La iglesia transmite la luz de Cristo - Comunidad Cristiana de Santiago. Escrito por Pr. René Águila Flores Domingo, 02 de Enero de :00

Transcripción

1 Cuando niños jugábamos a reflejar el sol en un espejo y lo dirigíamos a ciertos lugares alumbrando lo que estaba oscuro. Este fenómeno ocurre porque el espejo es brillante. Si nosotros quisiéramos hacer lo mismo con algo opaco no nos va a resultar. Bueno, eso era lo que el Señor decía Ustedes tienen que brillar no tienen que estar opacos, porque si son opacos no van a brillar en absoluto*. Por causa del Señor somos luz, pero brillaremos sólo si andamos en luz. Si somos cristianos, seguidores de Cristo, discípulos de Cristo, entonces somos luz. Mateo 5:13-16 Ustedes son la sal de la tierra. Pero si la sal se vuelve insípida, cómo recobrará su sabor? Ya no sirve para nada, sino para que la gente la deseche y la pisotee. Ustedes son la luz del mundo. Una ciudad en lo alto de una colina no puede esconderse. Ni se enciende una lámpara para cubrirla con un cajón. Por el contrario, se pone en la repisa para que alumbre a todos los que están en la casa. Hagan brillar su luz delante de todos, para que ellos puedan ver las buenas obras de ustedes y alaben al Padre que está en el cielo. Para poder entender a qué se refiere cuando dice ustedes son la luz del mundo tenemos que escudriñar un poco más las escrituras, y ver el contexto. Leamos: Mateo 5:1-12 Cuando vio a las multitudes, subió a la ladera de una montaña y se sentó. Sus discípulos se le acercaron, y tomando él la palabra, comenzó a enseñarles diciendo: Dichosos los pobres en espíritu, porque el reino de los cielos les pertenece. Dichosos los que lloran, porque serán consolados. Dichosos los humildes, porque recibirán la tierra como herencia. Dichosos los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán saciados. Dichosos los compasivos, porque serán tratados con compasión. Dichosos los de corazón limpio, porque ellos verán a Dios. Dichosos los que trabajan por la paz, porque serán llamados hijos de Dios. Dichosos los perseguidos por causa de la justicia, porque el reino de los cielos les pertenece. Dichosos serán ustedes cuando por mi causa la gente los insulte, los persiga y levante contra ustedes toda clase de calumnias. Alégrense y llénense de júbilo, porque les espera una gran recompensa en el cielo. Así también 1 / 6

2 persiguieron a los profetas que los precedieron a ustedes. Y continúa ustedes son la sal de la tierra, ustedes son luz del mundo, esto es algo que tenemos que hacer, no hay nada extraordinario en nosotros, en Cristo somos sal y luz. Lo que brilla en nosotros como discípulo son las buenas obras que realizamos guiados por el Espíritu Santo. Un discípulo es uno que obedece y hace lo que su maestro le manda. Efesios 5:1-2 nos señala aquello que el Señor quiere de cada uno de nosotros como cristianos normales: Por tanto, imiten a Dios, como hijos muy amados, y lleven una vida de amor, así como Cristo nos amó y se entregó por nosotros como ofrenda y sacrificio fragante para Dios." Nuestras actitudes, nuestras acciones, tienen que ser como olor fragante para el Padre, entregándonos como Jesucristo y no como el amor que yo entiendo. Ejemplo: La biblia habla de disciplinar a los niños con una varita y hoy escuchamos en el mundo que eso está mal. Efesios 5:3-8 Entre ustedes ni siquiera debe mencionarse la inmoralidad sexual, ni ninguna clase de impureza o de avaricia, porque eso no es propio del pueblo santo de Dios. Tampoco debe haber palabras indecentes, conversaciones necias ni chistes groseros, todo lo cual está fuera de lugar; haya más bien acción de gracias. Porque pueden estar seguros de que nadie que sea avaro (es decir, idólatra), inmoral o impuro tendrá herencia en el reino de Cristo y de Dios. Que nadie los engañe con argumentaciones vanas, porque por esto viene el castigo de Dios sobre los que viven en la desobediencia. Así que no se hagan cómplices de ellos. Porque ustedes antes eran oscuridad, pero ahora son luz en el Señor. Vivan como hijos de luz. Antes éramos opacos y no podíamos brillar, pero ahora somos luz en el Señor. Estamos accionando en este mundo, haciendo cosas, trabajando, muchas veces nos involucramos en cosas que no tienen mucho futuro. Efesios 5:16-18 Aprovechando al máximo cada momento oportuno, porque los días son malos. Por tanto, no sean insensatos, sino entiendan cuál es la voluntad del Señor. No se emborrachen con vino, que lleva al desenfreno. Al contrario, sean llenos del Espíritu. 2 / 6

