SIGNOS DEL ZODIACO ARIES Aries es el Carnero de oro o el Vellocino de oro, cuya piel tenía el poder de conferir riqueza y gloria a quien lo poseía. Néfele, la Nube, dio el Carnero de oro a sus hijos, Hele y Frixo, para que montasen en él y huyeran a Tebas, escapando así a la cólera de la rencorosa Ino, hija de Marte y Venus. Hele murió en la huída, pero el joven Frixo consiguió salvarse e inmoló el carnero en ofrenda a Júpiter. La preciosa piel del animal quedó bajo la custodia de un dragón terrible y de toros feroces con patas de bronce, que hacían temblar la tierra. Afrontando aventuras y peligros, desafiando monstruos y seres infernales, mortales e inmortales lucharon por ella; los Argonautas, con Jasón al frente, la conquistaron finalmente. Por eso Aries es un signo de ambición y belicoso. Los arianos aman la aventura y el peligro, y sienten el deseo de poseer y dominar. TAURO Tauro tiene como símbolo el toro blanco en el que Júpiter se transformó para seducir a Europa, la hermosa hija de Agenor, rey de Fenicia. Después de adornar de flores el bello y manso toro, Europa se montó sobre su dorso. El animal entonces se lanzó al mar y se la llevó a la isla de Creta, donde a la sombra de hermosos rododendros, Júpiter asumió su verdadera identidad y la amó sólo como un dios puede amar. Otra leyenda asocia el signo de Tauro a los toros que guardaban el vellocino de oro y que después fueron domados por Jasón, quien los obligó a arar los campos. Esas leyendas revelan por qué los taurinos son exclusivistas, exigentes, apasionados y constantes en el amor. Gustan del lujo y del confort, pero no rehuyen el trabajo. Son tenaces y saben que, para recoger, hay que sembrar. GÉMINIS Géminis está simbolizado por dos gemelos, Cástor y Pólux, hijos de Júpiter y Leda, y hermanos de aquella misma Helena, cuya belleza tantas desgracias causó. Una gran amistad unía a los gemelos, pero solamente Pólux era inmortal; y cuando Cástor, combatiendo por la mujer amada, fue matado por una flecha traicionera, Pólux sintió tal dolor que suplicó a Júpiter que o le restituyese la vida a su hermano o lo hiciese morir a él también; como un inmortal no puede ser herido por Atropos (la Parca que corta el hilo de la vida de los seres humanos), Júpiter colocó a los dos hermanos en el Zodíaco, para que permanecieran juntos por toda la eternidad. Por eso todo geminiano tiene algo de inmortal; su inconstancia le viene de su divino desprecio por las cosas comunes; su aversión a reglas y horarios viene de su percepción de la vulgaridad de las cosas materiales.
CÁNCER Cáncer (cangrejo en Latín) tiene como símbolo el cangrejo que mordió a Hércules, cuando éste luchaba con la Hidra de Lerna. Hércules, hijo de Alcmena y fruto de uno de los muchos amores de Júpiter, tuvo que soportar el odio de Juno, esposa de Júpiter, que no podía tolerar las infidelidades de su marido. Cuando Hércules ya estaba a punto de vencer a la terrible Hidra, cuyas dos cabezas volvían a nacer tan pronto como eran cortadas, Juno, para distraer al héroe, mandó que un cangrejo mordiese su pie. Sin embargo Hércules, despreciando el dolor, aplastó al cangrejo y venció al monstruo del lago de Lerna. Juno lo inmortalizó en el cielo por sus servicios. El cangrejo conserva símbolos de la diosa Juno en su caparazón. Los cancerianos son, como el cangrejo y Juno, defensores del hogar y de la familia, son fieles, conservadores y tradicionales y, por poca que sea su fuerza, no dudarán nunca en atacar a los más poderosos. LEO La figura que simboliza al signo es el León de Nemea, una fiera de fuerza monstruosa, cuya piel no puede ser traspasada por las flechas o lanzas. Hércules venció al animal con las fuerzas de sus manos, y con su piel hizo una coraza y un escudo. El simbolismo de este signo está ligado a la conquista de la gloria. La imagen de Hércules hace recordar sus doce trabajos y su muchas amantes. Por eso Leo es el signo de los hijos, pues generación tras generación todos los hombres tienen que combatir con sus propias luchas, sus hidras y sus leones. Hércules es también el predilecto de los dioses y por sus amantes Leo es el signo de los amores y de la suerte. Los leoninos son atrayentes, creativos, ambiciosos y dominantes; son celosos y dominantes, celosos y agresivos, cariñosos y tiernos. Afrontan la vida sin miedo, porque saben que también son los predilectos de los dioses. VIRGO Virgo es representada por la figura de una joven que sostiene un haz de trigo: ella es la virgen Astrea, hija del impío Saturno. En el reinado de Saturno los hombres vivían felices, había frutos en abundancia y los ríos eran de miel y leche; era la Edad de Plata. Después la simiente de la maldad floreció en los corazones humanos, la tierra se llenó de odio y sufrimiento, los campos dejaron de producir y las aguas de los ríos se transformaron en barro fétido. Astrea se puso a llorar y a llorar... Su padre entonces la colocó en el cielo zodiacal como símbolo del paraíso perdido. Por eso Virgo es el signo del trabajo, del esfuerzo
