Documento 3.1 Introducción a la internacionalización de la empresa

Transcripción

1 Documento 3.1 Introducción a la internacionalización de la empresa Las relaciones económicas internacionales que una empresa puede efectuar difieren en función de su naturaleza. Así, nos encontramos con relaciones comerciales (exportaciones e importaciones), financieras (financiación en divisas, colocación de excedente en el exterior) o de producción (por medio de la fabricación en otro país de todo o parte del proceso de fabricación, bien de forma interna o mediante la cooperación). Lógicamente, la velocidad y el alcance en que una empresa cualquiera puede llevar a cabo alguna de las transacciones previas varía tanto en el espacio como en el tiempo. Se puede afirmar que el proceso de multinacionalización comienza cuando una empresa decide ejercer presencia y control efectivos sobre actividades empresariales en el exterior, bien sea mediante el desarrollo interno como con la adquisición de filiales comerciales o de producción. En este caso, la empresa transnacionaliza en su seno su ventaja competitiva y, por ello, se constituye directamente en un mecanismo internacional de asignación de recursos (Durán, 1994; 21). Cuando la opción elegida es la exportación o la importación, entonces se opta por el mercado. Cuando la opción consiste en el control total del canal de distribución internacional con creación de filiales comerciales entonces se opta por el desarrollo de la jerarquía, y cuando se utiliza alguna fórmula de alianza o cooperación (franquicias, contratos de licencias, coaliciones, joint ventures, etc, ) entonces se opta por formas intermedias o híbridas entre mercado y jerarquía. El proceso de internacionalización de la empresa surge y se desarrolla para abastecer mercados extranjeros, a través de

2 exportaciones o fabricando en el exterior, esto último se conoce como inversión directa (IDE). De acuerdo con Durán (1994;22) dicho proceso conlleva la internacionalización del comercio y de la producción, contribuyendo a la integración de las economías mediante mecanismos de asignación internacional de recursos que orientan la especialización y la división internacional del trabajo. No obstante, en el presente trabajo nos centraremos, fundamentalmente, en el proceso de exportación. La economía internacional desde la segunda mitad del siglo XX ha venido adoptando una serie de tendencias de un claro carácter estructural que, Durán (1994; 22) las concreta en: Crecimiento progresivo del comercio. Crecimiento progresivo de la producción mundial. Crecimiento progresivo de la inversión directa en el exterior (IDE). Crecimiento progresivo de los movimientos internacionales de capitales. Creciente significación económica de la cooperación interempresas. Aumento de la regionalización de la economía mundial y de la integración (globalización) de los mercados y de los sectores. Aumento de la distancia entre los países más avanzados y los menos desarrollados. 1. Beneficios de la expansión internacional La expansión internacional permite a las empresas, grandes y pequeñas, incrementar la rentabilidad mediante mecanismos no viables para las empresas estrictamente domésticas. Ello es así porque las empresas que operan internacionalmente pueden (Grant, 1996): a) Obtener un gran rendimiento a partir de sus capacidades básicas. Las capacidades básicas o habilidades distintivas se definen como fortalezas únicas que permiten que una empresa logre niveles superiores de eficiencia, calidad, innovación o capacidad de satisfacción al cliente. Las capacidades específicas constituyen el 5

3 fundamento sólido de la ventaja competitiva de las empresas, ya que permite disminuir los costes en el proceso de creación de valor o, generar y desarrollar actividades de creación de valor que permiten una mayor calidad, diferenciación o un precio superior. Precisamente, las empresas con capacidades específicas dinámicas, con frecuencia pueden obtener rendimientos superiores a la de los competidores nativos cuando éstos carecen de esas capacidades dinámicas. b) Realizar economías de localización al distribuir las actividades individuales de creación de valor en aquellos emplazamientos donde se pueden llevar a cabo de un modo más eficiente. Las economías de localización surgen cuando se desarrolla una actividad de creación de valor en el emplazamiento óptimo para esa actividad. Ubicar una actividad de creación de valor en el lugar adecuado puede tener alguno de los siguientes efectos: disminuir los costes en el proceso de creación de valor permitiendo que la empresa logre una mejor posición sobre la base de los costes o permite que la empresa pueda diferenciar su oferta de productos y pueda fijar precios superiores. c) Obtener mejores resultados derivados de la curva de experiencia frente a los competidores y, de este modo, disminuir los costes de creación de valor. La curva de experiencia se refiere a la disminución sistemática de los costes de producción a lo largo de la vida de un producto. Los efectos de aprendizaje y las economías de escala sirven de fundamento al concepto de economías de experiencia. Es evidente que, el desplazamiento descendente en la curva de experiencia permite que una empresa disminuya los costes de creación de valor. Por lo que, la empresa más rápida en desplazar hacia abajo la curva de experiencia va a tener una ventaja en costes sobre los competidores. 6

