ESTUDIO DEL EVANGELIO DE JESUCRISTO Por: Rubén Álvarez En el poder del Espíritu

Transcripción

1 ESTUDIO DEL EVANGELIO DE JESUCRISTO Por: Rubén Álvarez En el poder del Espíritu Introducción Lucas 4: 14 Jesús volvió en el poder del Espíritu a Galilea, y se difundió su fama por toda la tierra de alrededor. 15 Y enseñaba en las sinagogas de ellos, y era glorificado por todos. 16 Vino a Nazaret, donde se había criado; y en el día de reposo entró en la sinagoga, conforme a su costumbre, y se levantó a leer. 17 Y se le dio el libro del profeta Isaías; y habiendo abierto el libro, halló el lugar donde estaba escrito: 18 El Espíritu del Señor está sobre mí, Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; A pregonar libertad a los cautivos, Y vista a los ciegos; A poner en libertad a los oprimidos; 19 A predicar el año agradable del Señor. 20 Y enrollando el libro, lo dio al ministro, y se sentó; y los ojos de todos en la sinagoga estaban fijos en él. 21 Y comenzó a decirles: Hoy se ha cumplido esta Escritura delante de vosotros. 22 Y todos daban buen testimonio de él, y estaban maravillados de las palabras de gracia que salían de su boca, y decían: No es éste el hijo de José? 23 Él les dijo: Sin duda me diréis este refrán: Médico, cúrate a ti mismo; de tantas cosas que hemos oído que se han hecho en Capernaum, haz también aquí en tu tierra. 24 Y añadió: De cierto os digo, que ningún profeta es acepto en su propia tierra. 25 Y en verdad os digo que muchas viudas había en Israel en los días de Elías, cuando el cielo fue cerrado por tres años y seis meses, y hubo una gran hambre en toda la tierra; 26 pero a ninguna de ellas fue enviado Elías, sino a una mujer viuda en Sarepta de Sidón. 27 Y muchos leprosos había en Israel en tiempo del profeta Eliseo; pero ninguno de ellos fue limpiado, sino Naamán el sirio. 28 Al oír estas cosas, todos en la sinagoga se llenaron de ira; 29 y levantándose, le echaron fuera de la ciudad, y le llevaron hasta la cumbre del monte sobre el cual estaba edificada la ciudad de ellos, para despeñarle. 30 Mas él pasó por en medio de ellos, y se fue

2 Introducción. Jesús fue bautizado en el Espíritu aquel día en el río Jordán. El cielo se abrió y el Espíritu de Dios descendió corporalmente en forma de una paloma sobre ÉL, en tanto que una voz del cielo declaraba: Este es mi hijo amado en quien tengo mi complacencia Dios anunciaba en aquella plaza pública, donde era el lugar en que Juan el bautista, predicaba y bautizaba a la gente para arrepentimiento; que Jesús era Su Hijo y que estaba a cargo de Sus negocios en la tierra. El evangelio de San Lucas nos informa que Jesús salió de aquellas aguas lleno del Espíritu Santo. A partir de aquel día Jesús fue dirigido por el Espíritu en todas sus acciones. La primera de ella fue ser llevado por el Espíritu al desierto para ser tentado por el mismo diablo. No se trataba de ningún error, sino de cumplir con un propósito importantísimo en Su ministerio: Recuperar lo que el hombre había perdido. Y fue así como, después de cuarenta días, cuando su carne estaba debilitada, que el diablo le salió al encuentro para intentar descarrilarle de Su propósito eterno. Sin embargo, Jesús venció cada una de las tentaciones del diablo y respondió a la tentación en la cual el primer Adán había caído. Recuperó el señorío para el ser humano y nos dio toda una lección de cómo podemos vencer las tentaciones. Y entonces, una vez que el diablo fue derrotado por Jesús en toda tentación de la carne, Jesús salió del desierto ya no lleno del Espíritu Santo solamente, sino en el Poder del Espíritu. Jesús volvió en el poder del Espíritu a Galilea Hoy día Dios ha preparado todo para que la Iglesia no solo sea llena del Espíritu Santo, sino que andemos en el Poder del Espíritu cada día, como hijos de Dios que somos. DESARROLLO 1. En el Poder del Espíritu Ser sumergido en el Espíritu Santo no solo nos llena de Él para poder ser dirigidos y tener revelación de la Palabra aún para enfrentar las tentaciones; sino que nos cubre y permea del Poder de Dios. Jesús, lleno del Espíritu fue guiado al desierto para vencer al diablo en la tentación humana. Pero, el bautismo del Espírito no solo fue llenura, sino poder de lo alto. Qué es este poder que Jesús llevaba sobre Él? Bueno, nos dice el mismo evangelio de Lucas que se difundió su fama por toda la tierra de alrededor. 15 Y enseñaba en las sinagogas de ellos, y era glorificado por todos

