EL MODELO DE LA PROPUESTA EDUCATIVA DE LOS COLEGIOS DE MANQUEHUE

Transcripción

1 EL MODELO DE LA PROPUESTA EDUCATIVA DE LOS COLEGIOS DE MANQUEHUE

2 El Modelo de la propuesta educativa de los colegios de Manquehue es una representación gráfica que busca organizar en una visión sintética y clara las distintas ideas que aparecen en la propuesta educativa del Proyecto Educativo del MAM. Sus objetivos son: 1. Reflejar en forma gráfica la propuesta educativa de nuestro Proyecto Educativo. Ser un instrumento de comunicación. 2. Establecer conexiones entre los distintos elementos que la componen. 3. Reflejar el lugar central del camino de humildad que nos enseña san Benito en nuestra concepción de hombre y en nuestra visión educativa. 4. Abrir caminos concretos para su bajada al aula y a todas las prácticas educativas de nuestros colegios. Es decir, ser un instrumento orientado a la aplicación. El modelo de la propuesta educativa del MAM contiene los tres elementos en los que se sostiene nuestra propuesta que está contenida en el Proyecto Educativo, que son: 1. Una particular visión de hombre. 2. Nuestros principios pedagógicos y 3. Las características que buscamos desarrollar dentro de la comunidad escolar. A ello se agregan tres pilares de nuestra educación, que no aparecen explícitamente en el Proyecto Educativo, pero que se desprenden de él: 1. El conocimiento a partir de la experiencia de Lectio Divina 2. Una pedagogía a partir de la experiencia de tutoría; y 3. Un orden y ambiente de aprendizaje a partir de la experiencia de vida comunitaria según la Regla de San Benito.

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4 ELEMENTOS DEL MODELO DE LA PROPUESTA EDUCATIVA DE LOS COLEGIOS DE MANQUEHUE I. VISIÓN DE HOMBRE Los elementos fundacionales del modelo corresponden a los cuatro elementos de la visión de hombre que se encuentra en el Proyecto Educativo del MAM. Al centro del modelo educativo se encuentra el concepto del hombre como criatura creada, caída y redimida por Dios, a la que corresponde el camino de humildad que propone san Benito en su Regla. Luego encontramos, en los tres vértices del triángulo, tres elementos específicos de esta visión de hombre: 1. El hombre es hijo de Dios: la filiación del hombre respecto de Dios como un ser creado por amor y llamado a vivir el amor, criatura que depende de Dios para existir, que por ser imagen suya posee una dignidad particular. Cada persona es original y única y su vida es un misterio en que Dios se hace presente revelándose y saliendo a su encuentro en la Sagrada Escritura. 2. El hombre está llamado a desarrollarse en comunidad: su ser tiene una dimensión comunitaria, está creado para vivir en relación con otros, para aprender a buscar a Dios en el amor y el servicio. Esta vocación del hombre debe realizarse en la estabilidad de la vida comunitaria, ordenada por una regla y un superior, con la corrección y el estímulo mutuos. En este camino, la obediencia hacia los superiores y de unos con otros es una forma de avanzar hacia la libertad del amor. 3. El hombre posee una vocación particular. Su ser es dinámico, por su Bautismo está llamado a vivir como cristiano, a ser de Cristo, unirse a Él por amor y colaborar en la construcción del Reino. Ese amor se realiza en la entrega y el servicio a los otros. Cada persona tiene una vocación y misión particular, especial e irremplazable y Dios da a cada uno las herramientas necesarias para llevar a cabo su misión. II. EL CONCEPTO DE HUMILDAD. CENTRO DE NUESTRA PROPUESTA EDUCATIVA La humildad es un camino de vuelta al Padre por el cual el hombre descubre su radical necesidad de Dios y aprende a vivir siempre en su presencia, imitando a Cristo, con un amor que se manifiesta en una alegre sumisión a su voluntad y en el servicio a los hermanos. En la tradición benedictina la humildad es un concepto que encierra un significado distinto del

5 comúnmente usado y cuya comprensión resulta fundamental dentro de la propuesta educativa del Movimiento Apostólico Manquehue. Para san Benito, la humildad es un itinerario espiritual, una ascesis, por ello, hablamos de un camino de humildad, un camino de aprendizaje, y lo ubicamos al centro de nuestro modelo educativo, junto a la concepción de hombre creado, caído y redimido por Dios. Este camino de humildad que nos enseña san Benito permea todos nuestros principios pedagógicos, puesto que en él describe la experiencia básica sobre la cual todo nuestro proyecto se sostiene: el encuentro con Cristo y el camino de conversión del hombre que, descubriendo su amor, quiere seguirlo. La humildad está en el centro de nuestro modelo educativo pues nuestra meta es educar para la vida eterna y ella es la escala por la que el hombre sube al cielo y alcanza el amor perfecto. En este modelo, la humildad se convierte en el primero de los talentos. III. PRINCIPIOS PEDAGÓGICOS A los elementos de nuestra visión de hombre corresponde, en cada vértice del triángulo, los tres principios pedagógicos que establece nuestro Proyecto Educativo y que buscan orientar toda nuestra labor educativa, cualquiera sea el área o ámbito en que se desarrolle. 1. Al hombre como hijo de Dios corresponde la búsqueda de Dios y escucha, pues el hombre, como hijo de Dios, está llamado a volver constantemente al Padre, a reconocer que necesita ser salvado, a buscar su voluntad en su Palabra, en los demás, en la liturgia, en los sacramentos y en su vida. 2. Al hombre llamado a desarrollarse en comunidad corresponde el camino comunitario, pues el hombre necesita una comunidad para aprender, con la ayuda de muchos, a escuchar a Dios y vivir el amor. Por ello, nuestra opción pedagógica es comunitaria, para que cada uno descubra que no se basta a sí mismo y que la verdadera felicidad está en aprender a amar y ser amado. 3. A que el hombre posee una vocación particular corresponde el servicio y misión, que responde a que cada uno tiene una misión particular al servicio del Reino de Dios, única e irreemplazable, y a la que debe responder para encontrar la verdadera felicidad. Nuestra pedagogía busca ayudar a cada uno a descubrir su misión y darle espacios para desarrollarla en su situación concreta.

6 IV. RELACIÓN CON LA MISIÓN DE NUESTROS COLEGIOS Cada uno de los vértices del modelo puede ser asociado a los tres elementos de la misión de nuestros colegios como "Escuelas del Servicio Divino", de modo tal que el vértice de la comunidad es el de la escuela, el de la tutoría, el del servicio y el de la Lectio Divina, el divino. Esto ayuda a una mejor comprensión, comunicación y retención de las ideas, al ser la misión algo conocido por todos y fácil de recordar, además de la alusión que hace a toda la riqueza y complejidad de la Regla de San Benito.