Expedición Pelechuco-Keara Volvimos a Pelechuco y Keara para efectuar una expedición corta cuyos objetivos fueron: coleccionar especimenes tipo de especies nuevas de los géneros Hydrocotyle sp. (Apiaceae) y Oreopanax sp. (Araliaceae), tomar fotos de las mismas y buscar relictos de bosques de ceja de monte y bosques del piso montano superior para inventariarlos. La expedición se realizó del 13 al 22 de abril del 2006. Se realizaron 6 inventarios fitosociológicos y se coleccionaron 652 plantas entre vasculares, briofitos y algunos líquenes. Personal Alfredo Fuentes (Investigador a cargo), Moisés Mendoza (voluntario del herbario de Santa Cruz (USZ), especialista en Apiaceae de Bolivia), Maria Cristina López (voluntaria, investigadora del laboratorio de biotecnología vegetal del Instituto de Ecología), Modesto (guía en Keara), Remy Roque y esposa (guías en Pelechuco). Vista panorámica de Pelechuco, rodeado por bosques de Polylepis triacontandra (A. Fuentes).
Hábito de Hydrocotyle apolobambensis sespecie nueva de la ceja de monte en el sector de Gynoxys de la ceja de monte superior pluvial Flores de una probable especie nueva de Keara Viejo (A. Fuentes). donde es codominante en el bosque junto a Polylepis pepei (Foto A. Fuentes). Partimos de La Paz por la mañana y llegamos a Pelechuco (3500 m) por la noche después de 10 horas de viaje, donde pernoctamos en un confortable alojamiento que se encuentra en la plaza principal. Pelechuco cuenta con más infraestructura hotelera que el resto de las poblaciones del sector, porque es parte del afamado trekking Curva-Pelechuco. En los alrededores del pueblo existen relictos de bosques de Polylepis triacontandra (Rosaceae) en un área con clima pluvial húmedo, mientras que en el valle próximo de Keara, mas al norte, existen relictos de bosques de Polylepis pepei en un sector con clima pluvial hiperhúmedo. Aunque no se descarta del todo en el primer caso que se traten de bosques plantados que persisten por uso y manejo ancestral. Las especies de Polylepis spp. son la fuente principal de leña de los pobladores altoandinos. Trabajando en la ceja de monte. Desde la izquierda Modesto, Ma. Cristina López, Alfredo Fuentes y Moisés Mendoza (Foto M. Mendoza).
Al día siguiente salimos con rumbo a Keara, el camino no se encontraba en buen estado pues había llovido, así que tuvimos que sortear tramos con barro y curvas cerradas difíciles de maniobrar por lo resbaloso del camino. Al llegar a Keara Nuevo (3800 m) nos quedó algo de tiempo para ir a buscar material tipo de un Hydrocotyle sp. nuevo cerca de Keara Viejo (3600 m), afortunadamente logramos encontrar una colonia extensa con flores y frutos en un fragmento de bosque de ceja de monte que se conserva al lado del río. En el trayecto también encontramos árboles en fruto de una especie nueva de Oreopanax sp. que estamos describiendo. Pato Torrentero (Merganetta armata) en el río Pelechuco (Foto A. Fuentes). Pasando el río por un inestable puente fabricado con troncos (M. Mendoza). El plan original del siguiente día, era caminar entre 4 a 6 horas al norte de Keara Nuevo hasta llegar al fragmento mas grande de bosque de Polylepis pepei, lastimosamente amaneció lloviendo y decidimos evaluar un fragmento cercano a la laguna Tolca Cocha. Aquí trabajamos todo el día coleccionando e inventariando el bosque, obtuvimos material fértil de plantas que anteriormente teníamos estériles, entre ellos un Gynoxys sp. (Asteraceae), que sospechamos se trata de una especie nueva y que es codominante en este bosque. Trabajar en este bosque fue un poco complicado porque se encuentra entre bloques grandes de rocas con grietas y fisuras cubiertas por briofitos y materia orgánica, a esto se sumo la lluvia. Por lo que mantener el equilibrio no era nada sencillo. Alfredo tuvo un pequeño accidente en el que se provoco una herida un poco profunda en el tobillo con una roca punzante. Volviendo al pueblo trabajamos hasta altas horas de la noche procesando las plantas que habíamos coleccionado. Al día siguiente volvió a llover desde temprano pero decidimos salir hacia Pelechuco antes que el camino se humedezca por completo y nos dificulte aun más la salida. Cuando empezamos a subir por las primeras cuestas el motor de nuestro transporte se averió seriamente y nos vimos obligados a alquilar otra vagoneta a una familia de mineros de Keara. Avanzamos sin mayores contratiempos y efectuamos una parada en la parte mas alta del camino para
