- Revisa junto a tu maestro la tarea de la unidad 9) y reflexionen sobre cada respuesta. De Jehová es la tierra y su plenitud; El mundo, y los que en él habitan. Porque él la fundó sobre los mares, Y la afirmó sobre los ríos. (Salmo 24: 1-2) Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos, La luna y las estrellas que tú formaste, Digo: Qué es el hombre, para que tengas de él memoria, Y el hijo del hombre, para que lo visites? Le has hecho poco menor que los ángeles, Y lo coronaste de gloria y de honra. Le hiciste señorear sobre las obras de tus manos; Todo lo pusiste debajo de sus pies: Ovejas y bueyes, todo ello, Y asimismo las bestias del campo, Las aves de los cielos y los peces del mar; Todo cuanto pasa por los senderos del mar. (Salmo 8: 3-8) El mensaje que nos transmite la palabra de Dios es claro y sencillo: tenemos un DIOS CREADOR y Él nos ha encomendado a nosotros, sus hijos, el planeta en que vivimos para que lo administremos. La Biblia usa la palabra griega Oikómos, que significa: administrador, mayordomo. Un mayordomo o administrador, es como un gerente de una empresa, es quien debe administrar los bienes de otro, o sea, administra lo que no es suyo pero con la responsabilidad de cuidar y mantener lo que está a su cargo como si fuese el dueño, al que va a tener que rendirle las cuentas. Esto trasladado a nuestra vida cotidiana, nos hace entender que DIOS es el dueño absoluto de todas las cosas, porque Él mismo las creó, y a nosotros se nos ha encomendado una parte de lo creado para que lo administremos. Es así que tenemos: Una cierta cantidad de días para vivir Una cierta cantidad de amigos y familia que atender Una cierta cantidad de bienes materiales que administrar Una cierta cantidad de habilidades y capacidades naturales para desarrollarnos. Una cierta cantidad de talentos y dones espirituales para servir al Señor Lee el siguiente texto: (Extraído de Cómo llego a fin de mes? A. Panasiuk Edit. Betania) Recuerdo la historia de Roberto. Vive en Venezuela y lo han elegido gerente general de una cadena de supermercados. Esta empresa tiene más de cincuenta negocios en todo el país. Al llegar a fin de año Roberto nota que uno de los Supermercados en Maracaibo no está andando bien: viene trayendo pérdidas por los últimos tres años, y a pesar de los esfuerzos hechos para reavivar el negocio en esa zona de la ciudad, este año 30
han cerrado con pérdidas nuevamente. Entonces Qué es lo que debe hacer Roberto como gerente de esa cadena de supermercados? Probablemente debe cerrar ese negocio con problemas y estudiar la posibilidad de abrir otro en alguna otra parte. Por otro lado está Julio. Vive en Puerto Rico. Tiene una tienda que fundó su abuelo. Este le dio la heredad a su padre, y su padre se la pasó en herencia a Él. El problema es que en los últimos tres años el negocio no ha andado muy bien. El año pasado dio serias pérdidas y este año no anda nada mejor. Ahora la pregunta clave es: A quién le va a costar más, emocionalmente, cerrar el negocio?, a Roberto o a Julio? Si bien Roberto debe manejar una suma millonaria de dinero para cerrar el supermercado que no va muy bien en Maracaibo, seguramente el que va a sufrir más en el procesa va a ser Julio. Por qué?... Porque Roberto es simplemente un gerente, un administrador de una cadena de negocios, pero Julio es dueño. Podés entender la gran diferencia entre ser dueño y administrador? La Biblia nos enseña que debemos ser administradores de las cosas de Dios, el problema es que la mayoría de la gente se cree dueño. Ese principio equivocado es la base de la derrota, porque nos lleva continuamente a vivir apegados