DIA DE IGLESIA DIOCESANA- NOVIEMBRE 2017 DIÓCESIS NIVARIENSE 1
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CONSIDERACIONES PRELIMINARES. Estamos en un momento singular para la marcha de la diócesis. Sería fantástico que las distintas acciones que se programen con ocasión de la apertura de la Misión en cada parroquia, fueran debidamente preparadas, de modo que todo hable de su carácter especial. Es conveniente que no se redujera la jornada a la celebración de la Misa, sino que ésta estuviera enclavada en un día especialmente festivo y comunitario, con momentos celebrativos, orantes, de encuentro. En este sentido, sería bueno poder concentrar al mayor número de personas posible en una sola Misa. Reiteramos que es muy importante que dentro y fuera de los templos aparezcan los carteles de la Misión. Que todo se cuide con mimo y cariño como el mejor modo de evidenciar que estamos en un momento singular e importante para la marcha de la parroquia y la diócesis. Sugerimos, además, por ejemplo, poder hacer una feria donde en la plaza u otro lugar, como visibiliza el propio cartel de la Iglesia diocesana, todas las realidades parroquiales salgan a la calle. Igualmente se puede realizar un pequeño video o powerpoint del camino recorrido estos años, presentar de algún modo el mapa de la parroquia y el proyecto de misión a desarrollar estos dos cursos, realizar una exposición de fotos, compartir un almuerzo o un ágape, etc. Por otro lado, como signo de alegría y de llamada misionera, a las doce de la mañana sonarán las campanas de todas las iglesias y ermitas de la diócesis, realizando un repique prolongado. Gracias mil. Que el Espíritu nos acompañe y guie. 3
GUIÓN LITÚRGICO Recomendamos que la celebración comience después de la monición, con la entrada del farol de la Misión encendido llevado por el sacerdote o por el equipo parroquial coordinador de la Misión y colocándolo en un lugar visible. También que tengan una vela los participantes para su encendido en el momento en el que se indica. MONICIÓN DE ENTRADA Somos una gran familia contigo. Celebramos hoy el Día de la Iglesia Diocesana. En esta ocasión singular, coincide con la apertura en nuestra parroquia. de la fase celebrativa de la Misión diocesana. Estamos llamados a ser una Iglesia en salida. Queremos ser una Iglesia que sale a anunciar la alegría del Evangelio a todos los hombres y mujeres de nuestra tierra. Lo hacemos movidos por la fe, sabiendo que no podemos quedarnos para nosotros mismos aquello que nos hace felices. Por eso, nos hemos reunido como comunidad para visualizar esta llamada que nos hace el Señor, agradeciéndole el camino recorrido, poniendo en sus manos el porvenir y nuestro deseo de responder, involucrándonos en la puesta en marcha de la Misión para fructificar y acompañar. La llamada es para todos y cada uno. Cada parroquia una misión, cada cristiano un misionero. Por otro lado, también tenemos hoy especialmente presente la celebración de la primera jornada mundial de los pobres. La Iglesia en salida ha de estar especialmente sensible y cercana a todas las periferias existenciales y sociales. Somos llamados a no amar de palabras sino de obras. Con alegría iniciemos esta celebración. 4
MONICIÓN A LAS LECTURAS Vamos a proclamar la Palabra de Dios. Para poder comunicarla a los demás tenemos que dejar, en primer lugar, que se siembre en nuestra vida. Escuchemos con atención y con corazón abierto, como buena tierra. ORACIÓN DE LOS FIELES - Por la Iglesia, por el Papa Francisco, por nuestro obispo Bernardo, por nuestro párroco, para que en el anuncio del evangelio sean los primeros testigos y como el Buen Pastor, caminen delante, roguemos al Señor. - Por esta diócesis cuatro veces insular, por cuantos vivimos en las canarias occidentales, para que seamos constructores de la civilización del amor, roguemos al Señor. - Por los que tienen responsabilidades en el gobierno de las naciones, para que promuevan la verdadera solidaridad con los más pobres, necesitados y sufrientes y contribuyan a saciar su hambre de amor y su sed de justicia, roguemos al Señor. - Por la misión evangelizadora