Colorín, colorado. Alumnos de 1º B del I.E.S. Monte Naranco. Departamento de Lengua castellana y literatura.

Transcripción

1 Colorín, colorado Alumnos de 1º B del I.E.S. Monte Naranco. Departamento de Lengua castellana y literatura. Curso

2 Érase una vez un color Verde que vivía en un enorme bosque. El color Verde estaba muy, muy triste porque quería ser diferente y no podía lograrlo en medio de tantos árboles tan verdes como él. Así que un día decidió ir a explorar el mundo, a ver si encontraba un color distinto que se juntase con él y le ayudara a distinguirse entre los árboles. Pero como ya debéis saber, los colores son un tanto vagos. Por eso, según él, llevaba horas y horas caminando, pero en realidad estaba a unos. tres o cuatro pasos de su casa. - No encontraré a otro color en la vida!- decía Y cada vez se sentía más y más triste. Además, nuestro amigo Verde guardaba un secreto en su interior: Quería ser rojo! Estaba ya cansado de ser verde, pero en su familia siempre habían sido verdes y muy orgullosos de ello, por lo que no entenderían su grave problema.

3 Un día Verde, por fin, encontró a una amiga que se llamaba Naranjita, que no paraba de repetirle una y otra vez que daba igual su aspecto, que en el interior él era muy diferente a los demás. Pero Verde solía decirle que no tenía ni idea de su problema y que se callara. Naranjita, que solo quería ayudarlo, se ponía a llorar hasta que se le olvidaba el asunto o Verde le pedía disculpas. Como a Verde le parecía muy difícil encontrar al color Rojo en el bosque, decidió salir en busca del color Amarillo ya que, según él, era también muy chillón; pero se paró a pensar qué podía haber amarillo por allí cerca y no se le ocurría nada. Entonces (tan tan) se encontró a un canario entero amarillo y le preguntó: -Oye, Podrías ayudarme a ser amarillo? Es que quiero ser distinto, y que los demás se fijen en mí. El canario se lo pensó y le dijo: -No me interesa, yo ya soy diferente.

4 El color Verde, entristecido, continuó su recorrido por el bosque cuando, de repente, se le ocurrió una idea: visitaría al color Morado, ya que era el color de la sabiduría, además de la creatividad; pero, en cambio, no tuvo en cuenta que también era el color más ambicioso. Cuando llegó a la planta que poseía el color Morado, la belladona, le pidió que le enseñase cómo podía tener su aspecto, y la peligrosa y avariciosa belladona le dijo: - Yo soy muy sabia y no quiero que nadie sea como yo! Entonces el color Verde no supo ya qué hacer y, más triste que nunca, continuó su recorrido mientras no paraba de darle vueltas al asunto. Necesitaba una vez más un hombro sobre el que llorar, así que decidió ir a ver a Naranjita.

5 Cuando la encontró, le pidió disculpas por lo de la otra vez y le confesó que seguía obsesionado con el Rojo; finalmente, le preguntó que si podía ir con él por el bosque a buscar el color de sus sueños. Así fue como los dos amigos partieron a buscar a Rojo. Pero, al segundo día de su peregrinaje, apareció un color Gris que era muy malo y les quería robar. Entonces, Naranjita y Verde le dijeron que estaba mal robar y que si no volvía a hacerlo, le dejarían ir con ellos. - Y a dónde vais? -Dijo Gris. -Pues a buscar un color Rojo para mí -dijo Verde-, porque siendo verde, no me siento diferente en medio del bosque. -Solo hay una persona que puede hacer eso -dijo Gris- El Gran Mago Multicolor, que vive más allá de las colinas! - Pues vamos allá! -dijo Naranjita-. Y tú, Gris, no quieres cambiar de color? Porque el gris es un color tan triste y aburrido - Tienes razón! Me cambiaré por el Blanco, que es el color de la paz -dijo Gris.

