El escogió mi bendición Textos: Efe 1:3-7 SRV Bendito el Dios y Padre del Señor nuestro Jesucristo, el cual nos bendijo con toda bendición espiritual en lugares celestiales en Cristo: (4) Según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él en amor; (5) Habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos por Jesucristo á sí mismo, según el puro afecto de su voluntad, (6) Para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado: (7) En el cual tenemos redención por su sangre, la remisión de pecados por las riquezas de su gracia, Efe 2:4-7 SRV Empero Dios, que es rico en misericordia, por su mucho amor con que nos amó, (5) Aun estando nosotros muertos en pecados, nos dió vida juntamente con Cristo; por gracia sois salvos; (6) Y juntamente nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los cielos con Cristo Jesús, (7) Para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús. Introducción: En estos días pasados les hablé sobre como Dios bendijo a Jacob, de tal forma que el encuentro y lucha entre Dios y él causo una transformación que no solo cambió su nombre, sino que cambio su testimonio. Jacob (engañador, usurpador) fue transformado en Israel (el que lucha con Dios). Algo que quiero resaltar con vosotros hoy, es la forma en que Dios reinterpreta nuestro futuro, más allá de nuestras propias expectativas. Jacob conocía de las riquezas de las bendiciones terrenales, había participado de ellas a causa de sus ancestros. Jacob era producto de la promesa hecha a su abuelo, por parte de Aquel que promete y puede cumplir, no importa el tiempo ni las circunstancias, Dios nunca se ha equivocado. Siempre ha hecho
provisión para nuestra bendición. Hago eco aquí de las palabras de un amigo pastor, que en su predicación de hace tres semanas le decía a su audiencia; Dios sí quiere bendecirte. Hoy, lo que el Espíritu y yo queremos decirte, es que la bendición que Dios ha guardado para ti, es más grande que la que tu mismo has imaginado. I. Bendito es el que nos bendijo a. Este tercer verso de la Epistola de Pablo a Efesos, es lo que se conoce como una doxología o una alabanza y glorificación de Dios. Dice Mariano González sobre este tema; El diccionario Larousse define la palabra doxología como Formula de alabanza en honor de la Santísima Trinidad. En griego δοξα significa brillo, esplendor, fulgor.??? De modo que cuando nos proponemos darle gloria a Dios estamos abocándonos a enfocar el brillo o lustre moral de Su Divina Persona, el esplendor del magnificente trono sobre el cual se sienta, y la refulgencia indescriptible de Su gloriosa majestad. En casi todas las epístolas implica el verdadero sentido de la gracia experimentada por los escritores y los lectores de esas misivas. Ver 1 Pedro 1:3: Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos ha regenerado en esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos, Para una herencia incorruptible, y que no puede contaminarse, ni marchitarse, reservada en los cielos Para nosotros que somos guardados en la virtud de Dios por fe, para alcanzar la salud que está aparejada para ser manifestada en el postrimero tiempo. b. Las implicaciones de esa bendición, que es la Gracia i. Las obras de Su amor: Efe 1:3 Bendito el Dios y Padre del Señor nuestro Jesucristo, el cual nos bendijo con toda bendición espiritual en lugares celestiales en Cristo: ii. Escogidos para ser Santos: Efe 1:4 Según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él en amor; iii. Escogidos para ser adoptados como hijos; Efe 1:5 Habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos por Jesucristo á sí mismo, según el puro afecto de su voluntad, iv. Para ser hechos aceptos: Efe 1:6 Para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado:
v. Para ser participes de las cosas que proveyó Su Hijo: Efe 1:7 En el cual tenemos redención por su sangre, la remisión de pecados por las riquezas de su gracia, 1. Descubriéndonos lo oculto y reservado por Dios hasta este tiempo: Efe 1:9 Descubriéndonos el misterio de su voluntad, según su beneplácito, que se había propuesto en sí mismo, 2. Partícipes de la herencia; Efe 1:11 En él asimismo tuvimos herencia, habiendo sido predestinados conforme al propósito del que hace todas las cosas según el designio de su voluntad, vi. Para ser participes de las cosas que provee el Espíritu Santo: 1. Su sello: Efe 1:13 En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa, 2. El anticipo de la herencia: Efe 1:14 que es las arras de nuestra herencia hasta la redención de la posesión adquirida, para alabanza de su gloria. II. Qué hacer con lo que se nos ha dado? a. Vivir como que estamos bendecidos con una nueva naturaleza: y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad. Por lo cual, desechando la mentira, hablad verdad cada uno con su prójimo; porque somos miembros los unos de los otros. Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo, ni deis lugar al diablo. El que hurtaba, no hurte más, sino trabaje, haciendo con sus manos lo que es bueno, para que tenga qué compartir con el que padece necesidad. Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes. Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención. Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia. Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo. (Efe 4:24-32 RV60) b. Reaprender, proceso donde también hay que desaprender de aquellos estilos viejos y viciados:
Efe 5:11-20 RV60 Y no participéis en las obras infructuosas de las tinieblas, sino más bien reprendedlas; (12) porque vergonzoso es aun hablar de lo que ellos hacen en secreto. (13) Mas todas las cosas, cuando son puestas en evidencia por la luz, son hechas manifiestas; porque la luz es lo que manifiesta todo. (14) Por lo cual dice: Despiértate, tú que duermes, Y levántate de los muertos, Y te alumbrará Cristo. (15) Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, (16) aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos. (17) Por tanto, no seáis insensatos, sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor. (18) No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del Espíritu, (19) hablando entre vosotros con salmos, con himnos y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor en vuestros corazones; (20) dando siempre gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Col 3:12-16 RV60 Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia; (13) soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros. (14) Y sobre todas estas cosas vestíos de amor, que es el vínculo perfecto. (15) Y la paz de Dios gobierne en vuestros corazones, a la que asimismo fuisteis llamados en un solo cuerpo; y sed agradecidos. (16) La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales. c. Nuevos lugares de encuentro: Heb 10:23-25 RV60 Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió. (24) Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras; (25) no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca.
Conclusión: Dios ha escogido para nosotros la mejor bendición, pero nos toca a nosotros procurarla, atesorarla, disfrutarla, vivirla y mantenerla. Su amor, con el que nos ha amado, trasciende las fronteras que nosotros mismos hemos trazado, va más allá de nuestros temores, dudas, errores y omisiones. Esta es la realidad de nuestra bendición: Rom 5:8 RV60 Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.