LAS VERDADES DEL CALVARIO GENERALIDADES Por Ricardo Vivas arroyo Una de las cosas más maravillosas es comprender que la Biblia es la mente de Cristo, que no es un compendio humano de verdades divinas sueltas, sino que tiene una estructura. Me regocijo mucho al mirar que las cosas que establece el Nuevo Testamento, están prefiguradas en el Antiguo Testamento de muchas maneras; hay esquemas que se repiten a través de la Biblia, que encierran verdades profundas y maravillosas, sin los cuales, es poco menos que imposible comprenderlas y ubicar su lugar dentro de todo el consejo de Dios. Dentro de los esquemas que es necesario conocer en la Biblia, por ejemplo, la semana de la creación, nos muestra siete días o etapas en las que Dios realizó paso a paso toda su obra hasta que terminó y reposó; recuerden que fue en el cuarto día en el que se crearon el sol y la luna, dando orden al sistema solar, por lo tanto, los días a los que se refiere Génesis 1, no son de 24 horas precisamente como los conocemos, ya que estos dependen de la órbita de la tierra alrededor del sol. Estos siete pasos se repiten infinidad de veces en la Biblia, representan las siete etapas de la restauración, las siete relaciones básicas, los siete rudimentos de la doctrina leche, las siete verdades clave, que a su vez cada una tiene siete aspectos básicos. Otro esquema es el de los doce principios fundamentales, otro el de las nueve bienaventuranzas, el de las cuatro fronteras, de los ciento cincuenta y tres peces que venían en la red de Pedro, etc. En mi experiencia con Dios he podido conocerlo como mi Sanador, la sanidad de mis hijos, de mi esposa y la mía, son testimonios que no me dejan un asomo de duda acerca de esa realidad, sin embargo, al conocer el séptuple pacto del Calvario, comprendemos la sanidad divina no sólo como una bendición, sino como parte del pacto de Dios con el hombre mediante Jesucristo; no como un fin, sino como un medio para alcanzar propósitos mayores. Muchos cristianos que conocen sanidad divina colocan a Dios en la categoría de curandero, otros lo buscan como el genio de la lámpara, o un hada madrina. Tanto sanidad divina como los otros seis pactos, costaron la Sangre de Cristo. Dios nos llena de bendiciones que lo involucraron en sufrimientos indescriptibles, de modo que no nos da cosas, más bien se da a nosotros con cada bendición; así que lo más importante, viene siendo la porción de Cristo que recibimos con sus respuestas (2 P. 1:3-4). Un pacto es un compromiso entre dos partes, que obliga a ambas a cumplir las condiciones estipuladas en él. Jesucristo hombre representó a la humanidad ante Dios e hizo un pacto con Él. El Padre puso la ley como condición y Jesús la cumplió totalmente, por lo tanto adquirió los derechos estipulados en el antiguo pacto y estableció uno nuevo, ocupando el lugar de los infractores, de manera que éste nos convirtió en beneficiarios, se tornó en un testamento en el que nos heredó las bendiciones que ganó por mérito propio. Como toda herencia, el heredero la disfruta en la medida que se ciñe a sus condiciones y ejerce sus derechos, reclamando lo que le pertenece. Algunos creen que Dios sana, pero al no conocer la sanidad como parte de un pacto, creen que es un capricho divino, por eso concluyen que no todos sanan. También es frecuente que el creyente dude, porque condiciona la respuesta divina a su caminar cristiano, olvidando que la Salvación eterna no la logró por su comportamiento, sino por gracia y de la misma manera, basada en los méritos suficientes del Señor Jesús, toda la provisión le es dada por gracia, incluyendo su transformación a la semejanza de Cristo. Cuando Dios hizo un pacto con Noé, puso como señal de su compromiso el arco iris (Gn. 9:13-16), la luz blanca se descompone en siete colores básicos que prefiguran el nuevo pacto, el cual contiene siete bendiciones, que fueron provistas para lograr la perfección que Dios diseñó para el hombre; He aquí un esquema de verdades, el séptuple pacto del Calvario.