penoso para reconquistar la paz, los campos fértiles y los ríos de miel y leche de la Edad de Plata. Por eso los virginianos son perfeccionistas, meticulosos, exigentes e intransigente; quieren reconquistar la aprobación de Saturno y la sonrisa de Astrea. LIBRA El símbolo de Libra es una balanza y está asociado a Temis, diosa de la Justicia, madre de las Horas e hija del Cielo y de la. Fue amante de Júpiter y de este amor nacieron las Horas. Por sus virtudes y cualidades, Temis fue respetada por todos los dioses, incluso por la implacable Juno. Su gran sabiduría era sólo comparable a la de Minerva y sus opiniones eran siempre acatadas. Los platos iguales de la balanza de Temis indican que no hay diferencias entre los hombres, cuando se trata de juzgar sus errores y aciertos. Tampoco hay diferencias en los premios y castigos, todos reciben su parte de dolor y de alegría. Así pues, la Libra es un signo de igualdad y justicia, de imparcialidad y de minucioso rigor. Los librianos son extremadamente amables, aman el arte y la belleza, la alegría y el placer. Sin embargo, guardan un poco de la apostura altiva de la orgullosa Temis. ESCORIO Escorpio está identificado con el escorpión, que con su veneno mató a Orión, el Cazador. Dicen que Diana, la diosa cazadora, que en el cielo era llamada Luna y en los infiernos Hécate, se enamoró de Orión, que por la noche corría por las florestas con su perro Sirius. Como su amor no fuera correspondido, pues Orión ya había dado su corazón a Aurora, que abría las puertas del cielo, para que pasase el carro de Apolo, el Sol, la diosa Diana ordenó a un escorpión que matase al cazador. Otra leyenda dice que Diana se enfureció porque Orión la desafió a una competición y osó tocar su velo. De cualquier modo, el héroe muerto fue puesto en el cielo, en la constelación que tiene como alfa la fulgurante estrella de Sirius. El Escorpión fue inmortalizado por diana en el Zodíaco; su influencia determina inteligencia e intuición. Los escorpianos están siempre atentos, son ágiles en el ataque y fieles en el amor. SAGITARIO Sagitario tiene como símbolo la imagen del centauro Quirón, hijo de la oceánida Filira, a la que Saturno consiguió seducir transformándose en un bello caballo blanco. Tal como Europa, Filira montó el caballo, que la raptó al monte Pelión. De ese amor nació Quirón, que fue amado por los dioses y que a despecho de su mitad animal, adquirió tal ciencia y sabiduría, que a todos asombraba. Héroes como Ulises, Cástor y Pólux, Teseo, Esculapio y Aquiles, se habían sentado a sus pies para oírlo aprender. Por eso Sagitario es el signo
de la cultura y del saber. Los sagitarianos gustan aprender y enseñar. Son inteligentes, leales e intuitivos. A veces son gulosos y sensuales, siempre ávidos de placer y amor. La flecha del centauro, que apunta hacia el cielo, no permite que se olviden de su origen divino. CAPRICORNIO La figura que sirve de símbolo para el signo de Capricornio representa a Amaltea, la cabra que dio su leche a Júpiter, de niño. En virtud de un pacto que había hecho con sus hermanos los Titanes, Saturno devoraba a sus hijos tan pronto como nacían, Con todo, cuando Júpiter nació, fue salvado por su madre Rea, que dio en su lugar a Saturno una piedra y escondió al niño en Creta. Allí fue criado por dos ninfas, Adastrea e ida, que lo alimentaron con miel y la leche de Amaltea Después de destronar a Saturno, Júpiter inmortalizó a Amaltea, transformándola en un símbolo de prosperidad y abundancia. Por eso, Capricornio es un símbolo de realización, autoridad y prestigio. Los capricornianos son delicados y persistentes, constantes en la amistad, en los ideales y en el amor. Sus esfuerzos siempre son recompensados, porque aún reciben los beneficios de la gratitud de Júpiter. ACUARIO Acuario es representado por un joven con una ánfora; es la figura de Ganímedes, un príncipe de tal perfección y belleza que mereció la atención de los inmortales. El poderoso Júpiter quiso tener a Ganímedes a su lado en el mismísimo Olimpo, aun siendo el joven tan sólo un mortal. Así se transformó Júpiter en un águila y llevó a Ganímedes a la morada de los dioses, dándole la incumbencia de servir el néctar (la bebida de los inmortales) en los banquetes del Olimpo.El néctar del ánfora de Acuario recuerda una promesa de Júpiter: aquel mortal que bebiere del ánfora de Ganímedes, podrá sentarse al lado de los dioses. Por eso Acuario es un signo de aspiraciones elevadas, de idealismo y de inspiración. También los acuarianos son contradictorios, excéntricos e inconvencionales. Es el signo de la Humanidad y de la Amistad. PISCIS Piscis tiene como figuras símbolo la imagen de dos peces. Dice una leyenda que son los delfines que habían salvado a Venus y a su hijo Cupido (el Amor) de la furia del gigante Tifón. Dice otra leyenda que son los delfines que habían llevado a la hermosa Anfítrite hasta los brazos de su enamorado Neptuno, dios de los mares y Océanos. Y así hasta hoy los delfines salvan a los náufragos
,porque aún se acuerdan del tiempo de los dioses. Piscis es el último de los signos, pero la rueda no para de girar y girar y así en piscis tenemos la génesis de un nuevo ciclo. Por eso los piscianos tienen siempre deseo de continuidad y perpetuación; se ofenden fácilmente (aunque nunca lo dicen), no guardan rencor, y aman con intensidad; son mutables como el aguay esconden sus afectos y rencores en las profundidades oceánicas de su naturaleza sensible.