HORA SANTA PARA PEDIR POR NUESTRO OBISPO MONS. JUAN O. MARTÍNEZ GARCÍA Año santo de la misericordia Exposición del Santísimo Sacramento Monición: Queridos hermanos, en los próximos días nuestro Sr. Obispo agradecerá a Dios por los beneficios que ha recibido del Él, por la vida, por el don del Sacerdocio y por la gracia del Ministerio Episcopal que le ha regalado, como nuestro Padre y Pastor que conduce por verdes praderas a esta porción del rebaño que el Señor le ha confiado. Nosotros, su muy querida Diócesis, queremos acompañarlo en esta acción de gracias con nuestras muy humildes oraciones y plegarias a Dios por él y por nuestra Iglesia diocesana de Atlacomulco. Oración Te amamos, Señor, nuestra fortaleza, nuestra roca, nuestro baluarte, nuestro libertador, la roca en que nos amparamos, nuestro escudo y la fuerza de nuestra salvación, advertimos como estas palabras arraigan en nuestro corazón y nos proporcionan la experiencia de una inmensa paz, confiando en esa paz que Tú nos das, pastor y guía de todos los fieles, te pedimos mires con bondad a tu hijo Juan Odilón Martínez García, a quien constituiste Obispo de nuestra Iglesia Diocesana de Atlacomulco, sostenlo con tu infinita misericordia Padre Amoroso, para que con su palabra y su ejemplo, conduzca por senderos de misericordia y de paz, a este pueblo que le has confiado, para que así, pastor y rebaño lleguemos juntos a las praderas eternas, en donde vives y reinas con tu Hijo Jesucristo y el Espíritu Santo por los siglos de los siglos. Amen. 1
Oración Señor, Padre Santo, que en Jesucristo, tu Hijo, presente realmente en la Eucaristía, nos das la luz que ilumina a todo hombre que viene a este mundo, y la vida verdadera que nos llena de alegría; te pedimos que concedas a tu pueblo que peregrina en este tercer milenio, verse fortalecido constantemente con este Banquete Sagrado, para que seamos en Cristo, luz en las tinieblas, y vivamos íntimamente unidos a Él que es nuestra vida. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya, aleluya. Del santo Evangelio según San Juan 10,27-30 En aquel tiempo Jesús dijo a los judíos: mis ovejas escuchan mi voz: yo las conozco y ellas me siguen. Yo les doy la vida eterna y no perecerán jamás; nadie las arrebatara de mi mano. Me las ha dado mi Padre, y él es superior a todos, y nadie puede arrebatarlas de la mano de mi Padre. El Padre y yo somos uno. Palabra del Señor. Silencio Oración para el año de la misericordia Señor Jesucristo, tú nos has enseñado a ser misericordiosos como el Padre del cielo, y nos has dicho que quien te ve, lo ve también a Él. Muéstranos tu rostro y obtendremos la salvación. Tu mirada llena de amor liberó a Zaqueo y a Mateo de la esclavitud del dinero; a la adúltera y a la Magdalena de buscar la felicidad solamente en una creatura; hizo llorar a Pedro luego de la traición, y aseguró el Paraíso al ladrón arrepentido. Haz que cada uno de nosotros escuche como propia la palabra que dijiste a la samaritana: Si conocieras el don de Dios! Tú eres el rostro visible del Padre invisible, del Dios que manifiesta su omnipotencia sobre todo con el perdón y la misericordia: haz que, en el mundo, la Iglesia sea el rostro visible de Ti, su Señor, resucitado y glorioso. Tú has querido que también tus ministros fueran revestidos de debilidad para que sientan sincera compasión por los que se encuentran en la ignorancia o en el error: haz que quien se acerque a uno de ellos se sienta esperado, amado y perdonado por Dios. 2
