Romanos 8 7 Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden;

Transcripción

1 Archienemigos de una vida de excelencia cristiana Parte 1era. La Carne. A. Lectura bíblica Santiago 4:6-8 6 Pero él da mayor gracia. Por esto dice: Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes. 7 Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros. 8 Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros. Pecadores, limpiad las manos; y vosotros los de doble ánimo, purificad vuestros corazones. B. Introducción Enemigo es una persona o grupo de personas, que se oponen a otro grupo de personas ya sea por sus ideas, pensamientos, actividades o por motivos políticos radicales tales como el invadir a otro país por la captura de sus Recursos naturales. Es la expresión radical de la diferencia entre personas, el antagonismo exacerbado o el desacuerdo extremo, innegociable e intolerante entre entes sociales, políticos, religiosos, etc. El cristiano tiene tres grandes enemigos o archienemigos: o La carne o El mundo o Satanás C. Desarrollo 1. La Carne como nuestra enemiga Hablar de la carne es referirinos a deseos contarios a la voluntad de Dios: Romanos 8 7 Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden; 1

2 a. Cuidemos nuestro corazón: Proverbios 4 23 Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; Porque de él mana la vida. b. Cuidémonos de nuestro corazón Jeremías 17 9 Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; quién lo conocerá? 10 Yo Jehová, que escudriño la mente, que pruebo el corazón, para dar a cada uno según su camino, según el fruto de sus obras. c. Cuidémonos de nosotros mismos 1 Timoteo 4 16 Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina; persiste en ello, pues haciendo esto, te salvarás a ti mismo y a los que te oyeren. d. Cuidémonos de la ley del pecado que está en nosotros Romanos 7 15 Porque lo que hago, no lo entiendo; pues no hago lo que quiero, sino lo que aborrezco, eso hago. 17 De manera que ya no soy yo quien hace aquello, sino el pecado que mora en mí. 18 Y yo sé que en mí, esto es, en mi carne, no mora el bien; porque el querer el bien está en mí, pero no el hacerlo. 19 Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago. 20 Y si hago lo que no quiero, ya no lo hago yo, sino el pecado que mora en mí. 21 Así que, queriendo yo hacer el bien, hallo esta ley: que el mal está en mí. 23 pero veo otra ley en mis miembros, que se rebela contra la ley de mi mente, y que me lleva cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros. 24!!Miserable de mí! quién me librará de este cuerpo de muerte? 2

3 e. Cuidémonos de las obras de la carne Gálatas 5 19 Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, 20 idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, 21 envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios. f. Viviendo en la carne no se puede agradar a Dios. Romanos 8 8 y los que viven según la carne no pueden agradar a Dios. g. Entregarnos a la carne cambia nuestro futuro eterno 1 Pedro 2 11 Amados, yo os ruego como a extranjeros y peregrinos, que os abstengáis de los deseos carnales que batallan contra el alma, h. Áreas de nuestras vidas en que la carne tiene grandes incidencias: ü La sexualidad San Pablo recomienda que huyamos de las tentaciones y pasiones. Estas son las únicas batallas que se ganan huyendo. 2 Timoteo 2 22 Huye también de las pasiones juveniles, y sigue la justicia, la fe, el amor y la paz, con los que de corazón limpio invocan al Señor. Recordemos a José quien ganó esa batalla huyendo de la mujer de Potifar. Génesis 39:12 12 Y ella lo asió por su ropa, diciendo: Duerme conmigo. Entonces él dejó su ropa en las manos de ella, y huyó y salió. 3

4 ü Los sentimientos 2 Corintios 6 14 No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? Y qué comunión la luz con las tinieblas? 15 Y qué concordia Cristo con Belial? O qué parte el creyente con el incrédulo? Amos 3 3 Andarán dos juntos, si no estuvieren de acuerdo? ü Las riquezas Amar el dinero es una clara evidencia de una vida en la carne. 1 Timoteo 6 9 Porque los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas, que hunden a los hombres en destrucción y perdición; 10 porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores. Sin embargo hay que afirmar que no es pecado tener riquezas si estas han sido alcanzadas de manera honesta y para la gloria de Dios: Salmos 1 1 Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, Ni estuvo en camino de pecadores, Ni en silla de escarnecedores se ha sentado; 2 Sino que en la ley de Jehová está su delicia, Y en su ley medita de día y de noche. 3 Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, Que da su fruto en su tiempo, Y su hoja no cae; Y todo lo que hace, prosperará. ü El poder En el Reino de Dios tanto el que dirige como el que sirve son una misma cosa. 4

5 Lucas Pero él les dijo: Los reyes de las naciones se enseñorean de ellas, y los que sobre ellas tienen autoridad son llamados bienhechores; 26 mas no así vosotros, sino sea el mayor entre vosotros como el más joven, y el que dirige, como el que sirve. San Pablo nos llama a tener un concepto justo sobre nosotros mismos: Romanos 12:3 Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno. ü Éxito personal A la luz del Evangelio, el éxito en nuestras vidas inicia buscando el Reino de Dios y su justicia. Mateo 6:33 Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas. ü Ocupaciones El poder de la carne disminuirá en nosotros, en gran medida, de acuerdo a las actividades a las que dedicamos nuestro tiempo: Efesios 5: Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, 16 aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos. 17 Por tanto, no seáis insensatos, sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor. 5

6 D. Recomendaciones a. Herramientas para doblegar la carne Vida devocional ü Mateo Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil. Negación a si mismo ü Lucas 9:23 Y decía á todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese á sí mismo, y tome su cruz cada día, y sígame Sometimiento a la voluntad de Dios ü Santiago 4 7 Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros. 8 Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros. Pecadores, limpiad las manos; y vosotros los de doble ánimo, purificad vuestros corazones. 6