Objetivo: ministrar a la iglesia local acerca del beneficio de atesorar la Palabra de Dios CUANDO SE DESPIERTA EL AMOR POR SU PALABRA

Transcripción

1 Ocasión: Ministración a la Iglesia local el domingo 27 de mayo de 2012, en ocasión de encontrarnos estudiando el libro de Esdras, y dado que a él se le atribuye el haber escrito el Salmo 119 Objetivo: ministrar a la iglesia local acerca del beneficio de atesorar la Palabra de Dios Texto: Salmo 119 CUANDO SE DESPIERTA EL AMOR POR SU PALABRA Introducción: Algunos opinan que Esdras fue el autor del Salmo 119. El Salmo fue escrito en el 444 A.C. Es el salmo más largo de la Biblia, tiene 176 versículos. Consta de 22 partes y está ordenado acorde al alfabeto hebreo, con el propósito de que fuera fácil de declamar y de memorizar. Hay ocho diferentes expresiones utilizadas para describir la Palabra de Dios. Estos ocho se entrelazan para dar una imagen de cada aspecto de la Palabra de Dios. I. EL AMOR POR SU PALABRA PROPORCIONA FELICIDAD La verdadera felicidad no se encuentra en lo que tenemos, La ley del Señor es la expresión del carácter y voluntad de Dios Deleitarse en la ley del Señor es regocijarse en su carácter y voluntad. A. Una felicidad incomparable 14 Me he gozado en el camino de tus testimonios Más que de toda riqueza. B. Una felicidad que se disfruta 77 Vengan a mí tus misericordias, para que viva, Porque tu ley es mi delicia. 165 Mucha paz tienen los que aman tu ley, Y no hay para ellos tropiezo. 174 He deseado tu salvación, oh Jehová, Y tu ley es mi delicia. 1

2 C. Una felicidad al guardarla 1 <Alef> Bienaventurados los perfectos de camino, Los que andan en la ley de Jehová. 2 Bienaventurados los que guardan sus testimonios, Y con todo el corazón le buscan; 3 Pues no hacen iniquidad Los que andan en sus caminos. A. Bienaventurados B. Guardan C. Buscan D. No hacen II. EL AMOR POR SU PALABRA CAUTIVA EL CORAZÓN El corazón humano es cautivado por cualquier cosa, pero cuando Dios por su gracia nos concede el privilegio de disfrutar su ley, el efecto es cautivante. 97 Oh, cuánto amo yo tu ley! Todo el día es ella mi meditación. Thomas Watson expresó: Hay una diferencia entre el conocimiento de una verdad y la meditación en la misma, el conocimiento es comparable a la luz de una antorcha que alumbra un jardín, la meditación es como el sol que hace crecer las plantas. 103 Cuán dulces son a mi paladar tus palabras! Más que la miel a mi boca. 111 Por heredad he tomado tus testimonios para siempre, Porque son el gozo de mi corazón. 129 Maravillosos son tus testimonios; Por tanto, los ha guardado mi alma. 140 Sumamente pura es tu palabra, Y la ama tu siervo. III. EL AMOR POR SU PALABRA CAUSA QUE SUPLIQUEMOS GUARDARLA 5 Ojalá fuesen ordenados mis caminos Para guardar tus estatutos! 6 Entonces no sería yo avergonzado, Cuando atendiese a todos tus mandamientos. 2

3 17 Haz bien a tu siervo; que viva, Y guarde tu palabra..58 Tu presencia supliqué de todo corazón; Ten misericordia de mí según tu palabra. 145 Clamé con todo mi corazón; respóndeme, Jehová, Y guardaré tus estatutos. 146 ti clamé; sálvame, Y guardaré tus testimonios. IV. EL AMOR POR SU PALABRA NOS SANTIFICA a. Nos santifica limpiándonos 9 Con qué limpiará el joven su camino? Con guardar tu palabra. 10 Con todo mi corazón te he buscado; No me dejes desviarme de tus mandamientos. 11 En mi corazón he guardado tus dichos, Para no pecar contra ti. 12 Bendito tú, oh Jehová; Enséñame tus estatutos. 13 Con mis labios he contado Todos los juicios de tu boca. 14 Me he gozado en el camino de tus testimonios Más que de toda riqueza. 15 En tus mandamientos meditaré; Consideraré tus caminos. 16 Me regocijaré en tus estatutos; No me olvidaré de tus palabras. A. Limpieza B. Prevenir el pecado C. Amar su enseñanza D. Meditación E. Recordatorio b. Nos santifica produciendo aborrecimiento por el pecado 29 Aparta de mí el camino de la mentira, Y en tu misericordia concédeme tu ley. 136 Ríos de agua descendieron de mis ojos, Porque no guardaban tu ley. 115 Apartaos de mí, malignos, Pues yo guardaré los mandamientos de mi Dios. c. Nos santifica inclinando nuestro corazón 30 Escogí el camino de la verdad; He puesto tus juicios delante de mí. 3

