De la comedia áurea al pliego suelto Narrativo: el caso de Bernardo del Carpio

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1 1 t- Centro Virtual Cervantes De la comedia áurea al pliego suelto Narrativo: el caso de Bernardo del Carpio Alma Mejía González UAM-IzT AP ALAP A BERNARDO DEL CARPIO ES uno de los personajes históricos más explotados por el teatro español de los Siglos de Oro. 1 Muchos son los dramaturgos que lo usan como protagonista de sus comedias, empezando por Juan de la Cueva (Comedia de la libertad de España por Bernardo del Carpio) 2, pasando por Cervantes (La casa de los celo:r), Lope de Vega (Las mocedades de Bernardo del Carpio y El casamiento en la muerte)4, Luis Vélez de Guevara (El cerco de Roma por el rey Desiderio ) 5 y terminando con Cubillo y Aragón (El conde de Saldaña y Hechos de Bernardo del Carpio )6. Su historia, desarrollada en dos líneas no necesariamente paralelas, proporciona la oportunidad de crear un personaje que a la vez se vea como el prototipo del héroe colectivo, lleno de características patrióticas y nacionalistas y por el otro, como el hombre individual, el bastardo en busca de la legitimación de su estirpe. Por supuesto, antes de ser personaje de teatro se hizo popular como personaje de romances y de crónicas. Finalmente también fue 1 Tal vez habría que decir «cuasi-histórico», puesto que ahora sabemos que se trata de un personaje ficticio pero creado con una pretensión histórica notable y hay que recordar que para el público receptor de los siglos anteriores, la existencia real de Bernardo era incuestionable. Para este asunto, véase principalmente: David Burton, The Legend of Bernardo del Carpio.from Chronicle to Drama, Washington: Scripta Humanistica, 1989; Marcelin Defoumeaux, «La légend de Bernardo del Carpio», en Les.franr;ais en Espagne. Aux XI e. et XII e. siecles, Paris: Presses Universitaires de France, 1949, pp y Albert Franklin, «A Study ofthe Origins ofthe Legend ofbernardo del Carpio», Hispanic Review, 4, 1937, pp Juan de la Cueva, Comedia de la libertad de España por Bernardo del Carpio, ed. Anthony Watson, Exeter University, Cervantes Saavedra, Miguel de, La casa de los celos y Selvas de Ardenia, en Obras completas, v. l, ed. Ángel Valbuena Prat, Madrid: Aguilar, 1991, pp Vega y Carpio, Lope de, El casamiento en la muerte y Las mocedades de Bernardo, en Obras. Crónicas y leyendas dramáticas de España, v. 17, Madrid: Atlas, 1966, pp Luis Vélez de Guevara, El cerco de Roma por el rey Desiderio, ed. Henryk y Ann Hughes, Kassel: Reichenberger, Cubillo de Aragón, Álvaro, El conde de Saldaña y Hechos de Bernardo del Carpía, en Dramáticos posteriores a Lope de Vega, Madrid: Rivadeneyra, 1858, pp

2 1 t- Centro Virtual Cervantes 384 ALMA MEJÍA ÜONZÁLEZ famoso como protagonista de una narración publicada en cuatro pliegos sueltos que cuenta las cuitas y aventuras de Bernardo a la manera de una novela caballeresca. La Historia verdadera de la vida y valerosos hechos de Bernardo del Carpía, sobrino del rey don Alfonso el Casto, 7 publicada en Sevilla, en la imprenta de Nicolás Vázquez, a mediados del siglo XVIII, tiene sus fuentes en varias comedias españolas: Las mocedades de Bernardo y El casamiento en la muerte, ambas de Lope de Vega, El conde de Saldaña y Hechos de Bernardo del Carpio de Cubillo y Aragón y El cerco de Roma por el rey Desiderio de Luis Vélez de Guevara, por lo menos. El pliego suelto narrativo se postula como la «historia verdadera» pero confiesa tener diversas fuentes y en algunos momentos habla de las diferentes versiones sobre la historia narrada. Así nos dice de repente: «es opinión común de los autores» aunque nunca declara quiénes son esos autores nombrados. La narración empieza haciendo una manera de resumen de la historia de don Sancho Díaz, conde de Saldaña y doña Jimena, hermana del rey don Alfonso el Casto. Si bien esta historia es bien conocida a través de las crónicas y los romances, existen en esta versión datos que indican que necesariamente tuvo que haber sido recreada a partir del parlamento de doña Jimena que abre la jornada primera de las Mocedades de Bernardo del Carpio de Lope de Vega. La inclusión, por ejemplo, del personaje antagonista, don Rubio, no aparece documentado en ningún otro texto antes de la comedia de Lope. A partir de algunos versos en el parlamento de la infanta, el anónimo autor recrea una sabrosa intriga de celos, envidia y traición. Así, lo que en la comedia de Lope aparece como preocupación fugaz de doña Jimena: No sé si el conde don Rubio que con justas y con galas publicaba pensamientos de una atrevida esperanza, [... ] que al desabrimiento mío, que a mis soberbias palabras, en públicas ocasiones, y en los actos de importancia, desengañado le dije que era su esperanza vana, sabe de nuestros amores. 8 en el pliego suelto nos es contado con lujo de detalles que nos proporcionan la visión ya muy definida que el narrador tiene del personaje antagonista: 7 Historia verdadera de la vida y valerosos hechos de Bernardo del Carpio, sobrino del rey don Alfonso el Casto, Sevilla: Imprenta de Nicolás Vázquez, s.f. 4 pliegos. 8 Lope de Vega, Las mocedades de Bernardo del Carpio, p. 3b.

