ORACIÓN DE REVESTIMIENTO

Transcripción

1 ORACIÓN DE REVESTIMIENTO Conscientes de que vivimos en un combate espiritual, usemos las armas espirituales que Dios nos ha ido mostrando para nuestra protección, como el rezo del Santo Rosario, la adoración al Santísimo y el ayuno. Además de revestirnos cada día con las armas espirituales que nos recomienda San Pablo en la carta a los Efesios. (CONSTITUCIONES) (Ef 6,11) TOMAR LA ARMADURA DE CRISTO Por lo demás, fortaleceos en el Señor y en la fuerza de su poder. Revestíos de las armas de Dios para poder resistir a las acechanzas del Diablo. Porque nuestra lucha no es contra la carne y la sangre, sino contra los Principados, contra las Potestades, contra los Dominadores de este mundo tenebroso, contra los Espíritus del Mal que están en las alturas. Por eso, tomad las armas de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y después de haber vencido todo, manteneros firmes. En pie!, pues; = ceñida vuestra cintura con la Verdad y revestidos de la Justicia como coraza, = calzados los pies con = el Celo por el Evangelio de la paz, = embrazando siempre el escudo de la Fe, para que podáis apagar con él todos los encendidos dardos del Maligno. Tomad, también, = el yelmo de la salvación = y la espada del Espíritu, que es la Palabra de Dios; siempre en oración y súplica, orando en toda ocasión en el Espíritu, velando juntos con perseverancia e intercediendo por todos los santos Ef 6, LA VIDA DE FE UN COMBATE ESPIRITUAL Es indiscutible que la vida de fe es un combate espiritual, los ataques de los enemigos del cristiano se nos presentan como causas de muchos de nuestros problemas personales. Por ello en a vida espiritual estamos llamados a ser guerreros fuertes. La Palabra de Dios nos dice: "Tu pues, hijo mío mantente fuerte en la gracia de Cristo Jesús" (2 Tim 2,1). Frecuentemente hace alusión al combate de la fe contemplándonos como soldados: "Soporta las fatigas conmigo, como un buen soldado de Cristo". (2 Tim 2,3). Nos invita a vivir en una lucha constante, en un entrenamiento de continuo: "Nadie que se dedica a la milicia se enreda en los negocios de la vida, si quiere complacer al que le ha alistado". (2 Tim 2,4). Nos hace ver que hemos de conquistar la vida eterna: "Combate el buen combate de la fe, conquista la vida eterna a la que has sido llamado y de la que hiciste aquella solemne profesión delante de muchos testigos". (1 Tim 6,12).

2 2. CONTRA QUIEN COMBATIMOS? Nuestro combate es contra la carne, el mundo y el pecado pero de una manera especial como dice la Escritura contra los espíritus del mal: Porque nuestra lucha no es contra la carne y la sangre, sino contra los Principados, contra las Potestades, contra los Dominadores de este mundo tenebroso, contra los Espíritus del Mal que están en las alturas. Ef 6,12 Este combate es real en nuestras vidas y en las de los que apoyamos. Por ello necesitamos en verdad tomar la armadura de Cristo: "Revestíos pues de las armas de Dios para poder resistir a las acechanzas del diablo". (Ef 6,11.13). Estas armas son invencibles (2 Cor 10,4-5). IV. Las armas espirituales son:(ef 6,14-18). 1. El cinturón de la Verdad. 2. La coraza de la Justicia. 3. El calzado del celo por el Evangelio. 4. El escudo de la fe. 5. El Yelmo de la Salvación. 6. La Espada del Espíritu que es la Palabra de Dios 7. La oración y súplica. 8. La oración en el Espíritu. 9. La intercesión (ayuno y penitencia. Mt 17,14-21). 1. El Cinturón de La Verdad. Jesucristo es la Verdad (Jn 14,6). Y como entender esto? Para qué sirve el cinturón? Sirve para proteger, para dar fuerza cuando se levanta algo pesado. Sirve para que la columna se ajuste y no se disloque, y funcione normalmente. Así, en la vida espiritual, si tenemos a Jesús y su Palabra como nuestra Verdad, somos fuertes, podemos resistir las más fuertes cargas y podemos seguir firmes. La Verdad, vivir en la luz, en la voluntad de Dios o sea vivir en Jesús, da fuerza, da luz, da seguridad, da firmeza. Y hemos de repetir continuamente: Jesucristo tu eres mi Verdad. Jesucristo tu eres mi Luz. Jesucristo tu eres mi Sabiduría. 2. La Coraza de la Justicia. La coraza es la protección de los órganos vitales y más sensibles del ser humano por ejemplo: corazón, pulmones, vientre; si la persona es herida en esas partes del cuerpo puede morir. En el nivel espiritual, ubicamos en esa parte del ser las emociones, los sentimientos y deseos, las decisiones de la voluntad (corazón), las pasiones (vientre). También somos muy sensibles en esas áreas, y un ataque del enemigo puede ser mortal, por eso el Señor nos dice que nos revistamos con

