Hebreos 11: 28 Por la fe celebró la pascua y la aspersión de la sangre, para que el que destruía a los primogénitos no los tocase a ellos.

Transcripción

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2 La celebración de la pascua Hebreos 11: 28 Por la fe celebró la pascua y la aspersión de la sangre, para que el que destruía a los primogénitos no los tocase a ellos. Introducción Moisés fue instruido por Dios a ordenar a cada familia hebrea a sacrificar un cordero, usando su sangre para marcar los umbrales de las puertas de sus casas. En los hogares marcados, el ángel ejecutor pasaría sobre ellos sin entrar para matar a los primogénitos de los humanos y de los animales. (Éxodo 12:9-11). Viendo en contexto lo que Moisés estaba viviendo en ese momento, él se encontraba tratando de sacar al pueblo de Egipto, pero 2

3 3 estaba ante la negativa de Faraón. Entonces, llegó la décima plaga, la cual era la muerte de los primogénitos. Dios le ordena a Moisés que celebrara la pascua que incluye: El sacrificio de un cordero y la aspersión de la sangre. Le dijo que tomara un cordero, se reunieran en familia, lo mataran, se comieran todo el cordero y la sangre fuese rociada en el dintel de la puerta. Al realizar este acto, cuando pasara el ángel de la muerte, todo el que estuviese dentro de la casa sería salvo. Así hizo Moisés y todo el pueblo de Israel y fueron salvados. En ese momento difícil en el que se encontraba Moisés, lo que hizo la diferencia fue la celebración la pascua que incluye: El sacrificio del cordero con la aspersión de la sangre. En la época del Éxodo, hace años, Dios permitió a los israelitas conocer la

4 4 pascua por encima de todas las cosas. Esto se debía a que un terrible desastre vendría sobre toda la tierra de Egipto. Cada vez que va a ocurrir un desastre, Dios prepara a su pueblo para que celebre la pascua a fin de que puedan recibir la señal de ser el pueblo de Dios y escapar de los desastres. 1. La pascua contiene la promesa de salvación Esto sucedió cuando Josué envió a dos espías a Jericó antes de conquistarla. Los dos espías fueron perseguidos por los soldados y entraron en la casa de una ramera llamada Rahab. Ella los escondió incluso arriesgando su propia vida. Cuando los espías estaban por regresar salvos y seguros a Josué, le hicieron una promesa a Rahab; le prometieron que si Rahab traía a

5 su familia y parientes a su casa y ataba un cordón de grana a la ventana, el ejército israelita no destruiría a nadie en su casa cuando atacaran la ciudad de Jericó. Después, cuando la ciudad de Jericó fue conquistada, todos los que habían huido a la casa de Rahab pudieron conservar sus vidas (Jos. 2:1-21, 6:20-25). Así como el cordón de grana llego a ser una señal para salvar a Rahab y su familia, la pascua es una señal de la promesa de Dios de proteger a su pueblo de los desastres. Hebreos 11: 28 Por la fe celebró la pascua y la aspersión de la sangre, para que el que destruía a los primogénitos no los tocase a ellos. En el sacrificio de Jesucristo que fue levantado en una cruz, su sangre nos cubre 5

6 6 de todo pecado, necesitamos aplicarla a nuestra vida ya que Él es nuestra pascua. 2. La pascua es señal de Dios La pascua es una señal de salvación establecida entre Dios y nosotros. Así como Dios permitió que Rahab pusiera una señal en su casa para que su familia conservara su vida, Dios ha puesto una señal de salvación en nuestras frentes. (Ezequiel 9: 4-6). Aquí Dios dice a los ángeles destructores que no toquen a nadie que tenga la señal. Los que tienen la señal son los que necesitan ser protegidos. En la época del Éxodo, Dios instó a los israelitas a celebrar la pascua y los protegió haciendo que los ángeles pasaran encima de los que guardaron la pascua, incluso en

7 7 estos días, Dios pone una señal de la promesa sobre todo su pueblo que debe ser protegido, a fin de que puedan escapar de los desastres. En la isla de Patmos, el apóstol Juan también vio la misma visión que el profeta Ezequiel. (Apocalipsis 7: 2,3). Para los cristianos, la Pascua es la celebración de la resurrección de Jesús. El Señor les dijo que no era más que una señal; la señal de su fe en aquello que representaba: "la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación" (1 Ped. 1:19), "porque nuestra Pascua, que es Cristo, ya fue sacrificada por nosotros" (1 Cor. 5:7). La sangre del cordero no era, pues, sino un símbolo de la sangre del Cordero de Dios; y los que se sostuvieron como viendo al Invisible lo comprendieron así.

8 3. La verdadera celebración de la pascua El mundo afuera vivía muerte, pero el pueblo de Israel estaba adentro de sus casas celebrando. Para Israel no fue un momento difícil, sino de celebración, porque ellos iban a salir de la esclavitud, la maldición y la muerte. La celebración principal en tu vida no debe ocurrir cuando salgas de ese momento difícil, sino antes de salir de éste, porque demuestras la fe de que pronto vas a salir. Quizás has pospuesto tu celebración para cuando salgas de tu situación, pero, en realidad, debes celebrar antes de que llegue tu milagro. Celebra porque sabes que es solo una noche oscura más para que salga el sol y para que recibas aquello que 8

9 9 tanto estás esperando. Lo que Dios te ha prometido ya está a punto de cumplirse. Por la fe, comienza a celebrar. El mundo estará lamentándose, pero tú estás celebrando. El mundo estará llorando, pero tú deberías estar celebrando con tu familia creyendo que estás a punto de salir, porque tu salida viene pronto. Si hay algo que demuestra la fe de un creyente es el gozo, la alegría y la expectativa de que, lo que Dios había prometido, está a punto de culminarse y cumplirse. Quizás te enseñaron que el rosto del cristiano debería ser el más triste, el más afligido, apesadumbrado. Pero, la mayor evidencia de que eres un creyente es que estás todo el tiempo celebrando y regocijándote en la victoria que Dios te va a entregar. Uno de los más grandes actos de fe es celebrar tu salida antes de salir.

10 Quizás la tradición te enseñó lo contrario, pero Dios hoy te dice celebra! Vive cada minuto con intensidad y celebra de antemano a pesar de las cosas que estés pasando. Cuando Cristo celebró la última pascua con sus discípulos, dijo: " Cuánto he deseado comer con vosotros esta Pascua antes que padezca!, porque os digo que no la comeré más hasta que se cumpla en el reino de Dios" (Luc. 22:15 y 16). Esto nos muestra que la institución de la pascua tenía relación directa con la venida del Señor para castigar a los impíos y librar a su pueblo. "Así pues, todas las veces que comáis este pan y bebáis esta copa, la muerte del Señor anunciáis hasta que él venga" (1Cor. 11:26). 10

11 Conclusión Moisés y los hijos de Israel fueron llamados a la misma herencia que nosotros. La promesa les fue hecha en Cristo, como sucede con nosotros. La base de la fe y esperanza en nosotros está en la resurrección de Jesucristo. La fe personal en Cristo fue la base de la liberación de Israel de Egipto. Así lo mostraba la celebración de la pascua. 11