Octubre 11, 1998 Título del Sermón: Amán y Mardoqueo Versículo de la Biblia: Ester 7:1-10 El pueblo de Dios es de la posesión de Dios. Si alguien quiere de alguna manera injuriar al pueblo de Dios, primeramente deberá hacer frente a Dios. Así dice la Palabra en Juan 10:29 Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre. En la Palabra del día de hoy tenemos la historia de los judíos cuando estuvieron cautivos en Persia, el líder máximo de la nación Amán trató de destruir al pueblo judío y a Mardoqueo; no obstante, Amán fue destruido en su lugar. El rey de Persia, Asuero era un rey poderoso; pues, reinó desde la India hasta Etiopía. Y el palacio de Susa lo construyó de tal manera que fue el más hermoso de su área. El rey queriendo mostrar las riquezas de la gloria de su reino, ofreció un banquete que duró seis meses. Había abundancia de comida y de bebida. Después que terminó el banquete de seis meses, ofreció otro de siete días; al séptimo día estando el rey alegre por el vino mandó a llamar a su esposa, Vasti para mostrar su belleza. Mas la reina Vasti no quiso comparecer a la orden rey enviado por medio de los eunucos pensando que el rey la quería avergonzarla. Como consecuencia el rey Asuero se encendió en ira, por la insolencia de su reina. Entonces, el rey consultó a los sabios y ellos le sugirió quitar el título de la reina; porque si ignoraba el hecho, las ordenes del rey no serían acatados inmediatamente. Con esto la reina Vasti perdió su título y el rey volvió a contraer matrimonio. Vivía en esa época un varón judío cuyo nombre era Mardoqueo, quien fue traído a Babilonia en cautivo; él tenía una sobrina huérfana llamada Ester, a quien él la adoptó como a hija suya. Ella como las otras doncellas participó de la elección, y fue ella agradable a los ojos del rey, así fue electa como la nueva reina. Hermanos Dios sabía que a los judíos les llegaría gran tribulación. Por la providencia de Dios, la reina Vasti fue destronada y se eligió a Ester como reina. Gracias a Ester, su tío Mardoquo, obtuvo un trabajo como guarda de la puerta del rey. Estando él sentado a la puerta del rey, escuchó una conspiración de dos eunucos del rey, quienes procuraban matar al rey. Cuando él se dio cuenta del complot, denunció el hecho a la reina Ester y ella al rey; el rey mandó investigar la veracidad del suceso y cuando fue hallado cierto, los dos eunucos fueron colgados, y el caso fue escrito en el libro de las crónicas del rey.
No obstante, el rey engrandeció a Amán y lo honró y lo nombró como ministro. Estaba, pues, Amán ensoberbecido porque era predilecto del rey, tenía diez hijos, y tenía mucha fama. Además el rey mandó a que dondequiera que él vaya todos los siervos se arrodillaran delante de él, pero Mardoqueo ni se arrodillaba, ni se humillaba. Porque Mardoqueo se dijo a sí mismo Sólo delante de Dios me arrodillo ; los compañeros trataron de persuadirle para que se arrodille cuando pase Amán, mas él siguió de pie. Y algunos que conocía a Mardoqueo, lo denunciaron a Amán, diciéndole que él es judío. Al escuchar esto, Amán se encendió en ira; porque él era descendiente de Amalec, y ellos de generación a generación fueron enemigos. Así que pensó no sólo matar a Mardoqueo, sino a todos los judíos que habitaban en tierra de Persia. Decidió la fecha para destruir al pueblo judío. Decididamente fue a ver al rey y le dijo Hay un pueblo esparcido y distribuido entre los pueblos en todas las provincias de tu reino, y sus leyes son diferentes de las de todo pueblo, y no guardan las leyes del rey, y al rey nada le beneficia el dejarlos vivir. Si place al rey, decrete que sean destruidos De modo que el rey tenía gran