TIEMPOS DE AVIVAMIENTO Principios de Reino VIII, Justicia, Paz y Gozo

Transcripción

1 TIEMPOS DE AVIVAMIENTO Principios de Reino VIII, Justicia, Paz y Gozo Introducción. Romanos 14: 1 Recibid al débil en la fe, pero no para contender sobre opiniones. 2 Porque uno cree que se ha de comer de todo; otro, que es débil, come legumbres. 3 El que come, no menosprecie al que no come, y el que no come, no juzgue al que come; porque Dios le ha recibido. 4 Tú quién eres, que juzgas al criado ajeno? Para su propio señor está en pie, o cae; pero estará firme, porque poderoso es el Señor para hacerle estar firme. 5 Uno hace diferencia entre día y día; otro juzga iguales todos los días. Cada uno esté plenamente convencido en su propia mente. 6 El que hace caso del día, lo hace para el Señor; y el que no hace caso del día, para el Señor no lo hace. El que come, para el Señor come, porque da gracias a Dios; y el que no come, para el Señor no come, y da gracias a Dios. 7 Porque ninguno de nosotros vive para sí, y ninguno muere para sí.8 Pues si vivimos, para el Señor vivimos; y si morimos, para el Señor morimos. Así pues, sea que vivamos, o que muramos, del Señor somos. 9 Porque Cristo para esto murió y resucitó, y volvió a vivir, para ser Señor así de los muertos como de los que viven. 10 Pero tú, por qué juzgas a tu hermano? O tú también, por qué menosprecias a tu hermano? Porque todos compareceremos ante el tribunal de Cristo. 11P orque escrito está: Vivo yo, dice el Señor, que ante mí se doblará toda rodilla, Y toda lengua confesará a Dios. 12 De manera que cada uno de nosotros dará a Dios cuenta de sí. 13 Así que, ya no nos juzguemos más los unos a los otros, sino más bien decidid no poner tropiezo u ocasión de caer al hermano. 14 Yo sé, y confío en el Señor Jesús, que nada es inmundo en sí mismo; mas para el que piensa que algo es inmundo, para él lo es. 15 Pero si por causa de la comida tu hermano es contristado, ya no andas conforme al amor. No hagas que por la comida tuya se pierda aquel por quien Cristo murió. 16 No sea, pues, vituperado vuestro bien; 17 porque el reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo Apenas la iglesia llevaba unos cuantos años de formada y ya existían discusiones sobre lo que era apropiado y lo que no. Las diferentes culturas aportaban muy diversos puntos de vista al respecto. La gran mayoría de cristianos de origen judío mantenían una plena observación de la ley de Moisés en cuento a la comida, vestido y otras costumbres. Los primeros cristianos, pero de origen gentil, es decir, los no judios, pues no conocian nada de la ley de Moisés y comían lo que mejor les agradaba, vestian de otras formas y tenían otras costumbres.

