CURSILLO DE AGENTES DE PASTORAL FAMILIAR EL ARTE DE ACOGER (II)

Transcripción

1 CURSILLO DE AGENTES DE PASTORAL FAMILIAR EL ARTE DE ACOGER (II) 22 de noviembre de

2 1. El arte de escuchar EL ARTE DE ACOGER (II) Para que haya comunicación es necesario saber escuchar. Escuchar no es oír sino ponerse activamente a atender al otro, para lograr ponernos en su punto de vista. Llamamos empatía a la capacidad de ponerse en el punto de vista de otro, tratando de comprender sus pensamientos, sus motivos y sus sentimientos. Se trata de mostrarle al otro que nos hacemos cargo de él, que lo que le sucede nos importa, que nos ponemos en su punto de vista. Para ello es bueno decirle al acompañado frases como Entiendo lo que te pasa, Entiendo lo que sientes. Sentirse escuchado tiene buenos efectos en la persona que se siente escuchada, pues se siente aceptada, comprendida y se libera de sus tensiones y emociones negativas. La persona que escucha activamente quiere entender a la otra persona, entender el sentido que ella le quiere transmitir, para lo cual es necesaria la empatía, es decir, saber ponerse en el lugar de la otra persona. Facilita la escucha el prestar atención, tratar de comprender las ideas de la otra persona, su sentido. También ayuda darle a entender que le estás escuchando tanto con palabras como ah, ya veo, como a través del lenguaje no verbal (gestos de asentimiento, mirarle, inclinarnos hacia él). Es necesario no sólo atender a qué nos dice sino a cómo nos lo dice: gestos, posición corporal, emociones que muestra. Dificulta la escucha la distracción, interrumpir al que está hablando, juzgarle, ofrecerle soluciones antes de que termine de explicarse, no darle espacio para que se exprese apresurándose a darle un consejo, decirle que lo que le pasa no tiene importancia o decirle que eso le pasa a todo el mundo. Además de esto, también dificulta la escucha la autocentración del propio acompañante, que está nervioso, ansioso o preocupado sobre cómo está haciendo las cosas o sumido en su propio mundo. Otra dificultad para la 2

3 escucha por parte del acompañante está en la tendencia a juzgar, a imponer las propias ideas, a etiquetar Escuchar activamente El arte de escuchar puede reforzarse aprendiendo los modos de la escucha activa. Para ello: - Hay que disponerse a escuchar, centrándose totalmente en el otro. Mantener siempre el contacto visual. - Atender a lo que dice el otro y a cómo lo dice. - Es necesario conectar emocionalmente con él - Espejar corporalmente el estado del otro. Sintonizar físicamente y vocalmente. - Utilizar expresiones que refuercen o animen a seguir hablando - Dar espacio al otro. Hacer silencio para que el otro hable, invitarle a seguir, no interrumpirle. - Se escucha sin juzgar nunca al otro Instrumentos concretos para mejorar la escucha activa Existen diversos instrumentos o técnicas que permiten mejorar la escucha activa. Los más comunes y eficaces son: Parafrasear lo que el otro dice. Consiste en decirle con nuestras palabras lo que nos parece que nos quiere decir. De esta manera nos damos cuenta de que le estamos entendiendo. Se puede hacer con una pregunta o con una afirmación. Por ejemplo, podemos decir: lo que sentiste fue que.? Me estás diciendo que no te sentías capaz de? O bien, es decirle: Si no entiendo mal, lo que sucedía era que. Y tú decidiste Es así? Decirle frases que refuercen lo que dice y a él mismo: Esto que me cuentas es fenomenal, Tuvo que ser durísimo vivir eso, Me encanta ver como afrontaste el problema, Me hago cargo de lo que me dices etc. Resumir lo que el otro nos ha comentado y pedirle confirmación: O sea, lo que te sucedió fue que No es cierto? ; Si no te he entendido mal, lo que te hizo esta persona fue. Es correcto? Estoy en lo cierto? ; Tengo la sensación de que.. 3

4 Tratar de empatizar con el otro expresándole los sentimientos que captamos en él: Parece que estabas enfadado ; Pareces cansado ; Pareces algo nervioso También se puede imitar la propia expresión de las emociones que percibimos. 2. El arte de preguntar 2.1. El arte de acompañar se apoya en gran medida en el arte de preguntar. El diálogo socrático con el acompañado consiste en ir acompañándole a través de preguntas abiertas mediante las cuales él pueda conocerse mejor a sí mismo y pueda encontrar por sí la salida a la situación en la que está. Las preguntas han de ser abiertas (que no se contesten con un sí o con un no ) buscando un resultado, como por ejemplo, la de generar información sobre aspectos que la persona hace bien, sobre cómo ha obrado bien en otras situaciones semejantes. Así, sería una pregunta cerrada Pasó algo positivo esta semana? y sería abierta Qué cosas positivas pasaron esta semana?. Claras y cortas. Orientadas a la acción, no a la reflexión o justificación Orientadas a la solución, no al problema No hay pregunta neutra. Si pregunto Si mejorases en este aspecto, Qué harías?, Cómo lo notarías?. De esta manera, el mensaje subliminal que transmito es que dudo que pueda mejorar. Por el contrario, si pregunto, Cuando mejores en este aspecto, Qué harás?, Cómo lo vas a notar? transmito la seguridad y confianza en que lo va a conseguir. Toda pregunta, en efecto, supone una interpretación. Puedo condenar con mis preguntas ( Has dejado ya de insultar a tu madre?, Eres menos violento con tus hijos? ) o bien abrir caminos de esperanza ( Ya has comprobado hasta dónde eres capaz de ser amable con tu madre? ). 4

5 Las preguntas han de servir para ayudar a cambiar de perspectiva a la persona (muchos problemas no radican tanto en lo que ocurre sino en cómo se juzga lo que ocurre), o para hacer propuestas concretas de acción. Las preguntas deben contener elementos positivos y reforzantes, provocar un cambio de perspectiva y ser generadoras de posibilidades, como, por ejemplo: Qué puedes hacer para resolver la situación? Cómo te gustaría estar? Qué has de hacer para llegar a esa situación? Las preguntas han de desembocar en un diálogo. Conviene tener claras diversas preguntas clave en la acogida. En primer lugar, preguntas en la que nos interesamos por la persona, pareja o familia: - Dónde vivís? De dónde sois? - Trabajáis? En qué? - Hace cuánto que os conocéis? En segundo lugar, preguntas que les conecten con la actividad que vamos a hacer: - Qué es lo que te trae por aquí? - Cómo es que decidisteis casaros/bautizar al hijo? - Qué es lo que necesitáis? - Qué crees que te podemos ofrecer? Y terminamos haciendo preguntas más profundas respecto de su situación biográfica: - Qué es lo que más os ilusiona como pareja/como futuros padres/como padres? - Qué os gustaría compartir toda la vida? - Qué consideráis importante en vuestra vida en común/familiar? 5