APROXIMACIONES AL CLIMA ESCOLAR. educativo, que ha realizado aportes a partir de investigaciones y ha involucrado diferentes

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1 APROXIMACIONES AL CLIMA ESCOLAR María Del Pilar Herrera Arango 1 Durante la última década, se ha generado un cumulo de información enfocada al sector educativo, que ha realizado aportes a partir de investigaciones y ha involucrado diferentes disciplinas, como: antropología, sociología, psicología, neurociencias, trabajo social, medicina y otras áreas de la salud, etc., las cuales se han elaborado movilizadas por un interés común: los actores sociales que se encuentran inmersos en las escuelas, principalmente los estudiantes y todas las variables o factores que ejercen algún tipo de influencia en ellos, en su desarrollo infantil, en su entorno escolar y en todos aquellos procesos escolares que al mismo tiempo se encuentran relacionados con la escuela. Surge entonces, el requerimiento de una mirada al clima escolar, al observar que dicho concepto y sus implicaciones, juegan un papel importante en la dinámica escolar. Este clima escolar, es un concepto que ha sido definido y analizado desde diferentes posturas, según los autores que han profundizado y conceptuado acerca de él. Una aproximación conceptual con respecto al clima escolar, es la que realizan, Mena y Valdés, (2008), quienes lo consideran como la percepción que tienen las personas con respecto a la convivencia, y cuya influencia se ve reflejada en aspectos como: la disposición para el aprendizaje, las relaciones interpersonales y el desarrollo de las actividades escolares. Estas relaciones que se dan en los niños como producto del clima escolar, requieren de una rápida caracterización de la población institucional, con el fin de comprender el alcance del clima y las 1 Docente Básica Primaria. Cuarta Entrega para el Portafolio Digital - Modulo Convivencia y Dialogo Curso de Formación a Educadores. Universidad San Buenaventura -Medellín, Extensión Armenia-.

2 variables que este influencia pero al mismo tiempo, aquellas que afectan el tipo de clima escolar que se manifiesta en momentos determinados de las prácticas pedagógicas. Tomando en cuenta que en un número considerable de instituciones públicas, la población infantil que acude a ellas, procede de hogares con índices altos de vulnerabilidad, bajos niveles de educación, son participes de violencia intrafamiliar, y en algunos casos son objeto de maltrato especialmente psicológico y verbal, educados bajo estilos de crianza inapropiados, en donde la comunicación que algunos de sus padres o cuidadores evidencian con ellos son de tipo despectivo, descalificando no desde sus acciones, sino a ellos como seres humanos, conviviendo bajo el mismo techo con adultos de los cuales escuchan permanentemente los mensajes verbales donde los anulan como personas, les dan poca esperanza de superación, lo que se traduce en una enseñanza de vida de tipo fracasado. Además de lo anterior, los niños se perciben como carentes de afecto, de atención, de amor, factores vitales para su sano desarrollo. Estas características del entorno familiar que viven muchos de ellos, se refleja en el día a día dentro de la institución, la cual se convierte en un escenario de emociones, sentimientos, acciones, conductas disruptivas, expresiones agresivas que si se analizan con detalle, no necesariamente son generadas por condiciones o sucesos dentro del entorno escolar, sino más bien, son brotes de todos aquellos dolores emocionales que no pueden o no deben manifestar en casa por temor a las represalias de sus familias, y un punto adicional relevante, son las reacciones violentas que manifiestan los niños que son motivadas desde sus hogares. Es así como la escuela se convierte para muchos en un refugio, donde encuentran muchos de los aspectos mencionados y de los que adolecen en sus hogares. Ya inmersos en el ámbito escolar, donde confluyen todos estos aspectos indicados en cada estudiante con sus experiencias de vida, se hace necesario la identificación o el reconocimiento frente al hecho de que el clima

3 escolar ejerce gran influencia en el diario trasegar en las aulas y en los espacios escolares, donde se presentan diferencias en el grado de conflictos y el manejo que cada estudiante asume frente a estos, así como en el trabajo y actividades que realizan durante las practicas pedagógicas, sus niveles de compromiso, participación y la disposición frente a las situaciones, temáticas, aportes,, interacciones, etc. Con respecto a este punto, Madrigal, C. M., Mujica, A. D., Tamarín, C. C., Olave, C. N., & Carrasco, I. B., (2011), concluyen con respecto al clima escolar, que este se puede manifestar de dos maneras, de forma propicia, o por el contrario de modo adverso y sus implicaciones varían de acuerdo al polo que se presenta en la institución y en sus aulas. Con referencia al clima escolar favorable, este se evidencia en los estudiantes con mayor apertura hacia la participación y los procesos de aprendizaje, establecimiento de interacciones positivas y posiciones mediadoras y colaborativas. Por el contrario, cuando los niños que por naturaleza son más sensibles y perceptivos, se encuentran inmersos en un clima escolar incómodo o inapropiado, se ven fracturadas las relaciones interpersonales, surgen comportamientos aprehensivos, hostiles y defensivos con poco o escaso enfoque hacia la mediación, que indiscutiblemente influyen en sus procesos educacionales y formativos, afectando claramente la convivencia. Es justamente en dichas realidades, en estas manifestaciones o sucesos de apariencia insignificante, sucesos que al mismo tiempo tienen grandes repercusiones, donde la mediación de los docentes con un enfoque asertivo pueden direccionar las experiencias de forma positiva, hacia el aprendizaje de conductas sanas y proactivas, de cambio de lecturas de las situaciones en lo que respecta a la empatía, como el proceso de ubicarse en el lugar del otro como medida que les permita ir entendiendo que cada acción no

4 necesariamente indica el deseo de agresión. Al respecto, Madrigal, C. M., Mujica, A. D., Tamarín, C. C., Olave, C. N., & Carrasco, I. B. (2011) indican un aspecto fundamental concerniente al clima escolar propicio, donde existen mayores oportunidades para los educandos con respecto a su formación, al involucrar factores académicos, sociales y emocionales, apreciarlas como oportunidades que bien reconocidas, dimensionadas y direccionadas, aportan a la construcción de ciudadanía, de convivencia, de clima escolar favorable, etc. Finalmente, la conclusión que se vislumbra referente al clima escolar, tal y como lo indican Molina y Pérez, (2006), corresponde a la urgencia de fomentar en los estudiantes, las competencias que les permitan enfrentar sus realidades y proactividad en la medida en que las situaciones son cambiantes, las cuales requieren que dichas competencias estén direccionadas tanto a lo personal como a lo social. REFERENCIAS Madrigal, C. M., Mujica, A. D., Tamarín, C. C., Olave, C. N., & Carrasco, I. B. (2011). Clima social escolar en el aula y vínculo profesor-alumno: alcances, herramientas de evaluación, y programas de intervención. Revista Electrónica de Psicología Iztacala, 14(3), 70. Recuperado de Mena, I., & Valdés, A. M. (2008). Clima Social Escolar, Documento Valoras UC. Santiago: Pontificia Universidad Católica de Chile. RECUPERADO ww2.educarchile.cl/userfiles/p0001/file/clima_social_escolar.pdf

5 Molina, N. y Pérez, I. (2006). El clima de relaciones interpersonales en el aula, un Caso de estudio. Revista Paradigma, 27(2), RECUPERADO