2 Pero el la ciudad de Roma, la iglesia tenia grandes discusiones. Si era correcto comer la carne de cerdo o si era pecado o no comer lo que previamente habia sido consagrado a los muertos. Entonces los fuertes en la fe, así los define el apóstol Pablo, menospreciaban a los débiles en la fe que no comian de todo debido a sus prejuicios religiosos. Sin embargo, aquellos débiles en la fe, juzgaban a los que, haciendo uso de su libertad en Cristo, comían de todo. Así que la iglesia no vivía en armonía sino entre juicios de unos a otros y menosprecios de estos hacia aquellos. Y bueno, veintiun siglos después las cosas no son muy diferentes, con todo y las claras palabras del apóstol Pablo. Hoy las discusiones y descalificaciones entre cristianos van desde la comida, pasan por la forma de vestirse, siguen con la forma de alabanza y adoración; y culminan en las manifestaciones del Espíritu Santo. De igual forma la cultura religiosa de unos y otros les hacen caer en juicios, descalificaciones y menosprecios. Quienes gozamos de una perfecta libertad en Cristo; comemos de todo, vestimos como queremos sea a la moda o no, alabamos al Señor con todo tipo de instrumentos y música, bailamos, vamos al cine y buscamos la Presencia de Dios por sobre todas las cosas; pero somos criticados y juzgados por quienes no lo hacen; pero también hay quienes gozando de esta libertad gloriosa que hemos recibido en Cristo menosprecian a quienes se sienten mal por estas prácticas. Ni lo uno, ni lo otro es correcto. Dice el apóstol Pablo que en realidad todos lo estamos haciendo para el Señor. Todos nosotros gozamos de todas estas cosas y damos gracias a Dios por la obra de Cristo que nos liberó del pecado y de las tradiciones religiosas y todo lo disfrutamos en Cristo; sin embargo quien se abstiene de alguna o todas estas cosas pues también lo hace para agradar al Señor. Así que todo es hecho para Él, por lo cual no debieramos caer en estos errores. Cada cual tiene su propia cultura donde ha crecido en Cristo, pero el apóstol Pablo culmina esta discertación: El Reino de los cielos no consiste en bebida o en comida, sino en justicia, paz y gozo en el Espíritu de Dios. Hay una cultura del Reino de los Cielos que debiéramos observar. Quien ha entrado al Reino de Dios no ha entrado para dejar de comer, o para vestirse de una forma particular, tampoco ha entrado para que le digan un catálogo de todo lo que está permitido o prohibido. Entrar al Reino de Dios es entrar a un lugar de justicia, paz y gozo en el Espíritu. Es vivir de esta forma. DESARROLLO 1. La justicia de Dios. Sí, el Reino de Dios empieza con la justicia de Dios. La gente en el planeta entero espera la justicia que venga de parte de sus gobiernos. Muchos esperaban que la Revolución les hiciera justicia, y cien años después se han dado cuenta todos que no fue así. La revolución le quitó privilegios a los ricos y hacendados de aquel tiempo para dárselos a los políticos del partido que la ganó. El pueblo siguió en las mismas carencias hasta nuestro tiempo. Pero no, la justicia no se encuentra en el gobierno de un pais, sino en Dios, Él es quien nos hace justicia siempre.

3 Dice Romanos 3: 21 Pero ahora, aparte de la ley, se ha manifestado la justicia de Dios, testificada por la ley y por los profetas; 22 la justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo, para todos los que creen en él. Porque no hay diferencia, 23 por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios, 24 siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús La justicia de Dios jamás será manifestada a través de la ley, ni la de Moisés ni ninguna otra creada por otra persona por buena que ésta ley sea. La justicia de Dios se manifiesta únicamente a través de la fe en Jesucristo. Fe en qué? En que has sido justificado gratuitamente por Su gracia, mediante la redención en Su sacrificio. Por lo cual, si antes estabas destituido de la Gloria de Dios a causa del pacado, ahora; por la justicia de Dios tienes pleno acceso a toda la Gloria y bendición de Dios en Cristo Jesús. Si tu has entrado al Reino de Dios entonces no tienes porque vivir como un excluido de la gloria, implorando por un poco del favor de Dios; sino puedes tomar tu posición en Cristo Jesús en el reino. Puedes saber que la Gloria de Dios va delante de ti y que tambiés es tu retaguardia, que eres un bendito de Dios y que jamás te soltará de Su mano. Pero cualquiera que ha entrado al Reino de Dios no solo goza y disfruta de la justicia de Dios, sino que ha sido llamado para traer la justicia del Reino a esta tierra. Dice Isaías 58: 1 Clama a voz en cuello, no te detengas; alza tu voz como trompeta, y anuncia a mi pueblo su rebelión, y a la casa de Jacob su pecado. 2 Que me buscan cada día, y quieren saber mis caminos, como gente que hubiese hecho justicia, y que no hubiese dejado la ley de su Dios; me piden justos juicios, y quieren acercarse a Dios. 3 Por qué, dicen, ayunamos, y no hiciste caso; humillamos nuestras almas, y no te diste por entendido? He aquí que en el día de vuestro ayuno buscáis vuestro propio gusto, y oprimís a todos vuestros trabajadores. 4 He aquí que para contiendas y debates ayunáis y para herir con el puño inicuamente; no ayunéis como hoy, para que vuestra voz sea oída en lo alto. 5 Es tal el ayuno que yo escogí, que de día aflija el hombre su alma, que incline su cabeza como junco, y haga cama de cilicio y de ceniza? Llamaréis esto ayuno, y día agradable a Jehová? 6 No es más bien el ayuno que yo escogí, desatar las ligaduras de impiedad, soltar las cargas de opresión, y dejar ir libres a los quebrantados, y que rompáis todo yugo? 7 No es que partas tu pan con el hambriento, y a los pobres errantes albergues en casa; que cuando veas al desnudo, lo cubras, y no te escondas de tu hermano? 8 Entonces nacerá tu luz como el alba, y tu salvación se dejará ver pronto; e irá tu justicia delante de ti, y la gloria de Jehová será tu retaguardia. 9 Entonces invocarás, y te oirá Jehová; clamarás, y dirá él: Heme aquí. Si quitares de en medio de ti el yugo, el dedo amenazador, y el