Manda tu Espíritu y conságranos a todos con su unción para que el Jubileo de la Misericordia sea un año de gracia del Señor y tu Iglesia pueda, con renovado entusiasmo, llevar la Buena Nueva a los pobres proclamar la libertad a los prisioneros y oprimidos y restituir la vista a los ciegos. Te lo pedimos por intercesión de María, Madre de la Misericordia, a ti que vives y reinas con el Padre y el Espíritu Santo por los siglos de los siglos. Amén. Meditación: Quién es un Obispo? Un hombre configurado sacramentalmente con Cristo, Sumo y Eterno Sacerdote. Consagrado por Dios para el servicio de sus hermanos, como continuador de la misión salvadora de Jesús. Con potestad recibida de Cristo, a través de la Iglesia para evangelizar, santificar y apacentar al pueblo de Dios. Silencio Qué debe ser un Obispo? Hombre de fe y gozosa esperanza, que ama como Cristo amó. Hombre comprometido en la salvación plena de sus hermanos: cuerpo y alma, tiempo y eternidad, con Cristo y como Cristo. Hombre de entrega generosa al servicio del Señor y de sus hermanos. Hombre lleno de Espíritu que, dócil a su acción, realiza la obra de Jesús, se identifica con sus sentimientos y es transformado en Cristo. Silencio Qué hace el Obispo? En comunión con el Papa Francisco y el Colegio Episcopal, el Obispo, actúa en nombre de Cristo Pastor. Congrega a la comunidad cristiana. Comunica la vida de Dios en los sacramentos. Proclama la Palabra Divina. Aviva la fe de los cristianos. Anuncia con gozo el Reino de Dios. Invita e impulsa al amor de Cristo. Perdona los pecados en nombre de Cristo. Ofrece, con la inmolación de Cristo, la oblación espiritual de los cristianos. 3
Alimenta a los fieles con la Eucaristía. Confirma en la fe a sus hermanos. Aconseja y guía a los hombres que peregrinan hacia Dios. Promueve la justicia en los individuos y en la sociedad. Lucha por la paz y la unidad. Promueve la dignidad del matrimonio y de la familia según el plan de Dios. Fomenta la fraternidad. Impulsa hacia la santidad. Entrega su amor y su vida a Dios y a los hombres, sus hermanos. Promueve la pastoral en un ambiente de comunión y participación. Meditación SAN AGUSTIN, OBISPO Y DOCTOR DE LA IGLESIA: PREDICADOR DE LA MISERICORDIA San Agustín se sintió personalmente tocado por la misericordia de Dios, dándose cuenta de que Él lo había seguido incluso cuando erraba alejado de Él, habiéndose convertido al cristianismo cerca de los treinta años, escribió las confesiones, la biografía de su conversión, como un canto de agradecimiento a la misericordia de Dios que había estado cerca de él incluso cuando se había alejado de la religión de su madre Mónica. Por esta razón, podríamos subtitular a las confesiones con La misericordia. Agustín, en uno de sus discursos confesó como él, saliendo del nido antes de volar, fue recogido por la misericordia divina para ser devuelto al nido. Él se dio cuenta de que Dios se da a conocer precisamente en la misericordia. El Obispo de Hipona, tomando en cuenta que la misericordia pertenece a todo hombre, ya sea como necesidad o como capacidad inalienable, hablo de ella en todos los escritos siempre y cada vez que se le presentaba siempre la ocasión, particularmente en su comentario a los 150 salmos, en los cuales la menciona continuamente. Como Obispo, explicó a sus fieles la misericordia que perdona y la misericordia que socorre la necesidad del pobre, ofreciendo, como intelectual que era, una particular atención a la misericordia por la fatiga de quien busca espirales de verdad para poder seguir viviendo, obligado, como Agustín dice de sí mismo, a hacerse camino a través de senderos tortuosos y obscuros. El hombre intelectual, a propósito de las enseñanzas de la razón, como llama él a los razonamientos de los cuales no logra salir, vive con frecuencia en las tinieblas del error, siempre en espera de ese rayo de luz que para él es misericordia. 4
