Titulo: No tomar a la ligera la disciplina del Señor

Transcripción

1 Sermón de Domingo en la Iglesia del Evangelio Completo de Yoido, Segundo Servicio Seúl, Corea Orador: Rev. Yonggi Cho, Pastor Principal Website: Titulo: No tomar a la ligera la disciplina del Señor Lectura: Hebreos 12: 5-13 Y habéis ya olvidado la exhortación que como a hijos se os dirige, diciendo: Hijo mío, no menosprecies la disciplina del Señor, Ni desmayes cuando eres reprendido por él; 6 Porque el Señor al que ama, disciplina, Y azota a todo el que recibe por hijo. 7 Si soportáis la disciplina, Dios os trata como a hijos; porque qué hijo es aquel a quien el padre no disciplina? 8 Pero si se os deja sin disciplina, de la cual todos han sido participantes, entonces sois bastardos, y no hijos. 9 Por otra parte, tuvimos a nuestros padres terrenales que nos disciplinaban, y los venerábamos. Por qué no obedeceremos mucho mejor al Padre de los espíritus, y viviremos? 10 Y aquéllos, ciertamente por pocos días nos disciplinaban como a ellos les parecía, pero éste para lo que nos es provechoso, para que participemos de su santidad. 11 Es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que en ella han sido ejercitados. 12 Por lo cual, levantad las manos caídas y las rodillas paralizadas; 13 y haced sendas derechas para vuestros pies, para que lo cojo no se salga del camino, sino que sea sanado. En estos días los padres no levantan la vara cuando disciplinan a sus hijos. Cuando los maestros dan un castigo corporal, los padres vienen a la escuela a reclamar, algunas ocasiones los mismos estudiantes le llaman a la policía desde sus celulares. Hoy en los hogares se cuida a los hijos malcriados e incluso las escuelas han abandonado la disciplina convirtiéndose en una institución que solo entrega fechas y datos. Muchos jóvenes, mujeres y hombres son indisciplinados, no tienen temor a la autoridad, buscadores de placeres materiales que se han convertido en una epidemia de egoístas. En el pasado cuando estábamos creciendo. Rebelarse contra los padres era contestado con cuerdas que nos hacían sangrar las piernas, como resultado, nosotros teníamos miedo y respeto hacia nuestros padres. El hecho de rebelarse contra las reglas de los maestros nos traía dolor y sufrimiento que se quedaba metido muy dentro de nosotros, haciéndonos cuidadosos de ambos, acciones y palabras. Sin importar la edad, cuando tenemos un acto ilícito

2 es respondido con castigo, existe el arrepentimiento, y resolvemos no volver a cometer el mismo error otra vez. Cuando creemos en Jesús nos convertimos en hijos de Dios, el desea que crezcamos en su fe. Mientras, nosotros crecemos, Dios definitivamente castiga a aquellos que no obedecen y se rebelan a la voluntad de Dios. Por qué necesitamos la acción disciplinaria de Dios mientras crecemos en Jesús? Para nosotros el respetar y obedecer sus instrucciones, Dios nos tiene que disciplinar. Si nosotros no somos disciplinados por Dios por lo menos una o dos veces, nosotros no temeremos a Dios y haremos como deseemos, y finalmente caeremos en las trampas que Satanás nos pone llevándonos a la condenación eterna. Esto es por que, en orden que nosotros respetemos y guardemos sus instrucciones, Dios nos disciplina. Esta escrito en Hebreos 6:7-8 Porque la tierra que bebe la lluvia que muchas veces cae sobre ella, y produce hierba provechosa a aquellos por los cuales es labrada, recibe bendición de Dios; pero la que produce espinos y abrojos es reprobada, está próxima a ser maldecida, y su fin es el ser quemad si nuestra vidas de fe no tiene ningún fruto sino solo espinas y abrojos. Seremos usados por Dios? El resultado será un maldición eterna, y claro Dios nos disciplinará. Dios utiliza la disciplina porque él quiere que nosotros crezcamos en la fe. En vez de ser cristianos consentidos, el desea que nosotros poseamos caracteres divinos. Qué pudiera pasar si nosotros permaneciéramos como hijos auto-indulgentes? Nuestra madurez en nuestras vidas de fe requiere instrucciones y disciplina: si no, si Dios nos dejara ser como somos aunque hayamos