4 2. Reducción de costes y aceptación local Las empresas que compiten en el mercado global normalmente se enfrentan a dos tipos de presiones competitivas: a) Presiones dirigidas a reducir los costes. b) Presiones dirigidas a tener una mayor aceptación local. Las presiones competitivas previas establecen exigencias en conflicto para la empresa en cuestión. Responder a estas presiones requiere que la empresa trate de reducir sus costes unitarios. Para ello, puede tener la base de sus actividades productivas localizada donde se optimice en costes en cualquier parte del mundo y también puede ofrecer un producto estandarizado al mercado global con el fin de disminuir la curva de experiencia con la mayor rapidez posible. Sin embargo, la respuesta a las presiones para obtener aceptación local requiere que la empresa diferencie su oferta de productos y la estrategia de un país a otro al objeto de acomodarse a las diversas exigencias que surgen en cuanto a idiosincrasias nacionales (gustos y preferencias de los consumidores, know how del management y de los mercados, marco institucional, canales de distribución, estructura competitiva, políticas gubernamentales, etc.). a) Presiones para la reducción de costes. Cada vez más, las empresas internacionales deben enfrentarse a presiones dirigidas hacia la disminución de los costes. Con el fin de responder a estas imposiciones, una empresa necesita disminuir los costes de creación de valor por medio de la producción en serie de un bien estandarizado en un emplazamiento óptimo en el mundo, con el fin de obtener economías de localización y economías de experiencia. Las presiones para lograr reducciones en costes pueden ser particularmente intensas en industrias que generen productos estándar, donde el precio constituye el principal arma competitiva y se hace difícil la diferenciación. De ese modo, lo productos que 7

5 atienden a necesidades universales 1 tienden a encuadrarse dentro de esta categoría. Esto, obviamente, se aplica a productos convencionales standard en la industria química, petróleo, acero, azúcar y otros similares a granel. A este respecto, muchos analistas argumentan que la liberación del comercio mundial ha incrementado la presión sobre los costes al permitir una mayor competencia internacional (Prahalad y Doz, 1987). b) Presiones para la aceptación local. Las presiones para el logro de una capacidad de aceptación local surgen a partir de las diferencias en los gustos y preferencias de los consumidores, las diferencias en infraestructuras y prácticas tradicionales, las diferencias en los canales de distribución y las exigencias de los gobiernos anfitriones. Las diferencia en los gustos y preferencias del consumidor. Precisamente, las fuertes presiones para el logro de una capacidad de aceptación local urgen cuando los gustos y preferencias de los consumidores se diferencias significativamente entre países, como, por ejemplo, por razones históricas o culturales. Diferencias en infraestructura y prácticas tradicionales. Las presiones para la aceptación local surgen de las diferencias en las infraestructuras y/o en las prácticas tradicionales entre países. A veces, satisfacer esta necesidad implica asignar funciones de fabricación y producción a subsidiarias extranjeras. Diferencias en canales de distribución. Las estrategias de marketing de las empresas deben responder a las diferencias en los canales de distribución existentes entre los países. Exigencias de los gobiernos anfitriones. Por lo tanto, todo el conjunto de exigencias previas puede provocar que no sea posible que una empresa pueda obtener todos los 1 Las necesidades universales existen cuando los gustos y preferencias de los consumidores en diferentes naciones son similares, cuando no idénticos. 8

6 beneficios basados en las curvas de experiencias y en las economías de localización. De este modo, cuatro son las estrategias básicas que se le presentan a una empresa a fin de ingresar y competir en el ámbito internacional: internacional, multidoméstica, global y transnacional (Barttlet y Ghosal, 1991), cuyas ventajas e inconvenientes se exponen en el Cuadro 1. La globalización es un fenómeno característico del entorno actual. Varios son los factores que conducen a la dicha globalización (Renau, 1996): La mejora de los transportes y de las comunicaciones gracias al progreso tecnológico. La progresiva homogeneización a escala mundial de los gustos y pautas de consumo: esta unificación de los gustos y preferencias lleva a un importante incremento de los productos standard o globales que permite a las empresas vender los mismos productos con adaptaciones mínimas- en diferentes puntos del planeta y, por tanto, hacer reales las economías de escala. La desregulación, acrecentada en los últimos años con la creación de zonas de libre comercio. Rápido crecimiento de los mercados financieros globales y un fuerte incremento de la circulación del dinero que facilita la instalación de empresas a nivel mundial. Un proceso de concentración, vía fusiones y adquisiciones, tanto a nivel nacional como internacional que ha supuesto una alteración de la estructura industrial y de la competencia en los mercados. Esta evolución experimentada por el entorno empresarial en los últimos años, así como la previsible evolución en los años próximos, hace que las empresas se tengan que plantear qué alternativas de actuación son las existentes y cuáles son las más idóneas. En efecto, la intensificación de las competencia en los mercados hace que muchas compañías se hallen ante una situación en la que cada vez es más 9

7 difícil mantener su posición competitiva en el sistema de precios, incluso en sus mercados tradicionales. Asimismo, es hace necesario mejorar la competitividad y las ventajas competitivas, tratando de captar éstas allí donde existan. Ello lleva a que las empresa adopten, en muchos casos, una actitud defensiva, que se suele plasmar en una estrategia de internacionalización con la que se buscan nuevos mercados. Por otra parte, esta tendencia a la ampliación de los mercados y hacia la globalización, provoca que muchas empresas se planteen la ampliación de sus mercados más allá de las fronteras nacionales, lo que se traduce en una actitud ofensiva concretada en una estrategia de internacionalización. 10