Dios hizo un pacto con su pueblo Israel y como una provisión de misericordia, les dio el sacerdocio levítico, para que, mediante siete diferentes sacrificios, consiguiera toda la bendición divina a pesar de las fallas humanas. Sabemos bien que los sacrificios levíticos no resolvían el problema del incumplimiento, solamente conmemoraban los pecados y posponían la sentencia estipulada en el pacto de la ley, hasta el advenimiento del Mesías (He. 10:1-4). Si alguien pecaba requería un sacrificio, si volvía a pecar requería otro, y así continuamente debía seguir ofreciendo más víctimas, y según la necesidad era el tipo de sacrificio. Había siete leyes para los diferentes sacrificios: la ley del holocausto, del presente, de la expiación por el pecado, de la culpa, de las consagraciones, de las paces y de la limpieza de la lepra (Lv. 7:35-38, 14:1-2). Estos siete diferentes tipos de sacrificio, son figura de la muerte de Cristo en la cruz del Calvario, pues conseguiría siete bendiciones específicas que garantizarían que la relación del hombre con Dios se daría y una vez establecida, nada la podría romper. El único, verdadero y suficiente sacrificio fue consumado por la ofrenda de Cristo por nosotros; fue el sacrificio perfecto que logró lo que nunca lograron los continuos sacrificios levíticos (He. 9:24-28). La epístola a los Hebreos menciona siete veces que el sacrificio de Cristo fue uno, perfecto y suficiente; en cada ocasión muestra una bendición conseguida por ese sacrificio, siete bendiciones que corresponden a las prefiguradas en los sacrificios levíticos. El rey David, uno de los profetas mesiánicos, enumera siete beneficios que Dios tiene para el creyente: Dios perdona pecados, limpia iniquidades, sana dolencias, rescata del hoyo la vida, corona de favores y misericordias, rejuvenece el alma al saciar de bien su boca, y hace derecho y justicia al que padece violencia (Sal. 103:1-6). Otro de los profetas que predijo el sacrificio de Cristo en una manera muy descriptiva fue Isaías, Dios le reveló que el Siervo de Dios padecería siete diferentes tipos de sufrimiento y lograría siete beneficios que cubrirían toda necesidad humana, garantizando una relación de pacto con el hombre (1 P. 1:10-12), relación definitiva e inmutable. Podemos leer desde el verso 13 del capítulo 52, hasta el verso 12 del capítulo 53 de Isaías, y vamos a encontrar estas siete aflicciones: azotado, herido de Dios, abatido, molido, castigado, llagado y angustiado. En la epístola a los Romanos, el apóstol Pablo contrasta las obras de la ley con la gracia, la carne con el espíritu, la ley del pecado y de la muerte con la ley del Espíritu de Vida. En el capítulo 8, cuando muestra la supremacía del espíritu y la gracia, sobre la carne y el esfuerzo propio, presenta los siete beneficios ganados por Cristo en la cruz para el creyente: Justificación (Ro. 8:1-5), Santificación (Ro. 8:6-10), Sanidad Divina (Ro. 8:11-12), Salud Divina (Ro. 8:13-15), Paz y Reposo (Ro. 8:16-18), Vida Resucitada (Ro. 8:19-25) y Gloria de Dios (Ro. 8:26-30). Estas siete bendiciones son la provisión de Dios para ser más que vencedores por medio de nuestro Señor Jesucristo, que nos amó y se entregó a sí mismo por nosotros (Ro. 8:37-39). Los siete pactos del Calvario, son la garantía divina de nuestra Salvación y la provisión para nuestra perfección, porque Cristo volverá cuando la iglesia sea perfecta, santa y sin mancha (Ef. 1:4, 5:25-27, Hch. 3:20-21). -----o-0-o-----