aceptado a Jesús diez o veinte años atrás, nos convertiremos en cristianos auto-indulgentes e injustos. Está escrito en Efesios 4: para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error, sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo, Para nosotros dejar el carácter de niños, nosotros necesitamos lecciones y disciplina. Aun más, somos disciplinados porque somos hijos adoptados de Dios. Los padres disciplinan a sus hijos, pero quién en realidad puede disciplinar a los hijos adoptados? Cuando Dios nos disciplina es porque somos sus verdaderos hijos. Es importante resaltar esto. Está escrito en Hebreos 12:5-6 y habéis ya olvidado la exhortación que como a hijos se os dirige, diciendo: Hijo mío, no menosprecies la disciplina del Señor, Ni desmayes cuando eres reprendido por él; Porque el Señor al que ama, disciplina, y azota a todo el que recibe por hijo. A través de la disciplina, nos arrepentiremos y caminaremos por el camino de rectitud que nos traerá paz mental y en nuestra vida. Un joven mato a un hombre que estaba robando y recibió una sentencia de muerte, esperando a ser en el pabellón de la muerte por su ejecución. Un día, su

3 madre vino a visitarlo. Y el joven con lágrimas en sus ojos. Mirando a través de las barras de la prisión, su madre llorando se golpeaba el pecho gemía. Él le pidió si podía sostener su mano. Cuando la mamá extendió su mano entre las barras, el tomo su mano, la acerco a su boca y le mordió muy fuerte uno de sus dedos, se lo corto de su mano. Mientras la sangra salía de su dedo cercenado, ella mirándolo en completo asombro, por qué me hiciste algo tan horrible? Él le dijo madre, cuando yo en mi juventud le robe cosas a mis amigos, tu sonreías por mi valentía. Si tú me hubieras castigado y disciplinado, yo no hubiera matado a ese hombre. Tu sonrisa y tu risa e incluso palabras de aliento en ese momento mientras yo robaba las cosas de los vecinos ahora me han puesto entre barras y dirigiéndome a mi muerte. Tu eres la que me mato Si, son palabras escalofriantes. Se ha dicho un ladrón de de lapiceros de grande es un ladrón de carros Tienes que disciplinar al ladrón de lapiceros para que se pueda arrepentir y caminar en una vida llena de paz y rectitud lleno de gozo. Está escrito en Proverbios 3:1-2 Hijo mío, no te olvides de mi ley, y tu corazón guarde mis mandamientos; Porque largura de días y años de vida y paz te aumentarán. Cuando recuerdo mi vida, en verdad respeto a mis padres y maestros que me disciplinaron firmemente. Nosotros no debemos de respetar a los padres o maestros que siempre tiene palabras de bondad y de alabanza por todo lo que hacemos y son negligentes a levantar la vara cuando nosotros necesitamos ser disciplinados. Cuando sea que tenga la oportunidad de estar enfrente de extranjeros para dar mi sermón, y hay un maestro estoy agradecido de ello. En educación media, el era mi maestro de inglés, Mr Concord. El siempre enfatizo que yo necesitaba usar un propio tensor de verbos y siempre venia a clases con un gran palo, con ese gran palo el le daba a los estudiantes que no hicieron sus tareas. Yo conocí ese dolor muchas veces. Todos los estudiantes esperaban que algún día él estuviera envuelto en un trágico accidente o que se enfermara y no vendría a la escuela y seriamos libres de su tiranía. Sin embargo fue un disciplinario, que con el paso del tiempo. Me di cuenta que yo tengo mucha de mi habilidad para hablar inglés de ese maestro. Porque estaba aterrado de sus latigazos, pasaba las noches enteras estudiando y memorizando el idioma inglés. El me dio los fundamentos para que yo hablara otro idioma. Hoy, verdaderamente respeto a ese maestro. Había otros maestros que los estudiantes amaban de la misma forma, no importa lo que hayamos hecho, el nos decía, muy bien, muy bien, muy bien, muy bien. Su apodo era maestro Muy Bien en Verdad. Aunque él era el maestro más amado en ese tiempo. No tenía idea que enseñar con disciplina era un signo de amor. La gente disciplina a los que en verdad ama. No estés muy orgulloso de que Dios no te ha disciplinado.