6 - Pues allá vamos! A por El Gran Mago Multicolor! -dijo Verde. Pasadas algunas horas, se encontraron junto al río con un color un poco deprimido - Hola, cómo te llamas? -preguntó Verde. El color se dio la vuelta y dijo: -Hola, mi nombre es Azulón, y estoy triste porque mi amigo se ha caído al río y como también es azul no lo distingo. -Espera un momento -dijo Gris- ese río termina en el foso que rodea el castillo de El Gran Mago Multicolor, y seguro que la corriente lo ha arrastrado hasta allí! -Y nosotros vamos al castillo -dijo entonces Naranjita. - Puedo ir con vosotros? -preguntó Azulón. - Pues claro que sí! -exclamó Verde. - Muchísimas gracias por vuestra ayuda; jamás olvidaré este gesto.

7 Así pues, los cuatro amigos se encaminaron hacia el castillo de El Gran Mago Multicolor. Pero, fatigados por la marcha, se pararon a descansar en una roca cercana; desde allí, miraban a su alrededor, y empezaron a entender al pobre color Verde, Era prácticamente imposible poder destacar entre tanto verde! De pronto, se dieron cuenta de que Verde había desaparecido! Lo buscaron un buen rato, pero era muy difícil, hasta que al final pudieron encontrarlo: estaba con un color nuevo, con el color Negro: -Tu color es increíble -le decía Verde. -La verdad es que mi color es muy especial, tiene la mezcla de todos los colores juntos -dijo Negro. - Quieres venir con nosotros en busca de nuevos colores? -le dijo Naranjita. - Claro! Siempre es agradable buscar nuevas experiencias, y hacer nuevos amigos -dijo sonriente Negro.

8 Y el concurrido grupo de colores reanudó, alegre, su marcha. Al cabo de un tiempo, decidieron nuevamente hacer un descanso. Verde, fatigado, ya se sentía sin posibilidades de poder encontrar al color Rojo. -Me gustaría tanto poder ser un color llamativo, intenso, que captase la atención de los demás -dijo Verde. -Seguro que encuentras un color que te gustará mucho y te ayudará -dijo Naranjita. -Seguro que sí -respondió Verde un tanto desanimado. Al comenzar su marcha de nuevo, en busca de colores, por el camino encontraron otro color. - Cómo te llamas?- dijo Gris. -Me llamo Celeste- respondió. -Tu color es genial- dijo Verde asombrado. - Cómo puedo ser de otro color que no sea verde? preguntó Verde. -Pues no sé, yo nací de este color, no lo elegí yo -respondió Celeste. - Quieres venir con nosotros en busca de nuevos colores?

9 -dijo Naranjita. -Por supuesto que sí -respondió Celeste. Verde y los demás colores siguieron caminando por el bosque hasta que, por fin, llegaron al palacio de El Gran Mago Multicolor. -Hola, qué queréis? -preguntó el mago. -Yo quiero ser de otro color -dijo el color Verde -. De color Rojo, si fuera posible. -Y yo quiero ser Blanco como la paz -dijo Negro. -Y yo quiero recuperar a mi amigo dijo Azulón. El mago se quedó meditando y se dispuso a hablar: -Jóvenes no pensáis que deberíais valorar lo que tenéis? Un día vino un color Azul y pidió ser Rojo y cuando era Rojo pidió otra vez ser Azul. Esto dejó muy pensativos a los colores. Entonces Verde tomó la palabra y dijo: - Sabéis una cosa? -dijo dirigiéndose al grupo de colores-, El Gran Mago tiene razón; deberíamos estar orgullosos cada uno de sí mismo, pues por dentro siempre seremos distintos. No

10 obstante, podemos hacernos un tatuaje de otro color. -Tienes razón. A mí me parece una idea estupenda -decía Negro. - Y a mí! -decía Naranjita. Así fue como cada color se tatuó el contorno de una estrella del color que quiso. Decidieron una estrella porque a todos les encantaba observar ensimismados las estrellas invadiendo el cielo por las noches. Luego, muy contentos, se fueron a sus casas, tras recuperar al color azul, y en adelante los colores tuvieron por lema el siguiente: Os reís de mí porque soy diferente, y yo me río de vosotros porque sois todos iguales