UN PACTO SÉPTUPLE UN SOLO SACRIFICIO Por Ricardo Vivas Arroyo El único, verdadero y suficiente sacrificio fue consumado por la ofrenda de Cristo por nosotros; fue el sacrificio perfecto que logró lo que nunca lograron los continuos sacrificios levíticos (He. 9:24-28). La epístola a los Hebreos menciona siete veces que el sacrificio de Cristo fue uno, perfecto y suficiente; en cada ocasión muestra una bendición conseguida por ese sacrificio, siete bendiciones que corresponden a las prefiguradas en los sacrificios levíticos. El rey David, uno de los profetas mesiánicos, enumera siete beneficios que Dios tiene para el creyente: Dios perdona pecados, limpia iniquidades, sana dolencias, rescata del hoyo la vida, corona de favores y misericordias, rejuvenece al saciar de bien la boca, y hace derecho y justicia al que padece violencia (Sal. 103:1-6). Otro de los profetas que predijo el sacrificio de Cristo en una manera muy descriptiva fue Isaías, Dios le reveló que el Siervo de Dios padecería 7 diferentes tipos de sufrimiento y lograría 7 beneficios que cubrirían toda necesidad humana, garantizando una relación de pacto con el hombre (1 P. 1:10-12), relación definitiva e inmutable. Podemos leer desde el verso 13 del capítulo 52, hasta el verso 12 del capítulo 53 de Isaías, y vamos a encontrar estas 7 aflicciones: azotado, herido de Dios, abatido, molido, castigado, llagado y angustiado. En la epístola a los Romanos, el apóstol Pablo contrasta las obras de la ley con la gracia, la carne con el espíritu, la ley del pecado y de la muerte con la ley del Espíritu de Vida. En el capítulo 8, cuando muestra la supremacía del espíritu y la gracia, sobre la carne y el esfuerzo propio, presenta los 7 beneficios ganados por Cristo en la cruz para el creyente: Justificación (Ro. 8:1-5), Santificación (Ro. 8:6-10), Sanidad Divina (Ro. 8:11-12), Salud Divina (Ro. 8:13-15), Paz y Reposo (Ro. 8:16-18), Vida Resucitada (Ro. 8:19-25) y Gloria de Dios (Ro. 8:26-30). Estas 7 bendiciones son la provisión de Dios para ser más que vencedores por medio de nuestro Señor Jesucristo, que nos amó y se entregó a sí mismo por nosotros (Ro. 8:37-39). Los 7 pactos del Calvario, son la garantía divina de nuestra Salvación y la provisión para nuestra perfección, porque Cristo volverá cuando la iglesia sea perfecta, santa y sin mancha (Ef. 1:4, 5:25-27, Hch. 3:20-21). La palabra griega que usó el apóstol Pablo para decir "una sola vez", en las siete ocasiones que la menciona en el libro de Los Hebreos es hafax, cuyo significado, de acuerdo al diccionario griego de la concordancia de Strong, es: única vez, definitiva o, sin necesidad de repetición. Tenía mucha fuerza el concepto, el apóstol Pablo, por el Espíritu había escrito que la ofrenda del cuerpo de Cristo hecha una sola vez, logró su objetivo y por lo tanto no es necesario otro sacrificio. Con razón antes escribió que los que piensan que la Salvación se puede perder por causa de las obras, quieren crucificar otra vez al Señor para recuperarla y al pensar así lo exponen a vituperio (He. 6:4-6). El sacrificio de Cristo fue perfecto y suficiente; si de ese versículo se desprendiera que el creyente puede perder su Salvación, necesariamente también quedaría establecido que no la puede recuperar, y de ser así, Cristo sería autor de condenación y no de salvación, porque los perdidos tendrían oportunidad, pero los cristianos caídos ya no; sería entonces más conveniente recibir a Cristo justo antes de morir, que recibirlo y tener tiempo para fallar y perderse sin opción. Creer que la Salvación se pierde implica considerar que el sacrificio de Cristo no es suficiente, lo cual es tener por inmunda la Sangre del testamento y hacer afrenta al Espíritu de gracia (He. 10:29-31). Además, el juicio y castigo referidos por el apóstol para el creyente que retrocede, no tiene que ver con el infierno, sino con la corrección