4 Dios disciplina a todos los que él ha tomado como hijos. Cuando Dios nos disciplina, puedo suponer que estoy pasando por oscuridad espiritual. Como el trabajo del espíritu santo no se manifiesta en nosotros, nosotros podemos sentirnos una gran frustración en nuestras vidas y pensamos que hemos sido abandonados a condenación. El rey Saúl, como el desobedeció a Dios en la guerra de los amalecitas, el espíritu de Dios lo abandono, para ungir a David, y mientras un espíritu maligno atormentaba a Saúl, el sufría de grandes dolores y sufrimientos. Saúl recibió la temeraria disciplina de Dios si Saúl se hubiera arrepentido y regresado a Dios, el lo hubiera aceptado gustosamente. Sin embargo, Saúl no lo hizo y fe hecho a un lado. Cuando David cometió ese gran pecado con Betseba y fue acusado por Natán, el rápidamente se arrepintió de su pecado. Sin embargo Dios le dijo, aunque te he perdonado, tú te has abierto a la calumnia de Satanás. Tal cual David nunca fue capaz de escapar por completo de la disciplina de Dios. Está escrito en Salmos 51:9-12 Esconde tu rostro de mis pecados, y borra todas mis maldades. Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí. No me eches de delante de ti, y no quites de mí tu santo Espíritu. Vuélveme el gozo de tu salvación, y espíritu noble me sustente. Cuando Dios nos disciplina espiritualmente. El espíritu santo sale de nosotros. Y nos encontramos incapaces de orar. Nosotros sentimos dolor y frustración en nuestros corazones. Es difícil de arrepentirse. Dios en ocasiones nos disciplina de esta manera, en ocasiones, Dios nos disciplina con sufrimiento físico. Sin embargo no todas las enfermedades provienen de Dios, muchos sufren enfermedades porque Dios los está disciplinando por un pecado que ellos hayan cometido. Está escrito en Santiago 5: Y la oración de fe salvará al enfermo, y el Señor lo levantará; y si hubiere cometido pecados, le serán perdonados. Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho. Por qué Dios nos pide que nos arrepintamos? Cuando nosotros cometemos pecados y rebeldía contra Dios, el nos disciplina haciéndonos enfermar. En esos tiempos, nosotros deberíamos no solo pedir a Dios que nos sane, pero primero deberíamos de arrepentirnos de nuestra manera pecaminosa de andar para ser sanados por Dios. En ocasiones, Dios nos disciplina a través de las circunstancias. Hay disciplinas que afectan a nuestras familias y a nuestros negocios. Veamos a Jonás. Dios le dijo a Jonás que fuera a la capital, Nínive, y que diera a conocer el mensaje de Dios; sin embargo trato de escapar a Tarsis y el se refugió bajo el puente de un barco para evitar oír la voz de Dios. Es por eso, que Dios causo una gran tormenta que lanzaba al barco. Cuando no oímos lo que Dios nos quiere decir, nuestras circunstancias, en casa, o en nuestro lugar de trabajo, reflejaran la disciplina de Dios. Jonás sufrió en el estomago

5 de un gran pez como resultado. Dios levanto su vara de disciplina y afecta nuestros cuerpos espirituales, nuestra espiritualidad y nuestras circunstancias. Cuando nosotros somos disciplinados por Dios, nosotros nos podemos dar cuenta de por qué motivo nosotros somos disciplinados. Porque nos rebelamos y desobedecemos a Dios, somos disciplinados, somos disciplinados, somos disciplinados; nos damos cuenta de algo, el espíritu de Dios nos advierte cuidado, serás castigado, cuidado entonces de repente tu puedes sentir su vara. Es como oír a nuestra madre decir, tu padre no estará contento, tu padre no tiene tanta paciencia. Entonces, si nosotros seguimos desobedeciendo las advertencias de nuestra madre, un día, nuestro padre levanta su vara y nos encuentra. El espíritu santo nos advierte ampliamente arrepiéntete, aléjate del pecado, Dios no tendrá paciencia para siempre. Sin embargo, cuando continuamos y ponemos oídos sordos y seguimos haciendo lo que queremos, seremos disciplinados. Yo puedo salir avante con esto, esto me saldrá bien Entonces, un día, tu sufrirás. Cuando Dios está enojado, el golpea con gran fuerza. Dios no te golpea para hacerte cosquillas. Lo hace para ponerte en un estado de dolor. Veras sangre. El