismo periodo del año previo, se mostraron más 2

3 preocupados por la situación actual del país y sus expectativas para la situación económica de su hogar y del país durante los próximos 12 meses se deterioraron aún más. Análisis: Confianza Empresarial A través de los resultados de la Encuesta Mensual de Opinión Empresarial (EMOE), el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) elabora el Indicador de Confianza Empresarial (ICE). La publicación de dichos índices es de relevancia pues permite conocer la opinión de los directivos empresariales de los sectores de la construcción, manufacturero y comercio acerca del clima de inversión y de la situación económica de las empresas y del país. El ICE es un índice de difusión mensual, diseñado para que un valor por encima (debajo) de 50 indique que la confianza de dichos directivos aumentó (disminuyó) durante el mes de referencia. El ICE para los tres sectores económicos presenta una tendencia a la baja desde el inicio del sexenio del actual gobierno federal, y a partir del 4T 2014 se ubica incluso por debajo del umbral de 50 puntos (Gráfica 1). Con anterioridad a ese trimestre, la confianza empresarial mostraba mejorías en cada medición, pero éstas se fueron debilitando (solo se observó un repunte entre el 3T 2013 y el 2T 2014). Después del 4T 2016 el ICE se sitúa en la zona negativa debido a que la opinión de los directivos de empresas se vuelve más pesimista. Los niveles (por debajo del umbral de 50 puntos) de confianza empresarial reportados durante 2T 2016 mantienen la tendencia que se ha observado durante el año previo. En ese periodo, el ICE del sector manufacturero se mantuvo estable, mientras que en los sectores construcción y comercio el indicador continuó deteriorándose. De esta manera los indicadores de confianza empresarial se encuentran actualmente en su punto más bajo de los últimos 4 años. Gráfica 1 3

4 Peor Mejor El ICE es un indicador compuesto que captura la dinámica de cinco subíndices. Estos miden la percepción de los directivos empresariales sobre la situación económica presente y futura de su empresa; la situación económica presente y futura del país y su opinión acerca de si el momento actual es adecuado para invertir. En general, el único subíndice que no contribuyó a la trayectoria descendente del ICE desde 1T 2013 fue el que captura la percepción sobre la situación actual de la empresa (en comparación con la situación un año antes); los demás subíndices, y con diferencias ocasionales por sector, han mostrado la tendencia general del ICE. La percepción de los directivos sobre la situación actual de la empresa en comparación con la de 12 meses antes fue a lo largo del periodo analizado, en general, muy congruente con la situación económica del momento en el país (Gráfica 2). Ello, particularmente, en los sectores manufacturero y comercial. A lo largo de 2013, cuando el crecimiento económico se había desacelerado a una tasa cercana a 1%, los empresarios mostraron menos confianza sobre la situación de su empresa. Sin embargo, hacia el final de ese año e inicio de 2014, una vez que el ritmo de crecimiento económico se recuperó y volvió a situarse por encima de 2%, el subíndice se estabilizó y ha permanecido estable en esos niveles (alrededor de 54 puntos) desde entonces (Gráfica 2) Gráfica 2 Percepción sobre la Situación Económica Presente de la Empresa Índice de difusión Construcción Manufacturas Comercio En lo que respecta al indicador de confianza de los directivos de empresas constructoras, sus fluctuaciones reflejan en parte la situación de la economía en general, y en parte la situación del sector de la construcción. Éste, en general, no tuvo un buen desempeño, con excepción del periodo que va de 3T 2013 a 3T 2014 cuando se recuperó el gasto público, se presentó un nuevo marco regulatorio para el sector de la vivienda, y se anunció el Plan Nacional de Infraestructura Durante 2015 y 2016, de manera congruente con las restricciones en el gasto y la caída en la inversión pública del gobierno federal, los directivos del sector volvieron a mostrarse pesimistas respecto a la situación económica de sus empresas (Gráfica 2). De esta 4

5 Peor Mejor manera, en 2T 2016 este subíndice apenas supera los valores observados hacia el 3T2013. Pese al comportamiento relativamente estable del subíndice que evalúa la situación presente de la empresa, la percepción empresarial sobre el momento adecuado para invertir mostró una trayectoria claramente a la baja durante todo el periodo y en 2T 2016 se ubica en su nivel más bajo. Dicha trayectoria fue más notoria en los sectores del comercio y de la construcción. En el sector manufacturero el incremento del pesimismo no ha sido tan abrupto como en los otros dos sectores, y la percepción sobre el clima de inversión ha presentado cierta estabilidad desde el 1T 2015, no obstante, este subíndice también presenta el nivel más bajo del sexenio Gráfica 3 Percepción sobre el Momento Adecuado para Invertir Índice de difusión Construcción Manufacturas Comercio El comportamiento del subíndice que mide el momento adecuado por invertir es consistente con la percepción que se tiene en los tres sectores empresariales respecto a la situación económica futura del país. Este último subíndice, en general, no ha mejorado desde el inicio de la actual administración federal para dos de sus tres sectores (no se muestra la gráfica). Solamente en el sector comercial hubo un ligero repunte desde 3T 2015 que se ha mantenido modestamente hasta 2T 2016, coincidentemente con la reactivación del mercado interno, que ha sostenido la demanda agregada en este periodo. Asimismo, un tercer subíndice, el que mide el optimismo sobre la situación futura de las empresas, también ha mostrado un comportamiento similar a los aquí discutidos y, junto con estos, han contribuido a la tendencia a la baja en el Indicador de Confianza Empresarial agregado (mostrado en la Gráfica 1). En conclusión, podemos observar que pese a la percepción de relativa estabilidad en la situación presente de las empresas (reportada principalmente en los sectores comercial y manufacturero), la opinión sobre el clima de inversión ha venido empeorando junto con las perspectivas económicas futuras de la empresa y del país, llevando a que el ICE se encuentre en niveles más bajos que al inicio del sexenio. 5