3 la coraza de la justicia. Justicia en la Biblia equivale a santidad. Desechemos todo pecado y revistámonos pues de las emociones de Jesús, los deseos de Jesús, los sentimientos de Jesús, la voluntad de Jesús, las pasiones de Jesús, la pureza de Jesús, el amor de Jesús. Por eso digamos: Jesucristo tu eres mi Justicia. Jesucristo tu eres mi Santidad. Jesucristo tu eres mi Amor. Jesucristo tu eres mi Pureza. Jesucristo tu eres mi Gozo. Jesucristo tu eres mi Paz. 3.- El Calzado del Celo por el Evangelio de La Paz. En el Antiguo Testamento, los hijos, los libres eran quienes se calzaban y los esclavos andaban descalzos. Es un signo de dignidad. En el nivel espiritual significa que si nos calzamos es que estamos viviendo una profunda relación filial con Dios, que somos hijos y no esclavos. Esa profunda realidad de hijos amados del Padre en Jesús, nos debe llevar a un ardiente celo por proclamar el Evangelio de la paz. "Bienaventurados los que buscan la paz porque ellos serán llamados hijos de Dios" (Mt 5,9). Calcémonos pues del celo por proclamar el Evangelio de la Paz. Mostrando a otros la manera de ser hijos de Dios con nuestra vida y con nuestra predicación. 4.- El Escudo de la Fe. El escudo era una placa metálica que se portaba en el brazo izquierdo, con él se detenían las flechas del enemigo. La Palabra de Dios dice: "Embrazando siempre el escudo de la fe, para que podamos apagar con él todos los encendidos dardos del maligno" (Ef 6,16). Embrazar el Escudo de la fe y qué es la fe?, dice la Palabra de Dios en Hebreos 11,1: "La fe es la garantía o certeza de lo que se espera; la prueba de las realidades que no se ven" Diríamos, que es la convicción de lo que Dios nos dice y no se ve, es creer en sus promesas, en su Palabra, es vivir en la dimensión de las realidades espirituales. Generalmente, el escudo servía para proteger las áreas desprotegidas por las otras partes de la armadura o reforzar la protección ante el ataque del enemigo. En el combate espiritual, el enemigo ataca primeramente por las áreas débiles es decir por los sentidos, lo que vemos, lo que oímos, luego por los pensamientos, después por las emociones y sentimientos, luego por las pasiones y, finalmente manipula la voluntad en las decisiones. Ahora bien, cuál de estas áreas está más desprotegida? La fe es para nosotros confianza y abandono, proclamar sus promesas, creer en ellas. Hay que Proteger con el Escudo de la fe. Creamos en la fidelidad de Dios, en sus promesas, en su amor, en su perdón, en sus bendiciones.