se asegura que nunca lo olvides. El disciplina para que tu tengas un gran temor de alguna vez ir en contra de su voluntad. Como tal, nosotros debemos tratar de evadir la disciplina y aceptar las advertencias del espíritu santo con todo nuestro corazón. Y si somos disciplinados, debemos cambiar nuestra manera de ser. Entonces qué es lo que debemos hacer cuando somos disciplinados? Primero, nos debemos de arrepentir con lágrimas, hablar del arrepentimiento, no sirven para nada. Debes de darte golpes de pecho y arrepentirse con lágrimas. Está escrito en Isaías 57: 15 Porque lo dice el excelso y sublime, el que vive para siempre, cuyo *nombre es *santo: «Yo habito en un lugar santo y sublime, pero también con el contrito y humilde de espíritu, para reanimar el espíritu de los humildes y alentar el *corazón de los quebrantados. Tienes que estar contristado, tú tienes que golpearte el pecho y arrepentirse con lágrimas de tus malas maneras. oh Dios he pecado, perdóname de mis pecados arrepiéntete, solo cuando tu te arrepientes, Dios revivirá nuestros corazones. Está escrito en 1 Juan 1:9 Si confesamos nuestros pecados, Dios, que es fiel y justo, nos los perdonará y nos limpiará de toda maldad. Segundo. Cuando somos disciplinados, debemos de temer a Dios y respetarlo. Cuando actuamos imprudencialmente, es una signo de de falta de respeto. Sin embargo los hijos de hoy no lo hacen así. Cuando yo era niño solíamos llamar a nuestros padres, los castigadores y a nuestras madres nuestros sanadores. Mientras que nuestras madres eran misericordiosas y amorosas, nuestros padres eran temerarios. Padres eran los regidores de su hogar, su mano siempre estaba lista para

6 disciplinar. Hijos que crecieron bajo tales padres temidos y respetados, mientras nosotros crecíamos justos en el amoroso abraso de nuestra madre. Nuestras vidas de fe en Jesucristo no son siempre repletas de amor, misericordia y paciencia. Si así fuera nos convertiríamos en orgullosos y arrogantes. Nuestras vidas son llenadas con la instrucción y disciplina de Dios. Debemos de no solo tener fe en el, debemos de darnos cuenta que el miedo a Dios es el que nos transforma. Está escrito en Efesios 2:19 "Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de Dios," Cuando tomamos a la ligera la disciplina de Dios. Muchos de nosotros hoy en día no vemos a Dios con un miedo serio. Porque ha habido una sobre-exposición de la naturaleza amorosa mientras nosotros testificamos a otros. Algunos piensan de Dios como un abuelo sin dientes que podemos tomar ventaja de él. Nosotros estamos olvidando su naturaleza temeraria, su naturaleza castigadora y si naturaleza disciplinaria, y no temiendo lo que nos plazca, Dios levantara su vara de disciplina y nos corregirá. Tercero. Cuando somos disciplinados, debemos de aplastar nuestros egos y obedecer completamente. Está escrito en Salmo 123:1-2 A ti alcé mis ojos, A ti que habitas en los cielos. He aquí, como los ojos de los siervos miran a la mano de sus señores, y como los ojos de la sierva a la mano de su señora, así nuestros ojos miran a Jehová nuestro Dios, hasta que tenga misericordia de nosotros. Una vez completamente destrozadas por Dios, tenemos que arrepentirnos Y decir: "Oh Dios, mi presente, mi pasado, mi futuro te pertenecen. No soy nada. Ni siquiera estoy en control de lo que es bueno o malo. Soy tu siervo. No soy solo más que tu siervo. Úsame como tu siervo. Tan abatimiento, la destrucción de nuestros egos tiene que ser en la presencia de Dios. Cuarto. Cuando somos disciplinados por Dios, debemos de alejarnos completamente de nuestra maldad, nuestro pecado y vivamos vidas justas. Remordimiento y arrepentimiento no son lo mismo. Remordimiento es solo una molestia por haber sido descubierto. Un hombre con remordimiento volverá a cometer pecado cuando él tenga una oportunidad. Por el otro lado arrepentimiento significa cambio completo, una completo rendimiento a Dios y admitir que el peco. El ladrón volverá de su mal camino y dejara de robar. El adultero dejara de ver a otros. El asesino dejara de matar. Tal cual, no debemos de confundirnos la diferencia entre lamentarse y arrepentirse. Necesitamos golpear nuestros pechos por arrepentimiento. Cuando mi padre vino a mí y me dijo tú hiciste esto yo inmediatamente pensaba madre acércate a mi en lugar de arrepentirme, iba a donde mi madre y le acusaba le dijiste a tu papa, no es así? Por que el niño en ves de arrepentirse solo acusa a y pregunta si le dijo al padre. Yo solía pensar que era el único

