Sūtra 17. mëy vkasa CcdanNdlawò. madhya-vikāsāc cidānanda-lābhaḥ. La dicha de la Conciencia se alcanza con la expansión del centro.

Transcripción

1 Sūtra 17 mëy vkasa CcdanNdlawò madhya-vikāsāc cidānanda-lābhaḥ La dicha de la Conciencia se alcanza con la expansión del centro. madhya: centro, corazón vikāsāt: con expansión, desarrollo cit: Conciencia ānanda: dicha lābhaḥ: logro, adquisición Comentario de Swami Akhandananda En el aforismo anterior Kṣemarāja describe cómo el estado de liberación en vida sigue al logro de la dicha de la Conciencia. En la nota que introduce el Sūtra diecisiete, se pregunta: Ahora bien, y cómo se adquiere la dicha de la Conciencia? Entonces declara: La dicha de la Conciencia se alcanza con la expansión del centro. En el Satsang Una dulce sorpresa 2016, Gurumayi nos dio una exquisita dilucidación del Sūtra diecisiete. Este aforismo posee una relevancia particular, pues describe el proceso divino de evolución espiritual que nos permite alcanzar la meta del Mensaje de Gurumayi para 2016:

2 Muévete con firmeza para lograr anclarte en la Alegría suprema La Alegría suprema que Gurumayi enseña puede entenderse como cidānanda, la dicha de la Conciencia. Y el Sūtra diecisiete nos instruye para alcanzar cidānanda mediante la expansión del centro, el madhya. Y bien, qué es este madhya? Madhya se refiere a aquello que es el centro o punto medio de algo, su esencia o corazón. En su comentario al sūtra, Kṣemarāja explica que madhya es otro nombre para Citi, o la Conciencia suprema. Citi es el núcleo, la naturaleza más íntima de todas las cosas; todo en el cosmos, nosotros incluidos, reposa en Citi como el fundamento de su existencia. Gracias al estudio de los sūtras anteriores, aprendimos que, al contraerse, Citi se transforma en los diversos planos de la manifestación, y al hacerlo nos oculta su naturaleza expansiva. De acuerdo con las enseñanzas del shivaísmo, cuando Citi crea el cosmos por su libre voluntad, primero se convierte en prāṇa-śakti, la fuerza vital universal. Luego, al contraerse más, Citi se oculta como la mente y los cuerpos sutil y físico de un ser humano. Citi se convierte además en la energía vital que fluye a través de las miríadas de nāḍīs, o conductos, en el cuerpo sutil. El conducto principal en este sistema del cuerpo sutil es la suṣumnā-nāḍī. La suṣumnā corre en paralelo a la espina dorsal, desde la base de la columna hasta la coronilla de la cabeza. Kṣemarāja identifica la suṣumnā-nāḍī como la

3 principal manifestación de Citi en nosotros y la fuente de la vitalidad que subyace a nuestros pensamientos, sentimientos, percepciones y acciones físicas. Por eso, en la etapa del ser humano, el madhya el centro de nuestro ser está muy claramente representado en la suṣumnā-nāḍī. Por esta razón, a la suṣumnā también se le llama madhya-nāḍī, o canal central. Gurumayi nos enseña que podemos visualizar la suṣumnā-nāḍī como una luminosa columna dorada en nuestro interior. De acuerdo con el sūtra, para alcanzar la dicha de la Conciencia el poder de Citi en el madhya debe expandirse, vikāsa. Vikāsa significa florecimiento, desarrollo, crecimiento y expansión. Significa asimismo apertura y brillo. El universo entero cobra vida gracias al vikāsa de la Conciencia. Este movimiento expansivo existe en todas partes. Por ejemplo, vikāsa puede observarse fácilmente en la naturaleza: cuando un capullo se abre para convertirse en una colorida flor; cuando un río se ensancha al acercarse al mar y se funde en él; cuando aumenta el resplandor del sol al amanecer, a medida que sus rayos se esparcen en cada dirección, iluminándolo todo. Tal como cada uno de estos movimientos naturales posee una meta, el despliegue de śakti en la suṣumnā tiene el propósito de expandir nuestra conciencia hasta reconocer nuestra unidad con la Conciencia. Para que madhya-vikāsa tenga lugar, la Kuṇḍalinī Śakti debe despertar dentro de nosotros. Esta es la principal enseñanza en el sendero de Siddha Yoga y en las tradiciones śaivas no duales de Cachemira. El despertar de Kuṇḍalinī acontece gracias a la iniciación compasiva del Guru, śaktipātadikṣā. Esta iniciación es un parteaguas definitivo en nuestra vida y en el viaje espiritual. Después de śaktipāta-dikṣā, y nutrida por nuestra práctica