3 Algo estaba haciendo Jesús diferente a las demás personas que empezó a tener fama en la tierra de Galilea y ésta se empezó a esparcir. Por lo que podemos apreciar, la fama de Jesús involucraba sabiduría en la enseñanza y milagros de sanidad que asombraban a las personas. Varias veces nos dice la Palabra de Dios que en Jesús residía un poder especial: Lucas 5: 17 Aconteció un día, que él estaba enseñando, y estaban sentados los fariseos y doctores de la ley, los cuales habían venido de todas las aldeas de Galilea, de Judea y Jerusalén; y el poder del Señor estaba con él para sanar. Marcos 1: 39 Y predicaba en las sinagogas de ellos en toda Galilea, y echaba fuera los demonios Este poder que residía en Jesús, por el bautismo del Espíritu, podría se derramado sobre todos los hijos de Dios. Jesús, como siempre, en todos los casos, es la primicia de lo que serían los hijos de Dios. Nació siendo concebido por el Espíritu Santo, tuvo que comer mantequilla y miel para desechar lo malo y escoger lo bueno, se preparó en los negocios de Su Padre para poder trabajar y dedicarse a ellos, fue bautizado en el Espíritu de Dios con lo cual fue lleno del Espíritu y salió en el Poder del Espíritu. Esto mismo es lo que Jesús les decía a sus discípulos después de haber resucitado: No se vayan de Jerusalén, les dijo, permanezcan juntos y unánimes; esperen el cumplimiento de la promesa del Padre, porque recibirán PODER cuando haya venido sobre ustedes el Espíritu Santo y entonces me serán testigos en todas partes. Contemplar el evangelio de Jesús bajo sus diferentes escritores, no es solamente aprender la historia de la vida de Jesús, no es únicamente admirarse la obra de Dios por medio Suyo, sino poder percibir todo lo que Dios tiene preparado para nosotros, puesto que en Cristo Jesús vemos las primicias. 2. La Unción. Qué es este poder maravilloso que ofrece pasar por encima de todas las imposibilidades humanas y entrar a una atmósfera espiritual de creatividad y potencia sobrenaturales? Pues la visita de Jesús a la tierra donde creció y nació nos da la respuesta. Llegó a la ciudad y buscó la sinagoga. Entró en ella y la gente se alegró de verlo otra vez en la ciudad. Lo habían visto crecer allí, desde niño, más tarde como adolescente, lo vieron trabajar junto con su papá, hizo algunas buenas puertas, sillas y mesas de madera. Habían escuchado muchas cosas de Él, buenas noticas que venían de tierras cercanas, de la misma región de Galilea, para ser precisos de la ciudad de Capernaum donde había establecido la base de su ministerio. Se decía de Él que tenía sorprendentes enseñanzas sobre las escrituras y que grandes señales y milagros eran hechos a través de sus manos.