7 que lo hacía, pero después que tuve a mis hijos, cualquiera que lo reprendía por qué hiciste estas cosas? el inmediatamente me decía mi mama te dijo esto? en lugar de arrepentirse, ellos daban una excusa o ellos se lamentaban de que los habían descubierto, este es un serio problema. Cuando somos disciplinados por Dios, debemos de decir nunca debería de haber hecho eso, estoy arrepentido Dios, he cometido tal pecado. No lo volveré a hacer. Merezco ser castigado. Oh padre, yo me retirare de mis malos caminos por que te temo. Daré la vuelta y viviré una nueva vida. Tienes que tener un arrepentimiento genuino. Quinto. Cuando Dios disciplina se manifiesta trayendo problemas en la casa y en el trabajo, y tu cuerpo se convierte en un desastre. Es muy fácil pensar he sido abandonado por Dios, no tiene sentido el tener fe en Dios, soy un huérfano. Tal manera de pensar solo hace que la persona tenga auto-lastima y lo previene de arrepentirse y ser perdonado, pero hace que dé un paso atrás en su crecimiento. Está escrito en Hebreos 12: por lo cual, levantad las manos caídas y las rodillas paralizadas; y haced sendas derechas para vuestros pies, para que lo cojo no se salga del camino, sino que sea sanado. En lugar de estar gruñendo contra la disciplina de Dios, la persona tiene que aceptarlo y convertirse en una nueva persona, y decida a vivir como tal. Sexto. Debemos de agradecer a Dios por disciplinarnos en amor. Debemos de darnos cuenta que es una bendición disfrazada. Cuando los padres disciplinan a sus hijos, los padres deberían agradecerles a los padres. Los padres los disciplinan por su propio bien, no para arruinarlos. Dios nos disciplina para que le demos la espalda al pecado y no ser atrapados por las trampas de Satanás, y así ser bendecidos e ir al cielo; el no nos disciplina para torturarnos. Aunque pudieran haber lagrimas de dolor y sufrimiento a causa de la disciplina de Dios, usted tiene que agradecerle a el por esto. Oh Dios, por causa de mi debilidad no fui capaz de resistir y huir del pecado, pero te agradezco de corazón por disciplinarme Antes de ser disciplinado, ustedes vivían en pecado, pero después de esto, ustedes pueden vivir vidas justas. No es esto maravilloso? Todo mundo debe ser disciplinado. Sin esto todos estamos arruinados. Yo eh visto muchos cristianos caídos en mis 41 años de ministerio. Después de ser disciplinados, ellos viven vidas justificadas. Antes de esto, eran auto-indulgentes rompiendo muchas reglas, pero una vez que ellos fueron golpeados, ellos se arrepienten y viven vidas justas. Nosotros debemos agradecerle a nuestro Dios que disciplina. Está escrito en Salmos 30:4-5 cantad a Jehová, vosotros sus santos, y celebrad la memoria de su santidad. Porque un momento será su ira, pero

8 su favor dura toda la vida. Por la noche durará el lloro, y a la mañana vendrá la alegría. Aunque nosotros pudiéramos llorar en las noches en que somos disciplinados, los cambios la mañana traerá regocijo. Esta escrito en Óseas 6:1 Venid y volvamos a Jehová; porque él arrebató, y nos curará; hirió, y nos vendará. Dios nos hace llorar para que esto nos lleve al arrepentimiento. El nos lastima para que nos arrepintamos. Cuando nos arrepentimos, el nos sana y nos levanta. Séptimo. Cuando estamos disciplinados, nuestra vida debe cambiar. Dios nos golpea porque él desea algún cambio en nosotros. Aunque la palabra de Dios y el Espíritu Santo nos cambia, la disciplina de Dios produce el mayor cambio. Dios, a fin de cambiarnos, nos da su palabra y nos envía el espíritu santo, sin embargo, en veces también nos golpea y disciplina. El educar a nuestros niños es lo mismo. Nosotros utilizamos las palabras y el amor para enseñarles una lección, pero a la vez tenemos que