3 Recordemos de dónde estábamos antes, somos salvos por la sangre de Jesucristo, nos rescató por su misericordia, de ese modo entenderemos a los que no aman al Señor. Ahora, que tenemos la luz de Cristo, compartamos su palabra. El Señor es vencedor, venció a las tinieblas, venció a Satanás, venció la muerte y ahora nos tiene a nosotros. Los vencedores, exitosos somos y tenemos que hacer retroceder las tinieblas. Efesios 5:19-20 Anímense unos a otros con salmos, himnos y canciones espirituales. Canten y alaben al Señor con el corazón, dando siempre gracias a Dios el Padre por todo, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Aunque nos parezca que estamos pasando tiempos muy complicados, aun en eso demos gracias a Dios porque Él siempre va un paso delante de nosotros, sabe lo que nos conviene y lo que es bueno para nosotros. Efesios 5:21 Sométanse unos a otros, por reverencia a Cristo. Somos un cuerpo, unidos por las coyunturas que se ayudan mutuamente para ir edificándonos en amor, estamos unidos, Cristo es la cabeza, nosotros somos sus miembros con diferentes gracias con diferentes dones para que el cuerpo funcione armoniosamente, perfectamente. Efesios 5:22-24 Esposas, sométanse a sus propios esposos como al Señor. Porque el esposo es cabeza de su esposa, así como Cristo es cabeza y salvador de la iglesia, la cual es su cuerpo. Así como la iglesia se somete a Cristo, también las esposas deben someterse a sus esposos en todo. Así como honras al Señor tienes que honrar a tu esposo. Tienes que ser luz y brillar para que tu esposo vea ese brillo en ti. La sociedad señala que hombres y mujeres tienen los mismos derechos es por eso que hay tantos divorcios, la corriente de este mundo que ignora al Señor. 3 / 6

4 Efesios 5:25 Esposos, amen a sus esposas, así como Cristo amó a la iglesia y se entregó por ella." Efesios 5:28-31 "Así mismo el esposo debe amar a su esposa como a su propio cuerpo. El que ama a su esposa se ama a sí mismo, pues nadie ha odiado jamás a su propio cuerpo; al contrario, lo alimenta y lo cuida, así como Cristo hace con la iglesia, porque somos miembros de su cuerpo. Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su esposa, y los dos llegarán a ser un solo cuerpo. Efesios 5:33 En todo caso, cada uno de ustedes ame también a su esposa como a sí mismo, y que la esposa respete a su esposo. Nosotros como discípulos somos monógamos. En el mundo se da todo lo contrario y ese no es el ejemplo. El ejemplo está en la iglesia y no en el mundo. La sociedad dice, nos casamos y si no resulta nos separamos. Hoy se juntan, y si no se entienden no se casan. Nosotros somos luz que tenemos que brillar, totalmente contrarios siendo responsables. El discípulo tiene un orden, en todo hay un orden: en el matrimonio, en los hijos, en la mayordomía. Serán una sola carne, es como un injerto, no se puede un tiempo más abrir el injerto y partirlo por la mitad porque se corta, se gangrena y el tejido se muere. Espiritualmente hablando eso es así. Efesios 6:1 Hijos, obedezcan en el Señor a sus padres, porque esto es justo. «Honra a tu padre y a tu madre que es el primer mandamiento con promesa para que te vaya bien y disfrutes de una larga vida en la tierra. Efesios 6:4 Y ustedes, padres, no hagan enojar a sus hijos, sino críenlos según la disciplina e instrucción del Señor. Honrar es: cuando tu padre o madre te mandan a hacer alguna cosa tú lo haces, por ejemplo, hacer el dormitorio, aspirarlo, sacar la basura. Las niñas aprender a cocinar antes que se casen. Son cosas prácticas. Efesios 6:5-9 Esclavos, obedezcan a sus amos terrenales con respeto y temor, y con 4 / 6

5 integridad de corazón, como a Cristo. No lo hagan sólo cuando los estén mirando, como los que quieren ganarse el favor humano, sino como esclavos de Cristo, haciendo de todo corazón la voluntad de Dios. Sirvan de buena gana, como quien sirve al Señor y no a los hombres, sabiendo que el Señor recompensará a cada uno por el bien que haya hecho, sea esclavo o sea libre. Y ustedes, amos, correspondan a esta actitud de sus esclavos, dejando de amenazarlos. Recuerden que tanto ellos como ustedes tienen un mismo Amo en el cielo, y que con él no hay favoritismos. Los trabajadores, empleados, obreros, deben trabajar como para el Señor. Verán muchas injusticias, pero Cristo, no está ajeno a eso, lo sabe, nos trata y quiere lo mejor para nosotros. Tanto el empleado como el jefe cristiano tienen que actuar como para el Señor. Efesios 6:10 Por último, fortalézcanse con el gran poder del Señor. No es con nuestra fuerza ni con sabiduría humana sino de Dios. Si estamos débiles apóyate en el poder de Dios, tómate de Él y no te sueltes. Efesios 6:11-12 Pónganse toda la armadura de Dios para que puedan hacer frente a las artimañas del diablo. Porque nuestra lucha no es contra seres humanos, sino contra poderes, contra autoridades, contra potestades que dominan este mundo de tinieblas, contra fuerzas espirituales malignas en las regiones celestiales. Este es el lado espiritual que no podemos dejar de lado. Es tan importante orar y estar delante del Señor, cubriéndonos. Efesios 6:18 Oren en el Espíritu en todo momento, con peticiones y ruegos. Manténganse alerta y perseveren en oración por todos los santos. Nos tenemos que cubrir los unos a los otros. Somos cuerpo de Cristo. Si tú estás alegre yo estoy alegre, si tú estás triste yo estoy triste. Orando en el Espíritu. 5 / 6

6 Si seguimos estas instrucciones podemos transmitir la luz de Cristo, no solo en teoría sino con vida. Tenemos que vivir la vida de un cristiano normal y seguir estas instrucciones, así daremos brillo, seremos luz y sal en el mundo. Mateo 28:18-20 Jesús se acercó entonces a ellos y les dijo: Se me ha dado toda autoridad en el cielo y en la tierra. Por tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a obedecer todo lo que les he mandado a ustedes. Y les aseguro que estaré con ustedes siempre, hasta el fin del mundo. Llevemos la luz de Cristo a la oscuridad siendo la luz y sal de este mundo. 6 / 6