4 espiritual, la Kuṇḍalinī Śakti se mueve a través de la suṣumnā-nādi y purifica nuestro sentido de limitación y separación respecto al Ser. Ahora bien, qué podemos hacer, como estudiantes, para apoyar el despliegue de śakti en la suṣumnā? En el Satsang Una dulce sorpresa 2016, Gurumayi nos enseñó que cualquier tipo de experiencia ya sea espectacular o más sutil puede revelarnos una gema de sabiduría. Para acceder a esta sabiduría tenemos que reflexionar detenidamente en estas experiencias; debemos contemplarlas desde la perspectiva del madhya. Gurumayi explicó que al esforzarnos para entender el valor de lo que experimentamos tanto en meditación como en nuestras actividades cotidianas, creamos y fortalecemos vías que conducen al centro de nuestro ser. Al seguir una y otra vez tales vías, nos vamos arraigando cada vez más en la Conciencia y en la dicha. Somos capaces de mantener la atención en el madhya, sin importar lo que esté ocurriendo en el mundo exterior. Al reflexionar en la enseñanza de Gurumayi, llegamos al poderoso descubrimiento de que a cada instante tenemos la opción benéfica de llevar nuestra mente al madhya. Podemos decidir activamente percibir los acontecimientos de nuestra vida, cualesquiera que éstos sean, como imbuidos de la luz de la Conciencia. Cada vez que hacemos este esfuerzo nos acercamos más a la experiencia constante del Ser dichoso. El Sūtra diecisiete afirma que el resultado del florecimiento de Citi en la suṣumnā es el lābhaḥ de la dicha de la Conciencia. Lābhaḥ denota logro, adquisición y obtención; significa además percepción y conocimiento. Estos diversos significados nos invitan a reflexionar en lo que realmente implica cidānanda-lābhaḥ. La palabra logro transmite la idea de que la dicha interior es el destino o la meta a alcanzar. Adquisición sugiere que

5 cidānanda es un tesoro que podemos llegar a poseer. Por su parte, percepción y conocimiento evocan la idea de reconocer o experimentar algo que ya estaba ahí, pero de lo que acaso no teníamos conciencia previamente. En el Sūtra quince, aprendimos que la dicha de la Conciencia está y ha estado presente en el centro de nuestro ser en todo momento; es el sustrato de nuestra existencia. Sin embargo, aunque la dicha de la conciencia está presente todo el tiempo, e incluso si comprendemos intelectualmente que está allí, no siempre la experimentamos. Esto se debe a que no podemos obtener esa dicha de la manera en que tomaríamos y nos comeríamos un fruto dulce. Al emplear el término lābhaḥ, Kṣemarāja connota un proceso de fusión de nuestra conciencia limitada en su fuente nectárea, que es Conciencia. Tal como sólo podemos abrazar el mar sumergiéndonos en sus aguas, la dicha suprema se alcanza sumergiendo nuestro ser entero en ella. Al entrar una y otra vez en esa dicha, nuestra conciencia finita se funde en la expansión infinita de Citi y entonces reconocemos la Alegría suprema como nuestra verdadera naturaleza SYDA Foundation. Derechos reservados.