de la Iglesia, para que siempre esté movida por el amor que Jesús nos manifiesta en la Cruz y nos ofrece en la Eucaristía, roguemos al Señor. - Por la Misión en esta parroquia, para que seamos discípulos misioneros de la alegría del evangelio. Roguemos al Señor. - Por las vocaciones, para que el Señor las suscite en abundancia y sin miedo se consagren totalmente a Cristo y a la misión y hagan de sí mismos pan partido para la vida del mundo, roguemos al Señor. - Por los jóvenes y las familias, destinatarios preferentes de este curso pastoral, para que sepamos abrirles caminos de encuentro con Dios, roguemos al Señor. - Por nosotros, llamados a acompañar y fructificar en este tiempo de misión, para que nos abramos a la acción del Espíritu en nuestras vidas, roguemos al Señor. 5
MONICIÓN A LA COLECTA Somos una gran familia contigo. Este es un día para ser más conscientes de las necesidades de esta familia que es la Iglesia Diocesana. Por ello, la colecta de este día mira al ser y el hacer de la diócesis Nivariense, para contribuir con lo que somos y tenemos a que pueda cumplir su misión adecuadamente. PROCESIÓN DE OFRENDAS Si estima conveniente, junto al pan y el vino puede ofrecerse el proyecto parroquial de la Misión, algunos símbolos de la misma, o de las realidades parroquiales GESTO FINAL DE TRANSMISIÓN DE LA LUZ Una vez realizada la oración después de la comunión, se introduce el gesto con la monición. Luego, mientras se hace un canto adecuado, se encienden las velas pequeñas que se han distribuido a los fieles al entrar. Concluido el encendido, todos rezan la oración por la Misión y se imparte la bendición. Se finaliza cantando el Himno de la Misión. MONICIÓN AL GESTO Cada parroquia una misión y cada cristiano un misionero. Con este deseo queremos comenzar esta fase celebrativa de la Misión diocesana en nuestra parroquia y en cada una de las parroquias de nuestra Diócesis. Para el anuncio del Evangelio y la trasformación del mundo, Dios necesita de cada uno de nosotros. Necesita instrumentos convencidos, comprometidos y dispuestos a entregarse del todo. Recibir la luz de Cristo y su Evangelio, ha sido un tesoro inmenso e inmerecido por nuestra parte, que nos invita a ser sal de la tierra, luz del mundo y levadura en la masa. La Iglesia no es una familia encerrada en sí misma sino enviada a llevar la luz a todos los hombres y mujeres de nuestro mundo iluminando su camino hacia Cristo. El día de nuestro Bautismo, todos nosotros recibimos esa luz - símbolo de la misión de la Iglesia - que a partir de ese momento se convertía en misión personal de cada uno. Que hoy, al encender esta pequeña vela que portamos en nuestras manos, renovemos nuestro compromiso de seguir creciendo en la fe y de compartirla con los demás. Alguien me espera. Salgamos a ofrecer a todos la vida de Jesucristo EG 49. 6
SACERDOTE: Oh Dios, que enviaste al mundo a tu Hijo como luz verdadera, Derrama tu Espíritu sobre estos siervos tuyos, llamados a ser colaboradores y testigos de tu Verdad en medio de nuestra comunidad parroquial y de toda la Iglesia, para que ellos y quienes van a recibir tu Evangelio a través de ellos, formemos un solo pueblo por el Bautismo, y te tengamos como único Señor. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén. Y la Bendición de Dios Todopoderoso Alguien nos espera. Vayamos a la Misión. Podéis ir en paz. 7
La conversión no es fácil, porque es cambiar la vida, cambiar de método, cambiar muchas cosas, incluso cambiar el alma. Pero este camino de conversión nos dará la identidad de un pueblo que sabe engendrar a los hijos, no un pueblo estéril. Si nosotros como Iglesia no sabemos engendrar hijos, algo no funciona. El desafío mayor de la Iglesia hoy es convertirse en madre: madre! No una ONG bien organizada, con muchos planes pastorales... Los necesitamos, ciertamente... Pero eso no es lo esencial, eso es una ayuda. A qué ayuda? A la maternidad de la Iglesia. No solo engendra hijos la Iglesia, su identidad es dar vida a los hijos, es decir, evangelizar. (Discurso del papa Francisco a los participantes en la Asamblea Diocesana de Roma, 2014) 8