CABA, 01 de Julio de 2018.- Estimados hermanas y hermanos: Les deseo a todos un muy buen comienzo del mes de nuestra Madre del Carmelo, presidido por un acontecimiento que nos ha llenado a todos de alegría y muchas gracias especiales: la Beatificación de nuestra hermana María Felicia de Jesús Sacramentado, Chiquitunga ; quien ha generado un sin número de preparativos y un ciento por uno de frutos que se siguen disfrutando. Todo comenzó con el anuncio de que desde nuestra comunidad formativa de Buenos Aires se participaría con el mayor número posible de frailes y formandos; ya ahí comenzaron las emociones y también toda la creatividad para hacer posible que para al viaje se incorporaran también los postulantes. Ellos fueron los que rápidamente decidieron proponer hacer beneficios con productos comestibles caseros según las recetas familiares que cada uno recordaba así fue como comenzaron con las primeras prácticas de los panes caseros y escones; a éstos incorporarían productos de las Carmelitas Descalzas que ya son muy conocidos y apreciados por toda la feligresía de la Parroquia del Carmelo: dulces, almíbares, tortas galesas, alfajores, licores, miel y escabeches, entre otros. El éxito de venta fue rotundo y la generosidad de la gente aún más, lo cual hizo realidad el tan ansiado viaje. A continuación, les adjunto una crónica del mismo preparada por los hnos. Simón y Walter: Crónica de la Beatificación de María Felicia de Jesús Sacramentado. (Chiquitunga) El día jueves 21 de junio a las 6 p.m. partimos desde Retiro hacia Asunción del Paraguay. El grupo estaba formado por los hermanos Joaquín, Rodolfo, Wilson, Carlos, Juan, Simón, Nelson, Walter, Jorge, Fidel, Justo, Ezequiel, Sergio, Gabriel y los PP. Juan Antonio y Hugo. Por cuestiones de documentación los hermanos Juan, Jorge y Fidel tuvieron que viajar en otro micro dos horas más tarde.
El viaje de ida fue muy distendido. El micro estaba prácticamente ocupado por nosotros lo que favoreció el compartir fraterno, la oración y la recreación (charlar, jugar cartas, leer o mirar alguna película). Aproximadamente a las 11 a.m. del viernes hicimos la parada en la aduana la cual fue muy breve y sin problemas. Fue allí donde nos encontramos con frailes (los PP. Matías y Teófilo), Carmelitas seglares y laicos allegados a la Orden quienes también viajaban a la beatificación desde Uruguay. Fue un encuentro de mucha alegría tanto para los hermanos uruguayos como para los que vivimos un tiempo en esa tierra. Finalmente llegamos a Asunción aproximadamente a las 12 a.m. Un grupo se quedó esperando a los hermanos que llegaban más tarde y otros partimos hacia la casa de San José Roga, donde nos encontramos posteriormente todos allí. Gracias a la gentileza del señor Raimundo (familiar del P. Juan Antonio) y de Jorge (hermano de Fray Juan Ascurra) contamos con dos móviles para poder transportarnos durante nuestra estadía en Paraguay. Compartimos el almuerzo con los PP. Danilo y Rodrigo del Comisariato de Chile y dos hermanos del Vicariato: los PP. David y Tomás. Luego de un breve tiempo de descanso, a las 4 p.m. nos esperaban nuestras hermanas Carmelitas Descalzas de Asunción. Pese a las diversas actividades con motivo de la beatificación nos han dedicado un tiempo para conocernos y compartir algo de la figura de Chiquitunga. A las 7:30 p.m. participamos de la vigilia de oración en la capilla del monasterio. El momento orante fue guiado por el Padre Provincial Miguel Márquez en torno a la figura de la nueva Beata. Muchos participamos de este lindo evento preparando nuestros corazones para lo que viviríamos al día siguiente. Finalizada la vigilia partimos hacia la casa de la familia del Fray Juan Ascurra, quienes nos esperaban a todos para cenar. Es destacable la atención y generosidad que han tenido para con nosotros haciéndonos vivir un momento fraterno muy agradable. Cerca de medianoche volvimos a San José Roga para descansar luego de tan largo día.