4 hablar vanidad; 10 y si dieres tu pan al hambriento, y saciares al alma afligida, en las tinieblas nacerá tu luz, y tu oscuridad será como el mediodía. Otra obra religiosa muy socorrida entre los cristianos es ayunar. De ninguna manera digo que sea malo hacerlo, pero si es un error hacerlo para intentar obtener algo de la mano de Dios. Acaso Dios responde a las presiones de Su pueblo? Jamás intentes presionar a Dios con tus obras religiosas, Dios te ama tanto que te lo ha dado todo en Su reino. Recuérdas lo que el padre le dijo a su hijo bueno en la parábola del hijo pródigo? Le dijo: Hijo, tu siempre estás conmigo y todo lo que tengo es TUYO Pero Dios contesta a esta gente y les dice: El ayuno que te propongo es este: Haz justicia al que lo necesita Desata las ligaduras de impiedad, suelta las cargas de opresión que hay en la gente a tu alrededor, rompe los yugos que tienen a la gente en la pobreza y el mal. Dale de comer al hambriento, sacia el alma afligida; entonces me invocarás y de seguro me vas a encontrar con todo mi bien. Dice Salmos 82: 3 Defended al débil y al huérfano; Haced justicia al afligido y al menesteroso. 4 Librad al afligido y al necesitado; Libradlo de mano de los impíos. Si tu has recibido justicia de Dios en Su Reino, entonces lleva esa justicia a los demás. Dios cuenta contigo. Esta es la cultura del Reino, no andar con comidas, bebidas y costumbres. 2. Paz de Dios El Reino de Dios también es paz. Dice 1 Pedro 5: 6 Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte cuando fuere tiempo; 7 echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros Todas las aflicciones, temores y preocupaciones que llegamos a tener en este mundo, deben llevarnos a la oración y adoración hacia nuestro Dios, de forma tal que echemos en Él toda nuestra ansiedad; confiándo en que nuestra vida le pertenece y está en Sus buenas y poderosas manos. Los temores y aflicciones jamás debieran llevarte a la depresión o a crisis emocionales. Quien ha entrado en el Reino de Dios disfruta de una paz que sobrepasa todo entendimiento. Podrán haber multiples problemas alrededor tuyo, pero ninguno de ellos te quitará el sueño. Podrás dormir confiada y plácidamente, porque sabes que Dios está en control. Quizá hasta tu mismo te dirás que cómo es posible que estes tan tranquilo teniendo tantos problemas; pero asi es el Reino de Dios. Es un lugar de PAZ.

5 3. Gozo en el Espíritu Y el obvio resultado de la Justicia de Dios y Su Paz, es gozo en el Espíritu Santo. Te reirás a carcajadas al ver el favor de Dios contigo librándote de tus enemigos y de los problemas de este mundo. La Voluntad de Dios es que siempre estes gozoso. 1 Tesalonicenses 5: 16 Estad siempre gozosos. 17 Orad sin cesar. 18 Dad gracias en todo, porque ésta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús. 19 No apaguéis al Espíritu Escucha esto: La Voluntad de Dios es que estés gozoso siempre y que des gracias por TODO. Dios está en control de todo, así que gózate! No apagues al Espíritu. 4. Invitación Probablemente, como cristiano te has desarrollado en la cultura de tu propio grupo religioso; juzgando a otros o menospreciandoles también. Pero la invitación de nuestro Dios hoy es que entres en el Reino de Dios, a la cultura de Su Reino. Un lugar de Justicia, un lugar de Paz, un lugar de Gozo, un lugar de Comunión Íntima.