de los suyos. De hecho, los capítulos 6 y 10 de Los Hebreos, son utilizados como argumento de los que creen que la Salvación se puede perder, pero la verdad es que, el apóstol Pablo asegura en ellos todo lo contrario, lo cual es consistente con toda la epístola y las demás Escrituras sagradas. 1.- La primera vez que usa la palabra hafax, es en Hebreos 7:26-28, donde se refiere a Cristo como el sacerdote perfecto para siempre, que fue hecho más sublime que los cielos, que a diferencia del sacerdocio levítico, no tiene necesidad de ofrecer sacrificios por sus propios pecados, sino que ofreció el sacrificio único de sí mismo por los pecados del pueblo. El perdón de nuestros pecados es posible por ese perfecto sacrificio. Cuando fuimos perdonados, nos declaró legalmente justos o inocentes, hemos sido justificados al creer en su sacrificio (Ro. 3:23-28, 4:25 a 5:1, 18; 10:4), es decir, fuimos declarados justos una vez y para siempre, por eso es un pacto, el sacrificio de Cristo lo garantiza. 2.- La segunda vez que se menciona el sacrificio único de Cristo es en Hebreos 9:11-14. El contraste se echa de ver de nueva cuenta: Cristo entró no con sangre ajena sino con su preciosa Sangre y no en un tabernáculo en la tierra sino en los mismos cielos, con lo cual consiguió eterna redención para los que le creen, y explica que la sangre de los sacrificios era rociada para santificación. Cuánto más la Sangre de Cristo limpia la conciencia de obras muertas (hechas en el esfuerzo propio), para poder servir al Dios vivo! Santificación es separación mediante limpieza y capacitación, para servir a los propósitos de Dios. La Santificación es un pacto, la provisión para ello la hizo Cristo con su sacrificio único y suficiente. 3.- El tercer pasaje con referencia al sacrificio único de Cristo lo encontramos en Hebreos 9:24-26. Es muy claro que mientras el sacrificio anual del día de la expiación, único día en que el sumo sacerdote podía entrar al lugar Santísimo (Lv. 16), ilustra y contrasta con el sacrificio de Cristo, que no tiene necesidad de repetirse, porque con una sola ofrenda deshizo al pecado como naturaleza. Es importante entender que la Escritura se refiere al pecado como una potestad a la cual estábamos sujetos (Ro. 6:14, 7:8-11, 20), y a los pecados como nuestras acciones. No es que nos hicimos pecadores al cometer nuestro primer pecado, mas bien pecamos porque éramos pecadores por la naturaleza adámica; sin Cristo estábamos sujetos al pecado, porque habíamos heredado esa condición de esclavitud de nuestro padre Adam (Ro. 5:12). Así que para ser libres del pecado como naturaleza, Dios nos hace siervos de justicia (Ro. 6:16-18), al someternos a la justicia es cuando nos cubre con su gracia. Sumisión es lo contrario a rebelión. La rebelión infectó el alma de Adam y todos nosotros heredamos su naturaleza rebelde y vendida al pecado, por tanto sin autoridad. Cristo fue obediente hasta la muerte y rompió de esa manera el yugo