Dónde se Deben Destinar los Recursos para Vivienda?

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1 ISSN Dónde se Deben Destinar los Recursos para Vivienda? Los indicadores de vivienda para el 20% de los hogares más pobres han mejorado indiscutidamente en los últimos años. Por esto, resulta cuestionable que sea necesario seguir aumentando los recursos asignados al gasto en viviendas sociales, en especial cuando el uso alternativo de estos recursos es asignarlo a familias que se vieron afectadas por el terremoto. En el último debate presupuestario se ha cuestionado fuertemente si el gasto de viviendas sociales no relacionadas con la reconstrucción debe aumentar o reasignarse a otros programas. En este estudio se muestra que ha disminuido el déficit habitacional para los grupos más pobres. Se analizarán algunos indicadores de vivienda para complementar el debate. Esta información es recolectada con la encuesta Casen que fue realizada en noviembre del año 2009, tres meses antes del terremoto, razón por la cual consideramos que es una buena estimación de los requerimientos de las viviendas sociales. La encuesta muestra que estos indicadores han mejorado y resulta cuestionable que sea necesario seguir aumentando los recursos asignados al gasto en viviendas sociales, en especial, cuando el uso alternativo de estos recursos es asignarlo a familias que se vieron afectadas por el terremoto. Los indicadores que se muestran sirven para medir las necesidades habitacionales y son los que usualmente son publicados por el Ministerio de Vivienda y Urbanismo. En el contexto del debate actual, nos enfocaremos en el 20% más pobre de la población para determinar el real efecto de la política social en estos hogares. Además, estos resultados serán diferenciados por zona dado las claras diferencias que presentan. Evolución de los Indicadores de Vivienda El índice de materialidad clasifica la vivienda dependiendo del estado del techo, piso y las paredes. Por ejemplo, el piso se considera irrecuperable si 7

2 es de tierra. En el Cuadro N 1 se muestra que este indicador ha presentado una evolución favorable en estos últimos años. Tanto para los hogares que residen en zonas urbanas como rurales. Cuadro Nº 1 EVOLUCIÓN DE LA CONDICIÓN DE MATERIALIDAD DE LAS VIVIENDAS Materialidad Aceptable 43,7% 65,6% 71,6% Materialidad Recuperable 45,0% 33,2% 27,5% Materialidad Irrecuperable 11,4% 1,3% 0,9% Materialidad Aceptable 28,2% 51,2% 53,5% Materialidad Recuperable 42,7% 43,1% 43,1% Materialidad Irrecuperable 29,2% 5,6% 3,4% Luego, el indicador de saneamiento considera la disponibilidad de agua dentro de la vivienda y el medio de eliminación de excretas. En el Cuadro N 2 se observa que en estos últimos 20 años este indicador también ha presentado una evolución positiva. Cuadro Nº 2 EVOLUCIÓN DE LA SITUACIÓN DE SANEAMIENTO Saneamiento Aceptable 66,8% 91,8% 95,1% Saneamiento Inaceptable 33,2% 8,2% 4,9% Saneamiento Aceptable 16,5% 40,8% 54,2% Saneamiento Inaceptable 83,5% 59,2% 45,8% Por otra parte, está el indicador de tipo de vivienda que ocupa el hogar es independiente de las condiciones de materialidad y saneamiento que presente. En el Cuadro N 3 se observa que este indicador también presenta una evolución favorable en el tiempo. 8

3 Cuadro Nº 3 EVOLUCIÓN DEL TIPO DE VIVIENDAS Tipo Aceptable 76,2% 97,9% 98,9% Tipo Inaceptable 23,8% 2,1% 1,1% Tipo Aceptable 78,9% 95,8% 97,2% Tipo Inaceptable 21,1% 4,2% 2,8% El índice de calidad reúne los indicadores anteriores y condiciona al hogar dependiendo del tipo de vivienda, la materialidad de ésta y el saneamiento. En el Cuadro N 4 se observa que el índice de calidad ha mejorado notablemente para los hogares más pobres. Cuadro Nº 4 EVOLUCIÓN DE LOS HOGARES SEGÚN CALIDAD Calidad Global Aceptable 42,6% 67,9% 75,3% Calidad Global Recuperable 28,5% 29,0% 22,9% Calidad Global irrecuperable 28,9% 3,2% 1,8% Calidad Global Aceptable 11,1% 27,9% 37,7% Calidad Global Recuperable 47,7% 63,5% 56,7% Calidad Global irrecuperable 41,2% 8,6% 5,6% En relación al hacinamiento, se define como el espacio disponible para los residentes de la vivienda. Se determina comparando el número de personas que habita el hogar con el número de piezas destinadas a los dormitorios. Se observa en el Cuadro N 5 que para los hogares más pobres el hacinamiento crítico casi no existe para el año