4 Así que, como visita especial a la sinagoga, de inmediato le dieron la oportunidad de tomar las escrituras y que les hablara de ellas conforme a la costumbre judía de que cada día alguien tomaría las escrituras, leería alguna porción de las mismas y entonces haría sus comentarios y pensamientos de la misma. Me imagino que aquel día tocaba hablar del profeta Isaías, porque no le permitieron escoger algún otro libro, sino que le dieron el rollo correspondiente a Isaías. Así que Jesús buscó en ese rollo el capítulo que nosotros conocemos con el número 61. Jesús leyó aquella porción: 18 El Espíritu del Señor está sobre mí, Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; A pregonar libertad a los cautivos, Y vista a los ciegos; A poner en libertad a los oprimidos; 19 A predicar el año agradable del Señor. Cerró el rollo, lo devolvió al principal de la sinagoga y se sentó en su silla. Los ojos de toda la gente quería escuchar algo de Él. Qué nueva enseñanza daría Jesús sobre esta porción del profeta Isaías? Hoy, les dijo, se acaba de cumplir esta Palabra delante de ustedes. Una declaración por demás impactante. Jesús les estaba diciendo: El Espíritu de Dios está sobre mí porque he sido Ungido por Él Para buenos entendedores, les estaba diciendo: Yo soy el Ungido de Dios No era una enseñanza sorprendente, era una declaración que se salía de todo lo esperado. Cómo podría ser Jesús el Ungido de Dios si todos ellos lo habían visto crecer en la ciudad de Nazaret, habían conocido a sus hermanos y hermanas, les habían visto hacer muebles de madera, etc? Si bien habían escuchado de sus enseñanzas extraordinarias en otras ciudades, podrían aceptarlo como un gran maestro, como una persona ilustre de la ciudad, pero el Ungido de Dios? El Ungido de Dios, agrega el profeta Isaías, es enviado para sanar a los quebrantados de corazón, para pregonar libertad a los cautivos y vista a los ciegos, es enviado también para poner en libertad a los oprimidos y a predicar el años agradable del Señor. Así que, frente a todos aquellos hombre que estaban en la sinagoga, Jesús les estaba anunciando su ministerio. Esas serían las áreas de Su trabajo a partir de ese momento para ellos. Como podemos apreciar la unción del Espíritu Santo fue anunciada por el profeta Isaías, tomada por Jesús como Hijo de Dios y tres años mas tarde anunciada para todos los discípulos de Jesús que habían nacido de nuevo como hijos de Dios. La misma unción que reposó sobre Jesús vendría sobre la iglesia, pero si era la misma unción entonces también es el mismo propósito y dimensión del ministerio.

5 Un ungido de Dios debe involucrarse en estas áreas: - Sanidades y milagros para los quebrantados de corazón - Abrir los ojos de los que están ciegos de Dios - Declarar libertad a los cautivos y darle libertad a los oprimidos - Anunciar el año de la Buena Voluntad de Dios con los hombres 3. Para todos, pero no para cualquiera. Pero, viendo Jesús las caras de sorpresa, admiración, incredulidad y quizá hasta enojo de los que habían escuchado estas palabras; entonces les dijo: Sin duda me diréis este refrán: Médico, cúrate a ti mismo; de tantas cosas que hemos oído que se han hecho en Capernaum, haz también aquí en tu tierra. La gente quizá quería ver alguna prueba de que aquellas palabras en realidad se estaban cumpliendo en Jesús. De lo mismo que hemos oído que has hecho en Capernaum, hazlo aquí con nosotros. Pero Jesús les dijo: No hay profeta sin honra, sino en su tierra Y les dio algunos ejemplos de ellos: La viuda de Sarepta a la que le fue enviada la bendición del profeta Elías, habiendo tantas viudas necesitadas en Israel; y el leproso Nahamán, quien siendo Sirio, recibió sanidad de manos del profeta Eliseo, cuando muchos leprosos había en Israel. El poder del Espíritu, por la unción, es para beneficio de todos, pero no cualquiera se beneficia de ella. Hay un requerimiento importantísimo para ello: Honra La familiaridad con que ellos veían a Jesús les impedía darle honra. Pero, si era parte de ellos, conocían a su familia, su nivel económico, su nivel educativo, etc. Habían convivido con ellos tanto tiempo. La viuda de Sarepta estuvo dispuesta a obedecer a Elías aunque su petición pudiera haber sido interpretada como altamente abusiva: Dame de comer a mi primero y después come tu y tu hijo de lo último que les queda Aquella mujer obedeció porque honró la Palabra del profeta, porque creyó que era profeta. Si esta orden hubiera sido dada a otra viuda lo hubieran ignorado o hasta insultado por su abuso. El leproso Nahamán, salió desde su ciudad de origen para dirigirse a Israel donde estaba el profeta Eliseo. El profeta ni siquiera salió a verlo, sino que con su criado le dio instrucciones de lo que debería de hacer: Sumergirse siete veces en el río Jordán totalmente desnudo. Si bien, Nahamán llevaba muchos regalos y dinero para honrar al profeta, Eliseo no los recibió, sino que la honra más adecuada era la obediencia. Nahamán, tuvo que quitarse su orgullo, sus condecoraciones que lo hacían lucir como un hombre valiente y exitoso, para, desnudo, entrar en el río. Cuántos hombres y mujeres hay hoy en las iglesias que tienen grande necesidad de Dios pero que no honran al ungido que Dios les ha puesto para bendecirles? No están dispuestos a seguir las instrucciones, no quieren quitarse su