de nuestra esclavitud y de sus consecuencias (Ro. 6:9-13, Fil. 2:6-11). Nuestro cuerpo resiente lo que afecta al alma, el pecado engendra muerte, la enfermedad es consecuencia directa de la naturaleza de pecado (Stg. 1:15). Sanidad Divina es provisión para nuestra alma y nuestro cuerpo, mientras aprendemos a someternos a Dios en fe para recibir más gracia (1 P. 2:24). Al decir que la enfermedad es consecuencia directa del pecado no establecemos que si alguien se enferma es porque pecó. Estamos expuestos a la enfermedad porque somos una raza caída, de pecadores. Deficiencias orgánicas, herencia genética, falta de higiene, ignorancia y pecado nos exponen a las enfermedades; aun es posible que la voluntad de Dios permita alguna enfermedad física para enseñar o entrenar a alguien y mostrar en él su gloria (Mt. 9:1-7, Jn. 9:1-3). 4.- La cuarta ocasión en que vemos el sacrificio de Cristo como único y suficiente, se encuentra en Hebreos 9:27-28, se refiere a nuestros pecados como hechos consumados,
el sacrificio de Cristo no sólo sometió al pecado como naturaleza liberándonos de su yugo, sino que además agotó todos nuestros pecados (pasados, presentes y futuros). Esto nos garantiza que del Calvario recibimos un beneficio más, no sólo sanar cuando nos enfermamos, sino mantenernos sanos; es un pacto de Salud Divina, es como un escudo que nos preserva sanos al vivir dependiendo de su gracia, aptos para toda buena obra (2 Ti. 2:10), es salud para los salvos. 5.- La quinta vez la encontramos en Hebreos 10:8-10. El sacrificio de Cristo quitó lo primero (provisional) y estableció lo postrero (definitivo); nos santificó por la ofrenda del cuerpo de Cristo. Lo definitivo se estableció en el Calvario, podemos descansar, la paz de Cristo es una realidad en nuestros corazones (Jn. 14:27-31). Podemos notar que Cristo nos dejó su paz porque el diablo nunca logró algo de Él, y sin embargo, fue castigado como si Satanás hubiera tenido el derecho de hacerlo (Is. 53: 5). Su paz es nuestra porque el diablo perdió sus derechos sobre nosotros al asesinar al inocente Hijo de Dios, por eso su sacrificio nos garantiza un pacto de Paz y Reposo. Nuestra paz no depende de que todo marche bien, al contrario, permanece con nosotros, aunque todo marche mal a nuestros sentidos naturales, es una paz sobrenatural y gloriosa que sobrepasa todo entendimiento (Fil. 4:7). 6.- La sexta ocasión que encontramos el sacrificio de nuestro Señor es en Hebreos 10:11-12. El contraste se muestra en cuanto a posición, los otros sacerdotes permanecieron en la tierra, Cristo ofreció un sólo sacrificio y se sentó a la diestra de Dios; ellos nunca pudieron quitar los pecados (impedimentos), la ofrenda de Cristo sí. El hecho de que se encuentre a la diestra del Padre, nos garantiza una inquebrantable relación con Él, porque es nuestro intercesor y sus argumentos a nuestro favor es su ofrenda perfecta (He. 7:24-25, Ro. 8:34, He. 10:19-23). Eso significa que su posición actual en majestad, es nuestra posición espiritual, y por lo tanto, como Él es ahora en los cielos, así somos nosotros en este mundo (Ef. 1:20-23, 2:5-7, 1 Jn. 4:17). La ofrenda no quedó en el altar, Cristo resucitó y ascendió a una posición excelsa, vive para garantizarnos una vida eterna por su resurrección (Col. 2:13), resucitamos con Él, tenemos una vida sobrenatural, una vida resucitada con recursos celestiales (Col.}. 