4 Cuadro Nº 5 EVOLUCIÓN DEL TIPO DE HACINAMIENTO Sin Hacinamiento 47,2% 74,5% 81,5% Hacinamiento Medio 34,2% 23,2% 16,6% Hacinamiento Crítico 18,6% 2,3% 1,9% Sin Hacinamiento 45,8% 79,4% 85,2% Hacinamiento Medio 38,7% 18,8% 13,6% Hacinamiento Crítico 15,5% 1,8% 1,3% Estos datos muestran que los hogares que comparten viviendas han disminuido en estos últimos 20 años. Sin embargo, se observa en el Cuadro N 6 que en los hogares más pobres que residen en zonas urbanas, aumentaron aquellos que comparten viviendas levemente, en 0,9 puntos porcentuales. Se debe notar que en la encuesta Casen preguntan la razón del por qué comparten la vivienda y 60% de los jefes de familia responde que se debe razones económicas. Por ello, es cuestionable la factibilidad que una familia con problemas económicos pueda acceder a una vivienda donde tenga que pagar cuentas y otros gastos. Posiblemente, llegar a la meta de que no existan hogares extensos no es factible. Cuadro Nº 6 EVOLUCIÓN DE LOS HOGARES QUE COMPARTEN VIVIENDA No comparten vivienda 84,8% 93,6% 92,6% Comparten Vivienda con otros 15,2% 6,4% 7,5% No comparten vivienda 92,0% 96,9% 97,5% Comparten Vivienda con otros 8,0% 3,1% 2,5% Por otra parte, se estudia la evolución de los núcleos secundarios. Los núcleos secundarios son los hogares extensos en donde hay 2 o más familias. En cambio, los hogares nucleares es donde hay una sola familia. Como se muestra en el Cuadro N 7, este indicador muestra una evolución favorable, ya que disminuyen los hogares extensos. 10

5 Cuadro Nº 7 EVOLUCIÓN DE LOS HOGARES CON NÚCLEOS SECUNDARIOS Hogares Nucleares 82,2% 77,7% 80,1% Hogares Extensos 17,8% 22,3% 19,9% Hogares Nucleares 84,7% 83,5% 84,8% Hogares Extensos 15,3% 16,5% 15,2% Por último, se calcula cómo han evolucionado los requerimientos de vivienda para el 20% de los hogares más pobres. Para esto es necesario considerar los hogares que se encuentran en condición de irrecuperable, los hogares que viven de allegados en una vivienda y las familias que viven allegados en un hogar. Cuadro Nº 8 EVOLUCIÓN DE LOS REQUERIMIENTOS DE VIVIENDA Componentes del requerimiento de vivienda Hogares Irrecuperable Hogares Secundarios que comparten vivienda Nucleos Secundarios Total Requerimientos Total Hogares % Requerimiento en relación total de hogares 61,4% 31,9% 29,2% Componentes del requerimiento de vivienda Hogares Irrecuperable Hogares Secundarios que comparten vivienda Nucleos Secundarios Total Requerimientos Total Hogares % Requerimiento en relación total de hogares 63,8% 28,1% 23,2% Total Componentes del requerimiento de vivienda Hogares Irrecuperable Hogares Secundarios que comparten vivienda Nucleos Secundarios Total Requerimientos Total Hogares % Requerimiento en relación total de hogares 62,0% 31,0% 27,8% 11

6 Se observa que para los hogares urbanos se requerirían viviendas, lo que corresponde al 29,2% del total de las viviendas. Mientras que para los hogares rurales se requieren viviendas, lo que corresponde al 23,2% del total de las viviendas (Ver Cuadro N 8). De esta forma, es posible afirmar que los requerimientos para el 20% más pobre son unidades, lo que corresponde al 27,8% del total de las viviendas. La evolución de los componentes de requerimientos de vivienda ha sido favorable para el total de este grupo. Conclusión Los indicadores de vivienda para el 20% de los hogares más pobres han mejorado indiscutidamente desde 1990 a la fecha. Por esto, en el marco del actual debate presupuestario y como señal para la elaboración de las políticas sociales en los próximos años, resulta cuestionable que sea necesario seguir aumentando los recursos asignados al gasto en viviendas sociales, en especial cuando el uso alternativo de estos recursos es asignarlo a familias que se vieron afectadas por el terremoto. 12