estima a Amán quitó el anillo de su mano y lo dio a Amán diciéndole haz lo que bien te pareciere con el pueblo. Entonces Amán distribuyó el decreto a toda Persia para destruir a los judíos en el día señalado; enviando las cartas por medio de los sátrapas del rey, y ellos llegaron sobre cada provincia y a cada pueblo. Al leer este decreto del rey, los judíos clamaron con grande y amargo clamor y se vistieron de cilicio y de ceniza. También Mardoqueo se enteró del acontecimiento y clamó con gran clamor, subiendo a la puerta del rey vestido de cilicio y de ceniza permaneció tendido boca abajo. Enterándose la reina, envió vestidos para hacer vestir a su tío, mas él le explicó lo que estaba sucediendo. Que Amán quería exterminar a los judíos, y ella como reina entre y suplique al rey la salvación de su pueblo. Mas ella replicó a su tío diciéndole Saben cualquier hombre o mujer que entra en el patio interior para ver al rey sin ser llamado, una sola ley hay respecto a él: ha de morir; y no he sido llamada para ver al rey estos treinta días De modo que si yo entrare moriré. Entonces Mardoqueo le contestó diciéndole No pienses que escaparás en la casa del rey más que cualquier otro judío Si ellos se dan cuenta que tú también eres judía, te matarán. Porque si callas absolutamente en este tiempo, respiro y liberación vendrá de alguna otra parte para los judíos; mas tú y la casa de tu padre pereceréis Al escuchar esta palabra, Ester respondió a Mardoqueo Vé y reúne a todos los judíos que se hallan en Susa y ayunad por mí, y no comáis ni bebáis en tres días Así tanto ella como los judíos ayunaron.
Al tercer día decidida si perezco que perezca, se vistió del vestido real y se dirigió al palacio del rey. Ese camino fue el camino de muerte para ella. Aunque sea la reina, por infringir el decreto del rey, ella podía perecer. Mas si el rey deseaba que la persona viva tenía que extenderle su cetro de oro. Sin embargo, Ester sin haber sido llamada fue y se presentó en el patio; ella temblaba porque no se trataba solamente de la vida de ella, sino de su pueblo con ella. Mas cuando ella se presentó delante del rey, él se conmovió por su gracia y belleza, de modo que le extendió el cetro de oro. Y ella fue y tocó la punta del cetro. Ya no tenía por qué temer a la muerte. El rey le dijo Qué tienes, reina Ester, y cuál es tu petición? Hasta la mitad del reino se te dará. De modo que él estaba emocionado de ver a su esposa hasta que le ofreció darle la mitad de su reino. Y Ester le dijo Si place al rey, vengan hoy el rey y Amán al banquete que he preparado para el rey ; a lo que el rey le respondió Daos prisa, llamad a Amán, para hacer lo que Ester ha dicho : La reina tenía preparado un banquete con manjares exquisitos; Amán estaba aún más soberbio por haber sido invitado al banquete preparado por la reina Ester. Dejando todos los labores pendientes participó del banquete. Y el rey volvió a preguntarle a Ester Cuál es tu petición y te será otorgada? Aunque sea la mitad del reino, te será concedida. Entonces respondiendo Ester dijo Venga el rey con Amán a otro banquete que les prepararé mañana y haré saber mi petición A esta invitación, Amán se sintió aún más grande. Salió contento y alegre de corazón, mas cuando llegó a la puerta del rey, vio a Mardoqueo quien permanecía inmóvil, se encendió en ira. Decidido destruir inmediatamente a Mardoqueo; llamó a su esposa Zeres y a sus amigos a los cuales les declaró que se sentía incómodo por la actitud del judío Mardoqueo. Entonces su esposa Zeres le preguntó si realmente él era ministro; por qué tener miedo. Les aconsejaron a que hagan una horca de cincuenta codos de altura, que son