El sábado, luego del desayuno, nos reunimos para hacer la oración de la mañana. Al mediodía partimos nuevamente hacia el monasterio de Asunción para almorzar. Éramos un gran número de monjas y frailes. Este fue un espacio para compartir, recrearnos en familia y conocernos un poco más. Fue muy lindo el reencuentro con hermanos y hermanas a los cuales hacía tiempo no veíamos. A las 2 p.m. aproximadamente llegaron los micros que transportarían a frailes y monjas al estadio del club Cerro Porteño donde se realizaría la beatificación. La policía de la ciudad escoltó la caravana evitándonos el trastorno del tránsito. Al llegar al estadio nos conmovió el gran número de gente que hacía fila para ingresar. Pudimos percibir la fe y el cariño del pueblo paraguayo para con su nueva Beata. Al entrar al estadio nos ubicamos en los asientos asignados, los cuales estaban en el campo y cerca del altar. Mientras disfrutábamos de la animación en torno a la figura de María Felicia, notábamos cómo el estadio se iba llenando hasta quedar colmado de gente.
A las 4:30 p.m. comenzó la Misa de Beatificación presidida por el Cardenal Angelo Amato. Uno de los momentos más conmovedores fue cuando, entre sonidos de trompetas y aplausos de la gente, se descubrió el inmenso cuadro, dejando a la vista la imagen de nuestra hermana Chiquitunga, a la cual desde ese momento se la puede invocar con el título de Beata. Otro momento fuerte de la celebración fue el ingreso de la reliquia de María Felicia de Jesús Sacramentado: su cerebro incorrupto. Esta misma reliquia, finalizada la ceremonia fue trasladada procesionalmente hacia el monasterio en el cual la Beata vivió y murió. Luego de acompañar la procesión hacia el monasterio de las Carmelitas y junto a un gran número de gente que aguardaba en el mismo, recibimos la bendición del P. Romano Gambalunga ocd. (Postulador para la causa de los santos de nuestra Orden) y nos retiramos con el corazón lleno de gozo hacia el convento de San José Roga para cenar y descansar. El domingo a las 5:30 a.m. partimos hacia el Santuario de Caácupe para participar de la Misa dominical televisada, en la cual se dio gracias por la beatificación de Chiquitunga. Las monjas Carmelitas de Asunción, por medio del P. Romano Gambalunga, hicieron entrega al señor Obispo de Caácupe una reliquia de primer grado de la Beata María Felicia para ser venerada en el santuario mariano donde en vida la Beata hubo peregrinado muchas veces.
Desde Caacupé partimos hacia el convento de los frailes de Tupa Roga en donde tuvimos un fraterno almuerzo preparándonos ya para el viaje de regreso. Salimos de Asunción el domingo 24 a las 2 p.m. (en un micro nuevamente casi vacío). La vuelta, como la ida, fue muy distendida y fraterna. Llegamos a Retiro a las 9:30 a.m. con el corazón lleno de alegría por lo vivido y dando gracias a Dios. Hasta aquí, lo que los hermanos nos han querido compartir y transmitir la emoción todavía persiste, por eso han organizado para el sábado 07 de Julio (inicio de la novena en honor a nuestra Madre del Carmelo) -al finalizar la Misa de las 19:00 hs- un momento fraterno en donde compartirán por medio de testimonios, imágenes y en un clima de oración, lo vivido en Paraguay el pasado 23 de Junio. Por último, un detalle que quería compartirles: es sobre la participación del P. Pablo Ferreiro en el Congreso sobre Chiquitunga durante los días 19 y 20 de Junio, con el tema La Virgen María en la vida de Chiquitunga ; también han viajado desde Buenos Aires, Oda Rodríguez, ocds. y Ana Emilia Lema (amiga del Carmelo), quienes han sido recibidas y acompañadas por los hermanos Seglares del Paraguay y han expresado su gratitud por la acogida y calidez durante esos días. Me despido con un fraterno abrazo y seguimos orando mutuamente por nuestras intenciones, poniéndonos bajo el amparo de la Virgen María Fr. Daniel L. Meurzet, ocd. Delegado General de Argentina