3 DE LA COMEDIA ÁUREA Este contrapeso, o mal vecino, fue el conde don Rubio, caballero ilustre del reyno, mas no para correr parejas con la calidad, esfuerzo y méritos del de Saldaña; pero sí para levantar sus desvanecidos pensamientos a solicitar favores de la Infanta, su Señora, con tanta osadía, que claramente le explicó su amor con exageraciones y encarecimientos grandes, pero la Infanta, como tan entendida, le respondía muy fuera de su pensamiento. (... ) Con este desengaño bufaba de coraje y de zelos el conde don Rubio y se le arraigó en su corazón un venenoso áspid de invidia (... ) 9 De la misma forma, partiendo de las quejas de amor de doña Jimena, el narrador nos resume desde una mirada ya muy definida la historia de amor entre los dos personajes y además adelanta desde este primer capítulo el desenlace de los amores y la caracterización de los personajes, cosa que por otro lado, seguramente no era del todo ajena a los receptores de aquel momento, que conocían bien la historia de Bernardo a través de romances, crónicas y comedias. Muchos pasajes que en las comedias están sólo mencionados, como la petición de matrimonio con la infanta del conde de Barcelona, en la narración están desarrollados con cierta profusión, desde una óptica superior, la del narrador que ve desde arriba las diferentes versiones de la historia (las historias) de Bernardo y al mismo tiempo hace una selección, un resumen y una ampliación de las anécdotas y las presenta al lector desde una nueva versión ya interpretada por su óptica particular. A este narrador le interesa hacerle llegar al lector una historia más personal de Bernardo, menos épica, menos bélica, pero no menos nacionalista. Su mirada está atenta a los puntos de mayor tensión dramática. Tenemos, por ejemplo, que de un solo parlamento de doña Jimena de Las mocedades de Bernardo del Carpio, la Historia verdadera presenta dos capítulos con tres puntos nodales para el desarrollo de la historia. El narrador intérprete de la Historia verdadera no se limita a presentar al lector las anécdotas presentadas en las comedias, ni a adelantar los sucesos posteriores o los desenlaces, sino que también deja escapar sus propias reflexiones sobre los personajes o las anécdotas. Así por ejemplo, narrando el pasaje donde Alfonso el Casto pide al conde de Saldaña que convenza a doña Jimena de aceptar el matrimonio con el conde de Barcelona, el narrador apunta: «Por cierto, buscaba el rey buen intercessorn. 10 Esta voz narrativa también se deja llevar por el parlamento dramático y repite con frecuencia los versos textualmente, pero casi siempre agregando algunas razones. Así sucede en el enfrentamiento entre don Sancho y don Rubio. La comedia de Lope apunta: Nunca, conde don Rubio, en mi linaje hubo quien a sus reyes no sirviese con lealtad, con obras y palabras; malicia no hay en mi y quien lo pensare, 9 Historia verdadera, pp. 4b-5a. 10 Historia verdadera..., p. 6b. -

4 386 ALMA MEJÍA GONZÁLEZ miente, de Rey abajo! 11 El pliego suelto nos cuenta: El de Saldaña. enojado de este atrevimiento, le dixo a don Rubio no correspondía su nobleza dar consejos a su rey con malicia, pues sabía él y sabía el mundo, que no tenía el rey vassallo más leal como él lo era y lo havían sido sus antecessores y que el que pensara otra cosa en contra, o lo dixera del rey abajo, mentía como villano. 12 Y después agrega también las didascalias implícitas de la comedia: «Diciendo esto, empuñó la espada, mas como el rey se interpuso, reprehendiéndole su resolución, no hizo más movimiento que salirse de la sala». 13 La velocidad del diálogo dramático con frecuencia envuelve la narración de la Historia verdadera y en algunas ocasiones el narrador tiene que recurrir a indicar entre paréntesis quién es el personaje que habla: «Sí (dixo el rey)(... ) Pues señor (dixo don Rubio)(... )» 14 En otros momentos, el narrador nos indica de forma muy narrativa el cambio de escena: «Dexemos amassada esta traidora maldad de don Rubio y volvamos a que aquel mismo día permitió Dios le dieran los dolores de parto a la infanta». 15 O bien: «Dexémoslo caminar a su trágico paradero, para tratar de lo que al mismo tiempo sucedía en palacio». 16 Entre los procedimientos narrativos del pliego en cuestión están también los sumarios que pretenden salvar las distancias temporales que existen entre jornada y jornada, de tal manera que a partir de pequeños indicios dados en los parlamentos para conectar las acciones separadas en el tiempo, el narrador reconstruye las anécdotas no presenciadas en el texto dramático más que a través de los parlamentos diegéticos. Si bien la fuente que el texto narrativo sigue casi en su totalidad son las dos comedias de Lope, es cierto que en algunos detalles, pequeños pero importantes para conservar la lógica y las dimensiones del relato, se apega más a las comedias de Cubillo y Aragón, El conde de Saldaña y Hechos de Bernardo del Carpio. Así, por ejemplo, la anécdota que da pie para que Bernardo se convierta en señor del Carpio, en la comedia de Lope se presenta como una derivación de la historia de amor entre el criado de Bernardo, Ordoño y la hija de don Rubio, lo cual agrandaría los límites del pequeño relato de cordel y haría perder el hilo principal del relato que es en todo momento la configuración y crecimiento del héroe protagonista. En su lugar, se prefiere seguir la línea marcada por Cubillo y Aragón, al que hasta este momento no se ha tomado en cuenta, en donde se pretende unir en matrimonio a doña Jimena con Almanzor, rey moro de Toledo. Así, Bernardo se convierte no sólo en el defensor de la honra española católica, sino también en el defensor de la infanta, como en un guiño anticipatorio del momento en que descubra que ella es su madre. Lo mismo ocurre con el episodio de la 11 Lope de Vega, Las mocedades de Bernardo, p. 5a. 12 Historia verdadera..., pp. 6b-7a. 13 Historia verdadera..., p. 7a. 14 Historia verdadera..., p. 7b. 15 Historia verdadera..., p. 7b. 16 Historia verdadera..., p. 9b.

