Aquí tienes unas cuantas plegarias para dirigirte al Señor en tus momentos álgidos o bajos.

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Eva Ojeda Acuña
hace 7 años
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1 A TI, SEÑOR Aquí tienes unas cuantas plegarias para dirigirte al Señor en tus momentos álgidos o bajos. El siempre te escucha. Pon tu corazón en su Corazón.

1 1 A TI, SEÑOR Aquí tienes unas cuantas plegarias para dirigirte al Señor en tus momentos álgidos o bajos. El siempre te escucha. Pon tu corazón en su Corazón. Quien hace oración se siente feliz porque Dios es siempre joven y alegre. Con afecto, Felipe Santos, SDB Palma de Mallorca 17 de agosto TENGO NECESID DE TI, SEÑOR

2 2 Eres el único en romper las cadenas Que enlazan siempre mis penas. Sálvame de estas torturas que me causan heridas. Te necesito, Señor, necesito de tu presencia ven y entra en mi corazón Lléname de tu poder. Necesito de tu auxilio cuando mi ser se queja de amor Te rezo y te suplico que respondas a mi grito. Sólo tú rompes las cadenas Que enlazan mis penas. Sálvame de estas torturas

3 3 Que me causan mis heridas. Te necesito, Señor, necesito de perseverancia para esperar al fin tu hora para esperar con paciencia cuando mi ser se lamente de amor te ruego y suplico que respondas a mi grito. Porque te necesito, Señor EL JARDÍN DE TU AMOR. Vamos, ven al jardín de mi amor. No tardes en conocerme. He probado muchas veces tu existencia.

4 4 Quiero que vengas pronto, sin rodeos. Por qué cierras los ojos ante las maravillas de mi jardín? El viento de mi Espíritu te dará sabrosos frutos. Jesús te abre los brazos. No me ves? El sol vendrá a mecer el amor que quiero darte. Vamos!, ven al jardín de mi amor. Un cielo azul hará vibrar tu alma. Mis flores llenarán tu vida de encanto. No olvides que te aguardo desde siempre. No oyes mi corazón que te llama a la felicidad

5 5 El canto de todos los pájaros y mi Madre María, el eco de los arroyuelos. No te des media vuelta. No tienes ninguna razón. Todo el universo es para ti. Te he llamado a mi jardín. CERCA DE TI Durante mucho tiempo, he tenido el corazón roto. Durante mucho tiempo, he arrastrado mi pasado. Con lágrimas en los ojos, dejo todo tras de mí. Pues quiero marchar junto a ti, muy cerca de ti. Todo puede cambiar,

6 6 tu me tiendes la mano llena de amor para mí. Mis errores tan pesados los has olvidado. ya nunca me dejarás caer. Durante mucho tiempo, he gritado en mi dolor. Durante mucho tiempo, he vivido en el miedo. Con lágrimas en los ojos, he rezado con fervor para que te quedes siempre, Señor, muy cerca de mí. MI VIDA, TU VIDA

7 7 Cógeme de la mano. No me apartes de tu paz, te necesito a cada paso. Ábreme el corazón al son de tu voz. Necesito la felicidad de estar junto a ti. Llena mis pensamientos de tu grandeza. Que pueda celebrarlos con todo esplendor. La fuerza y la alegría están en tu morada. Sí, sólo a ti, mi rey,

8 8 la gloria y el honor. Mi vida, quiero darte. Mi vida, para la eternidad. TU VIDA, ME DISTE UN DÍA. TU VIDA, SEÑOR, PARA SALVARME. ME CUBRES CON TU AMOR, SEÑOR Me cubres con tu amor, Jesús. Me cubres con tu amor. Siento la dulzura de tu voz que me envuelve. Y la calidez de tu salvación. Tú estás siempre junto a mí, Jesús. Siempre estás junto a mí. Quiero descansar

9 9 en ti, mi corazón fatigado de heridas que me han afligido. Me has amado hasta morir por mí. Sin merecer nada me has dado la fe. Jesús, te ruego que pienses en mis amistades, ricas o pobres. Quiero que se salven. Con mi voz, Señor, quiero alabarte. A ti mi único Rey mi alma está unida. Que todo mi ser pueda adorarte.

10 10 Quiero volver a ti, Señor, con todo mi corazón, con todo mi amor. Quiero darte mi vida pues en ti he hallado la libertad. GRACIAS, DIOS MÍO Gracias, Dios, por tu poder. Muy a menudo soy como un niño al que le falta un poco de seguridad, mas tú la curas con el tiempo. Gracias, Dios mío, por tus promesas, gracias por tu inmensa alegría. Que entren suavemente en mi vida. Tú siempre respondes a mis plegarias. Y nunca me falta nada. Con tu mirada gira la tierra,

11 11 das a cada uno según sus necesidades. Gracias, Dios mío, por tu Hijo Jesús: por él mis pecados se han lavado, mi pasado no existe ya, pues tú lo has olvidado todo. Gracias, Dios mío, por tu gran amor. Tu Palabra me ayuda de tal manera que cada día te alabo. Gracias, Dios mío y Señor.

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