aproximadamente unos 25 a 30 cm. Y pida al rey que cuelgue a Mardoqueo en ella; y mañana tú podrás participar del banquete alegremente. Hermanos, la labor de esposa es muy importantes en la vida de un hombre; si Amán no hubiera escuchado el consejo de su esposa no hubiera perecido. Mas él escuchó los consejos de su esposa, pensó que era la mejor forma y esperó el amanecer ansiosamente. Cuando llegó la madrugada, no pudiendo esperar más, fue al palacio. Pero estaba el rey que durante la noche no pudiendo conciliar el sueño, llamó a su siervo a que trajese el diario de la crónica del rey. Y ellos le leyeron, entonces hallaron escrito que Mardoqueo había denunciado el complot de los dos eunucos, de la guardia de la puerta del rey que había procurado matarle. Al leer este artículo, el rey se asombró mucho, preguntó
entonces qué distinción o honra se hizo a Mardoquo? Ellos le contestaron que ninguna. Entonces el rey dijo quién está en el patio?. Estaba Amán en el patio del rey para hablarle al rey que hiciese colgar a Mardoqueo en la horca que él le tenía preparado. Los servidores le respondieron: He aquí Amán está en el patio. Y el rey dijo: Que entre. Cuando entró Amán, el rey le preguntó que se puede hacer con el hombre cuya honra desea el rey. Pensando Amán en su corazón que el rey deseaba honrarle le respondió Para el varón cuya honra desea el rey, traigan el vestido real de que el rey se viste, y el caballo en que el rey cabalga, y la corona real que está puesta en su cabeza y den el vestido y el caballo en mano de alguno de los príncipes más nobles del rey, y vistan a aquel varón y llévenlo en el caballo por la plaza de la ciudad y pregonen delante de él: Así se hará al varón cuya honra desea el rey Qué gran honra sería para sus hijos también Entonces el rey dijo a Amán: Date prisa, haz tal como me has dicho con el judío Mardoqueo, que se sienta a la puerta real, no omitas nada de todo lo que has dicho. Hermanos no trate de jugar con Dios; porque nunca podrá ganarle. Ya Dios estaba involucrado en el suceso, por la oración en ayuna de los judíos y de Ester. Una vez que Dios está involucrado en el asunto, quienes buscan mal al pueblo de Dios, ellos caen en su propia trampa, y en su propia asechanza. Quién es tan fuerte o sabio como Dios? Quién podrá vencer a Dios en la competencia? Amán había pensado ahorcar a Mardoqueo en la horca de 50 codos; mas ahora él tenía que vestirle y llevarlo tal como él lo había dicho, pregonando delante de él Así se hará al varón cuya honra desea el rey Caminó todo el día pregonando, hasta que regresó cansado y apesadumbrado a su casa. Al entrar a su casa, su esposa le vio que estaba con semblante pálido; así que le preguntó el por qué, a lo que le contestó todo el suceso de su tragedia. Y ella replicó que si de la descendencia de los judíos es Mardoqueo delante de quien has comenzado a caer, no lo vencerás, sino que caerás por cierto delante de él. Aún estando ellos hablando llegaron del palacio los eunucos del rey para llevar a Amán al banquete de la reina. Él ya no tenía alegría en su corazón, con el suceso, mas el rey estaba tan alegre que volvió a preguntar por la petición de la reina. Cuál es tu petición, reina Ester, y te será concedida? Cuál es tu demanda? Aunque sea la mitad del reino, te será otorgada. A lo que la reina le respondió Oh rey, si he hallado gracia en tus ojos, y si al rey place, séame dada mi vida por mi petición y mi pueblo por mi demanda. Porque hemos sido vendidos, yo y mi pueblo, para ser destruidos, para ser muertos y exterminados. Si para siervos y siervas fuéramos vendidos, me callaría; pero nuestra muerte sería para el rey un daño irreparable.
