C.D. Excursionista y Espeleólogo I.E.S. Séneca. R.A.E.D. nº 29. Excursión a Los Cahorros del río Monachil, Granada, celebrada el día 13 de noviembre

Transcripción

1 C.D. Excursionista y Espeleólogo I.E.S. Séneca. R.A.E.D. nº 29. Excursión a Los Cahorros del río Monachil, Granada, celebrada el día 13 de noviembre de

2 Partimos hacia la localidad de Monachil, desde la puerta del Intituto a las siete de la mañana. Una vez llegamos a nuestro destino, comenzamos a respirar el ambiente otoñal, contemplando la gama de colores de la arboleda, rojizo de los castaños, el cálido ocre de los granados que contrastaba con el aire frío que encañonado descendía de los altos de la sierra o el pálido amarillo de los chopos o los mambrilleros. Comenzamos la ruta en la era de los Portachuelos, donde aparcamos nuestro vehículo. La era es un vestigio de un pasado de cultivos de secano, trigo, centeno, espelta, avena e incluso cebada, cereales que cubrieron la mayor parte de estas tierras. 2

3 Descendemos por el camino, en dirección a "Los Cahorros". Este camino nos acerca a la parte alta de la vega del río Monachil, entre huertos y frutales. Finalizado el mismo cogemos una vereda a la derecha, que va paralela a una acequia en dirección a los primeros puentes, bajo unos tajos, muy apropiados para la escalada. 3

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5 Tras serpentear por un escalonado sendero, subimos una gran pendiente hasta llegar a las eras de los Renegrales. Este camino es interesante por las excelentes vistas que tenemos del cañón, formado por inmensas paredes de roca caliza. Llegamos al carismático puente colgante de Los Cahorros. Se construyó hace 90 años con cuerdas y travesaños de madera, y se remodeló con materiales metálicos en el año 1970 siendo su longitud de 63 m. Se recomienda que no lo atraviesen más de cuatro personas al mismo tiempo para evitar posibles accidentes, siguiendo el consejo de un cartel indicativo allí emplazado. La palabra Cahorros, en el argot nevadense significa: surcos empinados y escabrosos en las laderas de los cerros. 5

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9 Este tramo es la Cueva de las Palomas, se trata de un angosto y espectacular desfiladero, sobre la tubería que lleva el agua potable desde el manantial de Las Chorreras hasta Monachil. Hay que ir con sumo cuidado sobre todo cuando el río va con mucha agua, que no fue nuestro caso, ya que si no, podemos caer al río. En algunos momentos había que ir a gatas, o con las agarraderas metálicas parecidas a las grapas, que nos hacen inclinarnos en posturas algo forzadas para algunos. Llaman la atención los paisajes, bóvedas, paredes y figuras rocosas llamadas álamos, formadas por la erosión del agua en el transcurso de los tiempos geológicos. 9

10 A partir de este punto la vereda se adentra en el Parque Nacional por una vegetación de ribera compuesta por una rica sauceda, rosales silvestres e higueras. Se trata de un paraje más abierto, denominado Las Azuelas o Cerro de las Uvas, por la abundancia de viñas que había antes. 10

11 Aquí hacemos una parada para tomar un bocado. 11

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13 En este último tramo que nos queda observamos gran cantidad de arbustos, la mayoría espinosos escaramujos, cardos, majuelos y zarzas, que nos acompañan en la vegetación en la ladera montañosa que encajona al río. Seguimos por una estrecha vereda hacia la central eléctrica de la Vega. 13

14 Tras cruzar el río por el Puente de las Chorreras vamos ascendiendo suavemente por su margen derecho, hasta culminar en su punto más alto con la mejor panorámica de los Cahorros. Continuamos la marcha que discurre por una zona agreste y que crea un bello contraste al encontrarse con la Acequia de los Habices, bajo el cielo que poco a poco adquiere un tono amenazante. La acequia es cubierta en parte de su recorrido, por unos esbeltos álamos que inspiran otoño. Continúamos nuestro camino y pasamos por debajo del Cortijo del Cerrillo, pasado éste y al rodear el siguiente cerro, volvemos donde empezamos. Se puede otear el autobús que nos acelera el paso ante la fina lluvia que comienza. 14

15 Felisa, Nani, Romy y Juan Manuel y el alumnado de 1º A y D de bachillerato del curso