coleccionar plantas del piso subnival, mas abajo encontramos otra movilidad averiada a la que socorrimos y ayudamos a repararla. Llegando a Pelechuco hicimos los preparativos para salir al día siguiente río abajo. Decidimos en primera instancia hacer un recorrido exploratorio para ver donde podíamos instalar nuestro campamento para trabajar, nos acompañó Remy Roque comunario de Pelechuco. Caminamos río abajo hasta el mediodía coleccionando en el trayecto, primero en una franja de bosques de ceja de monte inferior que se encuentra prácticamente devastada y después en el bosque montano superior que se encontraba mejor conservado. Paramos en un sitio denominado Piara (2900 m), en el que existe un puente rustico que consiste en unos troncos inestables, los animales de carga no pueden atravesar el río ni pasar por el puente, por lo que este sitio fue obligatoriamente el lugar de nuestro campamento. Mientras almorzábamos al lado del río tuvimos la suerte de observar al Pato Torrentero (Merganetta armata), una curiosa Moises y Ma. Cristina herborizando durante la fría noche (A. Fuentes). Flor de una rara especie de Passiflora polinizada por colibríes (A. Fuentes). especie de ave cuyo hábitat son ríos correntosos como el río Pelechuco, en los que nadan haciendo una especie de rafting. Sus poblaciones probablemente se encuentran fuertemente amenazadas en este sector por la progresiva contaminación del río proveniente del reciente auge de la minería del oro. A la mañana siguiente volvimos con todos nuestros materiales y equipos en tres mulas guiadas por Remy Roque y su esposa, instalamos el campamento en Piara y desde aquí seguimos
caminando río abajo coleccionando e inventariando los bosques. Trabajamos aquí tres días y efectuamos cuatro inventarios en el bosque montano que se halla dominado por Weinmannia pinnata (Cunnoniaceae), Clusia sp. (Clusiaceae) y Hedyosmum angustifolium (Chloranthaceae). Uno de los inventarios se realizó en una variante de rocas dominada y caracterizada por Columellia oblonga (Columelliaceae), Clethra sp. (Clethraceae), Clusia sp. y Ternstroemia subserrata (Theaceae). Caminamos cuatro horas mas cuesta abajo, pasamos nuevamente el río por otro puente rústico, el camino todavía continuaba en buen estado. Según Remy Roque por este camino se llega a Apolo en 5 días, anteriormente era una ruta muy transitada para intercambiar productos del altiplano con productos de los yungas, principalmente coca, pero ahora como hay carreteras en el altiplano la mayor parte de los productos llegan desde el altiplano y esta ruta se encuentra prácticamente abandonada. Nuevamente trabajábamos procesando nuestras colecciones hasta altas horas de la noche soportando el frío, la humedad y unos mosquitos de gran tamaño que nos parecieron inusuales a esta altitud y con tanto frío. Entre las colecciones que hicimos en este sector destacan Passiflora macropoda (Passifloraceae) una rara especie polinizada por murciélagos, además una Inga vel. sp. nov. (Fabaceae) con botones florales, Lepechinia lancifolia (Lamiaceae), una interesante especie saxícola de la familia Cactaceae con flores rojas y una especie enana de Cyathea sp. (Cyatheaceae), probablemente nueva para la ciencia. Volviendo a Pelechuco todavía nos dio tiempo para coleccionar plantas saxícolas en las paredes de casas abandonadas y una especie de tabaco silvestre (Nicotiana sp., Solanaceae), que crecía en el borde de una calle poco transitada. Retornamos a La Paz en un destartalado bus de transporte público que salió de la plaza a las cuatro de la madrugada bajo un intenso frío, por lo que nos abrigamos envolviéndonos en nuestras bolsas de dormir para tener un viaje más o menos confortable. Illustración de Passiflora macropoda