4 36 Inclina mi corazón a tus testimonios, Y no a la avaricia. 112 Mi corazón incliné a cumplir tus estatutos De continuo, hasta el fin. 59 Consideré mis caminos, Y volví mis pies a tus testimonios. d. Nos santifica obrando en la disciplina 67 Antes que fuera yo humillado, descarriado andaba; Mas ahora guardo tu palabra. 71 Bueno me es haber sido humillado, Para que aprenda tus estatutos. 80 Sea mi corazón íntegro en tus estatutos, Para que no sea yo avergonzado. 133 Ordena mis pasos con tu palabra, Y ninguna iniquidad se enseñoree de mí. e. EL AMOR POR SU PALABRA NOS LLEVA A SUPLICAR ILUMINACIÓN 18 Abre mis ojos, y miraré Las maravillas de tu ley. 19 Forastero soy yo en la tierra; No encubras de mí tus mandamientos. 34 Dame entendimiento, y guardaré tu ley, Y la cumpliré de todo corazón. 68 Bueno eres tú, y bienhechor; Enséñame tus estatutos. 130 La exposición de tus palabras alumbra; Hace entender a los simples. 98 Me has hecho más sabio que mis enemigos con tus mandamientos, Porque siempre están conmigo. 99 Más que todos mis enseñadores he entendido, Porque tus testimonios son mi meditación. 4

5 100 Más que los viejos he entendido, Porque he guardado tus mandamientos; 105 Lámpara es a mis pies tu palabra, Y lumbrera a mi camino. 104 De tus mandamientos he adquirido inteligencia; Por tanto, he aborrecido todo camino de mentira. 164 Siete veces al día te alabo A causa de tus justos juicios. V. EL AMOR PÓR SU PALABRA NOS PREPARA PARA ENFRENTAR LAS ADVERSIDADES 23 Príncipes también se sentaron y hablaron contra mí; Mas tu siervo meditaba en tus estatutos, 24 Pues tus testimonios son mis delicias Y mis consejeros. 25 Abatida hasta el polvo está mi alma; Vivifícame según tu palabra. 51 Los soberbios se burlaron mucho de mí, Mas no me he apartado de tu ley. 52 Me acordé, oh Jehová, de tus juicios antiguos, Y me consolé. 54 Cánticos fueron para mí tus estatutos En la casa en donde fui extranjero. 55 Me acordé en la noche de tu nombre, oh Jehová, Y guardé tu ley. 61 Compañías de impíos me han rodeado, Mas no me he olvidado de tu ley. 141 Pequeño soy yo, y desechado, Mas no me he olvidado de tus mandamientos. 92 Si tu ley no hubiese sido mi delicia, Ya en mi aflicción hubiera perecido. VI. EL AMOR POR SU PALABRA PRODUCE ALABANZA 108 Te ruego, oh Jehová, que te sean agradables los sacrificios voluntarios de mi boca, Y me enseñes tus juicios. 5

6 7 Te alabaré con rectitud de corazón Cuando aprendiere tus justos juicios. 8 Tus estatutos guardaré; No me dejes enteramente. 171 Mis labios rebosarán alabanza Cuando me enseñes tus estatutos. VII. EL AMOR POR SU PALABRA NOS PREPARA PARA TESTIFICAR 46 Hablaré de tus testimonios delante de los reyes, Y no me avergonzaré; 47 Y me regocijaré en tus mandamientos, Los cuales he amado. 6