La misericordia es para San Agustín una de las grandes mediaciones que consciente al hombre el conocerse a sí mismo, al misterio de la propia humanidad que lo liga a sus semejantes y lo reenlaza con Dios. Él siente a la misericordia como un bien común, de todos, como un hombre que ha perdido sus bienes, se ha empobrecido de su bien que es la relación con Dios y con su semejante. Por eso Agustín respondía a quien le preguntaba cuál era su deseo, que su esperanza era poder cantar eternamente junto con todos, la infinita misericordia de Dios, en particular con los que habían compartido su existencia. Oh Dios grande, oh Dios omnipotente, oh Dios de suma bondad, suplicante me postro ante ti, escucha mi oración. Ahora que yo he experimentado tu misericordia. ORACIÓN UNIVERSAL Oremos llenos de confianza en Dios, que nos llama por medio de nuestro Obispo Mons. Juan O. Martínez García, a renovar nuestro ser de discípulos misioneros. Oremos diciendo: Te rogamos, óyenos. 1.- Para que guiados por nuestro Obispo, caminemos en aplicación del Plan Diocesano de Pastoral, formando una Iglesia de Comunión y Participación. Oremos. 2.- Para que impulsados por nuestro Obispo, en el anuncio gozoso del Evangelio, los agentes de la pastoral profética sean eficaces en su tarea evangelizadora. Oremos. 3.- Para que celebrando la sagrada liturgia en comunión con nuestro Obispo, cada vez las celebraciones de los Misterios Divinos se realicen con mayor dignidad. Oremos. 4.- Para que siguiendo el ejemplo de caridad de nuestro Obispo, la pastoral social nos impulse a seguir el ejemplo de nuestro Divino Maestro para ser una caricia con los más necesitados. Oremos. 5.- Para que con el testimonio gozoso de la vocación de nuestro Obispo, muchos sientan el llamado del Señor a servir a sus hermanos. Oremos. 6.- Para que caminado en la fe unidos a nuestro Obispo, nuestras familias sean instrumentos eficaces de la trasmisión de la fe. Oremos. Padre lleno de misericordia atiende las suplicas que tus fieles te dirigen con fe. Por Cristo nuestro Señor. 5
PRECES POR LOS SACERDOTES A nuestro Santísimo Padre el Papa, Dale Señor tu corazón de Buen Pastor. A los sucesores de los Apóstoles, Dales Señor, solicitud paternal por sus sacerdotes. A los Obispos puestos por el Espíritu Santo, Compromételos con sus ovejas, Señor. A los párrocos, Enséñales a servir y a no desear ser servidos, Señor. A los confesores y directores espirituales, Hazlos Señor, instrumentos dóciles de tu Espíritu. A los que anuncian tu palabra, Que comuniquen espíritu y vida, Señor. A los asistentes de apostolado seglar, Que lo impulsen con su testimonio, Señor. A los que trabajan por la juventud, Que la comprometan contigo, Señor. A los que trabajan entre los pobres, Haz que te vean y te sirvan en ellos, Señor. A los que atienden a los enfermos, Que les enseñen el valor del sufrimiento, Señor. A los sacerdotes pobres, Socórrelos, Señor. A los sacerdotes enfermos, Sánalos, Señor. A los sacerdotes ancianos, Dales alegre esperanza, Señor. A los sacerdotes tristes y afligidos, Consuélalos, Señor. A los sacerdotes tibios, Inflámalos, Señor. A los sacerdotes desalentados, Reanímalos, Señor. A los jóvenes que aspiran al sacerdocio, Dales la perseverancia, Señor. A todos los sacerdotes, Dales fidelidad a Ti y a tu Iglesia, Señor. A todos los sacerdotes, Dales obediencia y amor al Papa, Señor. A todos los sacerdotes, Que vivan en comunión con su Obispo, Señor. Que todos los sacerdotes, Sean uno como Tú y el Padre, Señor. Que todos los sacerdotes, Promuevan la justicia con que Tú eres justo. Que todos los sacerdotes, Colaboren en la unidad del Presbiterio, Señor. Que todos los sacerdotes, llenos de Ti, Vivan con alegría en el celibato, Señor. A todos los sacerdotes, Dales la plenitud de tu Espíritu y transfórmalos en Ti, Señor. Oración Te pedimos Señor tu bendición, te pedimos que ayudes a nuestro Obispo que lo protejas y lo encamines a Ti, como Iglesia Diocesana lo confiamos a Ti. Guárdalo y protégelo, ilumina siempre su camino y su vida. Gracias Señor, porque le das tu fuerza y tu amor. Te pedimos humildemente, que lo llenes de bendiciones a él y a su familia, lo ponemos humildemente en tus manos paternales. Amén. Bendición 6