4 El que cree, no tiene miedo. El que cree, no tiene angustia. El que cree, no tiene enfermedad. El que cree, no tiene ansiedad. El que cree, tiene todas las riquezas del Padre celestial. 5.- El casco de la Salvación. El yelmo era el casco que se ponía en la cabeza. Esto significa que hay que protegernos la cabeza, o sea, los pensamientos; especialmente para experimentar la Salvación, ya que esta es el área donde el enemigo más trabaja. La experiencia de su Salvación. Es la experiencia que nos hace estar seguros del perdón, de la resurrección en Jesús, de la Vida Nueva. Cubrámonos con el casco de la Salvación, estemos seguros de su perdón, del valor redentor de su muerte en nuestras vidas y experimentemos cada día su resurrección. Cristo Jesús: Me revisto de tu Perdón. Me revisto de tu Redención. Me revisto de tu Muerte. Me revisto de tu Resurrección. Me revisto de tus Pensamientos. 6. La Espada del Espíritu que es la Palabra De Dios: La Palabra de Dios es: "Viva y eficaz, y más cortante que espada de dos filos. Penetra hasta las fronteras entre el alma y el espíritu, hasta las junturas y médulas; y escruta los sentimientos y pensamientos del corazón". (Heb 4,12). Esta fue el arma que usó Jesús cuando fue tentado en el desierto por Satanás - (Mt 4,1-11). Esta debe ser nuestra arma favorita, debemos ser diestros con ella, conocerla y saber usarla con destreza contra el enemigo, no tan solo para defendernos de su ataque, sino para atacarlo nosotros y hacerlo huir, para amordazarlo, para destruirlo. La Palabra es eficaz. La Palabra es más cortante que espada de dos filos. La Palabra penetra hasta las fronteras del alma y del espíritu. La Palabra penetra hasta las junturas y médulas. La Palabra escruta los sentimientos. La Palabra escruta los pensamientos del corazón. Ojalá que recapacitáramos en este texto y aprendiéramos a usar en la extensión del Reino más la Palabra que nuestra vana palabrería. Jesucristo tu eres la Palabra. Jesucristo tu eres mi Alimento. Jesucristo tu eres mi Sabiduría.

5 Jesucristo tu eres mi Luz. Jesucristo tu eres mi Vida. Jesucristo tu eres mi Maestro. Jesucristo tu eres mi Victoria. Jesucristo tu eres mi Fuerza. Jesucristo tu eres mi Poder. "Tu Palabra Señor es antorcha para mis pasos, luz para mi sendero" (Sal 119,105). 7. La Oración y Súplica. La oración es la respiración del alma, es la vida para el espíritu. No se puede concebir que un guerrero vaya enfermo o sin vida al combate, por eso, es elemental para un guerrero ser primero una persona de profunda relación con Dios, de alabanza,- de adoración, de vida sacramental. También es necesario el orar en grupo, pues esa es una gran protección contra el enemigo. Decía San Ignacio de Antioquia a los Efesios: "Procurad reuniros con más frecuencia en un mismo lugar, se debilita el poder de Satanás y la concordia de vuestra fe le impide causaros mal alguno". 8. La Oración en el Espíritu La oración en el Espíritu es la oración en lenguas. Decía San Pablo: "No estorbéis que se hable en lenguas" (1 Cor 14,39) y "Doy gracias a Dios porque hablo en lenguas más que todos vosotros". (1 Cor 14,18). Ojalá que pudiéramos decirlo nosotros también, no para ufanarnos de ello, sino para usar esta oración en todo momento, y así, fortalecer nuestro espíritu, pues la oración en lenguas al que edifica es a la propia persona que las habla (1 Cor 14,4). En el combate espiritual, ésta es un arma que nos ayuda a reprender al enemigo con autoridad y nos da discernimiento. Además, la adoración en lenguas es algo que no soporta el enemigo y huye. 9.- La Intercesión. En este punto sólo diremos que la penitencia y el ayuno son esenciales en el combate espiritual, pues hay una clase de espíritus (sobre todo los de ocultismo), que sólo con oración y ayuno se someten (Mt 17,14-21). SOBRE EL AYUNO El ayuno es una práctica ascética que ha sido desde siempre en la Iglesia una fuente de fecundidad espiritual como lo manifiestan numerosos ejemplos en la vida de los santos. Hoy en día es una práctica poco aprovechada en la vida espiritual. Cuando se le ejercita con un corazón puro y animado por motivos sanos es una llave para abrir puertas donde otras llaves han fracasado, es una puerta que nos abre a la comunión con Dios, es una poderosa arma espiritual que Dios nos ha proveído para derribar fortalezas.