emocionalmente a las cosas, impidiendo que tomemos decisiones importantes o tomándolas fuera de tiempo. Además no nos permite aplicar los principios correctos de Dios en nuestras vidas y vivir una vida sana y próspera como el Señor nos promete. En cambio, al entender que somos mayordomos de Dios, viviremos emocionalmente desprendidos de las cosas materiales, y aprenderemos a vivir confiados plenamente de Dios, que es el Dueño de todo y nos dará todo a su debido tiempo, pidiéndole a Él sabiduría para administrar correctamente cada cosa que nos da y tomando cada decisión, fácil o difícil, buscando su consejo y aprobación. CÓMO DEBEMOS ACTUAR EN NUESTRO ROL DE ADMINISTRADOR? Lee el siguiente pasaje: MATEO 25: 14 al 29 A través de la parábola de los talentos, Dios nos deja ver como Él como dueño nos entrega a cada uno cosas para administrar, y que nuestra tarea es hacerlo correctamente y de manera productiva, es decir, Dios quiere multiplicarnos y darnos más en todo (vida personal, tiempo, recursos económicos, familia, ministerio, etc). Pero va a depender de cómo nosotros entendemos y manejamos lo que Él nos dio, ya que un día, como los siervos de la parábola Él nos hará rendir cuentas y debemos ser hallados fieles. Así, pues, téngannos los hombres por servidores de Cristo, y administradores de los misterios de Dios. Ahora bien, se requiere de los administradores, que cada uno sea hallado fiel. (1º Corintios 4: 1-2) Entonces: EL MAYORDOMO DEBE SER FIEL A DIOS DEBE ACTUAR CON PRUDENCIA Y SABIDURÍA DEBE TRABAJAR Y SER PRODUCTIVO CON LO QUE DIOS LE DIO DEBE SABER PLANIFICAR Y PROYECTAR, FIJANDO METAS PARA SU VIDA, SU TRABAJO, SU FAMILIA Y SU MINISTERIO Porque quién de vosotros, queriendo edificar una torre, no se sienta primero y calcula los gastos, a ver si tiene lo que necesita para acabarla? No sea que después que haya puesto el cimiento, y no pueda acabarla, todos los que lo vean comiencen a hacer burla de él, diciendo: Este hombre comenzó a edificar, y no pudo acabar. (Lucas 28-30) 31
Debemos entonces pedirle a nuestro Señor sabiduría, aprender a escuchar su voz y obedecerle, hacer planes y cumplir nuestra parte, porque Él es fiel y no cambia, siempre cumplirá sus promesas si somos fieles. Una vez más, recordá que administramos: 1) Los bienes materiales y propiedades Hechos 2:45 2) El dinero 2º Cronicas 31-12 3) El tiempo Efesios 5:16 4) La familia e hijos Salmo 127: 3-5 5) Dones espirituales y ministerios Efesios 4:11 ADMINISTRANDO EL DINERO: Una de las cosas que más nos cuestan entender, es el de la administración del dinero. Mucho más en los tiempos que corren, de un materialismo excesivo y de un consumismo que nos lleva cada día a anhelar adquirir más nuevas cosas y productos; y donde muchas veces terminamos siendo esclavos del sistema. Dios anhela darnos lo mejor y mucho, pero no quiere que dependamos de las cosas materiales ni del dinero, sino que actuemos como buenos y fieles mayordomos. La Biblia nos deja establecido, que Dios nos llama a apartar el diezmo y colocarlo delante del Señor. La palabra Diezmo nace de la palabra hebrea "maaser" o "maasrah", que traduce Diezmo, o una décima parte. En el Griego la palabra que designa esta "décima parte" es "apodekatoo" y tanto en el Hebreo como en el Griego, estos términos significan el "pago o dádiva de una décima parte o porción." El dar el Diezmo a Dios es un principio espiritual que no tiene limitaciones por el paso del tiempo, ya que el Señor es el mismo ayer, hoy y siempre y permanece fiel a su palabra y promesas. "Traigan íntegro el diezmo para los fondos del templo, y así habrá alimento en mi casa. Pruébenme en esto