3:1, Ro. 6:5-11). Este es el sexto pacto del Calvario, un pacto de Vida Resucitada o sobrenatural, milagrosa (Gá. 2:19-21). 7.- Finalmente, Hebreos 10:13-14, nos muestra un aspecto más, el Señor está a la diestra del Padre esperando que la Iglesia someta a todos sus enemigos debajo de sus pies Y esto cómo será posible? Por la ofrenda perfecta y definitiva de Cristo, la cual logró que los creyentes fueran perfeccionados; la plenitud del creyente depende del sacrificio de Cristo. El texto dice claramente que hizo perfectos para siempre a los santificados, esta perfección está en nuestro espíritu (He. 12:23), porque nuestro espíritu y el de Cristo se unieron para siempre (1 Co. 6:17). Es por eso que Cristo aseguró que las obras que él hizo nosotros también las haríamos y mayores, porque él iba al Padre (Jn. 14:12-14). Sólo así es posible luchar y vencer a todos los enemigos de Cristo, si contamos con armas espirituales y servimos a Dios con el espíritu (Ro. 1:9, 2 Co. 10:3-5, 2:12-14, Gá. 4:6-7, Fil. 3:3). Este séptimo pacto nos garantiza todos los recursos para manifestar la victoria de Dios sobre toda oposición, es el pacto de la Gloria de Dios, presente y futura, porque al vencer promoveremos su venida para llevarnos con Él a su excelsa gloria (Jn. 17:22, 24). -----o-0-o-----
LAS VERDADES DEL CALVARIO LOS SIETE PACTOS Y LAS RELACIONES BÁSICAS Por Ricardo Vivas Arroyo Cuando tenemos el modelo de las Siete Relaciones Básicas, es posible descubrir que los siete pactos del Calvario corresponden uno a uno, también los siete beneficios descritos en el Salmo 103:1-6, y a otros muchos pasajes de la Escritura: La primera relación básica es con la Palabra: Ella como ley nos condenó (Ro. 7:9-14), y como espíritu y vida nos vivificó juntamente con Cristo al perdonar nuestros pecados (Jn. 6:63, Col. 2:13). Eso es lo que precisamente dice el Salmo 103, como primer beneficio: "El es quien perdona"; esa es la Justificación como pacto. La segunda relación básica es con el mundo: No somos del mundo, mas somos luz al mundo; lo que Dios hace para lograr esa separación y ese testimonio es santificarnos, el pacto de Santificación nos limpia, cambia y capacita para servir a Dios; el Salmo 103 habla de "todas nuestras iniquidades". Iniquidad es diferente a pecado: los pecados son malas acciones e iniquidades son malas actitudes o inclinaciones sin equidad. El pecado es contrario a la justicia, la iniquidad a la equidad; la equidad es la pureza de corazón para lograr hacer la voluntad de Dios; así que puede haber pecado sin iniquidad, cuando hay fallas por falta de capacidad mas no por mal corazón, que San Pablo llama pecados de ignorancia (1 Ti. 1:13). La aclaración anterior es necesaria para entender que Santificación es más que perdón, es un cambio de mente y corazón; porque Dios nos perdona y además nos limpia de toda la maldad que nos llevó a pecar (1 Jn. 1:8-9, He. 9:14); y también incluye la transformación del alma para hacerla semejante a Cristo (2 Co. 3:18), y además su capacitación para el servicio santo a Dios (He. 12:28). La tercera relación básica es con la autoridad: Es por eso que Dios trata con la rebelión y restaura nuestra posición de dominio que Adán perdió al caer. La sanidad del alma y del cuerpo, se disfrutan por obediencia en fe. El Salmo 103 dice como tercer beneficio: "Él es el que sana todas tus dolencias"; así que la sanidad es un pacto que Cristo ganó en el Calvario. La cuarta relación básica es con los Tratos Personales: Aquellos momentos difíciles que debemos pasar para volvernos dóciles a la voluntad de Dios, el cuarto pacto es Salud Divina; si tenemos la salud de Dios como un escudo, podremos pasar por los momentos más oscuros, con la seguridad de que vamos a salir de ellos más ricos y poderosos. El Salmo 103 nos dice: "Él es quien rescata del hoyo tu vida", esa es la salud divina, la seguridad que tenemos en Dios, de que en la aflicción más difícil estamos seguros en Cristo. La quinta relación básica es con el Plan de Dios: El quinto pacto del Calvario es de Paz y Reposo. Para poder cumplir el Plan Divino se requiere depender de Dios, la paz es necesaria para entender su plan y reposar para cumplirlo. El Salmo 103 dice: "él es el que te corona de favores y misericordias", sus favores son la base del reposo y sus misericordias de la paz. La sexta relación básica es con Dios Mismo: El sexto pacto es de Vida Resucitada, como aprendimos, la vida resucitada es la vida sobrenatural de Cristo operando en nosotros. El Salmo 103 dice: "Él es el que sacia de bien tu boca, de modo que te rejuvenezcas como el águila", así es la vida resucitada, una vida abundante tipificada por la capacidad que tiene el águila de rejuvenecer al romper su pico y volver a comer. La séptima es la relación con la Gloria de Dios: Esta corresponde al séptimo pacto del Calvario que es de Gloria. La Gloria de Dios se manifiesta cuando su reino se establece,
de modo que el Salmo 103 dice: "él es el que hace derecho y justicia a todos los que padecen violencia". Entendemos bien que la violencia es obrada por el diablo contra los siervos de Cristo, que quieren someter a los enemigos de Dios bajo sus pies, Dios los va a defender y los va a respaldar, lo cual va a hacer resplandecer su gloria sometiendo a cada enemigo. Podemos hacer un esquema de las diferentes relaciones vistas y aún de las no vistas, realmente es maravilloso poder mirar la preciosa y precisa armonía de la Palabra de Dios, por eso entendemos que la Biblia es la mente de Cristo. -----o-0-o-----
EL SÉPTUPLE PACTO DEL CALVARIO NOS DAN LA PAZ DE SU PERFECTA VOLUNTAD POR SU GRACIA 7 SUFRIMIENTOS DEL MESÍAS (ISAÍAS 53) 7 BENEFICIOS SALMO 103 7 RELACIONES BÁSICAS SACRIFICIOS LEVÍTICOS (Lv. 7:37, 14:1) MOLIDO POR JUSTIFICACIÓN ÉL ES QUIEN CON LA PALABRA DEL HOLOCAUSTO NUESTROS PERDONA (1:13-17,, 6:9-13) PECADOS (5b) HERIDO POR SANTIFICACIÓN TODAS TUS CON EL MUNDO DEL PRESENTE NUESTRAS INIQUIDADES (2:1-16, 6:14-18) REBELIONES (5a, 8c) LLEVÓ ÉL SANIDAD DIVINA EL QUE SANA CON LA DE LA LEPRA NUESTRAS TODAS TUS AUTORIDAD (14:1-57) ENFERMEDADES Y DOLENCIAS SUFRIÓ NUESTROS DOLORES (4a, 5d) LE TUVIMOS POR SALUD DIVINA EL QUE RESCATA CON LOS TRATOS DE LA EXPIACIÓN AZOTADO, DEL HOYO TU PERSONALES POR EL PECADO O HERIDO DE DIOS Y VIDA YERRO ABATIDO (4b) (4:1-35, 6:25-30) EL CASTIGO DE PAZ Y REPOSO EL QUE TE CON EL PLAN DE DE LAS PACES NUESTRA PAZ CORONA DE DIOS (3:1-17, 7:11-21) SOBRE ÉL (5b) FAVORES Y MISERICORDIAS CORTADO DE LA VIDA RESUCITADA EL QUE SACIA DE CON DIOS MISMO DE LA CULPA TIERRA DE LOS BIEN TU BOCA, DE (5:1-13, 7:1-10) VIVIENTES Y MODO QUE TE QUEBRANTADO REJUVENEZCAS POR COMO EL ÁGUILA PADECIMIENTOS (8-10a) SU VIDA EN GLORIA DE DIOS EL QUE HACE CON LA GLORIA DE DE LAS EXPIACIÓN POR EL JUSTICIA Y DIOS. CONSAGRACIONES PECADO: VERÁ DERECHO A LOS (6:20-23) LINAJE, VIVIRÁ QUE PADECEN POR LARGOS DÍAS, VIOLENCIA. VOLUNTAD PROSPERADA, REPARTIRÁ DESPOJOS (10b-12) -----o-0-o-----