Entonces el rey dijo a la reina Quién es, y dónde está, el que ha ensoberbecido su corazón para hacer esto? Ester le respondió: El enemigo y adversario es este malvado Amán. El rey encendido en ira salió del banquete al huerto del palacio. Hermanos en los tiempos antiguos y en Medio Oriente, cuando hacían banquetes ellos comían recostados. Tanto el rey como la reina estaban recostados, mas Amán en su apuro tomó del vestido de la reina en súplica; pero su acto para los otros podía parecer que quería violar a la reina. Cuando el rey entró del huerto vio que Amán estaba sobre el lecho en que estaba Ester; entonces el rey dijo querrás también violar a la reina en mi propia casa?, al instante llegaron los siervos y le cubrieron el rostro a Amán. Esto significaba la sentencia de muerte. Y uno de los eunucos habló al rey que en casa de Amán había una horca de 50 codos preparados para matar a Mardoqueo; mas el rey mandó colgar a Amán en aquella horca. Y fue Amán colgado en presencia de su familia sobre la horca de 50 codos que él tenía preparado. Luego el rey nombró a Mardoqueo ministro, tanto Ester como Mardoqueo trabajaron arduamente por su pueblo, desde entonces entre los judíos había vida y no-muerte, esperanza y no-desesperación, gozo y no-tristeza. Hermanos, esta historia tiene una gran enseñanza para nosotros los cristianos. Los judíos habían hecho un pacto físico con Dios, y nosotros somos hijos de Dios mediante Jesucristo. Los creyentes en los Antiguos Testamentos son el pueblo de Dios; mas nosotros sea en físico, sangre, o en la voluntad del hombre hemos nacidos como hijos legítimos de Dios. Siendo nosotros hijos legítimos de Dios, quién osará en ahorcarnos en los 50 codos de horca, aunque el adversario Amán trate, si tenemos fe en el Señor y le oramos, no caeremos en las manos del adversario. Porque Dios está en medio de nosotros, así, los planes del diablo de hacernos caer en la asechanza, no le dará resultado, ellos mismos caerán en ella. Hoy nos damos cuenta que muchos adversarios como Amán está confabulando en contra del pueblo de Dios. Pero mientras tenemos oraciones y clamores como Ester, nuestro enemigo Amán caerá en su propia trampa. Porque ningunas maquinaciones del mal podrán superar la sabiduría de Dios. Todo el que desafíe a Dios caerá como Amán. Así tenemos en Romanos 8:31-32 Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, quién contra nosotros? El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, Cómo no nos dará también con él todas las cosas? Hermanos durante nuestra vida en este mundo, tener fe en el Señor significa nacer como hijos de Dios. El Espíritu de Dios mora en medio de nosotros, y nuestros nombres están escritos en el libro de vida. De manera que nosotros somos
linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios. Quién podrá hacer frente a este pueblo de Dios? Si nosotros vivimos teniendo a Jesús en el centro de nuestra vida y declaramos amor a Dios, entonces Dios, nuestro Padre Celestial nos cuidará día y de noche; además nos cubrirá con la sangre preciosa de Jesús, así como también enviará a sus ángeles para que acampen alrededor de nosotros. De manera que podemos vivir confiadamente y con valor en este mundo sirviendo al Señor hasta entrar al reino de Dios. Por tanto hermanos amados, Dios nos conoce de antemano, de manera que cuando nuestro enemigo, el diablo venga para hurtar, matar y destruirnos, el Señor nos tendrá una salida de escape. Si el Espíritu Santo le obliga a orar con ruego, es para destruir todas las maquinaciones del diablo. Nuestro enemigo, el diablo crucificó al Hijo de Dios para que no llegue el reino de Dios y la salvación a este mundo, mas por haber crucificado al Hijo de Dios, Dios se encendió en ira, destruyendo mediante la cruz al diablo todas sus obras y potestades, los desmanteló completamente. Por haber crucificado a Jesús en la cruz, él mismo fue destruido. El diablo pensó que crucificando a Jesús, el reino de Dios no llegaría a este mundo, mas por su acto negligente fue