6 El ayuno significa un dominio sobre nosotros mismos; significa ser exigentes en las relaciones con nosotros mismos; estar prontos a renunciar a las cosas, y no sólo a los manjares, sino también a goces y placeres diversos (JUAN PABLO II). Se dice que el que intercede con el ayuno muestra a Dios que esta decidido a alcanzar la bendición, muestra a Dios que esta hablando en serio. LA PENITENCIA La penitencia es, después de la oración, el medio más eficaz para purificar nuestra alma de sus culpas pasadas, y para preservarla de las venideras. Pero también es la forma de interceder por otros, por el perdón de sus pecados, por su conversión, por su salvación. Como hacerla? a) Aceptar primeramente con resignación, de corazón después y con alegría todas las cruces que Dios nos permita en nuestra vida. Y ofrecerlas también por los demás. b) Otra manera es en el fiel cumplimiento de todos los deberes de nuestro estado ofreciéndolo de manera especial a Dios con espíritu de reparación. El sacrificio más grato al Señor es el de la obediencia: «mejor es la obediencia que sacrificar» 1 Sam 15. Las obligaciones de nuestro estado son la expresión manifiesta de la voluntad de Dios sobre nosotros. Cumplirlas, pues, con la mayor perfección posible, será ofrecer a Dios el más perfecto sacrificio, un verdadero holocausto perpetuo, y todo esto ofrecido por los demás. c) Otra forma es sin duda las privaciones y mortificaciones voluntarias que nos imponemos para reparar por nuestros pecados y por los de los demás. Y si estas privaciones o renuncias atacan la raíz del mal, corrigiendo y disciplinando las inclinaciones por las que las hemos cometido, será mucho mejor OTRAS ARMAS POTENTES Para terminar,.quiero decir que dos armas muy poderosas contra el enemigo son: la adoración al Santísimo Sacramento y el rezo del Santo Rosario; especialmente los espíritus de ocultismo quedan derrotados, aniquilados, sin fuerzas, con estas armas.. Por supuesto que creemos que ya tenemos todo lo anterior: conversión profunda, vida de oración, de adoración, de los sacramentos, de la Palabra, de obediencia, de penitencia, de disciplina, de amor. Estas armas son invencibles, pero sólo los guerreros fuertes y diestros en su

7 manejo permanecerán victoriosos en el combate. Nosotros estamos llamados a ser uno de ellos, recordando que "En Cristo somos más que vencedores" (Rm 8,37). DE MANERA CONCRETA NOS REVESTIMOS DE LA SIGUIENTRE MANERA: ORACIÓN DE REVESTIMIENTO ME REVISTO CON EL CINTURÓN DE LA VERDAD ME REVISTO CON LA CORAZA DE LA JUSTICIA ME CALZO LOS PIES POR EL CELO POR EL EVANGELIO EMBRAZO EL ESCUDO DE LA FE PARA APAGAR LOS ENCENDIDOS DARDOS DEL MALIGNO. TOMO EL CASCO DE LA SALVACIÓN TOMO LA ESPADA DEL ESPÍRITU QUE ES LA PALABRA DE DIOS ME REVISTO DEL ESPÍRITU SANTO Me revisto de su Unción. Me revisto de su Amor. Me revisto de su Alegría. Me revisto de su Paz. Me revisto de su Paciencia. Me revisto de su Fidelidad. Me revisto de su Bondad. Me revisto de su Mansedumbre. Me revisto de su Castidad. Me revisto de sus Dones y Carismas. AMEN. Los Santos y los Ángeles son nuestros hermanos y amigos. Cultivemos el respeto y veneración por ellos imitándolos e invocándolos en nuestras necesidades. (CONSTITUCIONES) ORACIÓN A SAN MIGUEL ARCÁNGEL San Miguel Arcángel, defiéndenos en la batalla se nuestro amparo contra la perversidad y acechanzas del demonio, que Dios manifieste sobre él su poder, humildemente te suplicamos. Y tú oh príncipe de la milicia celestial por la fuerza que Dios te ha conferido, arroja al infierno a Satanás y a los demás espíritus malignos

8 que vagan por el mundo para la perdición de las almas. Así sea. ORACIÓN AL ANGEL DE LA GUARDA Ángel de mi guarda, dulce compañía no me desampares ni de noche, ni de día, no me dejes solo porque me perdería. Ven siempre a mi lado, mi dulce compañía. DAD GLORIA AL SEÑOR! AHORA Y POR SIEMPRE! Discípulas de Jesús