1 al 7 de abril de 2017 Delegación Diocesana de Liturgia - Subsidio litúrgico diocesano - 12
EJERCICIO DE LOS DOLORES DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA Estaba al pie de la cruz, bebiendo lodo el dolor, que derramaba Jesús, que fue a la cruz por amor. (BIS) clavada su alma en cruz de dolor. Al pie de la cruz penaba y sufría la madre que al mundo nos dio al Redentor. la madre que Cristo por madre nos dio. Al pie de la cruz, la cruz compartía y nos engendraba en sangre y dolor. En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amen. El Señor esté con vosotros. Y con tu espíritu. SALVE A LA VIRGEN DE LOS DOLORES Salve, mar de penas. Salve, triste madre. Salve, dolorosa, llena de piedades Ruega por nosotros, Dolorosa Madre. Después del destierro muéstranos afable, a Jesús tu hijo fruto deleitable. Ruega por nosotros Dolorosa Madre. Todos tus esclavos a tu pies leales piden de sus culpas, perdón les alcances. Ruega por nosotros, Dolorosa Madre. ORACIÓN: Señor, tú has querido que la Madre compartiera los dolores de tu Hijo al pie de la Cruz; haz que la Iglesia, asociándose con María a la pasión de Cristo merezca participar de su resurrección. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén. 2 11
Virgen y Madre María, tú que, movida por el Espíritu, acogiste al Verbo de la vida en la profundidad de tu humilde fe, totalmente entregada al Eterno, ayúdanos a decir nuestro «sí» ante la urgencia, más imperiosa que nunca, de hacer resonar la Buena Noticia de Jesús. Tú, llena de la presencia de Cristo, llevaste la alegría a Juan el Bautista, haciéndolo exultar en el seno de su madre. Tú, estremecida de gozo, cantaste las maravillas del Señor. Estaba al pie de la cruz, Tú, que estuviste plantada ante la cruz bebiendo lodo el dolor, con una fe inquebrantable derramaba Jesús, y recibiste el alegre que consuelo de la resurrección, que fue a la cruz por amor. (BIS) recogiste a los discípulos en la espera del Espíritu para que naciera la Iglesia evangelizadora. Primer dolor: LA PROFECÍA DE SIMEÓN.. En el Templo ostentas penas sin medida. Cuando Simeón el justo tomando al niño en sus palmas su muerte por nuestras almas profetizando anunció, clavada alma cruz de dolor. Consíguenos ahora un nuevosu ardor de en resucitados para llevar a todos elal Evangelio la vida pie de ladecruz penaba y sufría que vence a la muerte. la madre que al mundo nos dio al Redentor. Danos la santa audacia de buscar nuevos caminos para que llegue a todos el don de la belleza que no se apaga. la madre que Cristo por madre nos dio. Tú, Virgen de la escucha y la contemplación, Al pie de la cruz, la cruz compartía madre del amor, esposa de las bodas eternas, y nos sangre y dolor. intercede por la Iglesia, deengendraba la cual eres elenicono purísimo, para que ella nunca se encierre ni se detenga en su pasión por instaurar el Reino. Estrella de la nueva evangelización, ayúdanos a resplandecer en el testimonio de la comunión, del servicio, de la fe ardiente y generosa, de la justicia y el amor a los pobres, para que la alegría del Evangelio llegue hasta los confines de la tierra y ninguna periferia se prive de su luz. Madre del Evangelio viviente, manantial de alegría para los pequeños, ruega por nosotros. Amén. Aleluya. 10 Dios te salve, María. 3
Segundo dolor: LA HUIDA A EGIPTO Séptimo dolor: LA SEPULTURA DE JESÚS.. Por temor a Herodes, vais a Egipto huida.. Dejadle sepultado, es la despedida. Cuando, por salvar al hijo de impías persecuciones, ir de Egipto a las regiones el ángel os ordenó, Cuando los yertos despojos que tiernamente abrazabais y con lágrimas regabais la sepultura encerró, 4 9
Sexto dolor: EL DESCENDIMIENTO DE LA CRUZ. Tercer dolor: EL NIÑO PERDIDO. Le miráis difunto y lleno de heridas.. A Jesús perdido buscáis dolorida. Cuando en el casto regazo que a Jesús Niño estrechara, que en su infancia le albergara, Jesús muerto reposó, Cuando, al regresar del templo, perdisteis al dulce Infante, y la luz de su semblante tres días se os eclipsó, 8 5
Cuarto dolor: LA CALLE DE LA AMARGURA. Quinto dolor: LA CRUCIFIXIÓN.. A Jesús cargado miráis compungida.. En la Cruz al Hijo visteis compasiva. Cuando al suplicio subiendo por la cuesta fatigosa de la vía dolorosa, Jesús con Vos se encontró, Cuando, cual manso cordero, el Redentor inocente, de cruz infame pendiente, en el Calvario expiró, 6 7