6 orgullo, pues ellos dicen, a mi también Dios me habla, como dijo María y Aarón a Moisés. No esperan nada del hombre de Dios que les ha sido dado, lo ven como igual, como cualquiera entre ellos. Si bien, es un hombre como cualquiera, es el ungido de Dios para ellos. Es por ello que muchas veces los mas grandes milagros ocurren cuando es otro ungido el que visita la iglesia, porque entonces si hay honra, si hay expectación, si hay fe. Marcos relata esta historia de esta forma: Marcos 6: 2 Y llegado el día de reposo, comenzó a enseñar en la sinagoga; y muchos, oyéndole, se admiraban, y decían: De dónde tiene éste estas cosas? Y qué sabiduría es esta que le es dada, y estos milagros que por sus manos son hechos? 3 No es éste el carpintero, hijo de María, hermano de Jacobo, de José, de Judas y de Simón? No están también aquí con nosotros sus hermanas? Y se escandalizaban de él. 4 Mas Jesús les decía: No hay profeta sin honra sino en su propia tierra, y entre sus parientes, y en su casa. 5 Y no pudo hacer allí ningún milagro, salvo que sanó a unos pocos enfermos, poniendo sobre ellos las manos. 6Y estaba asombrado de la incredulidad de ellos. Y recorría las aldeas de alrededor, enseñando. La falta de honra hacia su persona, produjo grande incredulidad y ésta que no hubiera entre ellos ningún milagro. Si, lee bien lo que dice el evangelio de Marcos: No pudo hacer allí ningún milagro Qué palabras resaltan más para ti? Para mi, sin duda: Que Jesús NO PUDO hacer ningún milagro. Cómo que si era el ungido de Dios y el andaba en el Poder del Espíritu, NO PUDO hacer ningún milagro? La unción del Espíritu es Poder de Dios, proporciona un propósito y delinea un ministerio maravilloso para llevar bendición hacia los demás, pero este poder es soltado hacia la gente cuando hay fe, cuando hay honra, cuando hay expectación de una respuesta de parte de Dios por medio del ungido. De acuerdo con el relato de Lucas, la deshonra llegó al extremo de que la gente de Nazaret lo corrió de la ciudad y hasta quisieron despeñarle, en su enojo. José y María se establecieron en aquella ciudad, Jesús estaba entre ellos. Qué bendición más grande tuvieron! Sin embargo, lo corrieron de allí. El Ungido de Dios creció entre ellos, lo tenían en casa, pero no solo no recibieron la bendición que aguardaba aquella unción para ellos, sino que lo corrieron de allí. 4. Ministración. - Jesús, el Cristo, el Ungido de Dios, creo en ti - Bautizado en el Espíritu, recibo Unción - Acepto los alcances del ministerio de un ungido de Dios - Perdón por no honrar la unción de Dios