desmantelado completamente su reino, perdiendo su autoridad y potestad, y también fue destituido del puesto de rey de este mundo. De manera que la sabiduría de Dios es siempre superior a lo del diablo. Pensó el diablo que crucificando a Cristo su nación estaría firme, mas fue destruido; y Cristo mediante la cruz trajo el reino de Dios a este mundo. Por el sacrificio del Señor, por entregarse a su cuerpo y toda su sangre, llegó a nosotros el perdón y el reino de justicia y el reino de la llenura del Espíritu Santo, de la sanidad, de salud, de prosperidad y de bendición, de vida eterna y del reino de Dios. En Cristo se transforma las tinieblas a luz, el desorden a la orden, la muerte a la vida, de destrucción a construcción, de pobreza a riqueza. Cristo mediante Dios llega a nuestra vida y con su presencia realiza grandes cambios en nuestra vida. El diablo no viene sino para hurtar, matar y destruir, mas el Señor está siempre en un lugar más alto; de modo que transforma todas las maquinaciones del mal a bien, a alabanza a Dios, a prosperidad en todas las cosas, salud y prosperidad del alma. Acordemos siempre de la Palabra del salmista en Salmos 23 Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores; unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando. Cuando lleguen los enemigos, Dios nos preparará un banquete en presencia de ellos, para que estemos bien alimentados y vestidos, y nos llenará del Espíritu Santo para que estemos más sanos que nuestros
enemigos y para que nuestras copas estén rebosando. De manera que podemos estar gozosos cuando nuestros enemigos están lejos, pero también nos gozamos aun más cuando ellos se hagan presente, porque Dios peleará por nosotros y él prepara un gran banquete a nosotros. Y sabiendo que a los que aman a Dios, todas las cosa les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados. De modo que hermanos, ustedes deben siempre estar gozosos en el Señor, orar sin cesar y dar gracias en todos porque esto es la voluntad de Dios, teniendo siempre una actitud positiva, creativa y un sueño. Oración Padre santo y glorioso, el enemigo Amán trató de ahorcar a Mardoqueo en una horca de 50 codos, pero tú, Dios lo sabía de antemano, y preparaste a Ester para que sea reina del rey Asuero, y mediante ella tenía planificado la salvación. Cuando Amán trató de exterminar a los judíos y a Mardoqueo, mediante Ester a la que tenía preparada para esta situación salvaste a tu pueblo, transformando la tristeza a gozo, la desesperación a esperanza, de maldición a bendición. De manera que nosotros pedimos entender este suceso para tener valor y esforzarnos más en la oración, así depender completamente de Dios. Oramos en el nombre de Jesús. Amén. Oración por la sanidad Padre Celestial, tus hijos están aquí reunidos en adoración. Oh Padre clamamos en el nombre de Jesús, sana las enfermedades de tus hijos. Porque este es tú deseo y tú voluntad, como también es del Señor. Conforme a tu voluntad, en el nombre de Jesús toca a cada uno, sana de enfermedades del espíritu, físico; destruye oh Señor toda obra del diablo. Desarraiga toda enfermedad, que los dolores de la vida desaparezcan, en el nombre de Jesús reciban sanidad y salud. Oh Dios Padre Celestial, escucha el clamor de tu pueblo, toma todas las preocupaciones y angustias. Que no se preocupen de qué beber, qué comer o qué vestirse. De trabajo, empleo, y casa; que estén llenos de tu gracia. Que les lleguen las bendiciones de Abraham y quita toda espina y cardos. Llénalos de la gracia de Jesucristo. Oh Padre, tu Palabra dice Qué hombre hay de vosotros, que si su hijo le pide pan, le dará una piedra? O si le pide un pescado, le dará una serpiente? Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, cuánto más vuestro padre que está en los cielos dará buenas cosa a los que le pidan?. Oh Señor te pido que llene a tus hijos con la mejor bendición, y llénalos del Espíritu Santo, que sus corazones
estén llenos también de paz y de tu gracia. Oramos en el nombre de Jesús. Amén.