dice el Señor Todopoderoso, y vean si no abro las compuertas del cielo y derramo sobre ustedes bendición hasta que sobreabunde." Malaquías 3:10 Entonces, cuando damos el Diezmo a Dios de nuestros ingresos, ese acto le permite a Dios actuar a nuestro favor y bendecirnos. El propósito del Diezmo es que porque Él desea que nosotros le demos un diez por ciento del 100% que Él nos da, para que nuestro corazón nunca esté concentrado en las cosas que nos ha dado, sino en Dios que es el Dador de todas esas cosas. La Biblia también menciona las ofrendas (Rom. 15:26). La ofrenda a Dios es algo que debe nacer de nuestro corazón, independientemente de lo que apartemos como diezmo, cuando ofrendamos estamos haciendo en lo espiritual un sacrificio que llega como olor grato delante de Dios. (Filipenses 4:18) Esto debe producir en nosotros alegría y gozo, Dios anhela que aprendamos a dar en abundancia con un corazón sincero delante de Él. 32
POR ELLO, RECORDÁ DIOS QUIERE QUE: 1) LE SIRVAMOS A ÉL DE TODO CORAZÓN - Ningún siervo puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas. (Lucas 16:13) 2) NO VIVAMOS PREOCUPADOS POR LAS COSAS MATERIALES, YA QUE EL NOS SUSTENTA EN TODO - Por lo tanto, yo les digo: No se preocupen por lo que han de comer o beber para vivir, ni por la ropa que necesitan para el cuerpo. No vale la vida más que la comida y el cuerpo más que la ropa? Miren las aves que vuelan por el aire: no siembran ni cosechan ni guardan la cosecha en graneros; sin embargo, el Padre de ustedes que está en el cielo les da de comer Y ustedes valen más que las aves! (Mateo 6: 25-26 DHH) 3) BUSQUEMOS PRIMERO SU REINO Y EL NOS AÑADIRÁ TODO LO QUE NECESITEMOS. - Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas. (Mateo 6:33) 4) APARTEMOS NUESTRO DIEZMO, PORQUE ES DE DIOS, ENTREGÁNDOSELO A EL CON FE, Y NO USARLO NOSOTROS - Robará el hombre a Dios? Pues vosotros me habéis robado. Y dijisteis: En qué te hemos robado? En vuestros diezmos y ofrendas. Malditos sois con maldición, porque vosotros, la nación toda, me habéis robado. (Malaquías 3: 8-9) 5) OFRENDEMOS CON ALEGRÍA EN NUESTRO CORAZÓN - Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre. (2º Corintios 9:7) 6) APRENDAMOS A SEMBRAR (DAR) ABUNDANTEMENTE PARA COSECHAR (RECIBIR) EN ABUNDANCIA - Pero esto digo: El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará. (2º Corintios 9:6) 33
TAREA: 1) Ahora que hemos entendido todos estos principios espirituales, es el momento para dar un nuevo paso de fe. Vamos a desprendernos emocionalmente de todas nuestras posesiones para someter todo bajo el Señorío de Jesucristo, entendiendo que Él es el dueño de todo, y tomando nosotros en lo espiritual el lugar de administradores. 1) Para ello, escribe una lista de todas las cosas que tienes, desde tu casa y vehículo hasta tus bienes, títulos, posesiones, tu tiempo, tu trabajo, tu familia, tus dones y capacidades. 2) Ahora, toma la lista que escribiste y ora de esta manera: Señor Jesús, hoy te transfiero todas estas cosas que poseo. Las coloco bajo tu señorío y poder, aunque ya son tuyas, pero hasta hoy me creía dueño de ellas. A partir de hoy me comprometo de todo corazón a manejar cada una de estas cosas como un buen mayordomo y no como dueño. Apartando lo que te corresponde y trayéndolo delante de tu presencia con gozo y alegría en el corazón. Siendo siempre generoso y no escaso. En el nombre de Jesús. Amén 2) Mirá el video Nº 10 del DVD y luego responde: a. Por qué Dios se agradó de la ofrenda de Abel y no de la de Caín? b. Qué actitud debemos tener como hijos de Dios al momento de apartar nuestras ofrendas y diezmos para el Señor? 34