alzar nuestras varas. Los niños menores de padres estrictos más tarde tienen piedad filial. Los niños que son amados y sólo son auto-indulgentes pueden ser negligentes con sus padres después. Lo que me sorprende muchas son aquellos miembros de nuestra iglesia que han venido a Seúl de el campo y no siendo educados, trabajan en fábricas o en puestos de trabajo intensivo. Sin embargo, todos los meses, envían dinero a sus padres, y cuando vienen, vienen a mí y me piden que ore por sus padres que llevan vidas difíciles. Cuando oro por ellos, muchos de ellos lloraran y orar por el perdón de Dios por no poder hacer que sus padres tengan una vida mejor. Cuando ellos se van creciendo, no eran mimados o les llovían de elogios y de amor, y sin embargo su sentido de la piedad filial es verdaderamente maravilloso. Recuerde el caso de un joven cuyo padre apoyó su educación en el extranjero que cumpliera en él todos sus deseos, y luego regresó a Corea y mató a su padre con un hacha porque su padre no le daría a él la fortuna familiar. Usted nunca debe sobre-satisfacer A sus niños. Cuando se hace mal, debe ser disciplinado. Hoy, en nuestro sistema escolar, si los alumnos se niegan a estudiar en clase, los profesores deben ser capaces de levantar sus varas. Eso les enseñaría. Si tales medidas disciplinarias fueran traídas, los padres vendrían a la escuela para acusar los profesores o los estudiantes llamarían a la policía en sus teléfonos celulares, que profesor disciplinaria a los niños? Estos niños nunca aprenderán. Debe haber un cambio profundo. Está escrito en Romanos 12:2, " No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta."." Está escrito en Efesios 5:15-16, " Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos. " Ser cambiado profundamente, debemos estar de pie justificados enfrente de Dios. La disciplina es terrible y

9 dolorosa. La gente a veces comete un error de resentirse con Dios cuando son disciplinados. Sin embargo, para que se pueda crecer como un hijo de Dios, debe ser enseñado y disciplinados por Dios. Incluso mientras lloro por la extrema gravedad de la disciplina, debemos agradecer a Dios por no considerarnos hijos adoptados, pero como sus hijos naturales que heredarán el mundo. Con esas gracias en cuenta, hagamos todo lo posible para vivir en la obediencia a Dios. "está escrito en Proverbios 3:7-11, " no seas sabio en tu propia opinión; teme a Jehová, y apártate del mal; porque será medicina a tu cuerpo, y refrigerio para tus huesos. Honra a Jehová con tus bienes, y con las primicias de todos tus frutos; y serán llenos tus graneros con abundancia, y tus lagares rebosarán de mosto. No menosprecies, hijo mío, el castigo de Jehová, ni te fatigues de su corrección;" Si su disciplina les molesta, o sus palabras de advertencia, usted aprenderá lo que significa obedecer. Usted debe recordar siempre, que Dios disciplina porque él desea ver a todos disfrutar de la vida de bendición aun cuando su espíritu se hace bien y que después de la vida así vivido, entrará en el reino de Dios. Aunque son disciplinas difícil al principio, como lo son el cambio y receptividad de los medios a las enseñanzas de Dios, vamos a experimentar el fruto de la espíritu crecer en nosotros. Inclinemos la cabeza y oremos. Oh santo Dios de abundante amor, sabemos que usted ve la necesidad de la disciplina a veces en nosotros. Le damos las gracias por la disciplinarnos y enseñarnos sus lecciones con el fin de que podamos convertirnos nuestros caminos y vivir de acuerdo a su voluntad. Así como pequeños niños aprenden a temer y respetar a sus padres cuando son disciplinados con varas, tenemos el temor y el respeto de usted y sus leyes. Oh Dios, que nos ha demostrado tanto amor, gracias por su disciplina que se encuentra en espera de cambiarnos. Dios, si hay alguien aquí que hoy está siendo disciplinado, ayúdale a arrepentirse y regresar a usted, que sea cambiado. Ayúdanos para que podamos sentir la disciplina hasta nuestros huesos para que no se olvide de evitar el camino de los malvados, como se ha transitado antes. Yo le oro todas estas cosas en el nombre de Jesucristo. Amén.