5 DE LA COMEDIA ÁUREA muerte de don Rubio, caído a manos de Bernardo, inexistente en Lope. Al manejar varias fuentes que no siempre coinciden entre sí, el autor-recopilador-editor de la Historia verdadera necesariamente deja algunos cabos sueltos. Sucede así que ha preferido dejar de lado a varios personajes de Lope (como Ordoño, criado de Bernardo y gracioso, doña Flor, hija de don Rubio) para no agrandar demasiado su texto. Sin embargo, en algún momento estos personajes le hacen falta a la historia y así, cuando necesita darle un acompañante a Bernardo, no duda en decir: «su criado, que se infiere sería hombre de valorn y más adelante «que hizo vestir a Ordoño, que assí se llamamaba el criado» 17 Las aventuras de Bernardo siguen una línea ascendente a partir del momento en que don Alfonso lo reconoce como sobrino suyo, lo arma caballero y lo lleva a vivir a la corte: se suceden así, la conquista del Carpio, el enfrentamiento con Carlo Magno, la batalla de Roncesvalles y al mismo tiempo, el encuentro con el padre, don Sancho, y la legitimación de su origen. Este es quizá el punto más dramático en la historia de Bernardo y el efecto mejor logrado por la pluma de Lope, quien recoge de los romances y crónicas la salida del conde de Saldaña, muerto del castillo de Luna, que le ha servido de prisión por veinte años. El dramaturgo, sin embargo, agrega una plática entre padre e hijo, donde Bernardo reconoce a su padre y promete sacarlo de prisión y además un matrimonio post mortem en donde Bernardo hace legitimar su nacimiento, rescatando a su madre del convento y llevándola junto a don Sancho Díaz, cuya cabeza mueve el mismo Bernardo en señal de asentimiento por respuesta a la pregunta:?admites por esposa y muger a la infanta doña Jirnena? Esta escena es justo la que da nombre a la segunda comedia de Lope, El casamiento en la muerte y es con ella que finaliza este texto. Allí, pues se acaban las aventuras de Bernardo según Lope. En el pliego narrativo el orden se ve trastocado pues allí, primero se da el matrimonio de los padres de Bernardo y después el enfrentamiento con franceses y el triunfo de Roncesvalles. A partir de este punto, el pliego se apega a la anécdota dramatizada en El cerco de Roma por el rey Desiderio, en donde Bernardo aparece defendiendo al Papa Adriano 1 del cerco en que le tiene el rey turco Desiderio. Bernardo no sólo trasciende los límites españoles, sino que además a través de él se logra la conversión del poderoso monarca pagano al catolicismo. En el último capítulo de la Historia verdadera nos encontramos a Bernardo huyendo de España, cansado del maltrato de Alfonso el Casto y decidido a no pelear más por él, versión que concuerda con la de algunas crónicas que lo presentan casi como un bandolero que asediaba los parajes españoles. En este vagar del héroe, el pliego lo hace encontrarse con Ludovico Pío y convertirse en su valido, condición de la que es arrojado por los hijos del emperador. Concluye la narración diciendo: «Bernardo, viendo la inconstancia de su fortuna, marchó con sus hidalgos a la Ungría, donde es común opinión de los authores, que no pudiendo la invidia conseguir su muerte por armas, la logró al rigor de un veneno que le dieron en la comida y esto se tiene por vehemente presumpción, porque nunca más volvió a estos reynos, ni hay author que señale otro fin de su vida» Historia verdadera..., p. 16b. 18 Historia verdadera..., p. 32b. -

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